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Novela de aprendizaje



La novela de formación o novela de aprendizaje es un género literario que retrata la transición de la niñez a la vida adulta. El término alemán original, Bildungsroman (pronunciación: [ˈbɪldʊŋs.roˌmaːn]) significa literalmente 'novela de formación' o 'novela de educación' y fue acuñado por el filólogo Johann Carl Simon Morgenstern en 1819.

El término alemán de Bildungsroman fue acuñado en 1819 por el filólogo Karl Morgenstern en sus cátedras universitarias, y retomado de manera célebre posteriormente por Wilhelm Dilthey, quien le dio legitimidad en 1870 y lo popularizó en 1905.[1][2]​ El género se caracteriza además por una serie de características formales y temáticas.[3]

A pesar de que existen rasgos de la novela de aprendizaje en obras clásicas o medievales (en las obras moralizantes, por ejemplo), es plausible situar en el Renacimiento el embrión de este tipo de novela, especialmente en el género picaresco. Por ejemplo, El lazarillo de Tormes muestra el proceso por el que el protagonista, Lázaro, aprende a defenderse en la vida tras sufrir sirviendo a distintos amos abusivos. También Don Quijote, de Miguel de Cervantes, ha sido señalada como la obra sobre la que se basa el género.[4]

Convencionalmente se considera que el género surge dentro de la corriente del Romanticismo alemán con Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (Wilhem Meister Lehrjahre, 1795/1796) de Wolfgang Goethe.[5]​ La traducción al inglés de esta novela, realizada por Thomas Carlyle, contribuyó a expandir este género nacido en Alemania al resto de Europa y luego al resto del mundo.[6][7]​ La obra de Christoph Martin Wieland Geschichte des Agathon (La Historia de Agatón) de 1767 es también mencionada a veces como la primera muestra del género.[8]​ En el siglo XX, el género se expandió a Alemania, Gran Bretaña,[9]​ Francia,[10][11]​ y muchos otros países alrededor del mundo.[12]

A medida que ha ido avanzando el género, nos podemos encontrar con negativos Bildungsromane en los que se cuentan los fracasos de los personajes como, por ejemplo, en "Anton Reiser" de Karl Philip Moritz y modernos Bildungsromane, como Carta breve para un largo adiós (Der Kurze Brief zum langen Abschied, 1972) de Peter Handke.

Muchas de las grandes novelas de los siglos XIX y XX, sin ser estrictamente Bildungsroman, comparten alguna de sus características. Por ejemplo, Marcel Proust en En busca del tiempo perdido narra el proceso de aprendizaje del protagonista, Marcel; lo mismo sucede en Retrato del artista adolescente, de James Joyce, en el Moll Flanders de Defoe o en La montaña mágica, de Thomas Mann. Bajo las ruedas, de Hermann Hesse, es un Bildungsroman en sentido aún más estricto.

A pesar de que la novela de aprendizaje parece haber perdido peso desde la segunda mitad del siglo XX, muchos de sus elementos aún perviven en novelas[13]​ como El guardián entre el centeno de J. D. Salinger o en numerosas películas contemporáneas.

La temática de esta novela es la evolución y el desarrollo físico, moral, psicológico y social de un personaje, generalmente desde su infancia hasta la madurez. En esta evolución se suelen diferenciar tres etapas: la primera es el aprendizaje de juventud (Jugendlehre), la segunda son los años de peregrinación (Wanderjahre) y por último el perfeccionamiento (Läuterung).

Un Bildungsroman (novela de formación) relata el crecimiento o la "mayoría de edad" de una persona sensible que va en busca de respuestas a las preguntas de la vida con la expectativa de que estas le ayuden a ganar experiencia del mundo. El género evolucionó a partir de cuentos folclóricos en los que el protagonista es un tonto o el hijo más pequeño que sale al mundo en busca de fortuna.[14]​ Por lo general, al comienzo de la historia hay una pérdida emocional que hace que el protagonista se marche en su viaje. En una novela de formación, el objetivo es alcanzar la madurez, y el o la protagonista lo logra solo gradualmente y con dificultad. El género a menudo presenta un conflicto principal entre el personaje principal y la sociedad. Por lo general, los valores de la sociedad son aceptados gradualmente por el protagonista que finalmente es aceptado o aceptada en la sociedad, como señal de que los errores y las decepciones que sufre han llegado a su fin. En algunas obras, el protagonista logra extender su mano para ayudar a otros una vez se ha alcanzado la madurez.

Franco Moretti afirma que "el principal conflicto en el Bildungsroman es el mito de la modernidad con su sobrevaloración de la juventud y el progreso, tal y como choca con la visión teleológica y estática de la felicidad y la reconciliación que se encuentra en los finales del Wilhelm Meister de Goethe e incluso en el Orgullo y prejuicio de Jane Austen".[3]

Hay muchas variaciones y subgéneros en la novela de formación que se centran en el crecimiento de un individuo. Un Entwicklungsroman ("novela de desarrollo") se refiere una historia de crecimiento en general en lugar de limitarse a ser una de autocrecimiento. Un Erziehungsroman ("novela educativa") se centra en la formación y la escolarización formales,[6]​ mientras que un Künstlerroman ("novela de artista") versa sobre el desarrollo de un artista y muestra el crecimiento de su identidad.[15]​ Además, algunas biografías y diarios publicados pueden considerarse Bildungsroman si bien son predominantemente fácticas (por ejemplo, The Dharma Bums de Jack Kerouac o Los Diarios de Motocicleta de Ernesto "Che" Guevara). El término también se usa de manera más vaga para describir películas sobre la mayoría de edad y obras relacionadas en otros géneros.[7]​ El término se utiliza también de manera menos estricta para describir a las películas de coming-of-age y obras relacionadas en otros géneros.



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