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Oso perezoso



El oso bezudo,[2]oso labiado u oso perezoso[2]​ (Melursus ursinus) es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los úrsidos. Es un oso de hábitos preferentemente nocturnos que ha vivido históricamente en las praderas y bosques de llanura de la India, Nepal, Bangladés, Sri Lanka y (posiblemente) Bután. Esta especie es la única perteneciente al género Melursus.[3]

El oso perezoso o bezudo presenta un conjunto de características poco comunes que lo diferencian fácilmente de otras especies de úrsidos, entre las que se encuentra una amplia capa de pelo largo, lacio y negro (con la excepción de una banda de pelo blanco en forma de "V" en el pecho), un hocico elongado con una nariz y labios muy prominentes y móviles, y unos pies curvados hacia dentro, rematados por largas uñas más útiles para cavar que para atrapar y desgarrar animales. Estos elementos son tan raros que cuando los zoólogos europeos recogieron las primeras descripciones y pieles de manos de los hindúes, pensaron inicialmente que se encontraban ante algún tipo de perezoso o algún otro insectívoro emparentado.

El parecido con los perezosos no termina ahí. Al igual que ellos, el oso labiado también es extremadamente lento cuando se desplaza (puede ser alcanzado por un hombre a pie) y puede trepar a los árboles. Sus huellas, debido a la peculiar forma de sus pies, son bastante parecidas a las humanas, aunque obviamente de mayor tamaño y provistas de garras. Los machos son más grandes que las hembras, alcanzando hasta 1,80 m de largo y 175 kg de peso.


La dieta, como la del resto de los úrsidos, es omnívora e incluye alimentos tan dispares como miel, huevos, flores, tubérculos, cereales y pequeños animales. No obstante, la mayor parte de su alimentación (y esto sí es extraño entre los osos) se compone de hormigas y termitas, a las que hace salir de sus refugios subterráneos destruyéndolos con sus largas garras.

Los adultos suelen estar a salvo de los depredadores, aunque los jóvenes pueden caer víctimas de los lobos, tigres y leopardos, siempre y cuando éstos puedan superar o burlar la feroz resistencia ofrecida por la madre. El mayor peligro para los osos bezudos, sin embargo, es el ofrecido por el hombre, que destruye su hábitat natural para destinarlo a la agricultura y los caza para hacerse con sus pieles y vesícula biliar, empleada en la medicina tradicional china.

Los osos perezosos suelen reproducirse una vez al año, dando a luz a una sola cría. Las crías al nacer son muy débiles, dependientes y necesitan toda la atención de su madre. La única cría del perezoso permanece aferrada al pelaje de la madre hasta que puede valerse por sí misma, que es de los 20 a 25 días después de nacida. Esta cría a partir de las seis semanas de edad comienza a tratar a sus progenitores con cierta pasividad. A partir de los ocho meses comienzan a tener una vida independiente y desplazarse con autonomía. Las hembras pueden empezar a tener descendencia después de los tres años y medio, y de cuatro a cinco años en el macho. Su período de gestación es de 11 meses y medio.

Se han descrito las siguientes subespecies:[3]



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