El tigre (Panthera tigris) es una de las especies de la subfamilia de los panterinos (familia Felidae) pertenecientes al género Panthera. Se encuentra solamente en el continente asiático; es un predador carnívoro y es la especie de félido más grande del mundo junto con el león pudiendo alcanzar ambos un tamaño comparable al de los fósiles de félidos de mayor tamaño.
Existen seis subespecies de tigre, de las cuales la de Bengala es la más numerosa; sus ejemplares constituyen cerca del 80 % de la población total de la especie; se encuentra en la India, Bangladés, Bután, Birmania y Nepal. Es una especie en peligro de extinción, y en la actualidad, la mayor parte de los tigres en el mundo viven en cautiverio. El tigre es el animal nacional de Bangladés y la India.
Es un animal solitario y territorial que generalmente suele habitar bosques densos, pero también áreas abiertas, como sabanas. Normalmente, el tigre caza animales de tamaño medio o grande, generalmente ungulados. En las seis diferentes subespecies existentes del tigre, hay una variación muy significativa del tamaño. Los tigres machos tienen un tamaño mucho mayor que el de las hembras. Análogamente, el territorio de un macho cubre generalmente un área mayor que el de una hembra.
El tamaño de los tigres y demás características varían de una subespecie a otra. En estado salvaje, los tigres machos tienen un peso que oscila entre los 47 y los 258 kg y una longitud de 190-330 cm incluyendo la cola, que mide entre 60 y 110 cm, y de 61 hasta 122 cm de altura a la cruz. Mientras tanto, las hembras, mucho más pequeñas, tienen un peso de 24-167 kg y una longitud total de 177-275 cm. Actualmente, la subespecie más pequeña es el tigre de Malasia, mientras que la de mayor tamaño es el tigre de Bengala. La longitud total de los machos es de 270-310 cm mientras que la de las hembras es de 240-265 cm; la cola mide unos 85-100 cm de largo y la altura a los hombros de 58-110 cm.
La mayoría de los tigres tienen un pelaje naranja o leonado, un área intermedia y ventral blanquecina y las rayas varían en tono desde marrón oscuro hasta el negro. La forma y cantidad de las rayas varían según su sexo (si es hembra la cantidad de rayas es menor), aunque la mayoría de los tigres suelen tener menos de 100 rayas. El patrón de rayas es único en cada ejemplar y es posible utilizar esto para identificar a un individuo, de la misma forma que las huellas dactilares se utilizan para identificar a una persona. Sin embargo, debido a lo difícil que es registrar el patrón de rayas en un tigre salvaje, este no es el método más usado para la identificación de un tigre. Probablemente, la función de las rayas es el camuflaje, siendo útil para ocultarse de sus posibles presas. El patrón de rayas también se encuentra en la piel del tigre, por lo que, si es afeitado, sus rayas distintivas pueden ser observadas.
Como la mayoría de los félidos, se cree que los tigres tienen cierta visión del color. Por otra parte, su visión nocturna es muy aguda merced a la membrana especular ubicada en la retina, la cual focaliza la poca luz de la noche.
Al igual que los otros miembros de su género, el tigre tiene la capacidad de rugir. A diferencia de otros félidos, aunque a semejanza del jaguar, el tigre es un excelente nadador; puede sorprender y cazar presas en el agua.
Los tigres adultos suelen ser ferozmente territoriales y cazan mucho. Las tigresas pueden tener un territorio de 20 km², mientras que el territorio de los machos es mucho más extenso, cubriendo un área promedio de 80 km²; sin embargo, el tamaño del territorio depende de las diferentes poblaciones del tigre, siendo más grandes los territorios pertenecientes a los tigres del sudeste de Rusia que los de cualquier otra subespecie de tigre. Los tigres machos pueden permitir la entrada de varias hembras a su territorio, hasta el punto de compartir una presa e incluso alimentarse después que la hembra (en el caso del león, ocurre exactamente todo lo contrario, pues es el macho dominante el primero en alimentarse); pero no toleran la entrada de otros tigres machos en su territorio. Debido a su naturaleza agresiva, los conflictos territoriales entre tigres son violentos y pueden terminar con la muerte de uno de los machos, aunque este tipo de muertes son menos frecuentes de lo que se cree, pues en la mayoría de las luchas por el territorio los machos terminan prácticamente ilesos. Para marcar su territorio el macho rocía la orina u otras secreciones sobre los árboles.
Existen varias técnicas para estudiar al tigre en estado salvaje; hace algunos años las poblaciones de tigres eran calculadas por los moldes de yeso tomados de sus huellas. En la actualidad el collar radiotransmisor se ha vuelto un instrumento muy popular para el estudio del tigre en estado salvaje.
Una hembra es receptiva solo por algunos días, y el apareamiento puede ocurrir varias veces durante este tiempo. La gestación tiene una duración aproximada de 103 días, y tras pasar este periodo, la hembra da a luz de una a seis crías de menos de un kilogramo de peso.
Los machos adultos pueden llegar a matar crías para hacer a las hembras receptivas.
Al cumplir las ocho semanas de edad, las crías están listas para salir de su guarida y seguir a su madre. Los ejemplares jóvenes se vuelven independientes aproximadamente a los dieciocho meses de edad, pero hasta una edad aproximada de entre los dos años y los dos años y medio no se separan definitivamente de su madre. Los tigres alcanzan la madurez sexual a los tres o cuatro años de edad. Las tigresas jóvenes generalmente establecen su territorio muy cerca del de su madre, mientras que los machos tienden a vagar en busca de un territorio, que adquieren normalmente mediante luchas con el macho dueño de cierto territorio. Las tigresas suelen dar a luz un número similar de hembras y machos durante toda su vida.
Los tigres son bien criados en parques zoológicos u otros lugares de conservación, y, solo en Estados Unidos, la población de tigres en cautividad es tan grande como el número total de tigres en estado salvaje.[cita requerida]
En libertad, los tigres se alimentan sobre todo de ungulados de gran tamaño, aunque, como muchos otros depredadores, los tigres son oportunistas y no desprecian presas de pequeño tamaño, como monos, pavos reales, liebres e incluso peces. En Siberia, las principales presas del tigre son el uapití, el jabalí, el ciervo shika, el corzo y el ciervo almizclero, mientras que en la isla de Sumatra el ciervo de Timor, el jabalí y el tapir malayo son las presas cazadas con más frecuencia por el tigre de Sumatra. También son capaces de cazar grandes herbívoros, como gaures, búfalos acuáticos y alces.
Entre sus presas habituales también se encuentran algunos otros grandes depredadores como hienas rayadas, lobos, cuones, pitones reticuladas, pitones indias, osos tibetanos, osos bezudos, osos malayos, cocodrilos siameses, gaviales y falsos gaviales; mientras que en algunas ocasiones atacan a guepardos, leopardos y cocodrilos de las marismas, aunque a los nombrados félidos solo los devoran en situaciones de escasez de comida, ya que normalmente los atacan por considerarlos competidores por las presas y por representar un peligro para sus crías, pero no los comen. Se conocen casos de tigres que han cazado cocodrilos de agua salada, aunque se trata de casos raros ya que ambos depredadores evitan encontrarse, pero cuando el cocodrilo se encuentra en tierra o en aguas poco profundas, se convierte en una potencial presa de un tigre adulto. Por otra parte, los tigres de Amur y los osos pardos son una seria amenaza recíproca y ambos tienden a evitarse. Sin embargo, las estadísticas señalan que el tigre es el ganador más frecuente en las batallas entre ambos animales, pues los osos cazados por los tigres suelen ser ejemplares jóvenes o hembras, considerablemente más pequeñas que los osos machos. En 2015 The Moscow Times publicó la noticia de un tigre siberiano salvaje matando a un oso pardo cerca de el Parque Nacional de Amur. Los casos de peleas entre estos animales no son muy frecuentes, pues el tigre siberiano y el oso pardo de amur, además de que se evitan, también su población ha sido reducida por el hombre.
En cuanto a los leones, actualmente no existe ningún lugar donde coexistan naturalmente con tigres, pero históricamente ambas especies coexistieron en gran parte de Asia. Al vivir los leones en manadas (aunque más pequeñas que las africanas), los tigres son los que debían evitarlos, mientras que encontrándose esporádicamente en solitario, es el tigre quien corría con ventaja ante el león, tratándose incluso de ambos siendo machos adultos, aunque no se depredan (como puede llegar a ocurrir con los tigres ante leopardos o guepardos) sino que se ven como competidores por las presas y peligro para sus crías. La ventaja del tigre también se debe a que la subespecie de león que existe en Asia (león asiático) es ligeramente menor a las subespecies más grandes, como el león de Atlas (extinto) y el león de Transvaal, mientras que el tigre que convivía con el león asiático es el tigre de Bengala (y en el pasado también el extinto tigre del Caspio, casi tan grande como el tigre de Bengala), que es la segunda subespecie más grande de tigre y tiene casi el mismo tamaño y volumen que el tigre siberiano (la subespecie más grande).
Una tigresa adulta es capaz de dar muerte a un gaur adulto por sí sola, a pesar de tener un peso menor a la sexta parte del peso total del gaur adulto.
El sambar y el jabalí son la presa más frecuente del tigre en India; los elefantes asiáticos y los rinocerontes indio, de Java y de Sumatra jóvenes son cazados por los tigres de forma ocasional, la mayoría de las veces cuando son desprotegidos por sus manadas. Incluso se conoce un caso en que un tigre cazó a una hembra adulta de rinoceronte indio. Los elefantes adultos son animales demasiado grandes, fuertes y peligrosos como para ser una presa cazada por el tigre.
Los tigres prefieren cazar presas del tamaño del sambar, el gaur o el búfalo acuático, ya que proporcionan carne por varios días, evitando la necesidad de otra caza. En todas sus poblaciones, el tigre es el máximo depredador y no compite en igualdad de condiciones con otros carnívoros, con excepción de osos pardos que le superen en tamaño y peso, del perro salvaje asiático, que compensa su carencia de fuerza con el número, y en el pasado con el león, que tiene un tamaño similar y además vive en manadas. Los cocodrilos de agua salada y el de las marismas, al ser acuáticos, no compiten por las presas con los tigres, ya que más allá de que muchas veces se alimentan de las mismas especies, lo hacen en distintas zonas de un ecosistema. Un tigre hambriento y desesperado puede atacar a cualquier cosa que considere alimento potencial, incluso pequeños vertebrados como algunas especies de anfibios, aves, mamíferos, peces y reptiles.
Los tigres adultos pueden llegar a ser depredados por cocodrilos de agua salada y por cocodrilos de las marismas de gran tamaño cuando se encuentran nadando en aguas profundas en regiones del mundo donde coexisten tales especies, mientras que estando en tierra, en aguas poco profundas o en zonas geográficas donde tales especies de reptiles no existen, los tigres no tienen depredadores.
Normalmente los tigres buscan cazar herbívoros de gran tamaño; algunos ejemplos son los ciervos sambar, los cerdos salvajes, gaures, búfalos acuáticos y ganado doméstico. Se sabe que los tigres viejos o heridos son los más propensos a atacar al ganado doméstico o a seres humanos; estos tigres son llamados comúnmente "tigres ataca-hombres", lo que conduce muchas veces a que estos panterinos sean terriblemente eliminados por el hombre. Se sabe que en los pantanos de Sundarbans ubicados en Bangladés y el estado indio de Bengala, que es donde ocurren más incidentes como los mencionados, muchos tigres sanos y en perfectas condiciones han buscado atacar a seres humanos; esto en gran medida se debe a la enorme densidad demográfica humana en tales regiones, que provoca una superposición de los territorios de caza de los tigres y los territorios habitados por los humanos.
El tigre usa su tamaño y fuerza para golpear a su posible presa y abatirla. A pesar de su gran tamaño, los tigres pueden alcanzar velocidades de hasta 90 km/h (los tigres de Amur son capaces de alcanzar dicha velocidad en una corta carrera sobre la nieve siberiana). También utiliza sus músculos para sostener y derribar a sus presas, especialmente si es grande, como un gaur. Una vez que el animal está en suelo, el tigre muerde la parte posterior del cuello, generalmente rompiendo la médula espinal, o perforando la tráquea, dándole a su presa una muerte casi inmediata.
Los tigres adultos son capaces de dar saltos de hasta cinco metros de altura, o de nueve o diez metros de longitud, lo que lo convierte en uno de los mamíferos que más alto pueden saltar (solo detrás del puma en cuanto a la capacidad de salto[cita requerida]).
Las garras del tigre (que suelen medir alrededor de 7,5 cm de largo), combinadas con la fuerza que puede utilizar para golpear, lo hacen capaz de matar a un rumiante adulto con un solo golpe.
Los casos de tigres que han incluido al hombre en su dieta no son infrecuentes, aunque posiblemente éstos hayan sido muy exagerados.
Las razones que llevan a un tigre a adoptar esta conducta son las mismas que la de los leones en África, y pueden ser la senectud del depredador, la superposición del territorio antrópico con el de caza del panterino, la defensa de cachorros durante la época de cría o simplemente la comodidad por presas "fáciles" y abundantes, como son los niños y jóvenes de las aldeas. Hay casos registrados en India (Sundarbans), Sumatra y Borneo. El tigre de Bengala es el que tiene la peor reputación, siendo algunos ejemplares tristemente célebres, como el tigre de Champawat, causante de la muerte de 430 personas y que fue finalmente abatido por el cazador y naturalista Jim Corbett. Al observar su deteriorada dentadura, Corbett pudo inferir que el tigre había perdido sus facultades para la caza de sus presas naturales, orientándose hacia otras más fáciles. Otros casos ocurridos con el tigre de Amur en Siberia también están documentados aunque son más escasos. Durante la primera mitad de 2014 se reportaron cuatro ataques de tigres en el parque nacional Sunderbans.
En la actualidad, el mayor enemigo para el tigre es el hombre.
Los huesos, y prácticamente todas las partes del cuerpo del tigre han sido usados en la medicina tradicional china, aunque en la actualidad esta práctica ha sido prohibida.
La caza ilegal para la obtención de la piel y la destrucción de su hábitat han reducido de forma considerable la población salvaje del tigre. Se estima que en el año 1900 existían alrededor de cien mil tigres en estado salvaje, distribuidos desde la península de Anatolia hasta la isla de Bali; en 1993 quedaban siete mil, los dos tercios de ellos en la India; en 2013 se calculaba que la población salvaje del tigre era de unos tres mil ejemplares, mientras que en cautividad se estima que existen aproximadamente veinte mil.
En 2016, un informe del WWF estimó que el número total de tigres en estado salvaje había aumentado por primera vez en los cien años anteriores, pasando de los tres mil doscientos que se calculaban en el año 2010 a tres mil ochocientos noventa en el año 2016. El objetivo anunciado entonces por los los movimientos conservacionistas sería duplicar la población global de tigres para el año 2022.
Debido a que la evolución del tigre sigue siendo confusa, no se sabe mucho sobre su registro fósil. Los fósiles más antiguos confirmados del género Panthera fueron descubiertos en 2010 en el Tíbet y clasificados en 2013 como Panthera blytheae, poseen una antigüedad de 4,1 a 5,9 millones de años. La importancia de estos fósiles radica en el hecho de que refuerzan la teoría que establece que los félidos pertenecientes a la Subfamilia Pantherinae se originaron en Asia central y no en África. Los restos más antiguos del tigre hasta ahora conocidos fueron encontrados y descritos en 2011 en China, específicamente en la provincia de Gansu y datan de aproximadamente dos millones de años atrás, a principios del pleistoceno, con Panthera zdanskyi, un félido primitivo y de menor tamaño que un tigre, también conocido como "tigre de Longdan". Los restos más antiguos de tigres verdaderos provienen de Java, y tienen entre 1,6 y 1,8 millones de años de antigüedad. Una subespecie, conocida como tigre de Trinil (Panthera tigris trinilensis), apareció hace aproximadamente 1,2 millones de años, y fue encontrada en Trinil (Java). El tigre llegó a la India y el norte de Asia a finales del pleistoceno, hace unos 10 000 años. Los tigres fósiles también fueron encontrados en una isla al este de Beringia (aunque no en el continente americano) y la isla de Sajalín. También fueron encontrados algunos fósiles en Japón, restos que indican que el tigre japonés no era más grande que las subespecies más recientes del tigre.
Nueve subespecies de tigre habitaron Asia en tiempos recientes, de las cuales tres están extintas y otra corre un grave peligro de extinguirse en un futuro no muy lejano. Su distribución histórica (muy reducida en la actualidad) pasó principalmente por Rusia, Irán, Afganistán, India, China y el Sudeste Asiático, incluyendo las islas indonesas. Las siguientes son las subespecies sobrevivientes del tigre, en orden de población salvaje:
Tigre de Bengala
Tigre de Indochina
Tigre malayo
Tigre de Sumatra
Tigre de Amur
Tigre del sur de China
Área de distribución del tigre de Bengala
Área de distribución del tigre de Indochina
Área de distribución del tigre malayo
Área de distribución del tigre de Sumatra
Área de distribución del tigre de Amur
Área de distribución del tigre del sur de China
Durante el siglo XX se extinguieron otras tres subespecies debido a la caza y al deterioro de su hábitat:
Tigre de Bali
Tigre de Java
Tigre del Caspio
Área de distribución del tigre de Bali
Área de distribución del tigre de Java
Área de distribución del tigre del Caspio
Hay variedades de tigre que adquieren características físicas propias sin constituir al grupo en un subespecie. Entre estas variedades se encuentran:
Tigre blanco
Tigre dorado
Recreación artística de un tigre azul
La mayoría de estos híbridos se dan con animales en cautiverio, sin embargo, en estado salvaje también se han dado algunas de estas particularidades.
Actualmente el tigre es animal nacional en diversos países de Asia:[cita requerida]
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