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Parábola de las diez vírgenes



La parábola de las diez vírgenes, parábola de las diez muchachas, la parábola vírgenes sabias y las vírgenes necias o parábola de las vírgenes sabias y tontas es una de las parábolas de Jesús. Su texto en la biblia cristiana es el siguiente:

Esta parábola fue una de las parábolas más populares en la Edad Media, con una enorme influencia en el arte gótico, la escultura y la arquitectura de las catedrales en Alemania y Francia.

La parábola forma parte de una serie de enseñanzas dadas por Jesús a sus apóstoles sobre el fin de los tiempos, encontradas en Mateo 24 y 25, donde también se hallan la parábola del higo, del siervo vigilante, de los talentos y la del juicio final. En esos capítulos Jesús responde a la interrogante hecha por sus apóstoles: «¿Cuál será la señal de tu regreso y del fin del mundo?» (Mateo 24:3). En la parábola, el novio representa a Jesús y el evento esperado a su segunda venida. La enseñanza que encierra es de estar siempre preparados para ese evento y para el posterior Juicio Final,[1]​ indicando además que será inesperado.[2][3]

El papa Francisco lo explica de la siguiente manera: «El esposo es el Señor, y el tiempo de espera de su llegada es el tiempo que Él se nos da, con misericordia y paciencia, antes de su llegada final, tiempo de la vigilancia; tiempo en que tenemos que mantener encendidas las lámparas de la fe, de la esperanza y de la caridad, (...) tiempo que hay que vivir de acuerdo a Dios, porque no conocemos ni el día, ni la hora del regreso de Cristo.» [4]​ También el profeta de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Spencer W. Kimball, habla sobre la parábola de la siguiente manera: «El tipo de aceite que se necesita para iluminar el camino y alumbrar la oscuridad no se puede compartir (...) Todos tienen que obtener ese tipo de aceite por ellos mismos (...) En la parábola, el aceite se puede obtener en el mercado. En nuestras vidas el aceite de la preparación es acumulado gota por gota en la vida honrada.»[5][6]

Mientras «un considerable número de exégetas» consideran que la parábola proviene de Jesús,[7]​ algunos comentaristas de la Biblia dudan de que Jesús alguna vez haya dicho esta parábola y creen que fue creada por la iglesia primitiva. Una gran mayoría de miembros del Jesus Seminar, por ejemplo, catalogan la parábola como falsa y meramente similar a algo que Jesús hubiera dicho.[8]​ Otros eruditos creen que la parábola ha sido editada levemente y que es un gran ejemplo de la habilidad de Jesús para decir parábolas.[9]​ La parábola se halla en todos los manuscritos del Nuevo Testamento, con sólo mínimas variaciones en algunas palabras.[10]

Parábola de las diez vírgenes, hecha por Wilhelm von Schadow, ubicada en el Städel Museum, Fráncfort del Meno, Alemania.

Detalle de La parábola de las diez vírgenes de Wilhelm von Schadow.

Banco del siglo XVIII en Gothems kyrka.

Vírgenes sabias en Stenkyrka kyrka.

Diez vírgenes de Peter von Cornelius.

Las vírgenes sabias y las vírgenes necias de Tintoretto.

Representación de la parábola de las diez vírgenes en una vidriera en la iglesia de Melbourne.



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