El Parque Nacional Carrasco es un área natural protegida de Bolivia, ubicado en las provincias del Chapare y José Carrasco en el departamento de Cochabamba
El parque se halla ubicado al este del Departamento de Cochabamba y limita con parque nacional Amboró en el Departamento de Santa Cruz. Tiene una superficie de 622.600 ha (6.226 km²) y un rango altitudinal entre 280 msnm y 4.717 msnm. Se caracteriza por tener un clima cálido y húmedo (5.000 mm anuales) excepto en las zonas montañosas con clima frío. Las cuencas más importantes son las de los ríos Chimoré, Sajta, Ichilo, San Mateo e Ivirizú. Biogeográficamente el área abarca las subregiones Altoandina, Puna y Yungas Montañoso. Posee una gran diversidad de ecosistemas relacionados con la fisiografía de la región, una variación altitudinal y su posición en tropical. Entre los principales ecosistemas del área destacan los Bosques de Sudoeste de la Amazonía, Yungas, Bosque Tucumano Boliviano, Bosques Secos lnterandinos y Puna Norteña.
Se estima aproximadamente 3000 especies de plantas en el área, hasta el momento se han registrado aproximadamente 600 especies. Entre las especies más sobresalientes se encuentra la waycha (Weinmannia boliviana), la kewiña (Polylepis racemosa) y numerosas especies de orquídeas (alrededor de 200).En cuanto a la fauna algunas de las especies más representativas son el jucumari o el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la taruca o venado andino (Hippocamelus antisensis), el águila arpía (Harpia harpyja) y el guácharo (Steatornis caripensis).
Lograr que los ecosistemas y procesos ecológicos del área sean conservados y protegidos de manera permanente. Para lo cual, consideramos que un adecuado manejo de los recursos naturales mejoraría la calidad de vida de la población sin poner en riesgo la satisfacción y necesidades de las generaciones actuales y futuras.
El PNC fue creado bajo el nombre de parque nacional Carrasco-Ichilo el 9 de diciembre de 1988 con una superficie original de 180.000 ha. El 11 de octubre de 1991, a través del Decreto Supremo N°22.940l el Área Protegida fue establecida como parque nacional Carrasco y reducido a un área de 622.600 ha con el propósito de disminuir el impacto ambiental de la carretera Chimoré-Yapacaní y adjuntar el Santuario de Vida Silvestre “Cavernas del Repechón” creado por Resolución Ministerial 157-86 del 22 de mayo de 1986.
La gestión del parque comenzó a partir del 1993, el Centro de Desarrollo Forestal (CDF) se encontraba a cargo de su administración. La gestión se encontraba enfocada en la protección de la biodiversidad, educación ambiental y manejo de los recursos naturales. La administración del área es transferida a la Dirección Nacional de Conservación de la Biodiversidad (DNCB, hoy Servicio Nacional de Áreas Protegidas) a fines de 1993, mantenida hasta la fecha. Dicha transferencia se realizó debido a la deficiente gestión de la CDF y la promulgación de la Ley de Medio Ambiente y la creación de la Secretaria Nacional de Medio Ambiente (SENMA).
Uno de los principales problemas del área se encuentran relacionados con los límites del área y su categoría como parque nacional. Anteriormente se ha considerado el posible cambio de su categoría a parque nacional y Área Natural de Manejo Integrado Carrasco, similar al caso del PN-ANMI Amboró. Así como la posibilidad de crear un Área Natural de Manejo Integrado al norte del área y la zona designada como línea roja por ser una región degradada con una alta densidad poblacional y la presencia de plantaciones legales de coca.
La gestión del área comprende una política de participación comunitaria, dentro de ese marco se han integrado guardaparques y administrativos nacidos en las comunidades presentes alrededor del parque. La integración del personal ha permitido mejorar las relaciones entre las comunidades y los organismos estatales así como la asistencia de las comunidades en el control del cumplimiento de las regulaciones del área. Adicionalmente, una comisión conformada por el comité de gestión (organismo de coordinación con los gobiernos municipales) y representantes de las comunidades e instituciones (ONGs y OG) que trabajan se ha organizado para redefinir los límites del parque.
Uno de los principales conflictos sociales del área es la tenencia de la tierra. Muchas de las habitantes de las comunidades asentadas antes de la creación del área protegida no cuentan con un título de propiedad sobre la terra. Factor limitante en el control y regulamiento de los cultivos de coca y nuevos asentamientos. Así como definir el área para habilitar para cultivos, generando un descontrol en la deforestación.
Conservación Internacional y CIDEDER se encuentran apoyando en el saneamiento de tierras en la zona sur de influencia del parque, zona donde las comunidades tienen una gran inseguridad por la tenencia de tus tierras y temen por la venta ilegal de las mismas a empresarios de la región.
El área no cuenta con un Plan de Manejo, y el proceso de su elaboración aún no se ha iniciado puesto que se espera una mejora en las relaciones entre las comunidades y el gobierno. Sin embargo, la zonificación preliminar se encuentra concluida identificando amenazas, prioridades de conservación y objetivos del área. En los pasados años, la relación entre comunidades y el gobierno se ha visto malograda por restricciones al cultivo de coca, dificultando la inclusión de la participación local en la gestión así como la conformación del comité de gestión.
El clima de la región es estacional con una época húmeda y otra seca. La única estación climática confiable se encuentra en la región más húmeda del área, en el pueblo de Villa Tunari (más de 10 años de registros climáticos). Esta región posee una precipitación anual promedio de 5676 mm por año. La mayoría de las lluvias se concentran en la época húmeda (entre noviembre y abril). Aunque la precipitación disminuye considerablemente durante la época seca (mayo y julio), menor a 1000 mm, la humedad relativa se mantiene alta generando un clima perhúmedo.
No existen estaciones climáticas en las regiones más altas. Sin embargo debido a una la topografía accidentada, la humedad se mantiene en un cinturón delgado, manteniendo la humedad a niveles superiores a la Amazonía. Adicionalmente, la condensación de la neblina contribuye a la humedad ambiente, especialmente en la zona de condensación de nubes entre los 1600 y 3600 msnm.
La temperatura promedio en Villa Tunari es de 24,6 °C y entre 12-15 °C en Sehuencas, con una variación cercana a los 5 °C a lo largo del año. Las heladas son frecuentes cerca a los 200 msnm, especialmente durante la llegada de los vientos polares del sur en la época seca.
En el parque nacional Carrasco se encuentran aproximadamente 3000-5000 especies. En el área se encuentras especies maderables importantes como el cedro(Cedrela odorata), la mara (Swietenia macrophylla), el aliso (Alnus acuminata), y el nogal (Juglans boliviana). Al igual que especies consideradas en pelibro como el el pino de monte (Podocarpus perlatorei y Podocarpus rusbyi), el pino colorado (Prumnopitis exigua) y la palmera majo (Oenocarpus bataua).
Debido a la accidentada topografía y pendientes en el área, deslizamientos de tierra son comunes y con gran poder viene una gran responsabilidad proporción de la vegetación consiste en diversos estadios de vegetación en sucesión. Las quebradas son afectadas raramente por los deslizamientos de tierra, albergando comunidades florísticamente diferentes, como quebradas dominadas por el pino de monte entre los 2600 y 3300 msnm. Cerca de los 3400 msnm la vegetación se encuentra dominada por bosques de keñua, Polylepis racemosa (3400-3800 msnm) y Polylepis pepei (3.800-4.200 msnm).
La región Ceja de Monte se encuentra dominada por bosques de neblina mixtos donde se destacan varias especies de nogal (Juglans spp.), copal, palmas como la majo (Oenocarpus bataua), helechos gigantes (Cyathea spp.) y Huaycha (Weinmannia spp.) en la subregión Ceja de Monte con bosques de neblina mixtos. En las zonas más altas, como la Puna y el Páramo Yungueño, dominan matorrales siempreverdes y pajonales.
Se han registrado más de 800 especies de vertebrados en el Área Protegida, de ellas 125 son mamíferos grandes. Entre las especies de mamíferos más representativas se encuentra el oso de anteojos, o jucumari (Tremarctos ornatus), la taruca o venado andino (Hippocamelus antisensis), el jaguar (Panthera onca), el gato andino (Felis jacobita) y el tapir (Tapirus terrestris). Por otro lado, el área se caracteriza por albergar una gran diversidad de aves, los registros de aves alcanzan aproximadamente las 850 especies. Aproximadamente el 30% de todas las especies de aves registradas en Bolivia. El parque es considerado como una de las áreas protegidas prioritarias para la conservación de aves en Bolivia puesto que abarca áreas endémicas de aves: los Yungas bajos y superiores y los Andes. El guácharo (Steatornis caripensis) es una de las aves de especial atractivo turístico para el área por sus hábitos nocturnos y su relación trófica con las palmeras. Entre las especies en peligro y/o endémicas se encuentran: Asthenes heterura, Terenura sharpei, Morphus guianensis, Tangara ruficervix, Simoxenops striatus, Grallaria erythrotis, Myrrmotherula grises, Oreotrochilus adela.
El parque nacional Carrasco es considerado como una de las Áreas Protegidas más amenazadas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Bolivia. Entre las principales amenazas se encuentra:
Sin embargo, los principales conflictos son sociales y políticos relacionados al cultivo de la coca en zonas adyacentes al área.
Estudios arqueológicos muestran que la región fue ocupada por culturas prehispánicas, especialmente los Incas. En el presente, se encuentran construcciones de origen incaicas como fuertes, puentes y escalones en las ruinas arqueológicas de Incachaca. Asimismo existen caminos prehispánicos en la región de los Yungas de Vandiola y Yungas de Arepucho.
El límite sur de los parques Amboró y Carrasco ha sido una zona muy poblada desde varias décadas, con algunas localidades de importancia ubicadas entre la ciudad de Cochabamba y el pueblo de Vallegrande. La colonización comenzó con el asentamiento de pequeñas comunidades a lo largo de los caminos que conducían hacia las tierras bajas (Chapare). La construcción de las principales carreteras que conectan la ciudad de Cochabamba y la ciudad de Santa Cruz durante los años 1940 y 1970 influyeron significativamente en el asentamiento de nuevas comunidades.
La población de la región circundante es principalmente de origen campesino mestizo (vallunos del valle alto y migrantes de las tierras altas al trópico) aunque existen reportes no confirmados de la existencia de grupos de la etnia Yuracare no contactados al interior del área. Se estima la presencia de aproximadamente 100 familias campesinas en el interior del área. Las principales actividades económicas de los pobladores son la agricultura y la agroforestería en tierras bajas y altas y la pecuaria tanto en la parte alta como en el trópico.
En relación a la identidad de los grupos humanos con el territorio, los grupos sociales en dos tipologías: los colonos y los campesinos. Los colonos son aquellos que en su mayoría se trasladaron al trópico de Cochabamba como efecto de las políticas de modernización desde los años 1950s, agudizadas en los años 80 por el cierre de las minas. Los campesinos provenientes del altiplano, de los valles y de los Yungas poseen un alto sentido de pertenencia del espacio territorial que ocupan (física e históricamente). Tienen serios problemas socio-económicos debidos al minifundio o la depauperación de su sistema productivo y su bajo poder adquisitivo, por eso ven como una esperanza volver a ocupar aquellas tierras que fueron abandonadas por sus antepasados (incluso dentro del AP) y posiblemente buscar nuevas tierras donde asentarse.
El pueblo de Villa Tunari se constituye una de las tres municipalidades situadas en el Chapare. El centro urbano tiene únicamente 1.987 habitantes, aunque toda la jurisdicción cuenta con 81.136 habitantes de acuerdo al diagnóstico realizado por la misma Municipalidad. Un 58% de la población vive en la zona rural, y casi la mitad de la población son emigrantes de otras provincias del departamento de Cochabamba o de los departamentos de Oruro y Potosí, la mayoría con el objetivo de colonizar las tierras bajas del Chapare.
La economía del trópico de Cochabamba está orientada a la producción agrícola, siendo la producción de coca la más importante. Asimismo, otros productos como el plátano, los cítricos, el palmito y la piña han incrementado su producción fomentados por el Programa de Desarrollo Alternativo Regional (PDAR), financiado por la Unión Europea.
En los Valles los principales cultivos están constituidos por trigo, papa, maíz, cebada, haba y arveja. La crianza ganado ovino, caprino y vacuno es muy común. En la Puna los principales cultivos son la papa, oca, papalisa, trigo, cebada, avena y quinua; y en él se crían ovejas y vacas. En la zona de Yunga con clima templado se cultiva coca, arroz, maíz, plátano, yuca, maní, caña, frutas y otros; y en la Yunga alta a templada se cultiva locoto, maíz, papa, cucúrbitas, repollo, tomate, camote, yuca, frutales, etc., dedicándose también a la crianza de ganado vacuno, porcino y aves.
El aspecto pecuario es importante para algunas comunidades que tienen la posibilidad de un manejo en las zonas de pastoreo común (área de monte, puna o alto andino). El manejo de pasturas, mejoramiento del ganado o control sanitario es local, sin asistencia técnica o crediticia para mejorar su manejo; también se ha podido observar la quema de pasturas que al no ser controlada ha ocasionado la erosión de tierras. La crianza doméstica de animales (aves, cerdos, vacas, conejos, etc.) es aún incipiente y se la puede considerar de consumo familiar.
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