El pastor Vasco es una raza de perro originaria del País Vasco, tradicionalmente utilizada como perro pastor. La raza fue reconocida oficialmente por la Real Sociedad Canina de España el 1 de junio de 1995.
Se le ha reconocido en diversos frescos pictóricos del siglo XVI,[cita requerida] atestiguando una popularidad que llegó a trascender desde los ambientes rurales a las más altas esferas de la corte de la época. A partir del siglo XVIII aparecen pintados o dibujados en los lienzos de Paret y Alcázar, Doré, Guiard, Arrue y otros.
Desde finales del siglo XIX a las primeras décadas del siglo XX surgió una época de fuertes ataques del lobo a los rebaños por lo que los pastores utilizaron al pastor vasco junto a los mastines.
Comenzaron a organizarse concursos internacionales de perros de pastoreo. Gracias a la admiración que despertó esta raza entre los que presenciaban su tarea, se inició un plan vía beca y proyecto de investigación para estudiar estos perros con metodología etnológica, bioquímica, genética, reproductiva y etológica en 1991, posteriormente tuvo lugar el reconocimiento del pastor vasco en sus dos variedades, el Iletsua y el Gorbeiakoa.
Hoy en día,[¿cuándo?] el pastor vasco cuenta tan solo con 696 ejemplares reconocidos entre sus dos variedades, lo que significa que la raza esta en "peligro de extinción" y así está catalogada oficialmente.[cita requerida]
Tiene instinto territorial, pero mantiene un vínculo fuerte con su amo, ya que siempre pasea con él y es rara la vez que se separa de él.
Todo el entrenamiento puede iniciarse con un pequeño curso básico de educación (que el perro aprenda a quedarse quieto, sentado, que se mueva cuando el entrenador se lo ordene). Sin importar la edad se puede empezar la socialización para que pueda conseguir confianza con su amo y las demás personas.
Debido a que los dos poseen características de pastores se recomienda que tengan el suficiente ejercicio para poder estar en forma. Un cepillado regular para retirar los pelos muertos y un baño se hará cuando sea necesario.
Es un perro que crea un fuerte vínculo con su familia por lo que agradece su compañía y dedicación.
Viven como promedio de trece a quince años, aunque frecuentemente pueden llegar a vivir más.[cita requerida]
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