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Pie postulatio voluntatis



Pie postulatio voluntatis (Una petición voluntaria hecha con devoción ...) es una bula pontifical publicada el 15 de febrero de 1113 por el papa Pascual II, en la cual el papa reconocía oficialmente la creación de los Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén. Hoy, el documento está conservado en la Biblioteca nacional de Malta en La Valeta, Malta.

En el siglo XI, Jerusalén se encontraba bajo el dominio musulmán de los Fatimíes del Cairo, aunque habían establecimientos cristianos presentes y los cristianos podían ir en peregrinación.

El origen de la orden es el monasterio benedictino de Santa María de los latinos, fundado en Jerusalén a mitad del siglo XI por comerciantes amalfitanos, al cual se le añadió más tarde, el monasterio femenino de Santa María Magdalena. Cada uno de ellos estaban provisto de un hospicio o una hostelería, cuya función era la de acoger y cuidar a los cristianos que peregrinaban a la Tierra Santa. Las direcciones de los hospicios estaban en manos de unos conversos, el Hermano Gerard[1]​ y de la hermana Inés.

En los años 1070, tal vez para tomar distancias con las amalfitanos, se decide crear un tercero hospicio.

En 1078, la ciudad es tomada por los Turcos Selyúcidas quienes tenían una actitud muy hostil hacia los cristianos; el hospicio del hermano Gérard consigue, sin embargo, pasar este periodo que finaliza con el sitio de Jerusalén por los Cruzados en 1099.

Como consecuencia de la primera cruzada en 1099, la Tierra Santa pasó a dominio cristiano, y Jerusalén se convirtió en el centro del reino de Jerusalén, el principal de los Estados latinos de Oriente.

Gérard pidió que su hospicio fuera reconocido como autónomo por informe a los conventos benedictinos. El papa Pascal II, desde Benevento, promulga una bulla en este sentido en 1113[2]​ haciendo de este hospital, «El Hospital», una institución, un tipo de Congregación[3]​, bajo la tutela y amparo exclusivo del papa.

El Hospital fue desde ese momento dedicado a Juan el Bautista.[4]​ Gérard fue reconocido por la bulla como «rector»  jefe de la congregación y el papa dictó que a la muerte de este último, los miembros del Orden escogieran a su sucesor.[5]

El 19 de junio de 1119, el papa Calixto II promulgó la bula Ad hoc nuestras disponente, que confirmaba los privilegios y las posesiones de la Orden, así como las disposiciones de Pie postulatio voluntatis.



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