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Plagioclasas



Las plagioclasas son un conjunto de minerales que comprenden la serie albita-anortita, sección triclínica del grupo de los feldespatos, perteneciente al grupo de los tectosilicatos. Son un constituyente importante de muchas rocas.[1]

Su nombre proviene del griego πλάγιος: oblicuo, y κλάσις: rotura.[2]

Están constituidas por una solución sólida isomorfa comprendida entre la albita (NaAlSi3O8 o Na2O·Al2O3·6SiO2 = 68.7% de sílice, 19.5% de óxido de sodio y 11.8% de sesquióxido de aluminio) y la anortita (CaAl2Si2O8 o CaO·Al2O3·2SiO2 = 43.2% de sílice, 36.7% de sesquióxido de aluminio y 20.1% de óxido de calcio).[3]

Dependiendo de los porcentajes presentes de estos tectosilicatos se usan las siguientes denominaciones:[4]

Al ser un tectosilicato, la estructura cristalina está formada por tetraedros de SiO44-,[5]​ donde algunos aniones de Si se sustituyen por cationes de Al. En los huecos entre los tetraedros se sitúan los cationes de Na+ y de Ca2+.[6]​ Las formas de las plagioclasas corresponden al sistema cristalino triclínico. Estos minerales aparecen en rocas ígneas y metamórficas.[3]​ Normalmente son de color blanco o gris claro y de formas prismáticas o tabulares.[7]​ Su dureza varía de 6,0 a 6,5. El color de la raya (polvo resultante de incisión o de punción) es blanco.[8]

Los usos de las plagioclasas son diversos. De valor económico son las variedades iridiscentes, como piedras preciosas o como piedras ornamentales.[9]​ También se usan en fabricación de vidrio y de cerámica.[9]​ Por ser más ligeras que otros componentes, también se utilizan para fabricar bloques de hormigón.[10]



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