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Primeros analíticos



Primeros analíticos (en griego antiguo Ἀναλυτικῶν προτέρων, en latín Analytica priora, abreviado An. Pr[1]) es un texto del filósofo griego Aristóteles de Estagira. Se compone de dos libros (I: 71a - 89b, II: 90a - 100b) y no existen dudas acerca de la autenticidad de la obra. Es el tercer libro del Órganon, en el que sucede a De la interpretación y precede a Segundos analíticos. En algunas ediciones, se traduce Ἀναλυτικῶν προτέρων por Analíticos anteriores.

Primeros analíticos es uno de los textos más importantes no sólo de Aristóteles sino también de la propia lógica, ya que en ese texto presenta el filósofo su teoría del silogismo. El texto se ocupa del análisis de los argumentos según sus formas, es decir, según las varias figuras y modos del silogismo.

En palabras de Aristóteles:

El libro I trata específicamente de la teoría del silogismo.

La noción central del sistema lógico de Aristóteles es el silogismo (o deducción, apódeixis o sullogismos).[2][3]​ Un silogismo es, según la definición de Aristóteles, «un discurso (logos) en el cual, establecidas ciertas cosas, resulta necesariamente de ellas, por ser lo que son, otra cosa diferente».[4]​ Un ejemplo clásico de silogismo es el siguiente:

En este ejemplo, tras establecer las premisas (1) y (2), la conclusión (3) se sigue por necesidad. La noción de silogismo es similar a la noción moderna de argumento deductivamente válido, pero hay diferencias.[5]

En los Primeros analíticos, Aristóteles construyó la primera teoría de la inferencia válida.[6]​ Conocida como la silogística, la teoría ofrece criterios para evaluar la validez de ciertos tipos muy específicos de silogismos: los silogismos categóricos.[6]​ Para definir lo que es un silogismo categórico, primero es necesario definir lo que es una proposición categórica. Una proposición es categórica si tiene alguna de las siguientes cuatro formas:

Cada proposición categórica contiene dos términos: un sujeto (S) y un predicado (P). Un silogismo es categórico si está compuesto por exactamente tres proposiciones categóricas (dos premisas y una conclusión), y si ambas premisas comparten exactamente un término (llamado el término medio), que además no está presente en la conclusión. Por ejemplo, el silogismo mencionado más arriba es un silogismo categórico. Dadas estas definiciones, existen tres maneras en que el término medio puede estar distribuido entre las premisas. Sean A, B y C tres términos distintos, luego:

El libro II trata de las propiedades del silogismo, falsas conclusiones y razonamientos próximos al silogismo.

Los Primeros analíticos de Aristóteles representa la primera vez en la historia cuando la lógica se investiga científicamente. Solo por esas razones, Aristóteles podría ser considerado el padre de la lógica, ya que él mismo lo dice en Refutaciones sofísticas: "... En lo que respecta a este tema, no es el caso que esa parte haya sido elaborada antes de antemano y otra parte haya no; en cambio, nada existía en absoluto ".[8]

En el siglo III d. C., el comentario de Alejandro de Afrodisias sobre Analytica prioras es el más antiguo y uno de los mejores de la tradición antigua.[9]

En el siglo VI, Boecio compuso la primera traducción latina conocida de Analytica priora No se sabe que ningún occidental entre Boecio y Bernardo de Utrecht haya leído el Primeros analítico. [8] El llamado Anonymus Aurelianensis III de la segunda mitad del siglo XII es el primer comentario latino existente, o más bien el fragmento de un comentario.[10]

En los tiempos modernos, esta definición ha llevado a un debate sobre cómo debe interpretarse la palabra "silogismo". Los académicos Jan Lukasiewicz, Józef Maria Bocheński y Günther Patzig se han aliado con la dicotomía Protasis - Apódosis, mientras que John Corcoran prefiere considerar un silogismo como una simple deducción.[11][12]




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