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Quintanilla Morocisla



Quintanilla Vivar es un municipio[2]​ situado en la provincia de Burgos, en la comunidad autónoma de Castilla y León (España), comarca de Alfoz de Burgos, partido judicial de Burgos, cabecera del ayuntamiento de su nombre y formado por dos localidades, Quintanilla Vivar (antiguamente Quintanilla Morocisla) y Vivar del Cid, cuna de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.

Constituye el punto de partida de la Vía Verde del antiguo Ferrocarril Santander-Mediterráneo, la cual será abierta en 2013.[3]

Quintanilla Vivar está situada en el valle del río Ubierna a orillas de este río. Está a una distancia de 9 km de Burgos por la carretera N-623. Tiene una extensión de 13,38 km², y habitan en el pueblo 803 habitantes (según INE 2018).

En las cercanías del municipio se encuentra el Real monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval, que pertenece al término municipal de Burgos, y al que se suele hacer una romería anual.

Se conserva un antiguo molino de agua que funcionó como industria hasta 1993.

Se piensa que Quintanilla Morocisla tuvo su origen una pequeña granja amurallada (quintanilla) que surgió con la llegada de una mayor seguridad a la zona al fundar el conde Diego Porcelos, por orden del rey Alfonso, las plazas fuertes de Ubierna y Burgos en el año 884. La granja que dio origen al actual núcleo de población recibió el nombre del que podría ser su primer dueño, Munio Cixila, nombre que acabaría derivando en Muniocisla y, posteriormente en Morocisla.

Antiguamente el pueblo de Quintanilla Morocisla estuvo dividido en dos barrios situados a la ribera del río Ubierna. Uno de ellos estaba entre el actual pueblo y Vivar del Cid, en el paraje llamado Alto de San Pedro, donde se conservó una ermita homónima hasta principios del siglo XX.[4]​ En la primera década del siglo XXI se construyó en esta zona una urbanización de chalets y adosados, apareciendo restos de enterramientos medievales.

El otro barrio estaba aguas abajo del actual emplazamiento, también junto al río pero a la otra orilla. Tenía una iglesia consagrada a San Esteban. Se trataba de una zona que sufría frecuentes inundaciones, por lo que las nuevas viviendas se fueron construyendo en sitios más elevados (hacia el barrio del Alto San Pedro). Con el tiempo se construyó en este barrio la actual iglesia consagrada a Santa Eulalia, pero para entonces todas las viviendas particulares se construían en el otro barrio (más alto y con menor riesgo de inundación). Pasados los siglos desapareció el barrio, quedando la iglesia como único recuerdo, en la otra ribera del río que el actual pueblo.

En plena efervescencia por los enfrentamientos banderizos entre familias nobles que enturbiaron el final del reinado de Enrique IV, Pedro López de Padilla, Adelantado mayor de Castilla, “un poco antes de 1474 iniciaba la construcción de otra fortaleza a la que llamó con el nombre de San Vítores.”[5]​ Para la construcción de esta fortaleza se eligió un cerro encima del Monasterio de Fresdelval, un lugar estratégico que daba al Adelantado el control absoluto, primero, del valle del río Ubierna junto a los otros dos castillos que ya poseía en este valle (Sotopalacios y Ubierna); y segundo, de la entrada a Burgos por el camino real de Burgos a Laredo, camino importantísimo para la salida de la lana castellana hacia los Países Bajos, principal comercio de Castilla. Sin embargo, la paz en el reino consolidada por la reina Isabel I la Católica hizo innecesario el castillo y pronto quedó abandonado.[5]

A la muerte de Pedro López de Padilla en 1506 la situación en el reino volvía a ser muy agitada. Su sucesor, su hijo “Don Antonio de Padilla aprovechará la delicada situación política, que siguió a la llegada a España de Felipe el Hermoso y su pronta muerte en Burgos, para reforzar su posición iniciando o prosiguiendo sin licencia real, como era preceptivo, la construcción de algunas fortalezas. Entre estas se encontraba la de San Vítores.[5]​ Temerosa de que una nobleza aun con más poder pudiese volver a las épocas de conflictos anteriores, “ante este intento de restaurar el castillo de San Vítores, encima del monasterio de Fresdelval, la reina Juana desterraba el 23 de marzo de 1507 a Don Antonio de Padilla fuera de la ciudad de Burgos.[5]​ Como no existían privilegios que hubiesen autorizado la construcción de la fortaleza el conflicto entre la reina y el Adelantado se resolvió con el abandono definitivo del castillo.[5]

El Catastro de Ensenada, en el siglo XVIII, aun lo designaba como castillo, en el cerro que hoy en día se conoce como Castillejos, dentro del término municipal de Quintanilla Vivar.[5]

Como dato curioso, en el catastro del marqués de Ensenada (1749), todos los habitantes del pueblo figuran como fijosdalgo (nobles). Independientemente de su condición económica o del oficio que ejercieran. En esa época el pueblo contaba con un hospital de una cama, taberna y casa para clérigos.

Durante el periodo comprendido entre 1785 y 1833, formó parte del Alfoz y Jurisdicción de Burgos en el partido de Burgos, uno de los catorce que formaban la Intendencia de Burgos, tal como se recoge en el Censo de Floridablanca de 1787. Tenía jurisdicción de realengo con alcalde pedáneo.

En septiembre de 1812, durante el asedio de Burgos, el general Castaños instaló el cuartel general del 6º ejército en Quintanilla Vivar.[6]​ En relación a la distribución de unidades acampadas, se sabe que al menos el Regimiento de Infantería Ligera "Voluntarios de Asturias", integrado en el Ejército de Castaños con una fuerza teórica de unos mil hombres, estuvo acampado en el vecino Vivar del Cid.[7]

En 1845 Quintanilla Morocisla aparece nombrada indistintamente de las dos formas Morocisla o Vivar, esta última en referencia a su aldea vecina. Con esta doble nomenclatura aparece en el diccionario de Pascual Madoz, en el que se dice lo siguiente sobre el pueblo:

A mediados del siglo XIX Vivar del Cid fue unido como pedanía a Quintanilla Morocisla en un único ayuntamiento llamado Quintanilla-Vivar. Por estar en Quintanilla Morocisla la casa consistorial, el pueblo comenzó a ser apellidado como el municipio, y a principios del siglo XX el apellido de Morocisla quedó definitivamente postergado en favor de Vivar, que es como se la denomina hoy en día.

Los datos de la pirámide de población de (2010)[9]​ se pueden resumir así:


Esta estructura de población es típica del régimen demográfico moderno, con una evolución hacia el envejecimiento de la población y a la disminución de la natalidad anual.

Evolución de la población

En 1845 la población de Quintanilla era de 32 vecinos y 109 almas.[8]​ La población fue aumentando continuamente hasta llegar al medio millar de personas entre 1930 y 1940. Se puede observar en el gráfico cómo a partir de la década de 1940 el pueblo fue perdiendo población, que emigraba a la ciudad de Burgos. A partir de la década de 1991 la cercanía con la misma ciudad ha propiciado la recuperación de la población, con mucha gente que trabaja y hace vida en la ciudad de Burgos, pero que ha encontrado una vivienda en el pueblo a mejor precio que en la gran urbe. Llegó a alcanzar un máximo de población en 2020 de 820 habitantes censados.[10]

Fuente:INE[11]

Fiesta de acción de gracias: Última semana del mes de agosto. Realizada por jóvenes, ayuntamiento y asociación.

En dichas fiestas se realiza cada día de la semana una fiesta temática. Una fiesta dedicada a una de las distintas décadas del presente siglo, otro día fiesta de vaqueros... Y así sucesivamente. El fin de semana se cierra con Grandes Verbenas, el viernes y el sábado. Quedando como uno de los días claves el domingo que cierra la semana de fiestas con una gran paellada popular seguida de un baile en el que se animan todas las generaciones.

Sus fiestas y su iglesia están consagradas a Santa Eulalia de Mérida, que se celebra el 10 de diciembre.

Las siguientes tablas muestran los resultados de las elecciones municipales celebradas en el año 2003, 2007,[12]2011[13]​ y 2015.[14]

Tras las elecciones de 2007 la formación de gobierno en Quintanilla Vivar no fue tarea fácil. El pacto tuvo que ser a tres bandas. Los siete concejales se repartieron entre Tierra Comunera, Solución Independiente y PSOE, que se llevaron dos cada uno, mientras que el Partido Popular, el gran derrotado, se quedó con uno. Los malos resultados del PP, perdió cuatro ediles, pudo tener su raíz en la salida del partido de la anterior teniente alcalde, Ana Marín Hernández. La también anterior alcaldesa del PP de la pedanía de Vivar del Cid se presentó por SI y con ella otros dos concejales del PP, consiguiendo dos concejales.



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