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Quiriguá



Quiriguá es un yacimiento arqueológico perteneciente a la antigua civilización maya, ubicado en el departamento de Izabal en el nor-oriente de Guatemala. Es un yacimiento de tamaño medio, con una superficie de aproximadamente 3 km², situado a lo largo del curso inferior del río Motagua,[1]​ con su centro ceremonial ubicado a 1 km de la orilla norte del río.[2]​ Durante el Período Clásico de la civilización maya (200-900 d. C.), Quiriguá se encontraba en la confluencia de varias importantes rutas comerciales. El sitio fue ocupado desde 200 d. C. y la construcción de la acrópolis comenzó alrededor de 550 d. C. Un auge de construcciones impresionantes se inició en el siglo viii, hasta que se detuvo toda actividad de construcción alrededor de 850 d. C., a excepción de un breve periodo de reocupación en el Posclásico Temprano (c. 900 - c. 1200). Quiriguá comparte su estilo arquitectónico y escultórico con la ciudad cercana de Copán, cuya historia está estrechamente entrelazada con la de Quirigua.[3]

La rápida expansión de Quiriguá en el siglo viii estaba ligada a la victoria militar del rey K'ak' Tiliw Chan Yopaat sobre Copán en 738. Después de su derrota, el rey más importante de Copán Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil (o «18 conejo»), fue capturado y luego sacrificado en la Gran Plaza de Quiriguá.[4]​ Previamente Quiriguá había sido un estado vasallo de Copán, pero tras su victoria logró su independencia.

La arquitectura ceremonial de Quiriguá es relativamente modesta, pero la importancia del sitio radica en la riqueza de su escultura, incluyendo los monumentos de piedra más altos erigidos en el Nuevo Mundo.[5]​ Actualmente es uno de los destinos turísticos más visitados de Guatemala.

El nombre del yacimiento arqueológico de Quiriguá es derivado de la aldea cercana que lleva el mismo nombre.[6]​ El sitio está ubicado en el municipio de Los Amates del departamento de Izabal, a una elevación de 75 msnm.[7]​ Se encuentra a poco más de doscientos km al noreste de la Ciudad de Guatemala,[8]​ a 48 km al norte de Copán[5]​ y 15.7 km al noroeste de la frontera internacional con Honduras.

Situado a orillas norte de la cuenca baja del río Motagua, Quiriguá se encuentra en el punto donde el valle se ensancha en una llanura aluvial, dejando el sitio expuesto a inundaciones periódicas a lo largo de los siglos.[9][10]​ Durante el período de ocupación de la ciudad el río pasaba cerca de su centro, pero desde entonces ha cambiado su curso y ahora fluye a 1 km al sur del centro ceremonial.[2]

La base rocosa local se compone de arenisca de color rojo que los habitantes utilizaron para la construcción de monumentos y estructuras arquitectónicas. Esta piedra arenisca local es muy fuerte y no es propenso a esquilas o fracturas, lo que permitió a los escultores de Quiriguá de erigir el más alto monumento independiente de piedra en las Américas.[11]​ Quiriguá fue construida directamente sobre la falla de Motagua y ya en la antigüedad sufrió daños como consecuencia de fuertes terremotos.[12]

Aunque el origen étnico maya de la élite de Quiriguá era evidente,[13]​ la ubicación del sitio en la periferia sur de la región mesoamericana implica que la población fue por lo menos bi-étnica,[14]​ con la población maya constituyendo una minoría.[9]​ La mayoría de la población pertenecía étnicamente a la zona intermedia de menor complejidad, situada más allá de la frontera oriental de la región mesoamericana.[14]

La densidad de población durante el Clásico Tardío se ha estimado entre cuatrocientos y quinientos habitantes por kilómetro cuadrado en el centro de la ciudad,[15]​ con una población máxima estimada de 1200–1600.[16]​ Estudios han revelado la existencia de un promedio de 130 estructuras por kilómetro cuadrado (equivalente a 338 habitantes por kilómetro cuadrado) en el sitio, en comparación con 1449 estructuras/km² en el centro de Copán.[17]​ La baja densidad de población de Quiriguá indica que fue el centro de una población rural dispersa.[9]

Tras la rebelión exitosa contra Copán en 738, la población del valle de Quiriguá aumentó rápidamente, aunque la ciudad nunca llegó a ser un sitio densamente poblado.[18]​ Sin embargo, en el siglo ix hubo una disminución drástica de la población que culminó en el abandono de la ciudad.[19]

Dado que el río Motagua fluye del altiplano en el occidente hacia el mar Caribe en el oriente, Quiriguá se encontraba en una situación ideal para controlar el comercio de jade bruto, principalmente encontrado a lo largo del curso medio del valle del Motagua,[20]​ así como controlar el flujo de otros productos importantes tales como cacao, que fue producido como cultivo comercial local.[21][22]​ Aunque el cacao se producía para el comercio, el maíz era el principal cultivo local debido a su papel central en la dieta maya.[23]​ Además, el maíz probablemente era un componente importante en el pago de tributos de Quiriguá a los señores de Copán, una ciudad que estaba agotando sus propios recursos naturales locales.[23]​ Hay evidencia de comercio de obsidiana procedente de Ixtepeque situado cerca de la parte alta del Motagua y Quirigua, aunque no se encontró mucho jade en el yacimiento arqueológico de Ixtepeque.[22][24]

En el período clásico, la ubicación de Quiriguá la posicionó en la encrucijada de la ruta comercial del altiplano hasta la costa del Caribe y la ruta de Copán hacia las principales ciudades de la cuenca del Petén.[22]

Según consta en las inscripciones jeroglíficas en Quiriguá, todas las fechas son A.D. Inscripciones mayas relativas a los gobernantes a veces incluyen una referencia a un número (número o cuenta hel, que lleva el nombre de su glifo principal) que indica la posición del gobernante en la secuencia de sucesión dinástica. Así, un número hel de cinco indica que el gobernante fue el quinto en la línea de sucesión dinástica.[25]

Existe evidencia de que Quiriguá fue ocupado tan temprano como el Preclásico Tardío (400 a. C. - 200 d. C.). Aunque no existen estructuras arquitectónicas que se han fechado con certeza a este período, se recuperó una serie de artefactos del Preclásico Tardío, incluyendo 63 estatuillas y una lámina de sílex.[10]​ La cerámica del Clásico Temprano de Quiriguá es semejante a los hallazgos encontrados en Copán y Chalchuapa en El Salvador, mientras que estatuillas jorobadas de jade de la misma época se asemejan a las que se encuentran en el centro de Honduras y en el altiplano de Guatemala. Estos primeros hallazgos demuestran la participación de Quiriguá en la región del sureste maya a partir del Preclásico Tardío.[30]

Un conjunto de textos jeroglíficos de Tikal, Copán y Quiriguá, junto con los estilos arquitectónicos y las pruebas químicas de los restos del fundador de la dinastía de Copán, sugieren que Quiriguá y Copán fueron fundados por colonos provenientes de la élite de la gran ciudad de Tikal, como parte de su expansión en la zona fronteriza del sudeste de la región maya.[31][32][33]

La historia de Quiriguá se inicia en 426, en el Clásico Temprano (c. 200 – c. 600). De acuerdo a inscripciones jeroglíficas en otros sitios, K'inich Yax K'uk' Mo' fue entronizado como rey de Copán el 5 de septiembre de 426.[34]​ Apenas tres días después, instaló a «Tok Casper» como primer rey conocido de Quiriguá.[26]​ De esto se desprende que desde el comienzo de su historia Quiriguá estaba subordinado a su vecino del sur, y fue fundado para asegurar que la ruta del comercio del río Motagua se mantuviera bajo el control de Copán e, indirectamente, de Tikal.[26]​ Durante los siguientes siglos, sobre los cuales poco se sabe, la arquitectura ceremonial de Quiriguá se limitó al Conjunto A en la cima de la colina y una amplia plataforma de tierra en el fondo del valle.[26]​ Se constó que una estela, aún por descubrir, se erigió en el año 455 por Tutuum Yohl K'inich, el segundo rey de Quiriguá.[35]​ Un monumento temprano describe la supervisión de un ritual en el año 480 por el entonces rey de Copán, demostrando la continuación del estado de vasallaje de Quiriguá. Un texto jeroglífico que data de 493 se refiere a dos otros reyes de Quiriguá, pero las interrupciones en el texto hacen la lectura y el desciframiento de sus nombres particularmente difícil.[35]

Existe un estrecho paralelismo entre la arquitectura y los monumentos de Quiriguá del siglo v y los de Uaxactún en el norte de Petén, un sitio que cayó bajo el dominio de Tikal en el siglo iv. Estas semejanzas demuestran que Quiriguá permaneció fuertemente alineado con la gran red de alianzas de Tikal.[36]

Quiriguá sufrió un receso a la vuelta del siglo vi, que duró hasta mediados del siglo vii. Esto puede estar relacionado con el hiato de Tikal durante el Clásico Medio, la que fue causado por la derrota de Tikal por Calakmul. Existe evidencia de que Quiriguá sufrió un ataque de enemigos desconocidos en este período, como lo demuestra la deformación aparentemente deliberada de la Estela U y el Monumento 26, característica de los daños causados por guerreros invasores. Durante el receso, que duró de 495 a 653, no se construyeron monumentos.[36]

En el siglo vi o inicios del siglo vii hubo un desastre natural causado por una inundación devastadora del valle del Motagua que cubrió la superficie del terreno bajo una gruesa capa de sedimentos, cambiando completamente el paisaje. Sólo los edificios que estaban por encima de la capa de lodo continuaron en uso, incluyendo el Conjunto A que fue salvado por su ubicación en la cumbre de la colina. La plataforma de tierra en el valle también continuó en uso, al menos las partes que estaban por encima de los sedimentos, y fue uno de los complejos más pequeños del sitio que se desarrolló en como nuevo centro de Quiriguá, representado por los monumentos que son visibles en la actualidad.[35]

El renacimiento de Quiriguá fue marcado por la dedicación del primer monumento en un siglo y medio, erigida por el rey K'awiil Yopaat en el año 653. La continuación del contacto con Copán es evidente, así como los contactos de larga distancia, posiblemente con Caracol en Belice. Alrededor del mismo tiempo se iniciaron importantes trabajos de construcción en la acrópolis, incluyendo la construcción de la primera pista del juego de pelota del sitio.[37]

Tradicionalmente Quiriguá había sido subordinado a Copán, su vecino sureño, y en 724 el rey de Copán, Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil, instaló a K'ak' Tiliw Chan Yopaat como su vasallo en el trono de Quiriguá.[38][39]​ Sin embargo, ya en 734 K'ak' Tiliw Chan Yopaat empezó a referirse a sí mismo como k'ul ahaw (divino señor) en lugar de utilizar el título subordinado de ahaw (señor), y al mismo tiempo comenzó a utilizar el propio glifo emblema de Quiriguá, así demostrando que no era un obediente vasallo de Copán.[38]​ Estas afirmaciones tempranas de independencia indican que Quiriguá había logrado formar una alianza externa.[38]

Este acto de rebelión local parece haber sido parte de una lucha política entre las dos «superpotencias» mayas, las grandes ciudades-estado de Tikal y Calakmul. En 736, sólo dos años más tarde, el rey de Quiriguá, K'ak' Tiliw Chan Yopaat, recibió la visita de Wamaw K'awiil, el gran rey de la lejana ciudad de Calakmul, mientras que Copán se mantuvo uno de los más antiguos aliados de Tikal. El momento de la visita del rey de Calakmul era muy importante, ya que tuvo lugar entre la accesión al trono de Quiriguá de K'ak' Tiliw Chan Yopaat como vasallo de Copán y la rebelión abierta que iba a seguir. Esto sugiere que la rebelión de Quiriguá fue patrocinada por Calakmul con el fin de debilitar a Tikal y para tener acceso a la rica ruta comercial del valle del Motagua.[39][41]​ Es probable que el contacto con Calakmul se había iniciado poco después de la accesión al trono de K'ak' Tiliw Chan Yopaat, ya que poco después Quiriguá experimentó un rápido crecimiento lo que sugiere que Quiriguá ya estaba recibiendo apoyo externo.[39]

En 738 las fortunas interconectadas de Quiriguá y Copán sostuvieron un cambio de dirección sorprendente cuando el entonces rey de Quiriguá, K'ak' Tiliw Chan Yopaat, capturó al poderoso pero anciano decimotercer rey de Copán, Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil,[42]​ quien le había instalado en su trono en el año 725.[21]​ Este golpe de Estado no parece haber afectado físicamente a la ciudad de Copán ni a Quiriguá y no hay indicaciones de que la ciudad fue atacada en este momento, ni que el vencedor hubiera recibido un homenaje perceptible.[43][44]​ Quiriguá parece más bien haber ganado su independencia y el control de importantes rutas comerciales.[43]​ Una inscripción en Quiriguá, bien que difícil de interpretar, sugiere que la captura tuvo lugar el 27 de abril de 738, cuando Quiriguá se apoderó y quemó las imágenes de madera de las deidades patronas de Copán.[44]​ Todo esto parece implicar que K'ak' Tiliw Chan Yopaat de alguna manera logró emboscar a Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil en lugar de derrotarlo en una batalla. En el período clásico, las estatuas de deidades mayas a menudo se llevaron a la batalla en palanquines, lo que hubiera facilitado su captura en el caso de una derrota. Se ha sugerido que el gran rey de Copán estaba tratando de atacar a otro sitio a fin de obtener prisioneros para sacrificarlos, y que fue emboscado por K'ak' Tiliw Chan Yopaat y sus guerreros de Quiriguá.[44]

El rey capturado fue llevado a Quiriguá y el 3 de mayo 738 fue decapitado en un ritual público.[45][46]​ La ofrenda del sacrificio de la sangre de un rey tan poderoso mejoró enormemente la posición de Quiriguá y su familia real en toda la región y proclamó Quiriguá como la nueva capital de la región del sureste maya.[38][46]​ Tras esta victoria, Quiriguá se involucró en un programa sustancial de construcción de monumentos, imitando el estilo escultórico de Copán, posiblemente empleando escultores capturados de Copán para llevar a cabo el trabajo.[47]​ La población de Quiriguá y de otros sitios en el valle aumentó rápidamente después de los eventos de 738. Sin embargo, Quiriguá siempre fue un pequeño centro urbano cuya población total probablemente no superó los 2000 habitantes.[18][16]

En el Clásico Tardío (c. 600 – c. 900), la alianza con Calakmul con frecuencia se asociaba con la promesa de apoyo militar. El hecho de que Copán, una ciudad mucho más potente que Quiriguá, no tomó represalias contra su antiguo vasallo parece implicar que temía la intervención militar de Calakmul. Calakmul en sí era lo suficientemente lejos de Quiriguá que K'ak' Tiliw Chan Yopaat no tenía miedo de caer directamente bajo su poder como un estado vasallo, aunque es probable que Calakmul envió guerreros para ayudar a derrotar Copán. La alianza más bien parece haber sido una de ventaja mutua en la que Calakmul logró debilitar a un poderoso aliado de Tikal, mientras que Quiriguá obtuvo su independencia.[49][50]

En 718, la ciudad de Xkuy - un sitio aún por descubrir - fue atacado y quemado por Copán bajo el liderazgo del rey Uaxaclajuun Ub'aah K'awiil. Sin embargo, tras la muerte del rey de Copán en 738, Xkuy parece haberse convertido en un fiel vasallo de Quiriguá y en 762 K'ak' Tiliw Chan Yopaat supervisó la accesión del rey «Jaguar Amaneciendo» al trono de la ciudad subordinada de Xkuy.[51]

K'ak' Tiliw Chan Yopaat, que había cambiado tan drásticamente el destino de su ciudad, murió el 27 de julio 785. Zoomorfo G es su piedra conmemorativa en la que se describe la forma en que fue enterrado 10 días más tarde en la casa Kawak 13, un edificio que aún no ha sido identificado. El rey fue sucedido por «Cielo Xul», un rey cuyo nombre no ha sido debidamente identificado. «Cielo Xul» se convirtió en el Señor de Quiriguá 78 días después de la muerte de K'ak' Tiliw Chan Yopaat, de quien se cree había sido su padre.[52]​ Su reinado duró de 10 a 15 años y fue un periodo de actividad continua. Mientras que la mayoría de las ciudades de la región maya ya estaba envuelto en el colapso maya, sufriendo una declinación terminal, en Quiriguá «Cielo Xul» dedicó tres grandes esculturas zoomorfas y dos altares, todos considerados maravillas del trabajo de piedra maya. «Cielo Xul» falleció entre 795 y 800.[53]

Poco se sabe de «Cielo de Jade», que sucedió a «Cielo Xul» y que fue el último gobernante conocido de Quiriguá. El poder de la ciudad ya se estaba desvaneciendo, como lo demuestran las dos estelas atrofiadas erigidas durante su reinado, indicando que la ciudad ya no tenía acceso al tipo de recursos necesarios para producir monumentos de una calidad similar a las de sus predecesores. Sin embargo, «Cielo de Jade» hizo construir dos de las estructuras más grandes de la acrópolis.[54]

Quiriguá al parecer mantuvo su independencia de Copán y continuó floreciendo hasta comienzos del siglo ix.[56]​ Las relaciones entre las dos ciudades ha mejorado en cierta medida por 810, cuando el rey Yax Pasaj Chan Yopaat de Copán visitó Quiriguá con el fin de llevar a cabo un ritual de fin de k'atún.[57][58]​ Sin embargo, 810 fue también el año en que se crearon los últimos textos jeroglíficos en Quiriguá, aunque la construcción en el centro de la ciudad continuó a un nivel reducido.[59]​ Después de esto, Quiriguá cayó en silencio, envuelto por el fenómeno generalizado del colapso maya. La razón de ser de la ciudad había sido reducida por la disminución del comercio a lo largo del Motagua.[60]​ Dentro de unos años Quiriguá estaba casi desierta y los sitios en todo el Valle del Motagua experimentaron un grave deterioro o un abandono completo.[19]

En el Posclásico Temprano (c. 900 – c. 1200), Quiriguá fue ocupado por pueblos estrechamente vinculados a las áreas costeras caribeñas de la Península de Yucatán y Belice, tal vez debido al control maya chontal de una red comercial que incluía la costa de Yucatán y el valle del Motagua.[61]​ Durante una breve reocupación de la ciudad, hicieron importantes construcciones adicionales en el acrópolis. Los hallazgos asociados a su ocupación incluyen una escultura chac mool reclinada y cerámica de la costa este de Yucatán,[19]​ artefactos que demuestran una estrecha relación con la lejana ciudad de Chichen Itza.[62]​ Algunos adornos y campanas de cobre fueron recuperados de Quiriguá, representando algunos de los primeros hallazgos de artefactos de metal en la región maya. Datan del Clásico Terminal (c. 800 – c. 950) o del Posclásico Temprano.[63]

El primer visitante europeo en publicar un relato sobre Quiriguá fue el arquitecto y artista Inglés Frederick Catherwood, que llegó a las ruinas en 1840. El propietario anterior, con el apellido de Payés, había relatado la existencia de las ruinas a sus hijos y a Carlos Meiney, un inglés de Jamaica residente en Guatemala. El anciano Payés había fallecido recientemente y sus tierras pasaron a sus hijos. Como ninguno de los hijos Payés, ni Meiney habían visitado las ruinas, invitaron a John Lloyd Stephens y Catherwood a unirse a ellos en su primer viaje al sitio. Stephens tenía otras obligaciones que atender, pero Catherwood acompañó los hermanos Payés a Quiriguá.[64]​ Debido a condiciones climáticas adversas, solamente pudieron permanecer un corto tiempo en las ruinas, pero Catherwood logró hacer dibujos de dos de las estelas, los cuales fueron publicados con un breve relato de su visita en el libro de John Lloyd Stephens Incidents of Travel in Central America, Chiapas, and Yucatan en 1841.[65]​ Quiriguá fue el primer sitio que Stephens y Catherwood podían afirmar haber descubierto.[66]​ Un relato más extenso de las ruinas fue escrito por el Dr. Karl Scherzer en 1854.

El explorador y arqueólogo Alfred Maudslay visitó Quiriguá durante tres días en el año 1881; fueron las primera ruinas precolombinas que había visto y quedó tan impresionado que se interesó en la arqueología de América Central para el resto de su vida.[64]​ Pudo volver en tres ocasiones,[Nota 2]​ e hizo los primeros esfuerzos para limpiar los monumentos para poder estudiarlos. Llevó a cabo un examen muy completo e hizo un registro fotográfico de todos los monumentos visibles, realizó algunas pequeñas excavaciones, hizo moldes de papel y yeso de las inscripciones jeroglíficas e hizo un registro de las principales esculturas.[67][64]​ Estos moldes fueron enviados al Victoria and Albert Museum, y las réplicas trasladadas al Museo Británico.[68]

En 1910, la United Fruit Company recibió Quiriguá y toda la tierra en los alrededores para la producción de plátano por intermedio de una generosa concesión otorgada por el gobierno del entonces presidente, licenciado Manuel Estrada Cabrera.[69]​ La frutera reservó treinta hectáreas alrededor del centro ceremonial y las clasificó como parque arqueológico, dejando así una isla de selva entre las plantaciones.[70]​ Más trabajo arqueológico fue realizado de 1910 a 1914 por Edgar Lee Hewett y Sylvanus Morley de la Escuela de Arqueología Americana en Santa Fe.[70]​ Réplicas de yeso de las estelas de Quiriguá hechas con los moldes de Hewitt fueron exhibidas en la Exposición Panamá-California de 1915 en San Diego, California.[70][Nota 3][71]​ El Instituto Carnegie llevó a cabo varios proyectos en Quiriguá entre 1915 y 1934,[70]​ y Aldous Huxley, después de visitar el sitio en la década de 1930, señaló que las estelas de Quiriguá conmemoran «el triunfo del hombre sobre el tiempo y la materia y el triunfo del tiempo y la materia sobre el hombre».[72]​ Quiriguá fue uno de los primeros sitios arqueológicos mayas que fue intensamente estudiado, aunque no se realizó mucha restauración y las ruinas se cubrieron de selva nuevamente.[70]

Quiriguá fue declarado Monumento Nacional de Guatemala en 1970 por el Acuerdo Ministerial 1210 y fue declarado Parque Arqueológico bajo el Acuerdo Gubernativo 35-74 del 19 de junio de 1974.

De 1974 a 1979, se llevó a cabo un extenso proyecto arqueológico en Quiriguá patrocinado por el Instituto de Antropología e Historia de Guatemala, la Universidad de Pensilvania y la National Geographic Society. Bajo la dirección de Robert Sharer y William R. Coe se realizó la excavación de la acrópolis, limpiando los monumentos y estudiando los conjuntos periféricos.[74][70][75]​ Quiriquá fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1981, y en 1999 la UNESCO aprobó una donación de US$27.248 para la «ayuda de emergencia para la rehabilitación del sitio arqueológico de Quiriguá». Una de las estelas de Quirigua fue incluida en la moneda guatemalteca de 10 centavos.

El área de 34 hectáreas que conforman el parque arqueológico de Quiriguá ha sido acondicionado para el turismo con la construcción de un museo, aparcamiento e instalaciones sanitarias y está abierto al público diariamente.

Después de la importante victoria de Quiriguá sobre Copán en el año 738, K'ak' Tiliw Chan Yopaat reconstruyó el principal conjunto arquitectónico en la imagen de Copán. Por lo tanto, la acrópolis, el palacio y el juego de pelota se encuentran todos en el extremo sur de la Gran Plaza.[20]​ El centro ceremonial fue diseñado en torno a tres plazas, la más septentrional siendo la Gran Plaza. Esta plaza mide 325 m de norte a sur y es la plaza más grande de la región maya. En el extremo sur de la Gran Plaza se encuentra la Plaza del Juego de Pelota, rodeada en tres lados por las estructuras asociadas con la acrópolis. La Plaza de la Acrópolis es una plaza completamente encerrada dentro de la propia acrópolis.[77][78]​ El área al oeste de la Plaza del Juego de Pelota fue probablemente la zona de los muelles, junto al río. No hay evidencia de que la parte sur de la Gran Plaza era un mercado.[79]​ Cerca del centro del sitio fue excavado una serie de pozos revestidos de cerámica construidos en el siglo viii, y aunque algunos siguieron en uso hasta el siglo ix, aunque se desconoce si alguno fue construido en este siglo.[80]

Los conjuntos A, B y C se encuentran a una distancia de 1.5 a 4.5 kilómetros del centro del sitio.[85]

Los monumentos de Quiriguá incluyen estelas inusualmente grandes, talladas de un solo bloque de piedra arenisca roja, traída de canteras ubicadas a una distancia de 5 kilómetros.[38]​ Las características de esta roca dura permitieron a los escultores locales de producir esculturas de bajo relieve en tres dimensiones, contrastando con la escultura contemporánea en dos dimensiones vigente en la región del Petén.[103]​ Tras la derrota y ejecución del rey de Copán en 738, Quiriguá adoptó un estilo escultórico muy semejante al estilo de Copán.[45]​ Las enormes estelas de Quirigá originalmente habrían sido visibles desde el río Motagua, que en aquel tiempo fluyó al lado oeste de la Plaza Mayor, anunciando a los comerciantes de paso sobre el nuevo poder adquirido por la ciudad.[104]​ Los monumentos incluyen largos paneles de texto glífico que se consideran entre los más complejos y los más hermosos de todas las inscripciones en piedra de los mayas. Una de las características de estos textos es el uso de glifos de figura entera en que los glifos de numeración maya, normalmente escritos con barras y puntas, se sustituyen con representaciones de deidades exquisitamente talladas.[56]​ Sin embargo, en la última parte del siglo viii Quiriguá había desarrollado un estilo propio con la producción de grandes bloques de piedra elaboradamente esculpidos en formas compuestas de animales mitológicos incluyendo elementos de sapos, jaguares, cocodrilos y aves de rapiña. Estas esculturas se conocen como zoomorfos y fueron completadas después de la muerte de K'ak' Tiliw Chan Yopaat en 785 por dos reyes posteriores.[56][45]

Varios altares y esculturas fueron utilizados como decoración de las fachadas de edificios. La mayor parte de los monumentos de Quiriguá tiene una gran monumentalidad formal que parece rígida en comparación con la gracia naturalista del arte de algunos otros sitios mayas. En algunos de los monumentos se encontraron huellas de pigmento rojo y es probable que la mayoría de los monumentos estaba pintada de rojo, el color que simbolizaba la luz, el sacrificio y la renovación.[105]



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