En economía, los factores de la producción son los recursos empleados para producir bienes y servicios que satisfacen las necesidades humanas. Todos los bienes, que se brindan en una sociedad, se consiguen por medio de la utilización de los factores productivos. Se consideran tres grandes clases: tierra, trabajo y capital. La producción transformada en renta se distribuye entre ellos, obteniendo así una remuneración.
Los economistas clásicos consideraron que existían tres factores de producción que denominaron "tierra", "trabajo" y "capital". Esta división dependía en gran medida de la estructura económica típica del siglo XIX, donde el llamado sector primario era el responsable de gran parte de la producción y por tanto de la renta nacional en todos los países. Así el factor "tierra" era un factor de producción, debe entenderse que el factor "tierra" no solo debía entenderse como la cantidad de tierras agrícolas o forestales de las que se podía extraer beneficio económico, sino también recursos naturales o mineros. Así en la producción de un cierto mineral, los economistas clásicos contabilizaban que la cantidad y calidad del mineral por extraer en la mina era un factor que afectaría directamente a la cantidad producida.
Los economistas clásicos —Adam Smith, David Ricardo, etc.— subsumieron en el factor Trabajo la actividad de los emprendedores, que los fisiócratas consideraban factor aparte.
Modernamente, se ha argüido que las rentas derivadas de la propiedad inmobiliaria y, en general, de los recursos naturales, se pueden computar dentro del "factor capital", e igualmente la cantidad de recursos puede considerarse una forma de capital, ya que otras formas de capital pueden ser intercambiadas para adquirir recursos naturales que sirvan de base a la producción.[cita requerida]
Así el llamado factor "tierra" sería todo lo que encontramos en la naturaleza disponible para la producción. Sería el conjunto de recursos naturales empleables en el proceso productivo de bienes y servicios. No sólo comprendería la tierra propiamente dicha, como se ha mencionado; sino también incluiría el agua, las plantas, los animales, los minerales, las fuentes de energía, etcétera.
Los factores de producción son todos aquellos recursos que, por sí solos o creados por el hombre, se emplean en los procesos de elaboración de bienes y en la prestación de servicios, que constituyen la primera fase de la actividad económica, la Producción (Oferta), antes de la distribución de la Renta y del Gasto (Demanda: Consumo y Ahorro). Tradicionalmente se distinguió entre tres factores (o clases de factores) de producción:
Posteriormente, algunos autores han sugerido que la evolución de la producción requiere de otros factores o magnitudes que expliquen la forma, evolución y estructura de la producción; entre ellos están:
Como se ha visto, el número y la cantidad de factores de producción relevantes para la producción ha variado desde que la noción de factor de producción fuera introducida por los economistas clásicos. Esto se debe a que la contabilidad nacional moderna ha puesto en aprietos a diversos modelos de producción de factores, así se ha visto que los incrementos de producción totales no son explicables puramente en términos de los factores tradicionales "trabajo" y "capital", llamándose al residuo no explicado "productividad total de los factores" a la parte que no parece depender directamente de incrementos lineales en los factores.
Todos los nuevos "factores de producción" son intentos de explicar los incrementos adicionales en la producción por factores específicos o modificaciones de los factores tradicionales, que puedan explicar de manera más precisa los incrementos observados en los factores de producción y los incrementos observados en la producción. Sin embargo, existen muchos problemas metodológicos sobre qué son en la práctica y cómo medir de manera efectiva los factores de producción. El caso es que la producción total no parece ser una función determinista de los valores empleados, obviamente porque no todos los trabajadores son iguales (por lo que se ha sugerido distinguirlos por el "capital humano" acumulado) y no todas las empresas u organizaciones son iguales de eficientes (por lo que se ha sugerido introducir el "factor empresarial"). En cualquier caso y a pesar de la intensa discusión teórica sobre qué son y cómo medir los factores de producción no existe una modelo cuantitativo satisfactorio que puede explicar los incrementos de producción en términos factores de producción. Obviamente es difícil cuantificar el papel de la tecnología, la eficiencia de los métodos, la formación de los trabajadores e incluso factores estocásticos o azarosos.
En Contabilidad, el Capital es la diferencia entre el Activo (conjunto de bienes y derechos) y el Pasivo (conjunto de deudas y obligaciones). Coloquialmente, se utiliza la palabra capital para referirse a elementos del Activo:
Aclaración: esta clasificación es meramente retórica, dado que:
a) Los llamados "capital físico" y "capital financiero", en realidad, solo son "activos", es decir, elementos de la masa patrimonial del activo.
b) No puede asignarse un valor objetivo, determinado en unidades monetarias, al "capital humano"; por lo tanto, la contabilidad patrimonial no lo considera.
Dentro de la producción manufacturera se distinguen diversos niveles de según el grado en que interviene el capital y la mano de obra en la producción.
Los factores de producción están en la ciencia económica actual en proceso de evolución hacia una estructuración más sencilla, dentro de su complejidad.
El factor Tierra (cada vez más alterado por la intervención humana) se considera hoy componente del Capital, y se tiende a denominarlo con más amplitud, como recursos naturales o capital natural.
En la perspectiva de la llamada economía del conocimiento, dado el desarrollo empresarial producido desde finales del siglo XX, se considera que la tecnología y su conjunción con la ciencia (lo que se ha denominado I+D -investigación y desarrollo- o incluso I+D+I —investigación, desarrollo e innovación—) conforma un factor de producción aparte, que caracteriza cada vez más la producción en los países desarrollados. Paralelamente, a las nociones de capital físico, capital financiero y capital humano, estaría el capital intelectual, incluso el capital de conocimiento, como variable explicativa de la mejora de la productividad que no resulta de los otros factores.
Desde los 1980, ha habido un proceso muy intenso de distribución de la Renta a favor de destinos no relacionados directamente con el mundo de la Producción (trabajo y empresa). Particularmente, se trata de rentas inmobiliarias, pensiones, rentas financiero-fijas y retribuciones a determinados trabajadores: directivos, deportistas, profesionales y artistas. Esta nueva realidad trastoca la concepción tradicional. Se ha venido soslayando la cuestión incorporando las pensiones y las retribuciones extravagantes al mundo del factor Trabajo; y las rentas inmobiliarias y las financieras fijas, al del factor capital.
Finalmente, para algunos, estaría cuajando una suerte de nueva clasificación de los factores de producción:
La inversión permite aumentar el volumen de los factores de producción. La formación puede ser considerada como una forma de inversión, porque aumenta las capacidades del trabajador y la producción.
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