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San Lino



Lino (en latín: Linus),[2]​ conocido también como Papa Lino o Lino de Volterra, fue el sumo pontífice de la Iglesia católica entre los años 67 y 76. Es considerado como santo por la Iglesia católica

Según las listas episcopales más antiguas de la Iglesia de Roma, Lino habría sido el primer sucesor de san Pedro al frente de la comunidad romana,[1]​ por lo cual la Iglesia católica lo considera el segundo papa.[2][3]

Lino es todavía hoy un personaje enigmático debido a la escasez de la información que se conserva acerca de él. Su nombre aparece mencionado en la Biblia, en 2Timoteo 4:21, por lo que Ireneo de Lyon (Adversus haereses III, 3), Hegesipo de Jerusalén (recogido por Epifanio de Salamis en su Panarion 27,6), y Eusebio de Cesarea (Hist. eccl. IV, 22) lo identificaron con ese personaje del círculo de Pablo de Tarso, como confirmación posterior de la matriz apostólica de la línea de obispos romanos.[1]

Según el Liber Pontificalis I, 121, que depende para la cronología de los datos del Catálogo liberiano de 354, Lino nació en Tuscia,[1]​ a finales de los años 20 o a principios de los 30. Hijo de Herculano,[1]​ es decir, miembro de una familia ya cristiana (o cristianizada muy poco después de su nacimiento), Lino desarrolló buena parte de sus actividades en el seno de su comunidad religiosa, en aquel momento perseguida.[4]​ Es probable que su actividad se centrara en Volterra primero;[5]​ y posteriormente en Roma.[1]

Probablemente, Lino ejerció parte de su ministerio en la primigenia Iglesia durante la persecución de Nerón (64-67).[2]

En la obra Contra las Herejías (Adversus haereses) escrita por Ireneo de Lyon entre los años 174 y 189, se ofrece una relación completa de los sucesores de Pedro en la Iglesia primitiva, en la que Lino aparece en primer lugar.[6]

También Hegesipo de Jerusalén incluyó a Lino en la sucesión apostólica de Roma iniciada por los apóstoles Pedro y Pablo, e hizo notar que tanto Lino como Clemente de Roma fueron contemporáneos de Pablo y sirvieron luego como obispos, tal lo indicado más tarde por Epifanio de Salamis en su Panarion 27,6.[8]

Lino fue designado papa,[9]​ aunque cabe anotar que durante los primeros siglos, el vocablo «papa» era usado para dirigirse o referirse a los obispos de las ciudades importantes.[10]​ Vivió un período difícil, con una Iglesia subterránea y todavía en construcción, y resistió distintas etapas de persecución contra lo que los romanos todavía consideraban una secta judía. Falleció finalmente en el año 76,[11][12]​ o 78,[2]​ probablemente martirizado. Su recuerdo se mantuvo olvidado durante mucho tiempo, hasta el punto de que Tertuliano llegó a considerar como sucesor de Pedro a San Cleto.

Creó los primeros quince obispos, y ordenó a las mujeres entrar en las iglesias con la cabeza cubierta.[11]​ Durante su pontificado habrían sido martirizados los evangelistas Marcos y Lucas.[11]

Se cree que Lino fue enterrado en Roma, cerca de la tumba de Pedro, al igual que varios de los siguientes papas.[13]

Forlin Patrucco, M. (2000). «Lino». En Leonardi, C.; Riccardi, A.; Zarri, G., eds. Diccionario de los Santos, volumen II. Madrid: San Pablo. pp. 1481-1482. ISBN 84-285-2259-6. 




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