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Santuario de la Cueva Santa (Altura)



El Santuario de la Cueva Santa, ubicado en el término municipal de Altura (Castellón) forma parte de uno de los más emblemáticos símbolos tradicionales, culturales, históricos y religiosos del Arciprestazgo de Segorbe, al cual pertenece Altura, y de la Comunidad Valenciana, se encuentra situado en las laderas septentrionales de la Sierra de Calderona, en la provincia de Castellón (Comunidad Valenciana, España), a 12 km de la capital municipal, junto a la carretera CV 245 que enlaza a Altura con Alcublas (Valencia).

Alberga en su interior una advocación mariana con el título de Virgen de la Cueva Santa, patrona de la Diócesis de Segorbe-Castellón, de Beniarrés, de Santa María de Dota (Costa Rica), de Piacoa (Venezuela), de Bochalema (Colombia) y de los espeleólogos.

Se le atribuyen numerosos milagros, entre los que se encuentra el afloramiento del manantial del Berro de la Villa de Altura.

La cueva se encuentra en la Villa de Altura, situada a 811 metros de altitud en las laderas del Montemayor (Montmajor), una de las cimas más altas de la Sierra Calderona, y en ella se apareció en 1516 una virgen a la que se atribuyen numerosos milagros confirmados por la Santa Sede.

A su Cueva María nos llama,
A su trono de gracia y amor;
A la Cueva gozosos volemos,
A rendirle tributo de honor.

En la cumbre de excelsa montaña
La Paloma su nido colgó,
Do sus hijos sustenta y regala
Con manjar de celeste sabor.

Cual vibrantes, seráficas arpas
Sus arrullos sonaron doquier,
Y dos mundos cautivos de amores,
Reverentes, besaron sus pies.

Y, si rústico templo le ofrecen,
Mil sagrarios de ricos diamantes,
Donde puedan sus dones brindar.

A su voz, da la muerte su presa,
A su voz, calma el mar su furor,
A su voz, Satanás el Averno
Huye, loco de espanto y terror.

El Eterno, al mirar se embelesa,
El candor de su faz virginal
Y su gracia sin par, que destila
De bondades copioso raudal.

Es la Cueva precioso venero
De salud, de virtudes, de bien;
En consuelos, encantos y dichas,
Antesala del célico Eden.

A la Cueva gozosos volemos
Que es de Altura la joya mejor,
De Alcublas la gloria más pura
De Valencia la más linda flor.

(D. José Perpiñán y Artíguez, presbítero, que ostentó el cargo de Beneficiado Maestro de Capilla y Organista de la catedral de Segorbe en 1886; y armonización de Pedro Tomás Carbó, de la Orden de los Carmelitas de la Antigua Observancia o Calzados del convento de Onda, ordenado en 1934, y mártir de la Guerra Civil.)[1]

De una Cueva que es Santa sois Madre
y en tu Cueva queremos Vivir,
que alimento nos son tus caricias
y sin ellas primero morir.

No te canses, Señora, de vernos
siempre humildes rezando a tus pies,
que el vivir al calor de su Madre
es la vida de Beniarrés.

De mis campos sois lluvia,
de mi casa guardiana,
de mis hijos el ángel
que los sabe guiar.

De mi vida, Señora,
sois el arca de oro
de unos santos amores
que yo quiero guardar.

Que yo ame a mi Patria
con amor que la exalte
y cual Vos le quisisteis
que yo quiera a mi Dios,

y que sean mis hijos
y mi casa y mis campos
para Dios..., para España...,
para honraros a Vos.

De una Cueva que es Santa sois Madre
y en tu Cueva queremos Vivir,
que alimento no son tus caricias
y sin ellas primero morir.

No te canses, Señora, de vernos
siempre humildes rezando a tus pies,
que el vivir al calor de su Madre
es la vida de Beniarrés.

(Maestro Palau)

Tradicionalmente la cueva era conocida con el nombre de Cueva del latonero, vocablo que en el dialecto churro significa almez. Tiene 20 metros de profundidad y fue utilizada por los pastores como refugio. La Cueva propiamente dicha es una oquedad originada por un fenómeno de erosión cársica, por la que desciende una escalera hasta el recinto donde se halla la capilla de la Virgen, construida en el s. XVII en la profundidad de la cueva y cerrada por una reja.

En el fondo de la sima se edificó una capilla de gruesos muros de sillería y mampostería. En el interior se conserva un retablo, formado por pedestales y columnas salomónicas de jaspe. Entre ellas se encuentran las imágenes de San Joaquín y Santa Ana en mármol. En el segundo cuerpo del retablo se sitúa una tabla de mármol tallada en relieve, representando a San Joaquín y Santa Ana, que llevan de la mano a la Virgen María.

En el exterior de la cueva existe una hospedería, que convirtió al lugar destino veraniego de la población de la comarca, y actualmente se encuentra cerrada.

La primera exploración espeleológica se efectuó el 7 de marzo de 1954 por miembros del C.E.V. En 1955, a iniciativa de un obrero ceramista de Manises, con motivo de una visita realizada al santuario de Nuestra Señora de la Cueva Santa, se propone que los espeleólogos españoles sean puestos bajo su patronazgo. El Centro Excursionista de Valencia realiza esta empresa, recogiendo el asentimiento de los diversos grupos espeleológicos españoles, remitiéndoselos al Papa Pio XII, celebrándose con tal motivo diversos actos conmemorativos en los días 12 al 14 de agosto de 1955, lo que es concedido posteriormente por el Papa Pablo VI. Con este motivo se realiza una gran exploración en dicha cueva, alcanzándose una profundidad (según los datos de la época) de más de 100 metros.[2]

La segunda exploración se inicia en 2006 con motivo del proyecto de rehabilitación del Santuario, el presidente del Patronato de la Cueva Santa D. Juan Manuel Gallént, solicita la colaboración de los espeleólogos a través de la Federación de Espeleología de la Comunidad Valenciana, acordando con su presidente Damián Crespo la conveniencia de realizar un amplio estudio subterráneo. Desde el 30 de junio de 2007 el grupo espeleológico "La Senyera", estuvo inmerso en la elaboración de un pormenorizado estudio sin precedentes en torno a una única cavidad sacando a la luz reveladores datos de todo tipo, espeleométricos, biológicos, geológicos y humanos. En total, a lo largo de cuatro años, se realizaron 29 exploraciones de estudio espeleológico: biología, geología, arqueología, planimetría, fotografía etc. En las exploraciones colaboraron un grupo de 22 personas directamente y otro grupo de 15 personas que colaboraron indirectamente. El 9 de septiembre de 2007 José Vte. Subíes, que, efectuando el levantamiento topográfico, localiza y descubre un amplio conjunto de grabados y pinturas rupestres que jalonan las simas interiores y una pequeña estancia subterranéa que pasa a ser llamada Sala de los Vicarios. En ella se encuentran grabados en las rocas, en total se individualizaron nueve frisos o conjuntos, 85 paneles y 624 "graffiti" a lo largo del recinto subterráneo. En febrero de 2010 se realiza la última expedición por parte del grupo" La Senyera " a la Cueva Santa, dando por concluidas las exploraciones.[3]

El medio subterráneo de la Cueva Santa contiene especies de flora y fauna a pesar de la oscuridad, el grupo de espeleólogos de" La Senyera",

catalogaron la Cueva con los siguientes parámetros:[4]

Al igual que otras advocaciones marianas, la Virgen de la Cueva Santa posee su propia leyenda. Ésta, cuenta que uno de los pastores que se refugiaban en la cueva debió dejar en ella una imagen de la virgen, atribuida a Fray Bonifacio Ferrer, prior general de la cercana Cartuja de Vall de Cristo y hermano del dominico San Vicente Ferrer. Un siglo más tarde la virgen se apareció a otro pastor que pasaba la noche en la cueva y le indicó dónde se encontraba la imagen.

La talla, de 20 cm de alto y 10 cm de ancho, es un bajorrelieve de yeso, que muestra una virgen anciana con traje de viuda. Es destacable que a pesar de la humedad existente en la sima la imagen no se haya deteriorado mientras que otros elementos de hierro o madera depositados a su lado sí que lo hayan hecho.

La devoción de la imagen está extendida por toda la comarca del Alto Palancia, a algunas localidades valencianas cercanas como Alcublas y Casinos, y a países como Venezuela y Colombia que veneran con gran fervor la imagen y realizan diversas romerías a lo largo del año. Destaca la romería de Alcublas por el gran número de romeros y la distancia de 24 kilómetros a pie que recorren.

En 2006 con motivo del proyecto de rehabilitación del Santuario, el presidente del Patronato de la Cueva Santa D. Juan Manuel Gallént, solicita la colaboración de los espeleólogos a través de la Federación de Espeleología de la Comunidad Valenciana, acordando con su presidente Damián Crespo la conveniencia de realizar un amplio estudio subterráneo. El Grupo Espeleológico La Senyera de Valencia que desde 2003 realiza estudios sobre cavidades santuario de la Comunidad Valenciana acepta el ofrecimiento y en mayo de 2007 se elabora un proyecto multidisciplinar coordinado por Antonio Fornes con la participación de José Fernández Peris (arqueólogo, Museo Prehistoria), Virginia Barciela González (arqueóloga, Universidad Alicante), Policarp Garay (geólogo, Universidad de Valencia), Andrés Carrión García (ingeniero, Universidad Politécnica Valencia), Albert Sendra (biólogo, Museo Ciencia Naturales), Juan J. Herrero Borgoñón (biólogo, Universidad Valencia), Sara Carretero (historiadora). Dentro del grupo espeleológico La Senyera, los espeleólogos de mayor implicación, serían: Débora Alarcón y Carlos Vergara, con el cometido de grabar y editar el documental de las exploraciones, Vicente Benedito, Jose Romero, Magdalena Machowska, Elena Elipe, Mayte Fornes, Juan Arocas y Alberto Sisternas responsables de los reportajes fotográficos, Antonio Fornes y Toni Guillot en descriptivo y topografía. Por último mencionar a José Vte. Subíes, que, efectuando el levantamiento topográfico, localiza y descubre el 9 de septiembre de 2007, un amplio conjunto de grabados y pinturas rupestres que jalonan las simas interiores y una pequeña estancia subterranéa que pasa a ser llamada Sala de los Vicarios. El estudio ya finalizado y a punto de publicación ampliará la historia del Santuario de la Cueva Santa.

El 19 de mayo de 2011 fueron robadas la recaudación y la imagen de la patrona que, pese a ser una copia de la década de 1940 tiene un fuerte valor sentimental para los feligreses de la diócesis.[5]

El 22 de enero de 2012 se presentó el Plan Director de Ordenación del Entorno y Restauración del Santuario de la Cueva Santa.[6]​ Su desarrollo consta de cinco etapas:

La Virgen pertenece a la población de la Villa de Altura, siendo la patrona de la Diócesis de Segorbe-Castellón, de Beniarrés, y de los espeleólogos. También es la patrona de Santa María de Dota en Costa Rica, de la población de Piacoa, en el Estado Delta Amacuro (Venezuela), así como de Bochalema, pueblo pequeño del Norte de Santander, Colombia, donde se puede apreciar una gran imagen de la Virgen de la Cueva Santa hecha en piedra y un moderno cemento, que guarda una imagen antigua en la capilla que lleva su nombre.

El arciprestazgo de la Iglesia de San Miguel Arcángel forma parte del "Nº1. La Asunción de Ntra. Sra.", es decir a la Diócesis de Segorbe-Catellón.[7]

Ordenado por Fechas.

Fuente: Historia de la villa de Altura




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