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Serú Girán



Serú Girán fue un grupo argentino de rock integrado por Charly García (voz, teclados, guitarras), David Lebón (voz, guitarras), Pedro Aznar (bajo, teclados, voz), y Oscar Moro (batería). Es considerado como uno de los mejores conjuntos de su país en su época, por su alta calidad en lo musical, conceptual y escenográfico.

Durante su primera etapa la popularidad de Serú Girán se vio confirmada en las encuestas de la clásica revista Pelo. Apodados «los Beatles criollos», hicieron masivo al rock "argentino" (compuesto, interpretado y arreglado íntegramente por músicos argentinos). Si bien no fue la primera superbanda en la historia de la música popular argentina, fue la primera en alcanzar y mantener la popularidad en su país en forma sostenida. Con récords de ventas y espectadores, el grupo consiguió fusionar varios estilos, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esa transición entre décadas.

Serú Girán nació luego de la separación de La Máquina de Hacer Pájaros, banda organizada por Charly García en su etapa posterior a Sui Géneris. Junto con David Lebón, Charly viajó en 1978 a Búzios, a 170 km al este de Río de Janeiro (Brasil), con la idea de componer material para un nuevo disco. Con el dinero recaudado en el Festival del Amor (Luna Park, 11 de noviembre de 1977) alquilaron una casa por tres meses en Buzios. Por no tener dinero suficiente para pagar los impuestos de importación a Brasil, todos los equipos que llevaban quedaron en la aduana. A los dos meses, Charly regresó a Buenos Aires para arreglar contrato con Oscar López y Billy Bond. Una noche, en un bar donde se presentaba Pastoral, Charly quedó fascinado con la habilidad de Aznar en el bajo. Esperó a que terminara la actuación y fue a buscarlo a los camarines. No fue necesaria mucha charla para que Pedro aceptara viajar a Brasil e incorporarse al grupo en gestación. «...Cuando lo vi a Pedro pelar el bajo, se me cayó la mandíbula hasta la rodilla. Pensé: este pibe es muy bueno, es casi mejor que yo», recuerda en tono de broma David Lebón (Clarín, 3 de mayo de 1992).

Luego se les uniría Oscar Moro, quien había sido baterista de La Máquina de Hacer Pájaros y, antes, del legendario grupo Los Gatos. Con el dinero que había recibido como anticipo del contrato, García costeó los pasajes a San Pablo de ellos y el de Oscar Moro. Allá se reunirían con David Lebón. Billy Bond and the Jets estaba formada por Billy Bond, Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro. Editaron un solo disco en donde se encuentran temas como «Discoshock» (letra y música de Charly García), «32 macetas» (letra y música de David Lebón), y «Loco, no te sobra una moneda» (letra y música de Charly García). Finalmente Billy Bond desarmó el proyecto y quedó conformado Serú Giran.

Pese a los problemas económicos, esta fue una etapa muy creativa y fructífera: compusieron más de quince temas, de los cuales se seleccionaron los mejores para la edición del primer disco. Las sesiones de grabación comenzaron en los estudios El Dorado de San Pablo, y culminaron en ABC Recording Studios de Los Ángeles (Estados Unidos). La primera presentación en vivo de Serú Girán tuvo lugar en el Riachuelo, a bordo de un barco anclado. Este recital ―al cual solo asistieron periodistas, músicos y amigos― tenía la finalidad de observar la respuesta de la crítica especializada. Esa noche el grupo se mostró sólido y contundente, lo que parecía abriría las puertas del público masivo rápidamente. El debut en vivo de la banda ante el público porteño ocurrió dos semanas después, el 28 de julio de 1978, en el estadio Luna Park, en el Festival de la Fundación de la Genética Humana, junto a Nito Mestre, Pastoral, León Gieco y otros. El sonido fue muy malo y mucha gente les arrojó las pilas de los grabadores que habían llevado para registrar el momento.

Viajaron a Estados Unidos para mezclar el disco Serú Girán (1978), en el cual contaron con la colaboración de Daniel Goldberg, quien tenía a su cargo los arreglos musicales y la dirección de la orquesta de 24 músicos que participó en algunos temas como «Eiti Leda» o «Serú Girán». La complejidad armónica de este proyecto demuestra que, desde el comienzo, las ambiciones que tenían apuntaban mucho más alto que la de la mayoría de los músicos nacionales de ese momento. El resultado final del disco los entusiasmó mucho: sonaba como una fusión de jazz rock con música brasilera. Pedro recuerda: «...cuando apareció ese álbum, la prensa le dio una importancia infernal, se creó todo un caso... había un inmovilismo total». La revista Pelo, una de las publicaciones especializadas de la época, decía:

Los comienzos fueron difíciles: era 1978 y el primer disco no convencía a un público escéptico aunque ofrecía exitosos temas como «Seminare» y «Eiti Leda», que se convirtieron en himnos. De regreso, hacia fin de 1978 estrenaron oficialmente el Estadio Obras (el 3 de noviembre), con orquesta (sección de cuerdas y vientos) y circuito cerrado de televisión. En la parte trasera del escenario, una pantalla gigante mostraba a los músicos dirigiéndose a escena. David, Pedro y Oscar salieron vestidos totalmente de blanco, mientras que Charly eligió una malla negra, saco y zapatillas. El comienzo del recital, con la orquesta a pleno interpretando la poderosa introducción del tema «Serú Girán», presagiaba una noche inolvidable. No fue así. Cuando tocaron el tema «Disco shock» ―una sátira de la música disco, tan en boga en el momento― la gente presente creyó que era en serio y, tras un coro de silbidos, empezaron a pedirle a García el «Blues del levante», el tema que había compuesto con motivo de la despedida de Sui Generis. El público quedó desconcertado y el resto del recital transcurrió ante la indiferencia general. La gente no había entendido el mensaje.

Las críticas de los medios contra la banda arreciaron. El diario La Opinión, por ejemplo, publicó que eran lo peor que había en la Argentina, y sostenía que tenían «voces homosexuales». Estas declaraciones eran la culminación de una campaña de desprestigio que había tenido lugar contra García, mientras el grupo estaba ensayando en Brasil. La vanguardia de esa campaña había sido el titular: «Charly García, ¿ídolo o qué?».

Un año más tarde, apareció La grasa de las capitales con un cambio en la temática sonora del disco: las canciones son más directas, los instrumentos suenan en un primer plano sin el agregado de cuerdas. Una de las canciones, «Viernes 3 AM», sería censurada durante un tiempo en las radios porque se la consideraba una canción que incitaba al suicidio. Este disco fue el que catapultó a Serú Girán como uno de los grupos más populares de la época en Argentina.

La crítica de la revista Pelo a este disco fue bastante positiva:

Los rumores de separación quedaron desacreditados con la presentación del LP, a lo largo de seis funciones en el auditorio Buenos Aires, previa gira por las ciudades de Córdoba, San Luis y Mendoza. Tras la experiencia frustrante del comienzo, prefirieron no exponerse demasiado y escogieron un lugar pequeño.

La presentación comenzó en la oscuridad total, mientras se escuchaba la sincronía de labios del coro de introducción al tema «La grasa...». Acto seguido, se encendieron todas las luces y la banda irrumpió en el escenario. Los temas más festejados por el público fueron «Viernes 3 AM», «Perro andaluz» y «Los sobrevivientes». También hubo lugar para la nostalgia: «Seminare» y «Eiti-Leda» obtuvieron el reconocimiento de la gente, durante los bises. A fuerza de recitales y tenacidad, Serú logró revertir las opiniones de la crítica y del público. Allí comenzó a gestarse el fenómeno masivo que aún hoy persiste.

En 1980 vio la luz Bicicleta, un disco que relató con delicada y admirable exactitud la realidad argentina de una época política nada fácil bajo la dictadura: «Canción de Alicia en el país» y «Encuentro con el diablo» son las canciones que mejor exponen aquella realidad social. En «Canción de Alicia en el país», García pinta de cuerpo entero la realidad argentina, mediante metáforas que los censores no llegaron a captar. «Bicicleta» también contiene la nostalgia de Charly García en composiciones como «A los jóvenes de ayer» y «Mientras miro las nuevas olas». Años más tarde se recordaría el tercer disco de Serú Girán como lo mejor de la agrupación, llegándoselo incluso a comparar con Abbey Road, el transformador duodécimo LP de los Beatles. Sin embargo, en ese entonces, los medios «especializados» no le atribuyeron al material tanta importancia.

El disco Bicicleta ―nombre que en un principio García había propuesto para el grupo, pero que fue rechazado por el resto― fue presentado oficialmente en el estadio Obras, el 6 y 7 de junio de 1980, el disco iba a ser «doble» y fue un cambio escénico significativo para el rock nacional, tocaron el tema «José Mercado» que luego se publicaría en Peperina su cuarto LP, que alude claramente a José Alfredo Martínez de Hoz por entonces ministro de Economía de la Dictadura de Videla; y es una crítica satírica a la apertura importadora de esos años. En el escenario había ruedas de bicicleta, conejos y flores, lo que llamó la atención de público y prensa, por ser el primer grupo que tenía algún tipo de preocupación por la puesta en escena. Serú Girán había delegado la responsabilidad escenográfica a Renata Schussheim, una vieja amiga de García. A partir de Bicicleta, Serú Girán comenzó con sus grandes conciertos.

Un mes después, en agosto de 1980, se presentaron en el Monterrey Jazz Festival, en Río de Janeiro. Tradicionalmente, los representantes argentinos en este festival estaban más vinculados al jazz o al tango que al rock progresivo que proponía Serú. Ese año el concierto se dividió en dos partes. En la primera, se presentaban Serú, el guitarrista Pat Metheny y George Duke. El éxito obtenido por los argentinos en esa función fue tal, que los organizadores les ofrecieron volver a tocar en la segunda ―la principal― junto a John McLaughlin, Hermeto Pascoal, Egberto Gismonti y Weather Report.

Sin embargo, esta predicción resultó completamente errónea. La principal razón de la respuesta favorable del público residió en la variedad de matices en los temas interpretados por ellos y, asimismo, algunos de estos tenían una cadencia marcada que invitaba al baile.

Este festival marcó dos hechos muy importantes para la vida del grupo. Por un lado, se hicieron conocer y dejaron una muy buena impresión entre los cariocas, hecho destacado incluso por la prensa argentina (Clarín, 28 de agosto de 1980). Por el otro, allí fue donde Pat Metheny conoció a Pedro Aznar.[3]

Antes de terminar el año, otros dos hitos en la Historia del Rock Nacional tendrían como protagonistas al grupo. El primero, fueron los dos recitales (12 y 13 de septiembre) en los que tocaron junto a Spinetta Jade. Es un hecho histórico que dos grupos de semejante magnitud estuvieran simultáneamente en el escenario. Cuando apareció Luis Alberto Spinetta y arrancó con el tema de Sui Generis «Cuando ya me empiece a quedar solo», la gente entendió que no se encontraba ante un recital común. Luego, de la oscuridad, surgió Charly con el tema «Que ves el cielo». Bajo un clima enfervorizado, Lebón interpretó «Música del alma» y luego entraron todos los demás: Aznar y Moro, por un lado, Spinetta, Pomo, Satragni y Rapoport y Del Barrio por el otro. Juntos tocaron temas de la agrupación comandada por el Flaco, y la gente aplaudió a rabiar. El recital se cerró con los dos grupos sobre el escenario interpretando «El mendigo en el andén» y «Crisálida».

La actuación de Spinetta Jade fue muy aplaudida, pese a su difícil estilo. Fue notorio el esfuerzo de Spinetta por lograr mayor simpleza en su música, para que el público de Obras pudiera entender su mensaje. Serú Girán, en cambio, fue ovacionado desde el comienzo, dejando en evidencia el increíble sentimiento que tenía con la gente.

El 30 de diciembre de 1980, el supergrupo brindó en La Rural un histórico recital gratuito, a cargo del canal estatal ATC, organizador del ciclo «Música prohibida para mayores». Serú Girán reunió más de 60.000 personas, fue el primer grupo argentino que reunió esa cantidad de público. «... el picadero de la Rural estaba abarrotado. Una compacta cola (...) llegaba hasta la estación Pacífico. Aunque la policía no encontraba clave alguna en la letra de «Alicia en el país», repetida hasta el cansancio, igualmente retuvo a un puñado de muchachos. Los productores negociaron y finalmente ese 30 de diciembre no hubo detenidos» (Ramos/Lejbowicz, pág. 23). García comentaba: «...con este asunto de ir a los recitales y que te lleve la cana, la gente al final se da cuenta de que lo único que te pasa es que vas a dormir en una comisaría, pero que nadie puede parar toda la onda» (revista Humor, 1981).

Más tarde, Freddie Mercury confesó al tabloide británico The Sun, que una de las razones que terminó de convencer a los integrantes de Queen de venir a la Argentina ―y que en la Argentina había público de rock― fue cuando les exhibieron la filmación de dicho recital.

En 1981 el presidente de facto Roberto Viola buscó acercarse a los músicos de rock, con el fin de utilizar la fuerte ascendencia de estos sobre la juventud y mostrar al país su «aflicción» por los problemas que sufrían los jóvenes. En el caso de Serú Girán, el dictador Viola envió su vocero de prensa, Alfredo Olivera. Charly García y David Lebón relatan dicha reunión en una entrevista realizada por Víctor Pintos y Roberto Pettinato el 4 de noviembre de 1981, publicada en Radar en el año 2000:[4]​:

Un rumor habitual asocia la canción «Encuentro con el diablo», incluida en el álbum Bicicleta (1980), con dicho encuentro, sucedido luego de publicado el álbum. Ambos músicos han aclarado que la canción no tiene relación con dicho encuentro y García aclara que la compuso pensando «en el jefe» y que «luego se dio cuenta», al igual que el tema «Los dinosaurios», asociado con los desaparecidos.[5]

Peperina, el cuarto disco de Serú Girán, que se había empezado a grabar en abril, fue lanzado para fines de ese año. El disco fue marcado por las excelentes e impecables composiciones, como Llorando en el espejo, Esperando nacer, Cinema verité, Salir de la melancolía y Peperina. La historia de Peperina es conocida: «Quiero contarles una buena historia / la de una chica que vivió la euforia / de ser parte del rock / tomando té de peperina». El tema trata acerca de una señorita que escribía notas de rock en Córdoba. Siempre que Serú tocaba en esa ciudad, ella calificaba la presentación como «un bochorno». De más está decir que, pese a sus defenestrantes críticas, los estadios se llenaban. Se dice que cuando escuchó «su» tema por primera vez, acotó que Serú Girán seguía sin gustarle, pero que García era «un buen sociólogo».

Con respecto al disco, Charly sostiene que es un adelanto notable en cuanto a la calidad de grabación. Sin embargo, la revista Pelo no se mostró muy conforme con este trabajo.

Por el contrario, Gloria Guerrero, en el número 63 de la revista Humor, comentaba: «El álbum, por lo poco que pude escuchar de él en un casetito, la gasta, y tal cosa no me sorprende». En el número siguiente, completa: «...probablemente, "Peperina" no representa un enorme paso al frente luego de su trabajo anterior. Parece, a fuerza de ser sinceros, algo así como un “álbum complementario” de "Bicicleta", aunque más suelto y espontáneo».

Los días 4, 5 y 6 de septiembre el disco fue presentado en el estadio Obras. En honor al Sgt. Pepper’s de los Beatles, Serú Girán salió a escena con una presentación simple. Esta sencillez permitió que la conjunción música-imagen se diera sin altibajos. En principio, cuando Charly y David compusieron los temas de este disco, García pensó que se trataba más de una película que de un LP. Por eso se le ocurrió la idea de poner en el recital una pantalla gigante, proyectar vídeos grabados especialmente y que el grupo tocara en penumbras, acompañando a esas imágenes. Lo que impidió la concreción de esta idea fue el techo demasiado bajo del estadio: la pantalla taparía gran parte del escenario y ellos quedarían ocultos casi completamente. Finalmente, la idea fue descartada.

Para despedir el año, tocaron el 25, 26 y 27 de diciembre en el teatro Coliseo, en la Capital Federal. Para esos espectáculos, Charly contrató a las Bay Biscuits, un grupo de teatro-rock integrado por Vivi Tellas, Mayco Castro Volpe, Lisa Wakoluk, Diana Nylon y Fabiana Cantilo (esta última sería luego corista estable de la banda de Charly). El número iba intercalado en el concierto y fueron recibidas con chiflidos e insultos de todo tipo.

En enero de 1982 Aznar fue convocado por el guitarrista estadounidense Pat Metheny para incorporarse a su banda. Acordaron encontrarse en Estados Unidos, ya que Pedro viajaría al año siguiente para estudiar en la Universidad de Berklee. Este hecho marcaría el final de la banda.

Las críticas de los discos anteriores coincidían en una cosa: a Serú, en estudios, le faltaba la fuerza y la energía que tenía en vivo. Fue necesario esperar hasta el final mismo de esta agrupación (al menos en ese momento la disolución era definitiva) para conseguir el registro de ese material.

Cuando Aznar le anunció al grupo que se iba, todos decidieron tomarse un tiempo para reflexionar. Fue así que Charly García viajó a Brasil para trabajar en su primer disco solista; David Lebón se tomó unas vacaciones en Punta del Este y Oscar Moro se quedó en Buenos Aires. Al mes siguiente (febrero de 1982), los cuatro músicos se reunieron para realizar una gira por la Costa Atlántica: los sitios elegidos por la banda fueron San Bernardo, Villa Gesell, Necochea, Pinamar, Miramar, Santa Teresita y Mar del Plata. El día final de la agrupación estaba cada vez más cerca.

Pero la historia del grupo merecía un broche de oro: era necesario un Adiós Serú Girán. Debía ser un concierto espectacular y se organizó para los días 6 y 7 de marzo en el estadio Obras Sanitarias.

El disco No llores por mí, Argentina (1982) terminó siendo una recopilación en vivo de los éxitos más importantes de la banda, con la excepción del tema homónimo y «Popotitos», una versión del clásico tema.

«No llores por mí, Argentina» es un tema fuerte, que marca una especie de resumen de época, una suerte de balance ―se debe notar que fue compuesto en 1982, en los albores de la Guerra de Malvinas, la caída de la Junta Militar y el posterior advenimiento de la democracia― en un tono de protesta y reproche a la vez, un estilo que tanto rédito le daría a García en los años posteriores.

Si bien en un primer momento se barajó la posibilidad de continuar como trío (pasando Lebón a la doble función de guitarrista y bajista) y, en todo caso, buscar algún reemplazo para las presentaciones en vivo, la falta de motivación fue evidente y el proyecto quedó descartado. Lebón trabajaba en su proyecto solista El tiempo es veloz y García ya estaba embarcado en su álbum doble Yendo de la cama al living / Pubis angelical.

El 16 de mayo de 1982, Serú participa del Festival de la Solidaridad Latinoamericana, organizado ante 60 000 personas en el campo de hockey de Obras, para recolectar elementos para los soldados argentinos que combatían en Malvinas y agradecer a los países que habían prestado su apoyo y se habían solidarizado con Argentina. Transmitidos en directo por radio y televisión, se presentaron los músicos más importantes del momento: lo que quedaba del ya disuelto Serú Girán, León Gieco, Spinetta Jade, Raúl Porchetto, Nito Mestre, y muchos más.

Muchos años y trabajos solistas debieron pasar hasta que Serú Girán se hiciera presente otra vez. Desde mediados de 1991 se comenzó a manejar la posibilidad del retorno de Serú. «Se trata de superar un recuerdo ―reflexionaba García por aquella época― Hace mucho que estamos trabajando para no perder la grandeza, para que el tipo que alguna vez vio a Serú Girán lo vuelva a ver y no se decepcione y para que los chicos que no lo vieron tengan un flash».[cita requerida] Exactamente eso fue lo que ocurrió. En agosto de 1992, tras sortear problemas legales, García, Moro, Aznar y Lebón se reunieron para comenzar a editar Serú '92. Mucho más pop, por momentos peca de falto del compromiso característico. Este trabajo en estudio, luego de 10 años, fue galardonado antes de salir a la venta, y trae canciones como «Mundo agradable», «No puedo dejar», «A cada hombre, a cada mujer», «Transformación», «Déjame entrar», «Nos veremos otra vez» y «Si me das tu amor».

Fue un éxito comercial, con ventas que superaron las 200 000 copias y multitudinarios conciertos en Córdoba (04-12-92), Rosario (11-12-92), Montevideo (27-12-92) y dos en la Capital Federal (19-12-92 y 30-12-92), estos últimos ante más de 50 000 personas en cada uno, los cuales fueron editados en dos nuevos LP. Si bien los Serú no querían convertir su retorno en un negocio ―y menos para otros― esto no quedó totalmente al margen de sus planes. El regreso de Serú marcaba un récord impensado tiempo atrás: una banda argentina en River.

También quedaba flotando la incógnita sobre si el regreso sería para esos conciertos o si se proseguiría con el proyecto interrumpido abruptamente en 1982. Previo a salir al ruedo, nadie se atrevió a confirmar ninguna de las dos posibilidades, quizás porque ni ellos mismos lo supieran. Durante los bises del segundo y último espectáculo de la banda en Buenos Aires, estalló esa pelea latente que reinaba desde tanto tiempo atrás entre García, de fuerte personalidad y líder natural del grupo, y David Lebón, harto de las ansias de protagonismo de aquel. Fue necesaria la mediación de Pedro Aznar para que el guitarrista subiera nuevamente al escenario y así, todos juntos, se despidieran definitivamente de las presentaciones en vivo.

En síntesis, terminó siendo un momento en el cual todos (los de adentro y los de afuera) hicieron de cuenta que el tiempo no había transcurrido. De esa forma, y sólo de esa forma, el retorno de Serú Girán fue positivo. El estallido de los fuegos artificiales que cerraron el concierto terminó por despertar esa melancólica suposición, para enterrar definitivamente a la banda.

En 1995 se editó una recopilación, Oro, aprovechando el lanzamiento de la película Peperina, dirigida por Raúl de la Torre y protagonizada por Andrea del Boca en el papel de Patricia Perea (la verdadera Peperina). Este filme contiene secuencias documentales del retorno de 1992.

En 1998 en el disco solista de Pedro Aznar titulado Cuerpo y alma, se hace presente la canción "Mundo en llamas", con Charly García en guitarras y Oscar Moro en batería (es decír, un 75% de lo que fue Serú Girán).

En el 2000, se editó un disco doble en vivo de la banda llamado Yo no quiero volverme tan loco, con un registro de 20 canciones, grabado en el Teatro Coliseo en la Navidad de 1981. Esta grabación fue presentada a Oscar Moro (en 1999) por un fan que la tenía registrada en un casete.

En una de las funciones que García brindó en el Teatro Gran Rex, de la serie titulada «Adiós Charly García (Don’t cry for me, Argentina)» en diciembre de 2002, Charly García invitó al escenario a Pedro Aznar y Oscar Moro. De esta manera, el 75 % de Serú Girán realizó un set de varios temas, brindó a sus seguidores la emoción de ver a casi todo Serú de nuevo en un escenario.

El baterista Oscar Moro falleció en la mañana del 11 de julio de 2006, a los 58 años de edad, en su casa del barrio porteño de Palermo, víctima de una hemorragia estomacal.

El 26 de julio de 2007, a un año de la muerte de Oscar Moro, se reunieron en concierto muchas estrellas de rock, a modo de homenaje, en el que Charly García y Pedro Aznar, tocaron «Desarma y sangra», «Encuentro con el diablo», «Mientras miro las nuevas olas» y «Esperando nacer».

A finales de marzo y principios de abril de 2007, Pedro Aznar y David Lebón se reunieron para una serie de conciertos en el teatro ND Ateneo. En el quinto concierto (viernes 6 de abril) apareció como invitado sorpresa Charly García para tocar «Seminare».

El 30 de abril de 2010, cerca de la media noche, Lebón y Aznar fueron invitados en el último de la serie de recitales que Charly dio en el Luna Park. Tocaron «Seminare». La sorpresiva reunión tuvo una carga emotiva muy grande. Al final del tema, García pidió un aplauso en honor a Oscar Moro.

El 9 de febrero de 2013, en el marco del Cosquín Rock (en Santa María de Punilla, Córdoba), se presentaron como solistas David Lebón, Pedro Aznar y (después de Fito Páez y Andrés Ciro). Charly, quien cerró esa primera jornada del festival, tocó dos canciones de Serú: «Perro andaluz» y «Seminare» ante 40 000 personas.

El 13 de febrero de 2019 Pedro Aznar, en un recital en el Teatro Colón, invitó a subir al estrado a Charly García y David Lebón para los temas "Confesiones de Invierno" y "A cada Hombre, a cada Mujer".

En noviembre de 2019 se anunció el lanzamiento de una edición remasterizada en vinilo de "La grasa de las capitales", en homenaje a los 40 años de la publicación del original. La nueva edición fue posible en el marco de la recuperación del catálogo del sello Music Hall, efectuada por el Instituto Nacional de la Música (Inamu), que consiguió a través de acciones legales hacerse de un catálogo de 2500 discos de artistas nacionales de rock, folclore y tango que se encontraban imposibilitados de circulación, y que ahora volvieron a sus autores originarios. Con motivo del trabajo de remasterización, Aznar, García y Lebón registraron un video que se puede ver en redes sociales.[8]

El 23 de julio de 2020 homenajearon a Pedro Aznar por su cumpleaños, con producción de Lito Vitale cantando la canción A cada hombre, a cada mujer de 1992 junto a otros artistas, comenzando con un emotivo saludo de Charly García, y parte de la primera estrofa cantada por David Lebón.

Famoso por su virtuosismo, entre 1978 y 1981 el grupo ganó varios premios:



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