El sistema de ligas de fútbol de España está formado por divisiones cuya máxima categoría es la Primera División. Al término de cada temporada y en función de los resultados obtenidos, los equipos participantes pueden ascender o descender de división. Comenzó a disputarse en la temporada 1928-29 en Primera y Segunda División y el año siguiente se añadió la Tercera División. La temporada se desarrolla generalmente entre los meses de septiembre y junio, aunque puede variar por ajustes del calendario.
La Liga Nacional de Fútbol Profesional organiza desde 1984 la Primera División y la Segunda División, mientras que la Real Federación Española de Fútbol organiza la Primera Federación, la Segunda Federación y la Tercera Federación. Las divisiones regionales son competencia de las federaciones autonómicas.
Nota: nueva reestructuración del fútbol femenino 2022-23.
Para poder participar en la Liga española los clubes deben estar federados. En el caso de las categorías profesionales (Primera y Segunda División), los clubes también deben cumplir los requisitos exigidos por la Liga Nacional de Fútbol Profesional.
A diferencia de otros países, los equipos filiales pueden participar en la Liga, aunque nunca en una división igual o superior a la del equipo al que pertenecen.
Aunque el número de equipos que integran cada división no es el mismo, todas las categorías siguen un mismo sistema de competición. El torneo se desarrolla entre los meses de septiembre (o finales de agosto) y junio (o finales de mayo) del siguiente año. Cada club se enfrenta dos ocasiones a los demás equipos de su misma división (una vez en campo propio y otra en el del contrario), siguiendo un calendario establecido por sorteo a principio de temporada. Generalmente se disputa una jornada cada semana (coincidiendo con el fin de semana). Los encuentros finalizan a los noventa minutos, sin prórrogas ni tanda de penaltis en caso de terminar en empate.
En función del resultado al final de cada partido, los equipos obtienen una serie de puntos: tres para el ganador, cero para el perdedor y un punto para cada equipo en caso de empate. Al término de la temporada se elabora una clasificación en función de los puntos acumulados a lo largo del campeonato.
Si dos equipos terminaran en igualdad de puntos, el primer criterio de desempate es el resultado del enfrentamiento directo entre aquellos equipos que terminen el torneo en igualdad de puntos. Segundo criterio: es la mejor diferencia entre goles anotados y recibidos. En caso de que hayan sido tres o más los equipos implicados en el empate, se tiene en cuenta en primer lugar el número de puntos obtenidos en los enfrentamientos entre los clubes implicados, siguiendo por la diferencia de goles en los enfrentamientos entre dichos clubes. Si no se hubiera acabado con la igualdad, se tendrían en cuenta los goles anotados y encajados durante toda la liga por los clubes empatados a puntos. El sistema es eliminatorio. Es decir, si con el primer método de desempate, un equipo desempata y persiste el empate entre otros dos, se volverá a aplicar todo el sistema a los clubes que sigan empatados, eliminando a los ya desempatados. Todo esto ayuda a determinar al campeón de la liga regular al término de la última jornada.
El equipo que suma más puntos al final del campeonato se proclama campeón de su categoría y, en el caso de la Primera División, el primer clasificado es considerado el campeón de Liga. Dado que se trata de un sistema jerárquico de ligas interconectadas entre sí, los primeros clasificados de cada división tienen la opción de ascender a la categoría superior para la siguiente temporada, sustituyendo a los últimos clasificados de dicha categoría, que son descendidos. El número de equipos que ascienden y descienden varía en función de cada categoría.
Los cuatro primeros clasificados de la Primera División acceden a participar en la fase de grupos de la máxima competición europea de la siguiente temporada: la Liga de Campeones. Estas plazas son variables y dependen del coeficiente UEFA de España, referente a sus equipos, para que a la Liga de Campeones accedan los equipos más poderosos, ya que los equipos españoles o ingleses son más fuertes, por ejemplo, que los escoceses; por ello los dos primeros disponen de 4 plazas y los escoceses tan solo de 1. Esta norma es para todas las competiciones europeas.
El quinto y sexto clasificado obtienen la clasificación directa para participar la siguiente temporada en la Europa League, junto al campeón de la Copa del Rey. Si este está clasificado entre los puestos quinto y sexto (clasificado para la Europa League), el equipo que obtenga la séptima posición también juega la Europa League, caso que también se dará cuando los dos finalistas de la Copa del Rey se hubiesen clasificado para la Liga de Campeones. Si solo el campeón se clasificó para la Liga de Campeones, participará en la Europa League el séptimo clasificado en la liga.
Una vez acabada la temporada, la posición en la clasificación general determinará los ascensos y descensos, que previamente han sido establecidos por la RFEF. En el caso del descenso, las últimas posiciones tienen como consecuencia el descenso directo a la categoría inferior, pero también pueden existir fases de permanencia como ocurre en la actual Segunda RFEF o como pasaba en la antigua Segunda División B. En el caso de los ascensos, normalmente los primeros puestos asciende directamente pero algunas categorías pueden incluirse fases de ascenso o de promoción para establecer una criba de equipos clasificados para conseguir el ascenso. En la actualidad el sistema de ascensos y descensos esta establecido de la siguiente forma:
La justicia deportiva de la competición está gestionada por el Comité de Competición de la Liga, organismo encargado de imponer sanciones y dirimir los conflictos entre clubes. Los árbitros (todos españoles) están bajo la supervisión del Comité Técnico de Árbitros presidido por el ex-árbitro Luis Medina Cantalejo. La designación de los colegiados tanto de campo como en la sala vor se realizan a través de un comité de designación formado por tres miembros: Antonio Jesús López Nieto (exárbitro malagueño internacional), Carlos Velasco Carballo (exárbitro madrileño de Primera División) y Evaristo Puentes Leira (ex-árbitro gallego de Primera División). Un árbitro no puede dirigir un partido en el que participe un equipo de la misma comunidad regional en la que esté colegiado.
Después que en 1925 se legalizara el profesionalismo en el fútbol español, los principales clubes del país gestaron el nacimiento de una liga, inspirándose en el formato inglés. El presidente del Arenas Club de Guecho, José María Acha, fue el impulsor inicial del proyecto. Tras múltiples discrepancias sobre los clubes que debían integrar el campeonato, finalmente se llegó a un acuerdo el 23 de noviembre de 1928, en que se establecía una Primera División formada por diez equipos y una Segunda División con dos grupos (A y B) de diez equipos cada uno (aunque, en la práctica, el grupo B era el equivalente a una tercera categoría).
La Primera División quedó integrada por todos los equipos que hasta la fecha hubiesen disputado alguna final de la Copa del Rey. Eso suponía un total de nueve equipos: seis campeones (Athletic Club, Real Madrid C. F., Real Sociedad de Fútbol, F. C. Barcelona, Real Unión Club y Arenas Club de Guecho) y tres subcampeones (Club Atlético de Madrid, R. C. D. Español y C. E. Europa). La décima plaza vacante la ocupó el Real Racing Club de Santander tras superar unas eliminatorias de acceso en que participaron el Valencia C. F., R. C. Deportivo de La Coruña, R. C. Celta de Vigo, Real Sporting de Gijón, Real Betis Balompié, Sevilla F. C., Iberia S. C. y Real Oviedo.
El 10 de febrero de 1929 se disputó la primera jornada del campeonato de Liga. El primer gol de dicha competición fue marcado por el jugador del R. C. D. Español Pitus Prat contra el Real Unión Club en el minuto 5 de la primera jornada.
Este formato de competición, con pequeñas modificaciones, se mantiene aún vigente. Los cambios más significativos han sido en la cantidad de equipos que componen la competición, así como el número de categorías. La Tercera División fue introducida la temporada 1929-30 y por encima de esta, la temporada 1977-78, se creó la Segunda División B. En la temporada 2021-22 se produjo una nueva reestructuración que instauró la Primera División RFEF como tercer nivel, en sustitución de la Segunda División "B"; la Segunda División RFEF, como cuarto nivel, en sustitución de la Tercera División; y un quinto nivel anterior a las divisiones regionales, la Tercera División RFEF.
La década de los años 1970, se caracterizó por el aperturismo progresivo que experimentó el fútbol español. Tras varios escándalos de corruptelas y falsificaciones para formalizar fichajes de futbolistas extranjeros con la etiqueta de oriundos, se permitió finalmente el fichaje de dos extranjeros por equipo.
En la temporada 1984-85 la Primera y Segunda División pasaron a ser gestionadas por la Liga Nacional de Fútbol Profesional, un organismo independiente de la Real Federación Española de Fútbol, aunque esta siguió controlando el Comité de Competición de la Liga, además de organizar el resto de competiciones nacionales.
En la temporada 1995-96 se introdujo un nuevo sistema de puntuación, en el que la victoria pasó a valer 3 puntos en vez de los 2 tradicionales. La decisión fue tomada por la FIFA en octubre de 1994, alegando que, de ese modo, se producirían menos empates al haber más diferencia de puntos con la victoria.
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