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Tiros desde el punto penal



Los tiros desde el punto penal,[1]tiros desde el punto de penalti, tanda de penaltis o penales, definición por penales, o simplemente penaltis o penales, constituyen un método utilizado según lo contemplado en la regla 10-El resultado de un partido. Se aplica cuando, ante un partido empatado, se requiere un desempate, para definir el paso de un equipo hacia la próxima fase o para decidir al ganador de un torneo o de una instancia definitoria.

El procedimiento es usado en enfrentamientos de eliminación directa para decidir qué equipo se clasifica a una siguiente fase o para decidir al campeón, en el caso de un empate. Según las reglas de cada torneo, un tiempo suplementario puede o no ser jugado una vez terminado el partido original, antes de la tanda de penaltis.

Las competiciones de la Conmebol son un ejemplo en que los tiros desde el punto penal son utilizados inmediatamente después de finalizar el partido, sin prórroga. Además, en la Copa América también se emplean los penaltis como método de desempate en la fase de grupos, en el caso de que los equipos empatados jueguen entre sí el último partido de la misma.[2]

Una definición por penaltis también puede ser pactada antes de un partido si no está contemplado en el reglamento de la competición, como ocurrió en el Torneo Preolímpico Sudamericano Sub-23 de 2000 entre Argentina y Chile.[3]

A finales de la década de 1980, algunas ligas europeas, como las de Hungría, Noruega y Yugoslavia, experimentaron con tandas de penaltis en los partidos empatados, otorgando al ganador un punto más sobre el perdedor. Lo mismo ocurrió en los inicios de la Major League Soccer de Estados Unidos, en el Torneo Plácido Galindo en medio del campeonato nacional de Perú, en el Campeonato colombiano 1998 y en el Campeonato 1988-89 de la Primera División de Argentina. Esta práctica fue pronto abandonada en todas las competiciones.

Las ejecuciones se realizan de manera similar a la de los penaltis ejecutados durante los partidos, según lo especificado en la regla 14, con algunas particularidades.

El procedimiento no es parte del partido, por lo tanto los penaltis marcados en el mismo no se incluyen en el resultado final ni se agrega como gol anotado en la estadística de los jugadores, ya que un penalti marcado no es considerado un gol. Estrictamente, las tandas de penaltis no deciden al ganador de un partido, sino que este se mantiene empatado y el resultado de la tanda se limita a seleccionar al equipo que pasa de ronda o gana un torneo. No obstante, es común decir que un equipo «ha ganado en los penaltis» o «ha ganado por penaltis».

Antiguamente, tras un empate en un partido definitivo, se disputaba otro encuentro al día siguiente o se jugaba una prórroga. En otros casos, los partidos de eliminación directa empatados eran definidos por sorteo, lanzando una moneda, como sucedió en la Eurocopa 1968, cuando Italia accedió a la final a costa de la Unión Soviética. Aunque, más o menos formalmente, en distintos torneos en todo el mundo se ensayó más de una vez este tipo de definición.

Esta forma de desempate se cree que tuvo su origen a comienzos de los años 1950, teniéndose constancia en dicha fecha de los primeros partidos oficiales resueltos de tal modo.[4][5]​ El más antiguo de estos del que se tiene constancia se dio en los dieciseisavos de final de la Copa de Yugoslavia de 1952-53. En ella resultó vencedor de la tanda el Nogometni Klub Kvarner de Rijeka por 4-3.[5][6]​ Más tarde se produjeron en la Copa Italia de 1958-59.[7]​ La primera ocasión de su uso en una competición internacional fue con la Uhrencup de 1962.[8][9]

En España se vieron por primera vez en Cádiz para dilucidar el vencedor del trofeo amistoso veraniego Ramón de Carranza en su edición de 1962.[4]​ Se decidió llevarlo a cabo tras la finalización de los 90 minutos reglamentarios como solución rápida para dar un vencedor en el acto en lugar de esperar un día más para jugar un partido de desempate. El Club de Fútbol Barcelona se impuso al Real Zaragoza tras dieciséis lanzamientos.[10]​ Pese a ello no fue la primera vez que se tenía constancia de tal definición en el territorio español, ya que casi una década antes, en 1955, fue en La Coruña en un encuentro entre el Real Club Deportivo de La Coruña y el Club de Regatas Vasco da Gama brasileño, de gira por Europa, para homenajear a Julián Cuenca. La copa puesta en juego que el mismo homenajeado donó tenía su reglamentación, y el requisito de desempate en caso de terminar igualados a goles al final del tiempo suplementario estaba estipulado que fuera una tanda de penaltis:[4]

En competición oficial en España no se produjeron hasta la Copa del Generalísimo 1970-71 —actual Copa del Rey—.

La FIFA aprobó oficialmente el método el 27 de junio de 1970, previa recomendación de la International Board.[5]

Habitualmente se otorga el mérito de la propuesta de reglamentación del procedimiento al árbitro alemán Karl Wald.[11]​ Cuando lo propuso en 1970, la Federación Bávara de Fútbol intentó que no prosperase la sugerencia, declinando cuando la mayoría de los delegados estuvo a favor de la idea. Luego, la Federación Alemana de Fútbol siguió la propuesta, aceptándola también la UEFA y la FIFA.[11]

Inicialmente, los equipos no se alternaban para patear. Un equipo tiraba cinco veces, seguido del otro. La definición terminaba cuando existiera un obvio ganador. En caso de empate, ambos equipos tenían una segunda ronda de cinco tiros cada uno hasta definir al ganador. Los tiros alternados fueron introducidos en 1976.

La primera definición por tiros desde el punto penal en competición oficial en Inglaterra fue en 1970, entre Hull City y Manchester United durante la semifinal de la Copa Watney (Watney Mann Invitational Cup) que fue ganada por este último. El primer futbolista en ejecutar fue George Best, y el primero en fallar Denis Law.[12][13]​ Ian McKechnie, el guardameta de Hull City, fue el que se lo detuvo, convirtiéndose el primero de la historia en hacerlo. Casualmente, en esa misma definición, se convirtió en el primer guardameta en fallar un tiro, enviando la pelota por encima del travesaño, decretando la eliminación del Hull City.[14]

La primera competición internacional entre naciones definida por este método fue la Eurocopa 1976, entre Checoslovaquia y Alemania Federal. Checoslovaquia ganó 5-3 después de haber empatado la final a dos goles. El tiro decisivo fue convertido por Antonín Panenka picando la pelota.[15]​ Previamente, Uli Hoeneß había enviado la pelota por encima del travesaño.

Las finales de cuatro copas mundiales, entre masculinas y femeninas, se decidieron por tandas de penaltis. Las dos primeras fueron en el mismo estadio: el Rose Bowl, de Pasadena.

La primera definición que ocurrió en una Copa Mundial fue en la de España 1982, en el recordado partido de semifinal entre Alemania Federal y Francia.[16][17]​ Alemania Occidental ganó en los penales 5-4 en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, de Sevilla, después de haber empatado en la prórroga tras ir perdiendo 3-1. Anteriormente, los partidos empatados se volvían a jugar generalmente a los dos días.

El 16 de noviembre de 2005, una plaza en el Mundial fue determinada por penaltis por primera vez. La repesca de la Copa Mundial de Fútbol de 2006 entre Australia y Uruguay finalizó con un 1-1 global, por sendos triunfos de los equipos en sus partidos como local. Después de la prórroga sin goles, Australia ganó la tanda por 4-2.[18]

Al participar en todos los tiros penales, los guardametas son fundamentales para obtener una definición por penales exitosa.

Varios de ellos son conocidos por ganar definiciones atajando y pateando. También están los llamados "ataja-penales", que son los que constantemente evitan goles en las definiciones, siendo claves en el triunfo de su equipo.

Ignacio Palacios-Huerta ha sugerido que la secuencia alternativa otorga una ventaja injusta al primer equipo lanzador. Con evidencias estadísticas se muestra que el equipo que empieza a lanzar gana en un 60 por ciento de las ocasiones, dado que el equipo que lanza en segunda posición tiene más presión.[21]​ Como remedio, propuso usar la secuencia Thue-Morse para determinar el orden de lanzadores.[22]

Para probar de reducir esta ventaja, la IFAB puso a prueba en marzo de 2017 diferentes secuencias en los tiros desde el punto de penal semejantes a los servicios de tiebreak del tenis (primero el equipo A y luego el equipo B):[23]

Las primeras pruebas sobre la nueva secuencia se realizaron en mayo de 2017, en el Campeonato Europeo Femenino Sub-17 de la UEFA 2016-17 y en el Campeonato Europeo Sub-17 de la UEFA 2017, en el que la final que otorgó el título a la selección española frente a Inglaterra, se decidió en la tanda de penales, con este nuevo sistema.[24][25]

Las definiciones son criticadas porque resuelven el partido con solo una mínima parte del juego y que involucra en parte al azar, por lo que varias alternativas han sido propuestas.

Los métodos de gol de oro y gol de plata buscaban disminuir la cantidad de prórrogas que terminaban en tiros desde el punto penal. En el primero, el partido terminaba apenas se anotaba el primer gol en el tiempo suplementario, y estuvo vigente en los mundiales de 1998 y 2002. El primer gol de oro en la historia de los mundiales de fútbol se produjo durante el partido que enfrentaba a la selección anfitriona, Francia, contra la de Paraguay, por la fase de octavos de final del Mundial de 1998. En tanto que en la edición de 2002 se recuerda la eliminación de Italia por parte de Corea del Sur.

El segundo reducía los tiempos de 15 minutos de dos a uno, jugándose el segundo solo si el primero terminaba empatado. La International Board decidió dejar de lado estos métodos en 2004 y regresar al procedimiento de dos tiempos extras de 15 minutos, ya que incentivaban el juego defensivo, pues los equipos preferían mantenerse con vida en el partido a arriesgarse a recibir un gol y perderlo de inmediato.

La North American Soccer League en la década de 1970 y después la Major League Soccer en la de 1990 experimentaron con una variación del procedimiento de la definición.

En lugar de un tiro penal normal, el denominado shootout comenzaba a 35 yardas (32 metros) del arco, teniendo el ejecutante 5 segundos para intentar el tiro haciendo todos los movimientos necesarios para acercarse y tener un buen ángulo de tiro.[26]​ Este procedimiento es similar al usado en el penalti del hockey sobre hielo.

Este formato favorecía a los jugadores habilidosos, ya que podían intentar amagues frente al guardameta, como se utiliza habitualmente en la definiciones uno a uno (o mano a mano). La MLS abandonó el experimento en 2000, siguiendo su tendencia actual a seguir las reglas del fútbol tal como se juega en el resto del mundo.

En los últimos años, numerosas voces presionan por retornar a la era del shootout, incluso fuera de los Estados Unidos. Es el caso por ejemplo de un prestigioso torneo oficial y regular, la Copa Uriel Arce, disputada en La Plata, Argentina.

Una alternativa a los tiros desde el punto penal son las repeticiones de partidos empatados (replays), como ocurre en la FA Cup de Inglaterra. En este torneo, la localía del primer partido se decide por sorteo, y en caso de empate se juega un replay con la localía invertida. No hay repeticiones en las semifinales y la final, que se juegan en el estadio de Wembley como campo neutral.

Propuestas alternativas a los tiros desde el punto penal no han sido aprobadas por la IFAB. Sin embargo, en junio de 2007, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, declaró que no quiere más definiciones por penaltis en la final de la Copa Mundial.[27]

La modalidad Atacante Defensor Guardameta (ADG) fue desarrollada por Timothy Farrell en 2008. Consiste en una serie de 10 competiciones de 30 segundos cada una en donde participan solamente un atacante, un defensor y un guardameta. Al término de las 10 competiciones, el equipo con mayor cantidad de goles gana el partido.[28][29]



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