x
1

Sistema métrico mexica



El Sistema Métrico Mexica es un sistema de unidades mesoamericano basado en diferentes unidades proporcionales entre sí por múltiplos o submúltiplos, este mide distancias, áreas, volúmenes y pesos entre otros. Los Tlacuilos eran los miembros de las naciones mesoamericanas que realizaban estas mediciones y las registraban en códices. Este sistema de medición era utilizado al menos en el territorio del Imperio Azteca. Las medidas de longitud estaban basadas principalmente en las longitudes del cuerpo humano (como en el Sistema anglosajón de unidades), y para la construcción de obras oficiales de ingeniería o religiosas se cree que se tenía una unidad patrón, la cual también pudiera haberse usado como regulador en las transacciones económicas.

.

Los primeros estudios fueron realizados principalmente en la década de los 70's[2]​ de donde surgieron dos líneas de estudio, la primera se basa la equivalencia de las unidades mexicas con las hispanas, tomando al yollotli como unidad e igual a 83.59.[3]​ La segunda línea de investigación utiliza las proporciones entre las unidades mexicas tomando al Tlalcuahuitl como unidad e igual a 2.5 m,[4]​ este último enfoque se basa principalmente en los documentos de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, historiador mexicano durante los primeros años después de la conquista, descendiente del señorío acolhua de Texcoco.

Popularmente se cree que los mesoamericanos no tenían un sistema métrico y que solamente se comerciaba por medio del intercambio de productos (trueque), sin embargo se tenía un sistema muy avanzado e incluso más preciso que los sistemas de medidas europeos del siglo XVI.[5]​ Además del sistema había reguladores los cuales se encargaban de revisar las transacciones de manera que se siguieran las leyes de comercio y que los productos fueran consistentes en pesos y medidas y no fueran falsificados o alterados.[6]

El primer reporte colonial de un sistema de medidas lo hace Hernán Cortes en su segunda carta de relación:

.

Sin embargo los reportes coloniales se censuran y corrigen de manera que se reporte la ignorancia de las naciones mesoamericanas

.

Para intentar ratificar sus afirmaciones, se aclara que en ese acto estaba presente don Tomás de Aquino, nativo del lugar, que se declara que tenía noventa años de edad.[9]​Más muestras de difamación se observan en la obra de Francisco Hernández Antigüedades de la Nueva España, donde se afirma que los mexicanos no tenían pesos ni medidas.[10]​ En 1885 Daniel G. Brigton afirma que México estaba lleno de naciones incivilizadas e ignorantes de pesos, medidas, y formas de calcular distancias[11]

En Occidente aún en 1658 la discrepancia entre el cálculo y el área real era al menos del 25%.[12][13]​ Durante la colonia también se tenían grandes errores en la medida del área, donde durante el siglo XVIII estos variaban entre 42-150%.[14][15]​ Por ejemplo la calidad de las mediciones en el siglo XVIII en México aún era irregular, donde un terreno medido en 1757 fue medido por segunda ocasión en 1872 donde se determinó que la medición original tenía un error del 8.9%.[16]​ La medición de terrenos se mantuvo muy imprecisa en Occidente hasta el final del siglo XIX.

Durante la administración española durante la Colonia, no se utilizó el Sistema Métrico Mexica, sino que intentó implementar el caótico sistema de España.[17]​ En 1536 este desorden fue denunciado por el primer virrey de Nueva España, argumentando que no existía en Tenochtitlan un sistema para medir la tierra.[18]

Las medidas de terrenos se documentan en códices Acolhua-Mexica provenientes del Valle de México: el Códice Vergara,[19]​ los Códices del Marquesado y el Códice Santa María Asunción, Códice Humboldt fragmentos VI y VIII, Fragmento Catastral de la Colección Ramírez y el Códice Xolotl, estos consisten en cientos de ilustraciones de campos para la agricultura, donde se tiene registrado las áreas, los perímetros y también la propiedad edafológica (el tipo de suelo) de dichos campos y también sus atributos agrícolas[20]

Glifos mexicas de propiedades topográficas Figura A "Atoctli" sedimento por agua. Figura B "Tlacotli" terreno costoso. Figura C "Ixpouhqui" terreno marchito. Figura D "Xalteyo" terreno arenoso. Figura E "Tlacemolotlalli" terreno heredado. Figura F "Petlauhtli" terreno descubierto. Figura G "Ocotla" Bosque de Ocotes. Figura H "Zacatl" hierbas. Figura I "Teuhtli" polvo. Códice Asunción (A, C, F, H) Códice Xolotl (B), Códice Humboldt (D, G, I), Códice Vergara (E)

Glifos mexicas de propiedades topográficas Figura A "Tezontli" Tezontle. Figura B "Tepitzactli" Rocas puntiagudas. Figura C "Tezonectli" Rocas esponjosas. Figura D "Atzaqualli" Contención de agua. Figura E "Atoyatl" Río. Figura F "Tezonatoctli" Tezontle arrastrado por agua. Figura G "Tezonpetlatl" Estrato de tezontle. Figura H "Xalpetlatl" Estrato de arena. Códice Asunción

Para medir distancias los mexicas utilizaban un grupo de unidades que guardaban una relación entre sí, entre las cuales las medidas conocidas son el cemmatl (uno mano), cemyollotli (uno corazón), cemomitl (uno hueso), cemacolli (uno brazo), cemmitl (uno flecha). Estos símbolos eran utilizados junto a la anotación de otros símbolos multiplicadores de la cantidad de veces que valía el objeto a medir, los cuales eran una línea vertical que representaba la unidad, un grupo de 5 líneas unidas la primera con la última con una línea horizontal representando 5 unidades, un círculo sólido o un estandarte (pantli) representando 20 unidades. Los perímetros de terrenos eran registrados en milcocollis (códices de perímetros).

Los Tlacuilos registraban también las áreas en los códices tlahuelmantli (códices de áreas) además de las dimensiones y cualidades topográficas, estas eran ilustradas de manera similar a los milcocolli (códices de perímetros), utilizando los mismos glifos pero colocándolos en la esquina superior derecha del plano. Se utilizaban varias unidades, sin embargo la más común para el registro y cálculo de áreas agrícolas era el Tlalcuahuitl cuadrado[22]

Términos aproximados los define Alonso de Molina al hacer traducciones aproximadas: tlaoctacatiloni peso o balanza, o el posible hibridismo español de pexohuía (henchir o rebosar). Sin embargo dichos términos se creen adecuados a la realidad colonial y por lo tanto no representan significados claros prehispánicos.[23]

Un tipo de medición con mucha certidumbre es a la carga del Tameme, donde esta era regulada de manera que fuera moderada y capaz de ser transportada con ligereza.[24]​ Su peso se aproxima con su equivalente español de volumen media fanega o de acuerdo con reportes de Torquemada a 23 kg.[25]​ Hay acepciones en cargas de mantas y de cacao, donde las mantas se medían en 20 unidades y el cacao en tres xiquipilli (24000 granos).[26]​ Las cargas podían tener también múltiplos y submúltiplos, donde Díaz del Castillo menciona que "dos cargas" pueden ser iguales a una "gran carga".[27]

La medida de capacidad de líquidos, arenas, material, etc tiene una gran diversidad en muchas comunidades de México, derivada de muchos patrones o recipientes, los cuales provienen de una larga tradición de transacciones económicas.

Usando los códices Acolhua-Mexica con matemáticas modernas se evaluó la precisión de los valores de área, donde se comprueba la validez matemática de los registros en los códices. Los métodos Acolhua-Mexica de cálculo tenían un error menor al 5% en el 75% de los terrenos medidos, mientras que el 85 % de las mediciones tenían solo un error menor al 10%. En los códices se detectaron cinco algoritmos recurrentes que reproducían exactamente el área en el 78% de los terrenos registrados.

Estos resultados indican que las áreas fueron calculadas y no medidas físicamente. La aritmética Acolhua-Mexica era funcionalmente precisa en su contexto cultural, y precisión fue comparada con métodos actuales[33]​ de medición probando así una gran exactitud de los resultados con un margen de error muy bajo en la mayoría de los terrenos analizados. El margen de error en el 60% de los terrenos estudiados es despreciable (<1%).

Otros métodos de cálculo más avanzados se desconocen aún, ya que solo sobreviven códices referentes a terrenos de bajo valor económico donde el área era para la asignación de impuestos. Se sospecha que métodos más precisos eran usados para las obras de ingeniería mexicas, como los diques, acueductos, templos, etc. Estos métodos desconocidos fueron necesarios para la construcción de elementos estructurales los cuales requerían de un cálculo avanzado de sus capacidades, como columnas, muros, cañerías, escalinatas, plazas, entre otros. Sin embargo mediciones más precisas con unidades más pequeñas se utilizaron para la creación de las esculturas más importantes del centro ceremonial de Tenochtitlan. Estudios realizados sobre el Monolito de Tlaltecuhtli muestran un patrón de diseño el cual sigue estas unidades.

De acuerdo a los estudios que usaron esta regla del topógrafo, la gran cantidad de cuadriláteros con Ac (Área registrada en los códices) y Am (Área calculada) similares indica que los tlacuilos escogieron algoritmos para aproximar el área más grande posible en los límites de un terreno dado. Esta característica indica que para reducir los la carga impositiva los Tlacuilos pudieron intencionalmente producir mediciones imprecisas al sistemáticamente registrar valores menores en sus medidas lineales y áreas. Otros errores sistemáticos fueron encontrados al compararlos con una base 20, ya que ésta era la base del sistema numérico mesoamericano.[37]

Para obtener los valores de los milcocollis (códices de perímetros) se sumaba simplemente los valores de los costados de los terrenos medidos, la unidad que se utilizaba era el tlalcuahuitl (T). En el caso de los tlahuelmantlis (códices de áreas) la lectura es más compleja. Los glifos centrales se multiplican por el valor 20 (ya que las áreas eran registradas comúnmente en unidades de 20) a este resultado se le suma un valor adicional el cual se indica en la parte superior derecha del polígono del terreno; el resultado es el valor del área del terreno en tlalcuahuitl cuadrados (T2). Algunos tlalhuemantlis mostraban dentro de los polígonos del terreno un glifo de maíz, el cual indicaba que el terreno era menor a 400 T2.

Se ha descubierto en la ciudad de Teotihuacán un valor repetido de 0.83 m correspondiendo al yollotli “corazón” mexica. Una barandilla de la Pirámide de Quetzalcóatl mide 1.66 m, donde el arqueólogo Sugiyama demostró que esta medida se aplicaba de manera sistemática y acertada a los demás edificios de la ciudad.[38]

Varios múltiplos del yollotli se usan en el Monolito de Tlaltecuhtli descubierta en el Templo Mayor de Tenochtitlán; esta escultura monumental mide 4.17 m de largo (5 yollotli) o 20 cuartas, y 3.62 m de ancho o 18 cuartas.[39]​ Además los textos recopilados por Bernardino de Sahagún muestran de qué manera las unidades nahuas se usaban en la vida cotidiana tradicional

El palacio de Nezahualcóyotl solamente fue documentado por parte de Alva Ixtlixóchitl y se menciona únicamente sus dimensiones, no existen milcocollis o tlahuelmantlis reportando sus dimensiones, solamente los relatos de Ixtlixóchitl donde expresa sus dimensiones en medidas del sistema métrico mexica, las cuales convertidas en el SI son de 1.031 km de largo, 0.817 km de ancho, con una diagonal de 1.316 km y un perímetro de 3.699 km.[40]​ Solamente una descripción básica del palacio se encuentra en el mapa o Códice Quinatzin.

El palacio de Otzoticpac a diferencia del palacio de Nezahualcóyotl, está completamente documentado con sus dimensiones, forma y distribución. Este utiliza milcocollis o tlahuelmantlis para describir las dimensiones de sus corredores, plazas, y casonas, además de incluir terrenos adjuntos al palacio.

El Templo Mayor en el Recinto Sagrado de Tenochtitlan, también estaba construido de acuerdo al sistema métrico mexica. De acuerdo a los restos arqueológicos que se encuentran en las calles de la Ciudad de México y con la ayuda de reportes diversos después de la conquista se cree que el Templo Mayor media en su séptima y última etapa de construcción 91 m de largo, 100 m de ancho con una diagonal de 135 m con un perímetro de 383 m.[41]

Además del uso tecnológico y estético del sistema métrico mexica, se tenía y tiene un uso ritual de la medición de las medidas corporales, las cuales revelaban características de la persona medida y de su futuro o pasado. Estudios se han realizado en la comunidad de los Idioma tlapaneco, donde los "adivinos", personas que aún conocen en cierta manera los antiguos rituales, realizan medidas adivinatorias con la ayuda de sus manos siguiendo una secuencia de mediciones las cuales interpretan de manera ritual.

El adivino mide su antebrazo izquierdo con la mano derecha. Con los dedos extendidos, coloca su dedo meñique (auricular) al extremo de su codo y su pulgar en medio de su antebrazo. Luego, manteniendo la presión del pulgar, da la vuelta a su mano de modo que el meñique se encuentre en contacto de los dedos de la mano izquierda. Esta técnica se realiza para contestar preguntas con solo sí o no por respuesta. Al final del cálculo, si la extremidad de los dedos de la mano derecha se encuentra en contacto con los dedos de la mano izquierda, la respuesta es afirmativa, en caso contrario es negativa. Se repite rápidamente la operación varias veces para obtener la respuesta a diferentes preguntas.[42]

La operación tiene orígenes míticos, pues el antebrazo simboliza al árbol cósmico el cual permitía el desplazamiento entre los pisos verticales del cielo, la tierra y el inframundo. Los adivinos recitan al hacer bajar y subir su mano a lo largo de su antebrazo (Tochalchiuhecahuaz, tomictlanecahuaz: “es la escala sagrada, la escala del lugar de los muertos”).[42]

Esta práctica adivinatoria, llamada la "medición del hueso" sigue de uso común entre los tlapanecos. Se utiliza para adivinar la causa de enfermedades, encontrar objetos robados y conocer la identidad del animal compañero (o nahual) de los niños. Entre los tlapanecos de Acatepec, el sistema es de tipo binario.[43]​ El adivino sopla entre sus manos. Gira en el sentido opuesto a las manecillas del reloj su mano derecha sobre su mano izquierda. Coloca su meñique sobre su codo y su pulgar en medio de su antebrazo izquierdo. Hace girar su mano derecha alrededor de su pulgar. Si la extremidad del meñique de la mano derecha cae lejos de la extremidad del pulgar de la mano izquierda se tiene una respuesta negativa. Si la extremidad del meñique de la mano derecha cae a la altura de la extremidad del pulgar de la mano izquierda se tiene una respuesta positiva.

.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Sistema métrico mexica (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!