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Software propietario



El software propietario[1]​ o privativo[2]​ es el software del cual no existe una forma libre de acceso a su código fuente, el cual solo se encuentra a disposición de su desarrollador y no se permite su libre modificación, adaptación o incluso lectura por parte de terceros. Para la Fundación para el Software Libre (FSF), este concepto se aplica a cualquier programa informático que no es libre o que solo lo es parcialmente (semilibre), sea porque su uso, redistribución o modificación está prohibida, o sea porque requiere permiso expreso del titular del software o software de aplicación.

La persona física o jurídica (compañía, corporación, fundación, etc.), al poseer los derechos de autor sobre un software, tiene la posibilidad de controlar y restringir los derechos del usuario sobre su programa, lo que en el software no libre implica por lo general que el usuario solo tendrá derecho a ejecutar el software bajo ciertas condiciones, comúnmente fijadas por el proveedor, que signifique la restricción de una o varias de las cuatro libertades.

En los años 1960 los laboratorios Bell proporcionaron el código fuente de su sistema operativo UNIX,[3]​ y tiempo después comenzó a existir lo que se conoce como software de código cerrado. Sin embargo hay que destacar que, al inicio de la era de la informática, era común que agrupaciones científicas estuvieran dispuestas a ceder su código a terceros sin un pago por el mismo ya que tampoco había una política que lo reglamentara y además era un beneficio común conocer los desarrollos ajenos en busca de la estandarización.[4]

Pasado el tiempo es en 1979 cuando el gobierno de los Estados Unidos obliga a IBM a distinguir entre software y hardware que hasta entonces no se distinguían claramente, dando lugar a los primeros intentos de cerrar el código de los programas. Aún en esa época, se encontraba en revistas como Creative Computing y Byte hojas y hojas llenas de código libre.[5]

Visto desde la perspectiva de la traducción, el término "propietario" en español resultaría inadecuado, pues significa que «tiene derecho de propiedad sobre una cosa»,[6]​ por lo que no podría calificarse de "propietario" al software,[cita requerida] porque este no tiene propiedad sobre nada (es decir, no es dueño de nada) y, además, no podría serlo (porque es una cosa y no una persona). Asimismo, la expresión "software propietario" podría ser interpretada como "software sujeto a propiedad" (derechos o titularidad) y su opuesto, el software libre, también tiene un propietario (quien desarrolla el código) y está sujeto al derecho de autor, siendo la diferencia entre ambos el modelo de licencia a aplicar. Otra interpretación es que contrariamente al uso popular del término, se puede afirmar de que "todo software es propietario", por lo que la forma correcta de referirse al software con restricciones de uso, estudio, copia o mejora es la de software privativo, según esta interpretación el término "propietario" podría aplicarse tanto para software libre como software privativo, ya que la diferencia entre uno y otro está en que el dueño del software privativo lo licencia como propiedad privada y el de software libre como propiedad social.[cita requerida] Con la intención de corregir el defecto de la expresión "software propietario" aparece el llamado "software con propietario", sin embargo se argumenta contra del término "con propietario" justamente su similitud con proprietary en inglés, que solo haría referencia a un aspecto del software que no es libre, manteniendo una de las principales críticas a este (de "software sujeto a derechos" o "propiedad"). Adicionalmente, si "propietario" refiere al titular de los derechos de autor (y está claro que no puede referir al usuario, en tanto este es simplemente un cesionario), no resuelve la contradicción: todo el software libre tiene también titulares de derechos de autor.[cita requerida]

Según la opinión de algunos activistas del Movimiento de Software Libre, el término "software propietario" fue introducido por empresas desarrolladoras como campaña publicitaria para desacreditar al software libre en cuanto a la propiedad del mismo haciéndola parecer como difusa y sin ninguna garantía de soporte legal para quien lo adquiría. La expresión software privativo comenzó al ser utilizada por Richard Stallman, desde el año 2003, en sus conferencias sobre software libre, siendo en su opinión más adecuada que "software propietario". Según Stallman, el término "privativo" significa "que causa privación o restricción de derechos o libertades", justamente lo que se pretende describir con él: la privación a los usuarios de sus libertades en relación al software, esto desde el punto de vista de las organizaciones que apoyan las opciones de software libre.[cita requerida] Por las cuestiones políticas implicadas en el término, en especial por la participación de la Free Software Foundation y de su líder y fundador, Richard Stallman, existe controversia acerca de la adopción de esta denominación como la oficial en torno a los desarrollos de software libre y/o de código abierto.

La expresión software no libre (en inglés non-free software) es usado por la FSF para agrupar todo el software que no es libre, es decir, incluye al llamado en inglés semi-free software (software semilibre) y al propietary software.[7]​ Asimismo, es frecuentemente utilizado para referirse al software que no cumple con las Directrices de software libre de Debian, las cuales siguen la misma idea básica de libertad en el software, propugnada por la FSF, y sobre las cuales está basada la definición de código abierto de la Open Source Initiative.

Adicionalmente el software de código cerrado nace como antónimo de software de código abierto y por lo tanto se centra más en el aspecto de ausencia de acceso al código que en los derechos sobre el mismo. Este se refiere solo a la ausencia de una sola libertad por lo que su uso debe enfocarse solo a este tipo de software y aunque siempre signifique que es un software que no es libre, no tiene que ser software de código cerrado.

La expresión software privado es usada por la relación entre los conceptos de tener y ser privado. Este término sería inadecuado debido a que, en una de sus acepciones, la palabra "privado" se entiende como antónimo de "público", es decir, que «no es de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares»,[6]​ provocando que esta categoría se interpretara como no referente al Estado, lo que produciría la exclusión del software no libre generado por el aparato estatal. Además, el "software público" se asocia generalmente con software de dominio público.[cita requerida]

En la filosofía del proyecto GNU se considera "inmoral" la instalación del software privativo.[2]​ Su fundador, Richard Stallman ha indicado en múltiples ocasiones que el software privativo al ser adquirido por un particular genera inmediatamente en él el siguiente dilema ético: si el poseedor del programa lo muestra a un amigo y este se lo pide prestado para copiarlo, o soy un buen cliente y entonces mal amigo -por no compartirlo con él- o soy un buen amigo y entonces mal cliente y en algunos casos perseguido por la ley por el hecho de prestar mi software.[8]

Dadas las características del software de código cerrado un usuario común ignora absolutamente el contenido del mismo y por tanto si existe dentro de las líneas del código alguna amenaza contra su equipo o su información, además el usuario no solo tiene prohibido el intentar eliminar o cambiar esa parte del código sino que puede ser perseguido por la ley por el hecho de intentar conocer si existe tal amenaza en dicho software.

Por otra parte, en una sociedad de la información,[9]​ el software se ha convertido en una herramienta importante de productividad, y una licencia de software privativo constituye un acuerdo o contrato entre dos sujetos jurídicos que voluntariamente acuerdan las condiciones de uso de un programa.



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