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Soricidae



Los sorícidos (Soricidae), conocidos comúnmente como musarañas o musgaños,[1]​ son una familia de mamíferos placentarios del orden Eulipotyphla.[2]​ Son animales de pequeño tamaño que se encuentran en casi todo el mundo. Se caracterizan por sus pequeños ojos y un largo hocico con bigotes muy sensibles.

Por convergencia evolutiva, son parecidos a un ratón pero no son roedores sino que están emparentados con los topos, sin embargo estudios filogenéticos recientes indican que están más estrechamente emparentados con el erizo y por ello los soricomorfos y erizos se clasifican en el orden Eulipotyphla. [3]

Todas las musarañas son comparativamente pequeñas, varias apenas alcanzan el tamaño de un ratón. La especie más grande de este grupo es la musaraña casera (Suncus murinus) de Asia tropical, la cual tiene cerca de 15 cm de largo y un peso cercano a los 100 gramos; por otra parte la musaraña etrusca (Suncus etruscus) la cual tiene entre 3,5 y 5 cm  y 1,8 a 3 g, puede ser el mamífero más pequeño que existe.[4]

Son los mamíferos más activos que existen. Cazan su alimento tanto de día como de noche. Muchas de las especies, en especial las europeas comen su propio peso en insectos diariamente, y pueden llegar a morir si pasan más de cuatro horas sin comer, por eso se alimentan cada 2 o 3 horas y viven en lugares donde el alimento abunda. Su alimento se basa en invertebrados, y a veces pueden aprovechar carroña y pueden llegar a cazar y comer pequeños vertebrados tales como ratones de campo, lagartijas e incluso (siendo casos excepcionales) ratas.

Se defienden de sus depredadores mediante unas glándulas odoríferas que producen un olor desagradable que les hace un plato poco atractivo para animales con buen olfato como perros y mapaches, aunque son depredadas principalmente por las aves que tienen un sentido del olfato débil, como las lechuzas o las aves rapaces. Algunas especies de musaraña tienen saliva venenosa que usan para paralizar presas pequeñas como insectos y lombrices, al igual que los topos.

Aunque las hay semiacuáticas, la mayoría de las 264 especies de musarañas son terrestres. Prefieren los lugares con cierta humedad, así como los terrenos pedregosos con abundante vegetación. Están presentes en bosques de hoja caduca, límites de campos de cultivo y charcas, bordes de caminos, graneros, pastizales con hierba cortada, campos, y desiertos.

Excavan sus madrigueras que tapizan con vegetación y tiene allí sus crías, unas seis por parto, las cuales nacen sin pelo. La gestación tiene una duración de entre 27 y 33 días, normalmente menos de 30. Su vida es breve, de apenas un año, siendo los mamíferos con menor longevidad, aunque en cautiverio puede vivir hasta cuatro años.

En español existe la expresión estar pensando en las musarañas que alude a alguien que está distraído. Las musarañas son animales que emergen de la tierra ocasionalmente y no tienen utilidad conocida para el ser humano, de ahí que antiguamente se considerara que quien estaba en el campo mirando aparecer las musarañas en vez de trabajar la tierra, estaba distraído y perdiendo el tiempo.[5]



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