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Tango queer



Tango Queer es una forma de bailar el tango rioplatense fuera de las normas y códigos heteronormativos. En el Tango Queer se experimenta el intercambio de roles de género. Por lo tanto son frecuentes parejas de baile del mismo sexo. El término queer, proveniente del inglés, designa en este contexto no solamente a la comunidad LGBT, sino también a todas las danzarinas y danzarines heterosexuales que se proponen bailar el tango sin que los roles estén fijos al sexo de quienes lo danzan. De esta manera se desarrolla una comunicación más abierta entre los bailarines.

Se dice que el tango argentino es el sitio por excelencia del machismo y de la heterosexualidad:

En la pareja varón-mujer tradicional los roles de género están sexualmente definidos. El hombre protector conduce a la mujer que baila con los ojos cerrados, 'como dormida'. Se habla de un rol masculino y de un rol femenino: el varón 'baila al piso', camina hacia adelante y practica los movimientos abruptos como 'sacadas', 'paradas', 'arrastres' y da a la mujer todo el apoyo para que ella no pierda su eje. La mujer, por el contrario, baila las figuras más suaves, dibuja 'ochitos' en la pista, luce por sus adornos ('boleos') y camina hacia atrás, en plena confianza.

El tango argentino es el baile de la improvisación, y convencionalmente el hombre es el coreógrafo espontáneo que compone la danza nuevamente en cada paso. El varón lleva a la mujer con una marcación clara, precisa y la mujer se entrega.

En las milongas tradicionales es el hombre que saca a bailar a la mujer, 'cabeceándola'.

La propuesta del Tango Queer es de olvidarse de los códigos heteronormativos y de abrir la posibilidad de elegir libremente el rol que uno desea ocupar, del mismo modo que el sexo de su pareja de baile. Así se forman parejas de baile mujer-hombre, mujer-mujer, varón-varón. En la danza 'queer', a través del intercambio de roles, se exploran los repertorios de los géneros independientemente del sexo biológico.

La movida del Tango Queer no crea solamente un espacio en el tango para parejas gay, lesbiana, transexual o intersexual, sino también abre un espacio de tango liberado que permite explorar distintas formas de comunicación entre quienes lo danzan. El Tango Queer invita igualmente a las parejas heterosexuales a invertir los repertorios de género: las mujeres aprenden la técnica de conducir y los hombres mejoran su sensibilidad bailando la parte convencionalmente 'femenina'. Sofía Cecconi describe esa inversión de roles de género en una pareja heterosexual que veía bailar en una Milonga Queer:

Este juego de intercambio de roles sexuales en el baile incita a las danzarinas y los danzarines a reflexionar sobre el tema sexo (biológico) y género (sociológico).

El tango como danza se creó a finales del siglo XIX entre hombres, y por hombres que bailaban con otros hombres en las calles y en burdeles:

A comienzos de la década de 1910 el tango se conoció en Europa y se puso de moda en París como baile de pareja varón-mujer, pero en un estilo más 'decente', sin 'cortes y quebradas'. Postales históricas[3]​ de los años 1920/1920 muestran igualmente imágenes de mujeres bailando el tango entre ellas. Pero estas postales vienen de los cabaretes de París y tienen un acento masculino y voyeur:

Una vez aceptado por la sociedad francesa, se olvidó la mala fama del tango en Buenos Aires, en Montevideo. Hombres y mujeres podían bailar juntos en milongas públicas, en salones. No obstante la alta sociedad rioplatense rechazó el baile de origen entre parejas del mismo sexo y a partir de ahora el tango se danzaba casi únicamente en parejas de varón-mujer hasta el final del siglo XX.

La recién nacida movida del Tango Queer reanuda esta manera históricamente originaria de bailar el tango entre personas del mismo sexo. Este movimiento nació en Alemania a fines del año 2000. Fueron las bailarinas Marga Nagel y Ute Walter[4]​ quienes realizaron en Hamburgo el Primer Festival Internacional de Tango Queer que se organiza todos los años.[5]

En el año 2006 se utiliza por primera vez el término "tango queer" en Buenos Aires para denominar una práctica devenida luego milonga, organizada por la profesora y bailarina Mariana Docampo. En el año 2007 Mariana Docampo, Roxana Gargano y Augusto Balizano organizan el primer Festival Internacional de Tango Queer de Buenos Aires que sigue funcionando actualmente año tras años (www.festivaltangoqueer.com.ar), con gran repercusión del público de todas partes del mundo. A partir de ese momento comienzan a organizarse festivales en distintas ciudades de Europa y América: Estocolmo, Copenhague, Oslo, Berlín, México DF, San Francisco, Nueva York, y aparecieron clases y talleres de tango queer en todas partes del mundo.[6][7]



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