El terremoto y aluvión de Áncash de 1970, conocido localmente como el terremoto del 70, fue un sismo de magnitud 7.8 MW en la Escala de magnitud de momento sentido en toda la costa y sierra del departamento de Áncash y del norte peruano, seguido de un aluvión que sepultó la ciudad de Santo Domingo de Yungay el domingo 31 de mayo de 1970, a las 3:23 p.m.
Fue el sismo más destructivo de la historia del Perú, no solo por la magnitud sino también por la cantidad de pérdidas humanas que afectó la región ancashina y varias provincias de los departamentos de Huánuco, el norte de Lima y La Libertad, dañando una extensa área de aproximadamente 450 km de longitud y 200 km de ancho de la costa y sierra peruana.
A raíz de esta catástrofe, en 1972 el gobierno del Perú fundó el Instituto Nacional de Defensa Civil, el cual, además de preparar a la población acerca del actuar durante un terremoto, conmemora el 31 de mayo con un simulacro de sismo a nivel nacional.
El terremoto se inició el 31 de mayo de 1970 a las 3:23:32 p.m. Su epicentro fue localizado a 44 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chimbote, en el Océano Pacífico, a una profundidad de 64 kilómetros. Su magnitud fue de 7.9 en la escala sismológica de magnitud de momento, según el Instituto Geofísico del Perú, y alcanzó una intensidad máxima de grado VIII en la escala de Mercalli Modificada entre Chimbote, Casma y el Callejón de Huaylas. Produjo además un violento alud en las ciudades de Yungay y Ranrahirca. Las intensidades evaluadas en varias ciudades fueron:
La zona andina de Ancash y la pintoresca área del Callejón de Huaylas, fue el área más castigada por el terremoto. La ciudad de Huaraz fue destruida en un 97% y perdió más de 10 000 habitantes (el 50% de la población), luego del sismo la zona quedó oscurecida por un manto negro de polvo que permaneció durante días. El resto de ciudades y pueblos del Callejón de Huaylas también fueron destruidos casi por completo, desde Recuay por el sur, hasta Huallanca por el norte. La segunda ciudad en importancia, Yungay terminó sepultada junto a Ranrahirca por un alud, desapareciendo 25.000 moradores. Los aludes y derrumbes obstaculizaron caminos y carreteras y embalsaron partes del Río Santa. El ferrocarril que unía Chimbote con Huallanca desapareció.
La zona andina siguiente al Callejón de Huaylas, conocida como Conchucos, quedó con daño moderado debido a la gran cantidad de energía sísmica que absorbió el macizo de la Cordillera Blanca una barrera natural que divide al Callejón de Huaylas de la sierra oriental de Áncash, aun así, muchas de las construcciones quedaron inhabitables, y decenas de personas murieron mientras se encontraban laborando en áreas agrícolas debido a derrumbes en los cerros contiguos. La zona quedó aislada varios meses del resto del país.
En la zona costera, los efectos del sismo destruyeron grandes sectores de la Carretera Panamericana entre Huarmey y Trujillo (Departamento de La Libertad). Tanto la ciudad y el puerto de Chimbote quedaron con averías incuantificables, en la zonas de San Pedro y Lacramarca todas las construcciones se derrumbaron, al igual que las industrias pesqueras y daño similar a las metalúrgicas, en algunas áreas el suelo se agrietó hasta expulsar chorros de agua de hasta un metro de altura, la ciudad perdió más de 2800 habitantes.
En Casma, una vieja ciudad de adobes, murieron 800 personas, y más hacia el sur, en Huarmey 100. La Provincia de Bolognesi, con 1800 víctimas, refirió cuantiosos derrumbes que incomunicaron a pueblos completos, donde se dan referencias que algunas personas sepultaron a sus parientes sin notificar.
En total, las muertes se calcularon en 80.000 y hubo aproximadamente 20.000 desaparecidos. Los heridos hospitalizados se contabilizaron en 143.331, si bien en lugares como Recuay, Aija, Casma, Huarmey, Carhuaz y Chimbote la destrucción de edificios osciló entre 80% y 90%. La Carretera Panamericana sufrió graves grietas entre Trujillo y Huarmey, lo que dificultó aún más la entrega de ayuda. La central hidroeléctrica del Cañón del Pato quedó también afectada por el embate del río Santa y la línea férrea que comunicaba Chimbote con el valle del Santa y quedó inutilizable en un 60% de su recorrido.
Con esta catástrofe el gobierno peruano creó por Decreto Ley a la Brigada de Defensa Civil Peruana, posteriormente Sistema Nacional de Defensa Civil, con el fin de prevenir y preparar a la población ante sucesos parecidos; .
El fuerte y prolongado sismo de 45 segundos, provocó el desprendimiento del pico norte del nevado Huascarán, produciendo un alud estimado en 40 millones de metros cúbicos de hielo, lodo y rocas que medía 1,5 km de ancho y que avanzó los 18 km a una velocidad promedio de 200 a 500 km/h. La avalancha tardó solo tres minutos en llegar a la ciudad. La población yungaína quedó desorientada debido al eco que producía el aluvión en los cerros de la Cordillera Negra. Cuando el aluvión chocó contra la pared de la quebrada del río Ranrahirca formó un embalse y desvió su curso violentamente unos treinta grados en dirección sur.
La tercera parte de la masa saltó la quebrada (que ya había salvado a Yungay de un aluvión en 1962) sepultando completamente a la segunda ciudad más importante del Callejón de Huaylas, mientras que la corriente mayor arrasó con el pueblo de Ranrahirca, matando en total a más de 20 000 personas.
En Yungay solo se salvaron aproximadamente 300 personas separadas en tres grupos, 92 personas que corrieron hacia el cementerio de la ciudad (una antigua fortaleza preinca elevada), 25 personas en un cerro contiguo a la ciudad y un numeroso grupo de niños que asistieron a un circo itinerante llamado Verolina y que estaba ubicado en el estadio a 700 metros de la plaza mayor.
Las labores de rescate y evacuación que puso en marcha el gobierno central solo procedieron mediante vía aérea luego de dos días de la tragedia debido a la densa nube de polvo que se levantaba a 2700 metros sobre el nivel de la zona de la tragedia, esta nube permaneció una semana ocasionando que los bloques de hielo tardaran dos semanas en descongelarse debido a la poca incidencia del sol. La masa de lodo tardó un mes en secarse y ocasionó que varias personas quedaran atrapadas cuando intentaron cruzarla.
Así es que la provincia de Yungay alcanzó las cifras más altas en cuanto a mortalidad: 25.000 personas. El aporte internacional tuvo gran importancia en el momento de la emergencia, diversas organizaciones mundiales brindaron su apoyo. La magnitud de su cooperación no solo fue en el momento de la emergencia sino también en la rehabilitación de la zona afectada y en el futuro desarrollo de la región. Sin embargo, la destrucción de las vías de comunicación de la zona y la falta de planeamiento le dieron una cuota de ineficiencia. Por ello es que el 28 de marzo de 1972 se crea el Instituto Nacional de Defensa Civil, para que se encargue de coordinar la prevención y la ayuda en caso de posteriores desastres.
A raíz del terremoto de 1970 que asoló varias ciudades del Callejón de Huaylas y que motivó la solidaridad de diversos países, Yungay recibió el nombre de "Capital de la Solidaridad Internacional".
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