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Tocopilla



Tocopilla es una ciudad y comuna del Norte Grande de Chile, ubicada en la Región de Antofagasta. Es la capital de la Provincia de Tocopilla y ocupa una posición equidistante entre dos de las más grandes áreas urbanas del Norte Grande, Iquique y Antofagasta.

La ciudad fue fundada como caleta en 1843 por el ciudadano francés Domingo Latrille Loustauneau, cónsul de su país en Cobija, cuando se realizó una geomensura para la implementación de un camino carril por solicitud de la Sociedad Mineralógica de Tocopilla (Valparaíso, Chile) de Zenón Urbistondo. Paralelamente, se explotaban las guaneras de Punta Paquica, y su bahía servía de puerto de embarque para el guano y el cobre.

En 1870 se realizaron los primeros embarques de salitre del Cantón Toco y, en 1871, fue nombrada "Puerto Menor" por Bolivia.

En 1877, nuevamente el ingeniero Latrille trazó el pueblo por encargo de las autoridades bolivianas asentadas en el puerto de Cobija.

Así, la expansión de la Fundición Duendes, determinó que el día 29 de septiembre de 1843, el Prefecto de Cobija, Don Andrés María Torrico autorizara a una comisión integrada por los señores Mariano Benavides y el propio Latrille, para estudiar la instalación de una red ferroviaria interna que uniese las diferentes dependencias de la Fundición Duendes. (Ver Orígenes industriales de Tocopilla)

Para Bolivia el contrato de 1873 con la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta aún no se encontraba vigente, porque de acuerdo con la constitución boliviana, los contratos sobre recursos naturales debían aprobarse por el congreso.[2]​ En 1878 la Asamblea Nacional Constituyente boliviana, en medio de una crisis económica, se abocó al estudio del acuerdo celebrado por el gobierno en 1873. Decidió ratificar el contrato si se pagaba un impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado de territorio boliviano. Esta decisión que afectaba los intereses de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, finalmente fue considerada por el gobierno chileno como una violación al artículo IV del tratado de 1874. Dicho impuesto de 10 centavos, que afectaba a esta empresa es considerado como el casus belli de la Guerra del Pacífico. Con ello la escuadra chilena ocupó militarmente Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

El 13 de marzo el coronel rioplatense Cornelio Saavedra solicita al presidente Pinto ocupar más allá del paralelo 23. Pinto lo autoriza. Con ello el coronel Sotomayor parte hacia Cobija, Tocopilla y Calama.[3]​ Tanto Cobija como Tocopilla estaban al norte del paralelo 23 y eran definitivamente territorio boliviano que no estaba en disputa.[4]​ El 22 de marzo desembarca en Tocopilla la tripulación del Cochrane al mando de Enrique Simpson.[5]

El monitor peruano Huáscar, en viaje al norte (8 de agosto de 1879), inspecciona los puertos de Cobija y Tocopilla, en busca de transportes o buques mercantes chilenos. En Cobija pasa visita a tres buques mercantes anclados en la bahía y captura cuatro lanchas. El 30 de octubre de 1879, tanto la cañonera chilena Covadonga, como el transporte Angamos, embarcan en Tocopilla al batallón de artillería de marina y tropa de caballería chilenos hasta horas de la noche, con una inusual actividad en el puerto.

Los preparativos bélicos que movilizaron tropas y piezas de artillería sirvieron para enfrentar el Desembarco y combate de Pisagua, el 2 de noviembre de 1879. Hasta ese momento, la ubicación de Tocopilla había jugado un papel muy activo en la guerra. Con el inicio de la campaña de Tarapacá, Tocopilla pierde su valor estratégico para el mando chileno que había mantenido desde un comienzo de la lucha.

El 4 de abril de 1880, el vigía chileno del puerto anunciaba: ¡Vapor del norte!. Una nave se aproximaba en el horizonte cerca a las 9:00am. Una hora después, se apreciaba claramente que era un barco de guerra peruano. Se trataba del Oroya, un transporte de rueda, semejante a las naves Chile y Perú del año 1840, un sobreviviente de la armada peruana.

El Oroya, una vez que capturó al remolcador Duendes, se dirigió al centro de la bahía. En aguas de Tocopilla, se encontraba el pequeño vapor chileno Taltal, armado en la guerra, que antes de la entrada del Oroya a la bahía, encendió los fuegos de sus calderas para evadir su captura. En una ardua batalla el Taltal evade los disparos del Oroya. Los tripulantes del Oroya no abordan al Taltal para evitar encallar como la Independencia, y sale en retirada hacia el sur.

El apogeo del ciclo salitrero significó un fuerte impulso para el crecimiento urbano. En 1890 se construyó un ramal ferroviario hasta Toco, de manera que la exportación de salitre se intensificó. El final del ciclo salitrero dejó como único puerto operativo del mineral a Tocopilla, pues en él se embarcaba el salitre producido en las dos únicas oficinas todavía activas: Pedro de Valdivia y María Elena. Un ferrocarril enlazaba el puerto con dichas oficinas. También el cobre influyó en la ciudad, pues desde 1915 funciona allí la gran termoeléctrica que abastece de energía a Chuquicamata. Esta pasó a ser de propiedad de CODELCO durante la estatización del cobre chileno, y posteriormente se hizo Sociedad Anónima en 1995.

Con la construcción de la central termoeléctrica, la ciudad ha desarrollado en esta última década un importante avance en el ámbito energético de la región, abasteciendo a importantes sectores mineros, industriales y urbanos del norte de Chile.

Tras el Golpe de Estado de 1973, muchos tocopillanos, al igual que muchos otros chilenos, tuvieron que emigrar al extranjero, radicándose especialmente en Suecia, donde existe una numerosa colonia chilena residente, la que en gran proporción es tocopillana, residiendo principalmente en la ciudad de Norrköping.

Desde la década de los años ochenta comenzaron a cerrarse las salitreras que habían quedado después de la caída del salitre en los años treinta, y por la sobrexplotación de los recursos pesqueros de la ciudad, las industrias del rubro tuvieron que cerrar quedando solo una en la actualidad, lo que causó gran desempleo y pobreza provocando el éxodo de la población en más de 10 000 habitantes, los que principalmente emigraron hacia la capital regional Antofagasta.

El miércoles 14 de noviembre de 2007, a las 12:45 (hora local, aproximadamente), un fuerte sismo con epicentro a 35 km al este de Tocopilla, alcanzó una magnitud de MW 7,7 grados, afectando sobre todo a las ciudades de la Región de Antofagasta, sin embargo, este gran sismo fue percibido desde el sur del Perú hasta Valparaíso, por el oeste, hasta Bolivia, norte de Argentina, Paraguay y centro-este del Brasil, con diversas intensidades.[cita requerida]

Tocopilla fue la ciudad más afectada por el terremoto, como consecuencia hubo 2 personas fallecidas, 115 heridos, 2500 casas con derrumbes de diversa consideración, pocos colegios derrumbados y al menos 10 000 damnificados de alguna forma.[6]​ El gobierno dispuso la entrega de recursos, casas provisorias y ayuda inmediata para la atención de la gente y la reconstrucción de las casas. A pesar de aquello, durante los primeros días hubo problemas con la entrega de víveres,[7]​ además de que los pobladores demandaban más recursos para la reconstrucción en general de la ciudad. A fines de octubre de 2013, quedaban dos colegios sin reparar en estado de abandono en Tocopilla.[cita requerida]

La superficie total de la comuna es de 4038,8 km². Según los datos del censo 2017 entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el total de habitantes de Tocopilla es de 31 986 habitantes. La población de Tocopilla presenta un 2,6 % de población rural con 634 habitantes en esta área, tales como caletas pesqueras y asentamientos mineros. Un 97,4 % de población representa la habitación de espacios urbano con 25 186 personas en esta área.

La comuna de Tocopilla se divide en los siguientes distritos.[8]

La comuna de Tocopilla pertenece a la 2.ª circunscripción (II - Antofagasta), que está representada en el Senado por Pedro Araya Guerrero (independiente) y Alejandro Guillier Álvarez (independiente).

El actual alcalde de la Comuna de Tocopilla es don Ljubica Kurtovic Cortés, en tanto que el Concejo Municipal está integrado por los siguiente concejales:[9]

En Tocopilla, el deporte que más éxito ha alcanzado ha sido el béisbol, siendo la ciudad en que se encuentran las referencias más antiguas de este deporte en Chile.[10]​ Las selecciones que representan a la ciudad han ganado más de la mitad de todos los campeonatos nacionales regulados por la Federación de Béisbol de Chile, y varios de ellos en forma consecutiva.[11]

Otros dos deportes destacados en la ciudad son el voleibol, con buenos logros a nivel escolar y federado; también el fútbol, destacando en este último con el Club de Deportes Tocopilla (participante de la Tercera División (2006-2008) y de la Tercera División B (pero haciendo de local en Litueche entre 2014 y 2015)). En estos tres deportes han salido grandes deportistas que destacaron a nivel nacional, e internacional, incluso algunos que han salido a jugar al extranjero, como es el caso de Ascanio Cortés, Alexis Sánchez, Junior Fernandes y Javiera Toro Ibarra. El Club de Deportes Tocopilla es local en el Estadio Municipal Ascanio Cortés Torres.

Su situación en la franja costera permite una mínima actividad agropecuaria, básicamente determinada por la aridez de su clima, pero sobre todo tiene una activa vida en la pesca, asimismo en la minería, emanando de ambas actividades sus principales recursos. Es puerto pesquero, puerto de exportación del salitre de El Toco. Posee industrias metalúrgicas, químicas y de tratamiento del nitrato de Chile, además de generadoras eléctricas. De la misma forma, Tocopilla es una ciudad caracterizada por sus servicios, como también por ser, indirectamente, una ciudad tipo dormitorio, debido a que mayoritariamente los jefes de hogar trabajan fuera de esta ciudad.

En 2018, la cantidad de empresas registradas en Tocopilla fue de 233.[12]​ El Índice de Complejidad Económica (ECI) en el mismo año fue de -0,05, mientras que las actividades económicas con mayor índice de Ventaja Comparativa Revelada (RCA) fueron Sistemas de Juegos de Azar Masivos (365,56), Fabricación de Motores, Generadores y Transformadores Eléctricos (207,9) y Venta al por Mayor de Combustibles Gaseosos (151,96).

Infructuosos han sido los esfuerzos para desarrollar una zona franca industrial, debido a su pésima localización geográfica; Tocopilla está al centro de tres grandes Polos de Desarrollo: Iquique, Antofagasta y Calama, lugares en donde hay una alta Concentración Territorial. Por mucho tiempo existió la ilusión de hacer Barriles un barrio industrial, con el propósito de aglutinar a las empresas adyacentes a la ciudad; principalmente las ubicadas en la Oficina María Elena y Pedro de Valdivia, pero ha sido muy difícil urbanizar dicho lugar debido al desinterés propio de los inversionistas quienes no han accedido a instalarse en sectores alejados de los lugares de abastecimientos de insumos básicos.

Debido al potencial de energía solar presente dentro del territorio comunal, existe en ejecución el «Proyecto Tamaya», que pretende la creación de una planta de generación de energía solar fotovoltaica, con una capacidad de potencia instalada de 120 MW, buscando reemplazar las antiguas centrales termoeléctricas, contribuyendo así a la descontaminación y a la generación de energías renovables en Chile.[13]

Pese a ser una comuna costera, Tocopilla cuenta con una calidad del aire poco óptima para la salud, debido a la contaminación provocada por las centrales termoeléctricas E-CL y Norgener. Esta información es avalada por el Informe de la situación ambiental del año 2003, donde el Codemat (Comité de Defensa del Medio Ambiente de Tocopilla) hizo un leve esbozo sobre el daño ambiental que padece Tocopilla hace bastantes años. Diversos estudios indican que en el puerto existen elevados índices de cáncer y enfermedades cardiacas atribuibles a la contaminación.[14]

Actualmente la comuna es una zona saturada de contaminación[15]​ y cuenta con un Plan de Descontaminación desde fines del 2010.[16]

Las primeras referencias del aeródromo de Barriles datan desde la década del treinta. La necesidad de vincular el puerto de Tocopilla con otras ciudades de Chile era imperante ante el aumento de los flujos de pasajeros en los vapores por la casi inexistencia de caminos entre Antofagasta y por la extensión del camino con Iquique. Caminos largos, arenosos, confusos y peligrosos.

El municipio solicitó al Subsecretario de Aviación la implementación de un aeródromo:

Este deseo luego sería complacido con la implementación del aeródromo de Barriles: en un principio la pista apenas superaba los 1000 metros de largo.

Luego, en 1932, el gobernador Lindorfo Alarcón, en un oficio enviado al Alcalde Juan Daniel Ruíz solicitaba mayor información en cuanto a las características de la habilitación de esta pista de planeo diciendo: “la cancha de aterrizaje para aviones que existe en Barriles fue construida con fondos aportados por la I. Municipalidad, este hecho me hace presumir que existen antecedentes sobre el particular (…) por ello solicitó más información, en cuanto a dimensiones y planos de la misma (…) a petición de la Dirección de la Aeronáutica, agradeceré que sirva decirme si acaso la Municipalidad, estaría dispuesta a prestar alguna ayuda pecuniaria o de otra especia para la instalación y mantenimiento del aeródromo”.

Desde entonces, Barriles comenzaba a tomar presencia como punto alternativo de viaje. Sus orígenes fueron precarios, con muchas dificultades de implementación y dificultades topográficas, tanto por el acceso, consistente en atravesar toda la macroforma que significa la Cordillera de la Costa a través de la Quebrada de Barriles, y las problemáticas propiamente físicas del aeródromo.

Una vez que se instala el primer agente de LAN en Tocopilla, el español José Juan Iñesta, quien además fue dueño de la radio Covadonga, asumió el encargo de mejorar la habilitación de la pista.

Antes de finalizar 1941 se dio término a las obras que se realizaban en los aeródromos de Barriles en Tocopilla y La Chimba en Antofagasta, con lo cual los aviones de la compañía LAN dejaron de maniobrar en el antiguo y malogrado aeródromo de Portezuelo.

A comienzos de 1941, LAN recibe los tres primeros Lockheed Electra A - 10, estas naves iniciaron los primeros servicios a la zona norte el 11 de marzo de 1941, con una alta expectativa de los usuarios y ansiosos pasajeros.

Con la incorporación de los aviones “Electra”, la línea aérea nacional, estuvo en condiciones de atender los siguientes itinerarios a la zona norte: lunes, miércoles y viernes: Ovalle - La Serena - Vallenar - Copiapó - Taltal - Antofagasta - Tocopilla – Iquique; martes y sábados: Vallenar - Taltal – Antofagasta - Tocopilla - IquiqueArica.

Según el piloto Sergio Barriga Kref, la pista de Barriles era tan deplorable que “en Tocopilla en un comienzo no se aterrizaba, pasando los aviones lento y muy bajo sobre la pista, oportunidad en que primero los pilotos lanzaban la valija con la correspondencia para enseguida, con un garfio que llevaban en el avión, coger otra que estaba colgada de unos postes.”

Despuntando la década de 1960, ante el aumento de la demanda, la pista requirió ciertos arreglos, los cuales pasaban netamente por ampliar su longitud de 1200 metros a 1600, siendo preciso un ancho de 30 metros. El alcalde Julio Fernández, quien había tomado la idea de su antecesor Óscar Varela Hidalgo, mencionaba que “la prolongación debe consistir en 414 metros precisos, pavimentados, además de un ancho de 60 metros por ambos lados en la misma prolongación, pero sin pavimento, quedando en un total de 1614 metros cubiertos con asfalto”.

El acta municipal hacía mención que la inspección estaría a cargo del Ministerio de Obras Públicas y que los costos no superarían los E° 84.000. Para dicho propósito, la empresa contratista de Nicolás Acle, contrataría a medio centenar de trabajadores.

En el informe del empresario contratista se mencionaba un severo desnivel en la pista que bordeaba los casi 15 metros, lo cual implicó un gasto no previsto en el presupuesto inicial, el que se manifestó básicamente en el traslado de mayor material de rellenos y su posterior compactación.

El movimiento que generaba Barriles no era menor, la sede de LAN en Tocopilla estaba en calle Bolívar siendo su agente, en la década del 40, Juan Valentín Owen Latrille.

La importancia de este aeródromo, radica en que es allí en donde han aterrizado una serie de políticos con connotación nacional. Siendo la entrada norte de la ciudad en donde la comunidad esperaba a los mismos, para que, generalmente, se iniciara una caravana. Al menos esa fue la tónica en los finales de la década de 1980, cuando en la campaña por el plebiscito del No y el Si, llegaban los dirigentes. En ese mismo tenor, allí llegan todos los candidatos presidenciales. Otro momento crucial, fue al momento del terremoto del 2007, como sabemos Tocopilla quedó totalmente aislado por vía terrestre, y Barriles fue el único puente de vinculación que existió para que así llegasen los primeros socorros.

En Tocopilla se edita el diario La Estrella de Tocopilla, fundado en 1924 como La Prensa, y actualmente publicado de lunes a sábado e impreso en los talleres de la Empresa Periodística El Norte en Antofagasta.



Como parte de las celebraciones de fin de año en la ciudad se celebra el rito de purificación que representa quemar lo malo del año pasado para recibir con esperanzas el nuevo año.

Actualmente, es una gran tradición tocopillana en donde se construyen verdaderas obras de arte para ser incineradas en la medianoche del cambio de año, que es incluso apoyada por el municipio. También se realiza los salnatrones o salitrones.








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