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Tribaldos



Vista de Tribaldos desde la ermita de Santa Ana.

Tribaldos es un municipio español de la provincia de Cuenca, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene una extensión de 21,33 km² y una población de 95 habitantes (INE 2015).

Se desconoce cuál es el origen de la denominación del pueblo de Tribaldos. De hecho, en las Relaciones Topográficas de Felipe II ya se dice “que el nombre de este pueblo cuya Relación hacemos, es Tribaldos, y que así se llama al presente, y no sabemos por qué le fue impuesto este nombre, y no se sabe que haya tenido otro nombre”.

Otras fuentes señalan que su topónimo procede de “tribulus”, nombre latino de la maleza conocida como abrojo, y “se le llamó así en referencia a la vegetación que abundaba por su entorno”[1]

Tribaldos tiene una superficie de 21,3 km², de los cuales 0,15 km² están ocupados por el casco urbano y el resto, es decir, 21,15 km², es terreno rústico.

Tiene una altitud media de 828 metros sobre el nivel del mar, oscilando su territorio entre los 720 metros de la zona por donde transcurre el Río Bedija, y los 888 metros de la zona más alta, correspondiente al paraje conocido como “La Sierra“. Existe un vértice geodésico en el cerro de “La Espartosa”, a una altitud de 848,38 metros,[2]​ y el cerro donde se ubica la ermita de Santa Ana tiene una altitud de 879 metros. En general, las características topográficas de Tribaldos son suaves, con tendencia a la formación de mesas, y con una pendiente media del 1%.

Tribaldos se encuentra dentro de la comarca de la Mancha Alta, y a escasos kilómetros de la zona de confluencia de la provincia de Cuenca con las de Madrid, Toledo y Guadalajara.

Tribaldos se ha considerado tradicionalmente como el principio de La Mancha en esta zona. Ya en las Relaciones Topográficas de Felipe II se hablaba de Tribaldos como “principio de La Mancha”,[3]​ al igual que se apuntaba de los vecinos pueblos de Huelves que era “reino de Toledo, aún no entrando en La Mancha” y de Uclés que era “el último de La Mancha”.

Limita al norte con Huelves, al norte y al este con Uclés, al sur y al oeste con Villarrubio, y al oeste y al norte con Tarancón, coincidiendo en un mismo punto, el vértice norte del término municipal, en el paraje conocido como "Portillo Rubio", los cuatro términos municipales.

El municipio se encuentra ubicado en la cuenca alta del Guadiana. El único río que recorre el término es el Bedija, que nace en Rozalén del Monte y tiene una longitud aproximada de 30 km, desembocando en las cercanías de Horcajo de Santiago en el río Riansares, que a su vez es afluente del Cigüela. La mayor parte de su recorrido por Tribaldos lo realiza como límite municipal con los términos de Uclés y Villarrubio. Siempre ha sido un río de agua continua, aunque no abundante, pero en los últimos años se ha apreciado un considerable descenso en su caudal, al punto que en ocasiones se presenta prácticamente seco. Como curiosidad señalar que parece que la etimología de su nombre derivaría de “wadi yihad”, río de la guerra santa, que algunos asocian a las crónicas de la batalla de Uclés de 1108, en la que, por el descalabro de las tropas de Alfonso VI, el río Bedija tras rodear la fortaleza de Uclés bajaba teñido de sangre.

En el término municipal hay varios pozos (Las Hontanillas, Don Juan, Pozo Blas, las Zorreras, Alconero, Pozo Nuevo, etc.), hoy en desuso debido a que desde hace unos años ya no hay ganado alguno en el municipio. Dentro del casco urbano, es notable que en la zona donde actualmente se ubica el parque municipal en un radio relativamente pequeño hay entre públicos y en casas particulares al menos 8 pozos, de escasa profundidad y que siempre tienen agua.

Respecto al clima, es mediterráneo continental con veranos calurosos e inviernos moderadamente fríos, con temperatura media de 12,9º, mínima media del mes más frío de –0,6ºC y media de máximas del mes más cálido de 32,1ºC, y unas precipitaciones medias anuales de 474 mm.[4][5]​ En los meses más fríos pueden producirse temperaturas inferiores a los 5º bajo cero, y en el período cálido –que dura aproximadamente dos meses y medio- superar con facilidad los 35º. Igualmente, no es frecuente pero tampoco anómalo que se produzca alguna helada entrado ya el mes de mayo, con gran riesgo para los cultivos. En general, el clima de Tribaldos se caracteriza por la irregularidad térmica y, sobre todo, pluviométrica.

Tribaldos tiene algunas zonas con cultivos arbóreos –básicamente, olivar y algunas repoblaciones de pinos y encinas-, pero es un pueblo fundamentalmente agrícola, ocupando la mayoría de su superficie los terrenos de cultivo, siendo las formaciones vegetales naturales muy escasas y habiendo además sufrido una considerable merma fundamentalmente tras el proceso de concentración parcelaria realizado a principios de los años ochenta del siglo pasado, no solo en las veredas de los caminos, sino también en distintas arboledas que anteriormente existían en diferentes parajes del término municipal, así como a la falta de cuidados que se les han prestado.

La mayor parte del municipio corresponde a terrenos de labor destinados a cultivo de cereal y girasol, y en menor medida a olivar. Existen algunos huertos y melonares, pero son testimoniales y en todo caso para autoconsumo.

Entre la vegetación espontánea, se encuentran las aromáticas y herbáceas propias de estas zonas, tales como espliego, tomillo, aliaga, cardillo, avena loca, etc. Hay algunos ejemplares importantes, aunque aislados, de encina, almendros dispersos de poco porte, y algunas higueras y nogales. Antes existían bastantes olmos, pero hoy la mayoría han desaparecido víctimas de la grafiosis. También se encuentran algunos chopos.

Se han realizado reforestaciones en los parajes de La Aliagosa, Cañuelo o Chozo de D. Jorge, Pozo Don Juan, o en el entorno de la ermita de Santa Ana, normalmente con pino carrasco, aunque en las dos primeras también con encinas.

En 2012 se firmó un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Tribaldos, la Diputación Provincial de Cuenca y la Confederación Hidrográfica del Guadiana para la "Recuperación de espacios naturales en el Término Municipal de Tribaldos", que supondrá que se plantarán casi 1.500 árboles de diversas especies (almendros, moreras, pinos, encinas, carrascas y enebros), habiéndose iniciado los trabajos a finales de 2015.

Al carecer Tribaldos de bosques o vegetación de ribera, su fauna es la propia de cultivos extensivos de cereal, destacando los conejos –que lamentablemente están deviniendo en una auténtica plaga-, o las perdices. No obstante, en determinadas épocas del año no es raro observar avutardas, grullas, zorros, o incluso jabalíes.

Tribaldos no aparece mencionado en ningún documento conocido hasta las Relaciones de Felipe II.[6]​ Sin embargo, al momento de la elaboración de estas Relaciones debía existir desde tiempo atrás, dado que se indicaba que Tribaldos solía ser una aldea de la vecina Villa de Uclés, pero Tribaldos hace su propia relación, por lo que ya no era dependiente de aquel.

Algunos hechos históricos previos se desarrollaron, al menos en parte, en lo que ahora es el término municipal de Tribaldos. La batalla de Uclés, el 30 de mayo de 1108, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Alí ibn Yusuf, se desarrolló en el campo que, al este de Tribaldos, separa a este municipio del de Uclés. Las tropas cristianas, comandadas por Álvar Fáñez y por Sancho, único hijo varón y heredero de Alfonso VI, situaron su campamento en Tribaldos o en las cercanías de Sicuendes, un poblado -hoy desaparecido- del término de Tribaldos “situado a media legua al oeste”[7]​ de éste. Sicuendes debe su nombre a ser el lugar donde míticamente murieron, alcanzados por la caballería almorávide, siete de los condes que acompañaban al infante don Sancho, que también pereció en la batalla o en días posteriores.

En la Relación de Tribaldos se señala que a la Iglesia del pueblo, Santo Domingo de Silos, “está anexo un despoblado que se llama Sicuendes, que rentará cada año cien ducados”, y “hemos oído decir a los antiguos que en la iglesia del dicho anexo hay enterrados siete condes que murieron allí en una refriega que tuvieron los cristianos con los moros, y así antiguamente se llamaba Siete Condes y está corrupto el vocablo, llamándolo ahora Sicuendes”. Igualmente, en la Relación de Uclés se indica que “Hacia poniente, camino de Sicuendes hay una cruz de piedra con la imagen de Jesucristo y de Nuestra Señora por la otra parte, en el cual sitio dicen, y es ansi, según se colige de escripturas antiguas, que en el murió el infante Don Sancho, hijo de Don Alfonso el Sexto, el cual estando en Toledo viejo envió a su hijo el infante D. Sancho con alguna gente a tomar Uclés y a su castillo trayendo su ayo Don Pedro de Cabra, y peleando con los moros cayó el infante y su ayo por defendello o se puso sobre él y a entrambos los mataron y fueron muertos donde al presente está la cruz.”[8]

En las Relaciones de Felipe II,[9][10]​ la correspondiente a Tribaldos fue elaborada el 1 de diciembre de 1575 por los vecinos de la localidad Lucas García y Julián García Orea. Lo más destacado de su contenido es, además de lo ya indicado respecto al nombre del pueblo y su anexo Sicuendes, que se indica que “el lugar no es muy antiguo, porque los edificios son nuevos y no tiene edificios antiguos, y es un lugar pequeño y no se alcanza a saber quién fue el fundador y si fue ganado de los moros”, que “era del rey y caía en tierra del maestrazgo de Santiago”, que los pleitos se llevaban en apelación a la “Chancillería de Granada, distante 56 leguas”, y que el pueblo está en el obispado de Cuenca y arciprestazgo de Uclés.

La relación también nos aporta información sobre su clima, producciones o sus características físicas. Así se indica que el “sitio del pueblo está llano”, que es “tierra templada, rasa y llana, con poca leña y poca caza”, que “se cogen pocos cereales y poco vino y también son pocos los ganados”, que las casas están hechas “de tapiería de tierra, yeso y piedra”, que “tiene unos 150 vecinos”, que su “Iglesia está dedicada a Santo Domingo de Silos y una ermita a Santa Ana”, y que “el hospital carece de rentas”.

Otro hecho destacable tuvo lugar durante la guerra de sucesión, concretamente el 11 o 12 de septiembre de 1706, y tenemos noticia de él a través de los libros parroquiales de Tribaldos. Al final del Libro de Bautismos n.º 2 de la parroquia de Tribaldos,[11]​ se encuentra un documento que da cuenta de los autos que debieron llevarse a cabo como consecuencia de que los libros de “Baptizados Cassados y fundaziones” fueron destrozados por “las tropas enemigas en el año pasado de settezientos y seis”.

Con tal motivo, fueron llamados varios testigos: el Licenciado D. Miguel de Torres Cano, cura “de la Parrochial de la Villa de Tribaldos”, Diego de Escamilla, Sacristán, y los vecinos Andrés de Morillas, Clemente Morillas y Juan Fernández Gálvez.

Estos testigos declararon que:

Todo este episodio tuvo lugar en la segunda fase de la guerra de sucesión, y probablemente en el marco de la marcha del Archiduque Carlos en el mes de agosto de 1706 desde Madrid, donde había entrado por primera vez el 27 de junio, hacia Valencia.

Posteriormente, el 13 de enero de 1809 se produjo, en el marco de la Guerra de la independencia, la batalla de Uclés entre las tropas napoleónicas y parte del ejército del centro español, que fue derrotado.

El escenario principal de la batalla fue el terreno situado al este de Tribaldos entre este municipio y el de Uclés. Según relata el Conde de Toreno,[12]​ el general Villegas, al mando de las tropas españolas, sitúa al grueso del ejército en Uclés, dejando un puesto avanzado en Tribaldos, compuesto de unos 700 efectivos de caballería e infantería, al mando de Veremundo Ramírez de Arellano. En la tarde y noche del 12 de enero ya hubo algún tiroteo, pero fue a las siete de la mañana del día siguiente cuando el general Villatte, al frente de dos cuerpos de caballería y dos cañones, acometió contra las tropas apostadas en Tribaldos, obligándolas a replegarse hacia Uclés, y avanzando Villatte sin oposición por el llano que separa ambos municipios.

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales elaboró, con motivo del 200 aniversario de la Guerra de la Independencia, diversos videos divulgativos, entre los que se encuentra uno correspondiente al desarrollo de la batalla de Uclés.[13]

Igualmente, en la Biblioteca Virtual de Patrimonio Bibliográfico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte[14][15]​ puede accederse a una lámina del “Atlas de la Guerra de la Independencia” donde puede observarse la disposición de las tropas de los ejércitos franceses y españoles en Tribaldos y Uclés.

La Tercera Guerra Carlista también afectó a Tribaldos, como relata la “Narración militar de la guerra carlista de 1869 a 1876”,[16]​ publicada por el Cuerpo del Estado Mayor del Ejército en 1883. En ella se da cuenta de las operaciones del Brigadier carlista José Santés y Murgi en febrero de 1874 por la provincia de Cuenca. Santés, que llevaba varias semanas por la zona, conociendo que el Gobierno había enviado desde Madrid por ferrocarril dos brigadas contra él, se retiró hacia el norte, “destacando durante la marcha partidas a derecha e izquierda para abarcar mayor número de pueblos, en los cuales exigió fuertes sumas e hizo rehenes”. Tras cortar la línea telegráfica en más de 30 km cerca de Cuenca dejando así aislada a la capital, “merced a una marcha rápida se acercó el día 15 a Tarancón, Tribaldos, Villarrubio y poblaciones comarcanas”.

El brigadier Gobernador militar de Cuenca, D. Francisco Garbayo, informaba al Ministro de la Guerra el día 20 de febrero sobre la situación de la provincia tras el paso de Santés, diciendo que “las partidas separadas del grueso de la facción invaden grandes zonas a derecha e izquierda de su marcha principal, corriéndose por los pueblos, a los que causan enormes exacciones”, dejando a los habitantes atemorizados “con las calamidades que arrastran tras sí las facciones”. Y continúa señalando que “la expedición de Santés por los partidos de Cañete, Motilla del Palancar, San Clemente, Belmonte, Tarancón y Huete ha sido devastadora para el país, que ha sufrido perjuicios de muchísima consideración en todos conceptos, y le ha servido para hacer prosélitos y apoderarse de fondos, armas y caballos.”

Tras éstos momentos, comienza el período de mayor expansión demográfica de Tribaldos, período que se prolongará hasta la guerra civil de 1936-1939. Así, aunque su población nunca ha sido alta (alcanza su máximo en 1900, con 779 habitantes), en términos relativos en poco más de 50 años, del censo de 1842 al de 1900, crece un 48,98%. Igualmente, pasa de ser un pueblo sin ningún tipo de dotación y con una economía exclusivamente agrícola a contar con Farmacia, abierta por el licenciado en farmacia Jorge Morillas García[17]​ en 1879, médico residente, maestro, etc., y a contar con algunas industrias, talleres, etc.

Así, a finales del siglo XIX se establece por la familia Morillas una fábrica de quesos, cuyos productos ganarán medalla en la exposición Hispano-Francesa celebrada de mayo a diciembre de 1908 en Zaragoza.

En 1912 se inaugura la “Fábrica de aceites San José”, también de la familia Morillas, que permanecerá operativa hasta 1957. Con motivo de la inauguración de esta fábrica, y por sus necesidades productivas, se realiza una conducción de agua desde la tubería que abastece al municipio de Tarancón, que pasa aproximadamente a 1 km por el paraje denominado la sierra, al noreste del pueblo. Ello permite también dotar al pueblo de la primera fuente pública de agua corriente, dado que hasta entonces el abastecimiento de agua era exclusivamente de pozos. La fuente aún se conserva en su emplazamiento original, situada a escasos metros del actual parque municipal, y en el frontispicio de la construcción que la contiene, recientemente restaurada, figura el año de su inauguración. Posteriormente también se ponen en funcionamiento otras dos almazaras, de las familias Bressend y Ballesteros. A ello se unieron bodegas, fábricas de yeso, dos canteras, taller de forja, carpintería y taller de construcción de carros y galeras. También, aproximadamente en los años veinte del siglo pasado, se dota al municipio de luz eléctrica y de telégrafo, llegando el teléfono ya en la posguerra.

Sin embargo, mantendrá su carencia de algunas dotaciones básicas hasta casi finales del siglo XX, pues hasta 1979 el pueblo carecía de alcantarillado, y es también en esas fechas cuando se construye la red de distribución de agua corriente a todas las viviendas, siendo ya en los primeros ochenta del siglo XX cuando se pavimentan las calles.

La guerra civil supondrá la finalización de este período de crecimiento demográfico y económico. Durante toda la guerra de 1936-1939 Tribaldos permaneció dentro del territorio controlado por la República, y en el municipio no tuvo lugar ninguna acción bélica, pese a su relativa cercanía a algunos de los frentes. No obstante, en los primeros meses de la guerra fueron fusilados un número aproximado de 12 personas, siendo destacable que de varias familias fueron varios miembros, así como también al finalizar la guerra, siendo un vecino de Tribaldos el último ejecutado en el cercano Monasterio de Uclés, que había sido convertido en cárcel tras la guerra, en junio de 1942.

La fractura social derivada de estos acontecimientos, así como la desaparición de buena parte del empresariado, pequeños propietarios y trabajadores, unidos a las condiciones económicas y sociales de la posguerra, supuso el inicio del declive de Tribaldos, que se agudizó en la década de los sesenta y setenta del siglo pasado con una masiva emigración hacia, fundamentalmente, Madrid, y también Barcelona y Valencia, para convertirse actualmente en uno de tantos pueblos en los que la actividad económica se reduce a unas pocas explotaciones agrícolas, con difícil relevo generacional, la población no llega al centenar de habitantes, de los cuales casi la mitad tienen más de 65 años, y su viabilidad futura ofrece una negativa perspectiva, más allá de constituirse en segunda residencia de descendientes de los emigrados en su día.

Tribaldos tiene una población de 95 habitantes, según las cifras oficiales de población a 1 de enero de 2015[18]​ publicadas por el INE.

Según estas cifras, y en función de su extensión, tiene una densidad de 4,45 habitantes/km². Para hacerse una idea de lo baja de la cifra que presenta Tribaldos, debe tenerse en cuenta que la densidad de población de la provincia de Cuenca –una de las más extensas y, a la vez, menos pobladas, de España- es de 11,89 hab/ km²; la de Castilla-La Mancha –de nuevo, una de las más extensas de España- de 25,96 hab/ km²; y la media nacional asciende a 92,02 hab/ km².

En cuanto a la composición actual de la población, llama la atención el equilibrio entre el número de hombres (48) y el de mujeres (47). También destaca la elevada población mayor de 65 años, que supone el 45,83% del total de habitantes. Por el contrario, los menores de 18 años apenas suponen un 7% de la población total.


Año

Hombres

Mujeres

Tot población

de hecho

Tot población

de derecho

Hogares

1842

-

-

523

134

1857

-

-

567

-

168

1860

-

-

570

-

163

1877

-

-

673

687

201

1887

-

-

705

708

206

1897

-

-

771

771

204

1900

-

-

776

779

221

1910

-

-

769

764

216

1920

-

-

720

734

199

1930

-

-

704

701

211

1940

-

-

631

657

201

1950

-

-

612

617

178

1960

-

-

547

577

183

1970

-

-

354

363

117

1981

-

-

225

231

79

1991

79

80

159

159

60

2001

60

74

134

131

61

2011

54

70

124

121

61

2012

51

64

115

-

-

2013

52

58

110

-

-

2014

49

47

96

-

-

2015

48

47

95

-

-


Ambos

sexos

Hombres

Mujeres

Total

96

49

47



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