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Vallada



Localización en la comarca de La Costera

Vallada es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Perteneciente a la provincia de Valencia y a la comarca de La Costera.

El relieve lo configuran fundamentalmente el río Cáñoles y su valle abierto en dirección SO-NE, siguiendo la dirección marcada por la Serra Grossa, que flanquea el valle por la parte meridional con orientación prebética y la Serra de Enguera, situada en la parte septentrional, último eslabón del poderoso Macizo Cretácico del Caroche.

El clima es entre mediterráneo y continental, con temperaturas medias que oscilan entre los 8º del mes de enero y los 24º del mes de agosto, y con una media de precipitaciones anuales de aproximadamente 439 mm³.

Desde Valencia, se accede a esta localidad a través de la A-7. También cuenta con estación de ferrocarril de la línea C-2 de Cercanías Valencia. (RENFE).

El término municipal de Vallada limita con las siguientes localidades: Ayelo de Malferit, Enguera, Mogente, Montesa y Onteniente, todas ellas de la provincia de Valencia.

Son varios los materiales que se conservan desde el Paleolítico hasta la época medieval. Será en época romana cuando encontramos un posible origen urbano de la población, con el descubrimiento en 1987 de restos constructivos, cerámicos y líneas de muros, que indicaban la existencia de un asentamiento de este periodo en la misma población. Una "villa" de cierta entidad, con una amplia cronología, situada en una zona profundamente romanizada como es el valle del río Cañoles, por el que discurría la "Vía Augusta".

Poco se conoce de la Vallada musulmana, salvo la pervivencia de algunos topónimos en el término municipal, el trazado de alguna de sus calles que paulatinamente iría desapareciendo tras la conquista cristiana, y los materiales cerámicos conservados en el Museo Municipal. En el año 1244, merced a la capitulación suscrita entre el rey Jaime I y el alcaide andalusí de Játiva, y en virtud de este pacto, el alcaide musulmán cedía al rey conquistador el castillo menor de Játiva y adquiría el compromiso de entregar la fortaleza mayor pasados dos años. A cambio de ello recibía los castillos de Montesa y Vallada.

En opinión de los especialistas, la base etimológica del topónimo habría que buscarla en el latín, y sería precisamente en la fase lingüística mozárabe cuando Vallada tomaría su nombre.

El 16 de octubre de 1289, Bernat de Bellvís, en representación del rey Alfonso III de Aragón, otorgaba escritura de población a 120 familias de cristianos viejos con la finalidad de repoblar Montesa y Vallada.

En 1319, el rey Jaime II otorgaba escritura de donación a la recién creada Orden y Caballería de Nuestra Señora de Montesa del castillo y villa de Montesa, así como del lugar de Vallada. Unos años después, y tras la solicitud de Arnau de Soler, segundo maestre de la Orden, el rey autorizaba el paso del Camino Real por el interior de la población, con todos los beneficios que supondría este hecho, tanto al lugar de Vallada, como a las rentas de la Orden. También quedarían incluidas en esta donación las alquerías de Gaixna y Gaixneta, que mantendrían su población, la primera hasta principios del siglo XVI, y la segunda, al parecer, hasta la segunda mitad del siglo XV; pasando después a ser partidas del término de Vallada.

El 14 de septiembre de 1547, Fray Pedro Luís Galcerán de Borja, Maestre de la Orden de Montesa otorgaba jurisdicción propia a los vecinos de Vallada. A partir de este momento el lugar de Vallada quedaría erigido en villa, siéndole designado término jurisdiccional propio el 17 de enero de 1548. En 1609, según el Censo de Caracena, la villa tenía 200 casas.

La Guerra de Sucesión, y sus consecuencias se notarían en Vallada de modo especial. El hecho de ser población asentada en el Camino Real, y muy cercana a la frontera castellana, suponía un continuo trasiego de las tropas de ambos ejércitos por su interior, razón por la cual sufría más directamente los efectos de la contienda. De hecho la villa de Vallada quedaría empobrecida tras la guerra, a cambio de los continuos desembolsos de dinero y alimentos para el sostenimiento de las tropas que continuamente transitaban por ella.

A mediados de centuria, sufría los efectos del terremoto que desde el 23 de marzo de 1748 habían afectado a buena parte del territorio valenciano.

A finales del siglo XVIII se había producido un importante crecimiento demográfico, que iría unido a un no menos notable crecimiento del casco urbano de Vallada.

Los daños ocasionados por las catástrofes naturales que padecería Vallada y su término en la segunda mitad del siglo XIX, y las reformas y mejoras en el interior del casco urbano resumirían un siglo en el que la tendencia alcista de la población se concretaría en los 2.791 habitantes con que contaría Vallada en el último año del siglo.

La principal actividad económica es la industria de muebles de ratán, bambú, pino, médula. Con una amplia oferta de todo tipo de mobiliario para interior y exteriores, con diseño y con alternativas para completar la decoración y amueblado de cualquier vivienda.

Otras zonas de interés natural situadas en el término son:

Cabe señalar los platos típicos de esta comarca valenciana, de los cuales destacan como más peculiares el "arroz al horno", el "arroz en tanda", el "puchero", el "arroz caldoso con judías y nabos", la paella, los "gazpachos".

En el apartado de la repostería existe una variedad de dulces. Destacan "los rosegones", "rosquillas de flora", "monjovena", "coca en llanda", "galletas", etc.



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