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Valle de Llodio



Extensión del municipio en la provincia

Llodio[1]​ (en euskera Laudio y oficialmente Laudio/Llodio) es un municipio español perteneciente a la provincia de Álava, en la comunidad autónoma del País Vasco. Se trata de un importante centro industrial en la comarca y el segundo municipio más poblado de la provincia tras la capital provincial, Vitoria, con 18 300 habitantes en 2015.[2]

El municipio de Llodio, que tiene una superficie de 37,45 km² y una altitud de unos 130 metros sobre el nivel del mar, está situado al noroeste de Álava, en el límite con la provincia de Vizcaya. Se encuentra enmarcado en el Valle de Ayala y cuenta con una población cercana a los 20 000 habitantes, lo que le convierte en la segunda localidad en importancia de Álava en número de habitantes, por detrás de Vitoria, la capital. Es la población principal de la comarca, tanto en habitantes como en nivel de actividad industrial y comercial.

Llodio cuenta con seis barrios principales:

Además de los citados, también hay varios barrios rurales:

El municipio limita con los municipios alaveses de Oquendo y Ayala, y con los vizcaínos de Arrancudiaga y Orozco.

El Nervión es el eje fundamental de la actividad del municipio, ya que es el río principal de la localidad. El Nervión realiza un recorrido de 7 km para atravesar el municipio y en su transcurso recibe la aportación de agua de los numerosos arroyos con que cuenta Llodio: San Juan, Aldaikorreka, Oleta, Larra, Zabala y Olarte, entre otros.

El pueblo está situado en un valle; es decir, está totalmente rodeado de montes. Destacan Kamaraka (782m) y Goikogane (698m), los dos muy cerca de Ganekogorta (997m). Además, también son reseñables Pagolar (718 m), Mostatxa (667 m), Elorritxugana (721 m), Zenagortagane (700 m) o Lujamendi (470 m).

Llodio se encuentra en una zona climática oceánica, templada y húmeda. Tiene un índice de precipitación de 1078 mm al año. Estas están bien distribuidas durante todo el año, siendo los meses de verano y exactamente julio (43 mm) cuando menos precipitación se recoge e invierno y primavera las estaciones más lluviosas.

Cabe destacar que al encontrarse en un valle en el interior las temperaturas suelen ser diferentes a las de la costa. Es decir, en invierno es probable ver nieve y que las temperaturas sean más frías, pudiendo rozar usualmente valores negativos. En verano, en cambio, la sensación de calor es mayor, dando lugar a menudo a temperaturas más altas que en la costa, y registrándose en la localidad las máximas del País Vasco.

Los orígenes históricos de Llodio no están muy claros. El vestigio más antiguo de la localidad es el puente medieval de Vitorica sobre el río Nervión, del que queda un arco. Este puente habría sido parte de la calzada que unía la Llanada Alavesa con el puerto romano de Flaviobriga. Fue reconstruido en la Edad Media y casi cambiado en su totalidad. Parte de su estructura fue dañada durante las terribles inundaciones de 1983.

Los restos arqueológicos (hipocresacum) que demuestran una presencia romana se ven reforzados por las teorías de los lingüistas que creen que el nombre del valle es una evolución del nombre latino Claudius o Claudianus, que habría evolucionado con el paso de los años dando lugar a los dos nombres de la población: el vasco, Laudio, que es más parecido al original latino; y el romance, que es una forma más evolucionada y menos reconocible del mismo. Aunque también se ha considerado el hecho de que el nombre puede provenir de Falvio o Flavius, ambos extremos sin confirmar.

En 1943 la Diputación foral elige mayoritariamente a su alcalde José María Urquijo Gardeazábal para el cargo de procurador en Cortes en la I Legislatura de las Cortes Españolas (1943-1946), representando a los municipios de esta provincia.[3]

Desde los años 1940 y hasta la crisis industrial de los años 80, las grandes industrias del vidrio y el acero, y, al amparo de estas, otras muchas industrias y comercios, impulsaron el crecimiento económico y demográfico de Llodio. Tras la grave crisis de los 80, las nuevas zonas industriales han permitido el nacimiento de empresas productoras y de servicios.

El municipio tiene numerosos elementos patrimoniales y lugares de interés:

La iglesia de San Pedro de Lamuza fue construida en el siglo XVI sobre un antiguo templo del siglo XI. El edificio fue reconstruido posteriormente, y las obras se prolongaron hasta el siglo XVIII. Destaca su torre campanario y las imágenes escultóricas de su interior. Está ubicada en la Herriko Plaza, la plaza del ayuntamiento, en el centro del pueblo.

El Santuario de Santa María del Yermo se localiza a unos 500 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la ladera del monte Kamaraka, en un promontorio rocoso llamado Torrontegieta. Popularmente se le conoce como “Santa Lucia”, por la devoción a la santa titular de una ermita anexa al santuario.

El templo es una edificación del S. XV en estilo gótico (estilo artístico siglos XII-XV) vascongado avanzado. Destaca su pórtico y las tallas y pinturas de su retablo. La torre campanario recuerda a los campaniles italianos.

La Herriko Plaza ha sido históricamente el centro neurálgico de la localidad, ya que en la plaza se concentraba toda la vida del pueblo. Junto a la iglesia de San Pedro de Lamuza, se construyó un edificio anexo, que sirvió como casa consistorial hasta el año 2001. Fue el 3 de marzo de dicho año cuando se inauguró el nuevo ayuntamiento, que es el centro de servicios del consistorio.

La casa-torre de Ugarte, situada en el barrio del mismo nombre, es la única casa-torre que queda en pie hoy en día, de la decena que llegaron a levantarse en Llodio. Fue erigida en el siglo XV y consta de dos cuerpos adosados, siendo uno de ellos el conocido como “el palacio”. La torre es de planta cuadrada, consta de cuatro plantas y mide más de doce metros.

Fue construido en la segunda mitad del siglo XVIII, sobre los restos de una casa-torre destruida por un incendio en 1779. Mandado construir por Pedro Antonio de Ugarte, destaca en el su fachada principal de sillería, de estilo barroco y con soportal de dos arcos de medio punto. En la fachada se puede apreciar el escudo de la familia de los Ugarte. Es declarado bien cultural por el Gobierno Vasco en el año 2005.

Este caserío está ubicado en Goikoplaza y data del año 1575. La construcción pertenece al grupo de caseríos con fachada plana sin portalón, con postes enterizos, doble vivienda, un corto desarrollo en altura y caballete perpendicular a la fachada principal desarrollando un moderado vuelo sostenido por jabalcones. En el año 2011 el caserío Etxebarri fue designado como Bien Cultural, con la categoría de monumento, en el Inventario General del Patrimonio Cultural Vasco.

El puente de Anuntzibai fue mandado construir por el marqués de Falces (Originalmente escrito como Falzes en 1741), obra del arquitecto Martín de Larrea y Leguerzana, en el año 1741. Diez años antes, el cantero cántabro Antonio de la Vega y Sarabia había realizado las trazas del puente.

El puente se construyó para unir la casa-torre, ferrería y molino del marqués, situados en la margen derecha del río, con la ermita de San Miguel, sita en la margen izquierda. Tiene una longitud de 28 metros y una anchura máxima de 4,80 m. En su mayor parte está construido en sillares calizos. El ojo del puente alcanza una altura de 10,50 m. Destaca su arco de sillería rematado por un calvario.

Es un extenso parque de más de 8,5 hectáreas que destaca por la gran riqueza y variedad de árboles con los que cuenta. Entre estos se pueden reseñar los cedros, cipreses, araucarias, tilos, magnolias, abetos, tejos, sequoias, etc. Todo ello constituía los antiguos jardines de la finca del Marquesado de Urquijo. En la actualidad hay 79 especies arbóreas diferentes entre las que destaca un ciprés de Monterrey, con 130 años de vida y más de cuatro metros de perímetro en su base, los ciruelos rojos del Japón o el cedro del Líbano.

Los edificios del palacio y demás dependencias acogen la Casa de Cultura. El edificio del casino, un estanque y un frontón en piedra de sillería completan este marco.

Enclavado en el corazón del pueblo, que con tanto capricho y esmero fue trazado y cuidado por sus antiguos dueños, está abierto a todos los visitantes, convertido en un extraordinario parque municipal.

En lo que se refiere a la movilidad, Llodio está bien comunicado mediante diferentes carreteras y medios de transporte.

Llodio cuenta con una estación de tren con servicio en las siguientes líneas de largo recorrido:

Así mismo, cuenta con dos estaciones de la línea C-3 de Cercanías Renfe Bilbao: la anteriormente citada Llodio y Areta, además del apeadero Santa Cruz de Llodio.

En Llodio transitan (tienen parada) las siguientes líneas de autobuses, pertenecientes a Bizkaibus y Álava Bus

Aunque Laudio/Llodio no tiene aeropuerto propio, a escasos 30 km se ubica el aeropuerto de Bilbao en el municipio de Loiu, que se alcanza en apenas media hora. El aeropuerto de Foronda, cercano a la capital alavesa, se encuentra a 45 km.

Llodio cuenta en la actualidad con dos equipos de fútbol, el Club Deportivo Laudio, fundado en 1927 y el conjunto femenino Altzarrate Kirol Elkartea, fundado en 2015. En la localidad también destaca la escuela de pelota a mano Herriaren. El club de natación local Igeriketa Laudio ha sido también cuna de exitosos deportistas.



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