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Vampiros en La Habana



¡Vampiros en La Habana! es el segundo largometraje animado de Juan Padrón (creador de Elpidio Valdés).[1]​ Fue coproducida en 1985, por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, Radio Televisión Española y Durniock Producciones.[2]

El 4 de febrero de 2009, ocupó el lugar no. 50 en la primera encuesta mundial sobre los 100 mejores títulos del cine iberoamericano, realizada por Noticine.com —un portal dedicado a la información de cine—, además de ser la única película animada de la lista.[3]

La película trata de una conspiración por parte de las dos bandas organizadas de vampiros ("Capa Nostra" en Estados Unidos y "Grupo Vampiro" en Europa) por apoderarse de una fórmula que les permite resistir el sol.[2]

Debido al éxito de la película, en el año 2003 se realizó su secuela titulada Más vampiros en La Habana.

La introducción cuenta que en 1870 los vampiros formaron dos grupos principales: el primero es lo de los vampiros inmigrantes que se reúnen en Chicago bajo el nombre "Capa Nostra", cuyo presidente es Johnny Terrori; el segundo, en Europa, con sede en Düsseldorf, se reúne bajo el nombre "Grupo Vampiro", y eligen como presidente al legendario conde Drácula. Uno de los hijos de este, el científico Werner Amadeus Von Drácula, trabaja en hacer una fórmula que permita a los vampiros resistir la luz solar, al encontrar lo que pareciera ser la solución, su padre se ofrece a probarla él mismo, pero la fórmula no funciona y Drácula muere.[4]

Ridiculizado, Von Drácula se ve en la obligación de irse y llega a Cuba con su sobrino Joseph Amadeus Von Drácula, donde sigue trabajando en su fórmula. Tras experimentar con su sobrino, Von Drácula consigue, en 1933, una fórmula que funciona, y decide compartirla con el Grupo Vampiro para que estos la distribuyan gratuitamente. Sin embargo al enterarse de la fórmula, los europeos deciden apoderarse de ella para comercializarla con el nombre de "Vampisol". Johnny Terrori, por su parte, se entera de esto y decide destruir la fórmula para poder seguir manteniendo el monopolio de playas artificiales para vampiros y viaja a Cuba con ese fin. Al mismo tiempo, en Cuba, Joseph o "Pepito", en conjunto con amigos suyos, luchaba contra Gerardo Machado.[4]

Werner Amadeus es asesinado por los gansteres de Terrori, Pepito logra escapar llevando consigo la fórmula, y las dos bandas de vampiros lo persiguen, además de la policía que le perseguía por la oposición a Machado. Al final Terrori comprueba que una bala, no una bala de plata, ha dañado a Pepito, y concluye, por lo tanto, que la fórmula hace que los vampiros dejen de ser tales. Dada la situación, Terrori se prepara para irse de vuelta a Chicago, pero Al Tapone aparece frente a él para cobrarle por un asunto de negocios.[4]

Como no puede pagarle, los hombres de Tapone clavan una estaca en Terrori, mientras los europeos, en posesión de la fórmula, le proponen a este hacer negocios con la misma. Tapone acepta, pero Pepito, que se sabe la fórmula de memoria, aprovecha la transmisión radial que se está efectuando en ese momento para transmitirla a todos los vampiros del mundo, invalidando entonces cualquier intento de negociar con ella. Los europeos, arruinados, se lamentan, mientras Tapone se va.[4]

En la última escena Pepito está dando un recital de trompeta mientras su esposa Lola y su hijo vampiro lo miran. La escena termina con un narrador diciendo que ahora todos los vampiros pueden disfrutar del sol gracias a Pepito.[4]



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