El Vicariato Apostólico de Petén fue creado por el Papa San Juan Pablo II, el 3 de febrero de 1984. El Vicariato apostólico cubre el departamento de Petén en Guatemala, y en la actualidad está a cargo del Obispo Vicario de Petén Monseñor Mario Fiandri, sdb, quien recibió su ordenación episcopal el 21 de marzo de 2009.
El Vicariato de Petén alberga 15 parroquias y prestan sus servicios 3 Sacerdotes Diocesanos, 8 Sacerdotes Religiosos, 2 Hermanos, 26 Religiosas y 6 Seminaristas. Se celebra como día más importante para el Vicariato, el 15 de enero en honor a la imagen del Cristo Negro de Petén, dicha imagen también fue hecha por las manos de Quirio Cataño, quién labro la imagen del Señor de Esquipulas. Además el departamento de Petén cuenta con 613,000 habitantes y es uno de los 22 departamentos de la República de Guatemala.
El Vicariato Apostólico de Petén cubre todo el Departamento (= Región) del mismo nombre, situado al norte de Guatemala, al sur de la península del Yucatán, con un territorio de 35,854 km² (prácticamente un tercio de todo el territorio nacional). La mayor parte del territorio es plano, variando su topografía entre sabanas y colinas. El clima es sub-tropical muy cálido y muy húmedo, con una época larga de lluvia (de mayo a noviembre) y una época seca (de diciembre a abril). Ha estado durante siglos cubierto mayoritariamente de selva y bosques, y se considera uno de los espacios de reserva de la biodiversidad -llamada “Reserva de la Biosfera Maya”- más importantes del continente americano (el segundo “pulmón ecológico” de América, después de Amazonía) y también del planeta (el quinto “pulmón ecológico” del mundo). En esta región existen cerca de 3,000 especies de flora, incluyendo árboles maderables y plantas medicinales. Se contabilizan 303 especies de aves, 121 de reptiles, 34 de anfibios y más de 53 de mamíferos (de los cuales algunos exclusivos de Petén). Desgraciadamente la deforestación es cada día mayor y la tasa de deforestación aumenta cada año (según el periódico Prensa Libre -el de mayor circulación en el país- la deforestación ya ha alcanzado el 43% de la selva petenera (alguien lo ha definido un “ecocidio”); y con la deforestación aumenta la pérdida de especies animales y vegetales. Dentro de la geografía de Petén vale la pena señalar los importantes cuerpos de agua que alberga. El lago Petén ltzá -ubicado en el área central- es el más grande, con una superficie de 108 km². Existen, además, muchas lagunas permanentes y una multitud de lagunas temporales. Otra particularidad del paisaje petenero es la frecuencia de áreas pantanosas permanentes -llamadas humedales- y estacionales -llamadas bajos- que cubren cerca del 7% del territorio.
En el aspecto histórico-social el territorio de Petén ha albergado a grupos humanos que con el tiempo conformaron la gran cultura y civilización Maya. A partir del siglo Ill a.C. pequeños grupos dedicados a la caza y recolección se fueron organizando de manera más compleja, consolidándose con características propias y desarrollando habilidades y saberes diferenciados y muy avanzados. De hecho, los mayas alcanzaron grandes logros en distintas áreas del conocimiento humano: son importantes los avances en arquitectura, arte, medicina, agronomía, astronomía y matemáticas. Gracias a un alto grado de abstracción pudieron, mediante la observación astronómica, perfeccionar los calendarios solar, lunar y de Venus con gran precisión. Desarrollaron importantes conceptos matemáticos y una escritura jeroglífica. Los pueblos Mayas vivieron su momento más glorioso y esplendoroso en lo que se llama el “Período Clásico” (300-900 d. C.), cuyos vestigios todavía se pueden admirar hoy en Tikal, Yaxá y Uaxactún.
Históricamente el Departamento de Petén ha sido abandonado por parte de las autoridades de la nación (por la distancia de la capital: 9 horas de bus; por el clima insoportable; por el hecho de ser selva…); y hasta hace unos 30 años no representaba nada. Debido a las migraciones, la población se incrementó rápidamente pasando de 15,000 hab. en 1959 a cerca de 300,000 a finales de 1990 y al millón de habitantes actuales en 2010.
En los últimos años se ha dado un notable crecimiento económico, que, sin embargo, no se ha reflejado en un proceso de desarrollo socioeconómico, y no ha repercutido directamente en la calidad de vida de las comunidades, ya que la mayoría de la población vive en condiciones precarias o de simple subsistencia alimenticia. Petén es el tercer departamento de Guatemala con mayor índice de pobreza; y se calcula que cerca del 70-75% de la población es pobre (con un 15% de este 70-75% que vive en la miseria). En este contexto de pobreza, Petén refleja -incluso peor que el promedio nacional- la situación de Guatemala, con sus tristes records negativos. Sólo algunos datos como ‘botones de muestra’: según el último estudio del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) Guatemala se encuentra en el puesto 116 de 169 países evaluados en Desarrollo Humano; aparece en la última posición en lo que se refiere a años de escolaridad, con 4.1 años (incluso por debajo de Haití, que alcanza 5 años); y ocupa el primer lugar en mortalidad materna, con la tasa más alta de muertes maternas, con 290 madres que fallecen por cada 100 mil nacidos vivos (Costa Rica tiene un promedio de 30, y Chile de apenas 16); y la tasa e mortalidad infantil es de 28 muertos por cada mil nacidos (la peor de América Latina junto con Haití y Bolivia). La UNICEF alertó este último 2 de octubre (al celebrarse el Día del Niño) sobre los miles de casos de desnutrición crónica que hay en Guatemala. El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Niñez (UNICEF), Adriano González-Regueral, advirtió que "se trata de una situación alarmante, ya que es el nivel más alto de desnutrición crónica de América Latina, que afecta casi el 50% de los niños menores de 5 años, y que puede llegar hasta el 85% en zonas de mayoría indígena".
Esta situación se debe, entre otras cosas, a diferentes causas: la inseguridad y altos niveles de violencia (“maras” o “pandillas”: San Benito de Petén es la segunda ciudad por mareros en Guatemala) que hace de Petén el Departamento con el más alto índice de homicidios (56 muertos por cada 100,000 habitantes, mientras que Guatemala se sitúa como el cuarto país más violento de América Latina, con una tasa de homicidios de 48.5 por cada 100,000 habitantes), la débil administración de la justicia, la corrupción y la impunidad, la baja calidad y poca cobertura en la educación y en los servicios de salud, una débil organización y participación social en los procesos comunitarios, pocas oportunidades o fuentes de trabajo, el incremento del narcotráfico, la inequidad en la distribución de la tierra y de la riqueza, las consecuencias de la guerra interna vivida recientemente, soluciones populistas e inmediatistas, la falta de políticas de desarrollo a largo plazo que sean coherentes con las situaciones reales… Además la presión demográfico-migratoria (de otras zonas de Guatemala) cada vez mayor, los intereses agro‑exportadores de latifundistas y ganaderos, las explotaciones petrolíferas, el abuso de prácticas tradicionales de la agricultura (maíz y frijol) en un terreno eminentemente agro‑forestal, y la ausencia de políticas de cuidado y conservación sostenibles e integrales, son las causas fundamentales del actual grave deterioro del Departamento.
Desde un punto de vista étnico-cultural, Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe, constituido por 23 grupos etno-lingüísticos (además del español, se hablan 23 idiomas indígenas: 21 de origen maya, 1 garífuna y 1 xinca); y la población indígena representa como el 62% de la población total. En Petén los grupos originarios los constituyen las poblaciones Maya Mopán y Maya Itzá, poblaciones que se resistieron a la intromisión de los españoles por la vía de la guerra, y que luego fueron sometidos "pacíficamente" mediante el factor religioso y organizados en reducciones. A partir de los años 60 hasta hoy, por las rutas abiertas de Cobán (Departamento vecino de Alta Verapaz) se han desplazado hacia Petén grandes comunidades Maya Q'eqchí, que hoy representan el 42% de la población de Petén, mientras que los grupos Maya Mopán y Maya Itzá ahora no pasan del 1%, por un total de población indígena de un 43%.
Petén es un Departamento joven: se calcula que el 60% de la población está bajo los 30 años, con familias numerosas (entre los indígenas el promedio es de 6-7 hijos). Lamentablemente no hay muchas opciones de vida y de realización para los jóvenes. Aparte la pobreza, la falta de educación y de trabajo, en todo Petén no hay ninguna obra para la juventud, ni pública ni privada, ni civil ni religiosa o eclesial (aunque hay una escuela con educación básica y secundaria de los Padres Dominicos y un Hospicio para niñas abandonadas de las Hermanas Dominicas de San Sixto). Según María del Carmen Aceña, consultora de Alianza Joven Regional USAID-SICA en Guatemala existen al menos 150 mil jóvenes en riesgo de caer en la espiral del peligro y en las garras de pandillas juveniles (“maras”) y de la narco-delincuencia organizada, de los cuales al menos 40,000 en Petén. “Los jóvenes que están más expuestos a caer en grupos delictivos reúnen estas características: provienen de hogares desintegrados, abandonan la escuela a temprana edad y por lo general no tienen una figura paterna en su vida. Así entran a la pandilla, a las drogas, y cuando quieren dejarlas, ya no tienen capacidad”, comenta Aceña.
Desde el punto de vista religioso, Petén desde el tiempo de la conquista española fue unido a la Diócesis de las Verapaces (también por su escasa población), hasta que el 10 de marzo de 1951 tuvo la Erección Canónica como Administración Apostólica, precisamente separando su territorio de la Diócesis de las Verapaces. Y finalmente el territorio de Petén fue hecho Vicariato Apostólico por el Papa Juan Pablo II, el 3 de febrero de 1984. La sede del vicariato está ubicada en Ciudad Flores, donde se encuentra la catedral. Hasta ahora ha habido 4 Vicarios Apostólicos, de los cuales los dos últimos, Mons. Óscar Julio Vian sdb. (actual Arzobispo de la Ciudad de Guatemala) y Mons. Mario Fiandri han sido salesianos, ya que el vicariato ha sido confiado por Ius Commissionis a la Congregación Salesiana en el año 1996 (Cfr. Carta de Don Juan E. Vecchi al Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cardenal Jozef Tomko). En la actualidad está a cargo del Vicariato de Petén Mons. Mario Fiandri, quien recibió su ordenación episcopal el 21 de marzo de 2009. La población petenera es mayoritariamente Católica (más o menos un 70% de católicos), aunque se dan numerosas sectas protestantes o denominaciones evangélicas (más o menos un 20%).
El Vicariato de Petén pastoralmente está organizado en 18 parroquias, y tiene un total de 26 sacerdotes, así repartidos:
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