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Vida cotidiana



La vida cotidiana comprende los procesos habituales que realizan los humanos civilizados en su ciclo diario y semanal.

La vida cotidiana se caracteriza por patrones repetitivos de trabajo y rutinas, consumo (compras, comidas y bebidas), ocio, higiene personal, actividades sociales y culturales, visitas al médico, sueño, etc. La vida cotidiana se ve como un contraste con las vacaciones. En la conversación cotidiana, se expresa el contacto casual no planificado con vecinos, colegas y conocidos.

Muchos sociólogos, incluidos los franceses Henri Lefebvre,[1]Roland Barthes y otros, han estudiado la cultura cotidiana de los seres humanos. La investigación sociológica de Pierre Bourdieu, principalmente enraizada en la vida cotidiana, fue predominantemente de orientación empírica y puede asignarse a la sociología cultural. Sobre la base del estructuralismo, Bourdieu trató de combinar factores subjetivos con condiciones objetivas. La teoría cultural Bourdieus compara las interacciones cotidianas con un juego. Los individuos tienen capitales de diferentes tipos que pueden usar y, a veces, transformar. Señaló, introduciendo observaciones cotidianas, que las sutilezas del lenguaje como el acento, la gramática, la pronunciación y el estilo son un factor esencial en la movilidad social (por ejemplo, al adquirir un trabajo mejor pagado y mejor calificado).

El enfoque principal de Anthony Gidden es cómo la acción puede abarcar el espacio y el tiempo, explorando el área de la acción cotidiana controlada inconscientemente. Torsten Hägerstrand analiza puntos en el espacio y el tiempo. Las investigaciones de Erving Goffman sobre patrones de comportamiento, rituales de interacción, distancia de rol y autoexpresión personal en la vida cotidiana han influido significativamente en los enfoques sociológicos recientes. El análisis de la constitución por Alfred Schütz permite una construcción de tipo ideal personal (subjetivo) que, en comparación con los elementos cotidianos de la situación social-mundana, hace posible comprender las acciones (e incluso a través de explicaciones post-hoc).

Harold Garfinkel es el fundador de la etnometodología y quien aplicó empíricamente el programa metodológico de Alfred Schütz. Trató cuestiones sobre cómo las personas se orientan mutuamente y actúan en el mundo cotidiano, de acuerdo con un conocimiento tácito. Sobre todo, la contribución de Garfinkel es hacer que el comportamiento natural y familiar sea investigable en detalle y accesible a la investigación sociológica. Eviatar Zerubavel capturó la vida cotidiana ejemplar en los hospitales. El trabajo más conocido e influyente de Michel de Certeau es La Invención de lo cotidiano,[2]​ una teoría sociológica de la vida cotidiana y el comportamiento del consumidor.

En el marco de las consideraciones éticas, las llamadas virtudes burguesas (el amor al orden, la diligencia, el ahorro, la limpieza y la puntualidad ) se dirigen hacia el dominio práctico de la vida cotidiana. Están en contraste con el otro, a menudo orientado a las virtudes ideales.[3]

En Heidegger, cotidiano significa aquellos aspectos de la existencia humana que se caracterizan ni por la falta de autenticidad ni la autenticidad.[4]​ Véase también: existenciales .



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