El Popocatépetl (español) [popokaˈtepetl] (?·i) (náhuatl) [popoːkaˈtepeːt͡ɬ] (?·i) (en náhuatl: Popōcatepētl, ‘el cerro que humea’‘', popōca 'humear'; tepētl, 'cerro’)? es un volcán activo localizado en el centro de México. Se encuentra en los límites territoriales de los estados de Morelos, Puebla y el estado de México. Se localiza unos 72 km al sureste de la Ciudad de México, a 43 km de Puebla, a 63 km de Cuernavaca, y a 53 km de Tlaxcala.
Tiene una forma cónica simétrica, y está unido por la parte norte con el Iztaccíhuatl mediante un paso montañoso conocido como Paso de Cortés. El volcán tiene glaciares perennes cerca de la boca del cono, en la punta de la montaña. Es el segundo volcán más alto de México, con una altitud máxima de 5400 metros sobre el nivel del mar, solo después del Citlaltépetl, de 5747 m.
El 3 de junio de 2019, registró dos nuevas explosiones que llevaron al gobierno mexicano a declarar alerta amarillo tipo 3, advirtiendo una posible caída de cenizas en los municipios de Ecatzingo y Atlautla, en el estado de México; Ciudad Ayala, Cuautla, Jantetelco, Jonacatepec, Ocuituco, Temoac, Tetela del volcán, Yecapixtla y Zacualpan, en el estado de Morelos, y en Acteopan, Atzizihuacan, Cohuean y Tochimilco, en el estado de Puebla.
Su nombre, proveniente de la lengua náhuatl, compuesto por Popōca «que humea» y tepētl «montaña», en conjunto significa «montaña que humea», debido a su ya constante actividad desde la época prehispánica.
El Popocatépetl es un estratovolcán, y los estudios paleomagnéticos que se han hecho de él indican que tiene una edad aproximada de 730,000 años. Su altura es de 5,500 m s. n. m., es de forma cónica, tiene un diámetro de 25 km en su base y la cima es el corte elíptico de un cono y tiene una orientación noreste-suroeste. La distancia entre las paredes de su cráter varía entre los 660 y los 840 m.
El Popocatépetl ha estado desde siempre en actividad, a pesar de haber estado en reposo durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX. En 1991 se inició un incremento en su actividad y a partir de 1993 las fumarolas eran ya claramente visibles desde distancias de alrededor de 50 kilómetros.
Además, existe una gran cantidad de registros desde la antigüedad sobre los periodos de actividad del volcán, e incluso está registrada una erupción en 1927, que fue artificialmente provocada por la dinamitación del cráter para extraer azufre del mismo. La última erupción violenta del volcán se registró del 18 al 19 de diciembre de 2000. El 25 de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de 3 kilómetros de altura y la expulsión de lava.
En vista de que la lava puede salir por cualquier fisura que se produzca en sus laderas y no solo por su cráter, es difícil conocer por adelantado cuáles serían las zonas afectadas en caso de erupción. Lo más que se puede decir es que si la lava saliera del lado norte o noreste, o este y sureste, el estado de Puebla se vería afectada . Si saliera del lado sur se vería afectado el estado de México y posiblemente el estado de Morelos, y si saliera del lado oeste y suroeste se vería afectada la región en donde se encuentra la población de Amecameca. El área de la superficie afectada dependerá de la viscosidad de la lava. Como última posibilidad teórica, si se llenara el cráter con lava (hecho poco probable), esta se desparramaría por el lado noreste, dirección en que se encuentra el borde más bajo del mismo .
Las zonas que serían afectadas por las cenizas y los gases del Popocatépetl dependerían de la dirección de los vientos, principalmente a la altura del cráter. A grandes rasgos, se puede decir que si las emisiones ocurrieran de noviembre a abril, el valle de Puebla sería el afectado. Si la erupción ocurriera de junio a septiembre, la región sur del estado de México y el estado de Morelos serían las regiones de mayores riesgo[cita requerida], aunque también podría sufrir daño el extremo sur del Distrito Federal (México)[cita requerida].
Sin embargo, conocer todo esto no es suficiente para salvar vidas, ya que aún sabiendo que en una erupción grande que ocurriera por ejemplo en enero, los vientos acarrearían la nube de cenizas y gases hacia el estado de Puebla[cita requerida], probablemente no habría tiempo suficiente para organizar una evacuación, debido a que en la actualidad no es posible predecir con suficiente antelación cuándo va a ocurrir el fenómeno. Por esta razón se están haciendo mediciones de las deformaciones del volcán y de su actividad hidrotérmica, y se están realizando registros de la actividad sísmica que proviene de las entrañas del volcán, que permitan poner en marcha planes eficientes y adecuados para salvar a la población de un desastre[cita requerida].
Por otra parte, el volumen de hielo que contienen los glaciares del Popocatépetl es mayor de 17 millones de metros cúbicos. Estos glaciares se encuentran en la cara noroeste-norte y si se derritieran súbitamente, la corriente de agua probablemente se canalizaría por la barranca central y la barranca del Ventorrillo[cita requerida]. En esta situación, Santiago Xalitzintla, San Nicolás de los Ranchos y San Pedro Benito Juárez podrían ser algunos de los poblados más afectados. En temporada de lluvias es de esperar que el flujo de lodo afecte una mayor superficie debido a que el suelo tiene menor capacidad para absorber o infiltrar agua por encontrarse saturado por las aguas. También podría llegar a provocar lluvia ácida en caso de una explosión violenta.
El primer ascenso registrado a este volcán fue hecho los españoles dirigidos por Diego de Ordás en 1519.
Hernán Cortés lo describió así:
El Popocatépetl ha sido uno de los volcanes más activos de México. Desde 1354 se han registrado 18 erupciones. En 1927 ocurrió una erupción de consideración, para iniciar así un periodo de reposo. Después, el 21 de diciembre de 1994, tras varios años de inactividad, el volcán registró una explosión que produjo gas y cenizas que fueron transportados por los vientos dominantes a más de 25 km de distancia. Actualmente su actividad es moderada, pero constante, con emisión de fumarolas, compuestas de gases y vapor de agua, y repentinas e imprevistas expulsiones menores de ceniza y material volcánico. La última erupción violenta del volcán se registró en diciembre de 2000, lo que, siguiendo las predicciones de científicos, motivó la evacuación de miles de personas en las áreas cercanas al volcán. El 25 de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de tres kilómetros de altura y la expulsión de lava. Posteriormente en la mañana del 3 de junio de 2011, el Popocatépetl volvió a emitir grandes fumarolas sin causar daños. El 20 de noviembre de 2011 tuvo lugar una gran explosión que hizo temblar la tierra, escuchándose en las poblaciones cercanas a las laderas, pero sin mayor alteración. El volcán registró la mañana del 16 de enero de 2012 una fumarola de vapor de agua y ceniza, sin que esto represente riesgos para la población aledaña al coloso.
El 16 de abril de 2012 el CENAPRED (Centro Nacional Para la Prevención de desastres), elevó el semáforo de alerta volcánica de fase amarillo 2 a fase amarillo 3 debido a la gran actividad que se ha estado presentando, sin que hasta el momento represente un peligro grave para la sociedad.
A las 3:23 del 30 de abril de 2013, el volcán Popocatépetl arrojó fragmentos incandescentes a 800 metros del cráter sobre la ladera noreste, informó el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
El 12 de mayo de 2013, luego del fuerte estruendo que se sintió en la localidad de Atlixco, la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, informó un cambio en el semáforo de la alerta volcánica, de amarillo fase 2 a fase 3 debido al incremento en la actividad del Volcán , por lo que entró en acción el Plan Operativo Popocatépetl, A través de un comunicado, la SEGOB dio a conocer que en una reunión con el Comité Científico Asesor, en el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), que debido a que las dos semanas anteriores se observaron explosiones, eventos vulcano-tectónicos, episodios de tremor y trenes de exhalaciones, el Comité concluyó por consenso, emitir la recomendación. Sin embargo el 2 de junio de 2013 el CENAPRED regresó el nivel de alerta a amarillo fase 2.
Los días 17 y 18 de junio el volcán registró varios eventos explosivos de mayor magnitud, registrando Fumarolas que alcanzaron los 4 km sobre el nivel del cráter y expulsiones de roca incandescente que alcanzaron las faldas en el lado Sur-Oeste del coloso. La alerta se mantuvo en amarillo fase 2.
El volcán entró en actividad el 7 de julio de 2013, lanzando ceniza claramente visible en poblaciones cercanas, la ceniza también alcanzó Ciudad de México, expulsando flujos piroclásticos e incandescencia. El semáforo volcánico se situó en amarillo fase 3.
El volcán registró una explosión el 22 de enero de 2019, lanzando material incandescente y ceniza, esta explosión se pudo sentir en zonas aledañas al volcán (zonas del estado de Puebla y el Estado de México) sin embargo el semáforo volcánico se situó en amarillo fase 2, el 9 y 18 de febrero el volcán lanzó fuertes fumarolas, las cenizas llegaron a Puebla y Tlaxcala, el 14 de febrero el volcán volvió a lanzar material incandescente y ceniza, el semáforo volcánico siguió en amarillo fase 2, el 22 de marzo de 2019 el volcán registró una fuerte explosión, nuevamente lanzando material incandescente acompañada de ceniza, llegó a quemar algunos pastizales cerca del volcán, el estruendo se llegó a escuchar en las zonas aledañas al volcán, el 26 y 27 de marzo el volcán nuevamente registró explosiones de material incandescente acompañada de lava, ceniza y gases tóxicos, llegó a quemar varios pastizales, que estaban en las faldas del volcán, el 28 de marzo de 2019 por la mañana lanzó fuertes fumarolas que llegaban a los 4 km sobre el nivel del cráter, ese mismo día el semáforo se situó en amarillo fase 3.
En 1994, los monasterios del siglo XVI, construidos en sus laderas, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Las erupciones volcánicas pueden ser precedidas por cambios en la actividad sísmica y vulcanomagnética, en la composición química de los gases, del agua de manantiales y algunas veces por deformación. Para hacer un pronóstico volcánico adecuado es necesario reconocer estas señales indicativas de una erupción y su temporalidad. Las erupciones del Popocatépetl que comenzaron el 21 de diciembre de 1994, fueron precedidas por aumentos en los eventos sísmicos vulcanotectónicos (VT), cambios en temperatura y concentración de sulfatos y cloruros en el lago del cráter y en la pCO2 en los manantiales. También hubo un descenso del pH en algunos manantiales varios meses antes de la erupción. Los eventos sísmicos de periodo largo también aumentaron antes de algunas erupciones y los episodios de tremor armónico así como las anomalías magnéticas negativas antecedieron a la formación de domos y están ligadas al ascenso de magma. La energía sísmica acumulativa de los eventos sísmicos vulcanotectónicos muestra una aceleración en la tasa antes de las erupciones principales. Hubo precursores claros antes de las erupciones de diciembre a enero de 2001, como son las anomalías magnéticas negativas, correlacionadas con el incremento en la sismicidad, así como pequeños cambios en los manantiales. Estos cambios ocurrieron dos meses antes de la erupción. Adicionalmente, unos días antes se presentaron episodios de tremor armónico de gran amplitud y aumento en el flujo de SO2, esto, junto con el análisis de los datos del RSAM permitió hacer una evaluación y pronóstico adecuado de la erupción de 2000.
A las 22:54 del 4 de noviembre ya era visible una gran columna de humo sobre el volcán la cual terminó a la 1:35 de la mañana, durante este periodo de tiempo se observaron diversas explosiones que contenían material incandescente, vapor de agua, pequeñas cantidades de ceniza a las 11:45; declararon que el volcán había entrado en un estado eruptivo, pero que esas pequeñas erupciones estaban previstas en el nivel de alerta volcánica amarillo fase 2 por lo que no era necesario modificar el nivel de alerta. Durante esta actividad no hubo lesionados y ningún incidente ya que la ceniza y material incandescente cayó únicamente en el Paso de Cortés.
En la madrugada del 18 de abril de 2016, aproximadamente a las 2:15 horas (hora local) el volcán empezó a tener actividad. Primero empezaron las emisiones de ceniza seguidas por una serie de pequeñas erupciones. Posteriormente, alrededor de las 3:00 horas se dio una fuerte fase eruptiva seguida de una lluvia de material incandescente, que alcanzaron un radio de 1.6 kilómetros de distancia. Esto generó una fumarola que se extendió varios kilómetros, lo que ocasionó una lluvia de ceniza en ciudades cercanas.
El Popocatépetl es conocido por su alta actividad volcánica que se presenta comúnmente. Desde que se reactivó en 1994 hasta el momento ha presentado una serie de erupciones de las cuales la más violentas han sido la del año 2000, y la madrugada del 18 de abril de 2016. Otra erupción fue la del 16 de febrero de 2018 tras el sismo de 7.2 en la escala de Richter que azotó México. El volcán expulsó una gran fumarola de agua y ceniza que alcanzó los 700 metros de altura a las 18:24 hora local.
La última erupción registrada ha sido la del 11 de abril de 2020.
El volcán es uno de los más monitoreados del mundo y también es uno de los más peligrosos y que amenaza más de 26 millones de personas.
El Popocatépetl es un volcán activo, que actualmente se encuentra restringido el acceso a público en general, solo se permite el ascenso a profesionistas y personal de protección civil, previa identificación y elaboración de un permiso; especificando objetivos así como certificando la personalidad y capacidad del solicitante. Se mantiene un monitoreo continuo de la actividad volcánica, para poder alertar y dar protección a los habitantes de poblados vecinos.
Para los amantes de la naturaleza, en el parque nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl se pueden realizar diversas actividades como ciclismo de montaña, deportes extremos como alpinismo en el volcán Iztaccíhuatl, o practicar senderismo, donde es posible apreciar bellos parajes y bosques donde habitan venados de cola blanca, conejos, zorrillos, ardillas. La mejor temporada para visitar el lugar es de noviembre a marzo.
Cuenta la leyenda que en tiempos prehispánicos vivieron Itzaccíhuatl, una princesa tlaxcalteca de gran belleza, y Popocatépetl, un guerrero apuesto y valiente. antes de partir a la guerra en la que los tlaxcaltecas se encontraban inmersos contra sus enemigos acérrimos, los aztecas. Popocatépetl pidió al cacique de su pueblo la mano de la princesa Iztaccíhuatl. Este se la concedió a condición de que volviera sano y salvo de la guerra para desposarla. Así, el guerrero partió a la batalla mientras que la princesa esperaba el retorno de su amor. Sin embargo, la lengua de un celoso rival de Popocatéptl medió de mala fe engañando a la princesa e informándole que su amado había muerto en combate. Arrastrada por el desconsuelo y el quebranto, víctima del engaño, ella murió de tristeza por la pérdida de su amado. Poco tiempo después, Popocatépetl regresó victorioso de la batalla dispuesto a tomar matrimonio con Iztaccihuatl; sin embargo, a su llegada recibió la funesta noticia de su fallecimiento. Durante varios días y noches, cuentan que el joven vagó por las calles hasta encontrar la manera de honrar el gran amor que ambos se profesaban, y fue así como ordenó erigir una gran tumba bajo el sol amontonando 10 cerros para levantar una enorme montaña. Una vez construida, tomó el cuerpo inerte de su princesa, y recostándola sobre la cima de la montaña, la besó por última vez para después, con una antorcha humeante en mano, arrodillarse para velar su sueño eternamente. Desde entonces, permanecen juntos, uno frente a otro. Con el tiempo, la nieve cubrió sus cuerpos, que se convirtieron en dos enormes volcanes y que permanecerían inmutables hasta el final de los tiempos.
Otra leyenda relacionada con este volcán es la relacionada con uno de los cariñosos apodos que la población de las localidades cercanas a otorgado a la montaña. A este volcán también se le conoce como "Don Goyo", apócope de Gregorio, pues se dice que, de vez en vez, un anciano se aparece rumbo a “alguna parte” en los diferentes poblados de la zona y se hace llamar Don Gregorio o Gregorio Chino. La gente del lugar asegura que este anciano es la personificación del volcán que viene a asegurarse de que las personas que habitan la zona obren de buena fe y muestren respeto al volcán para que, de ser así, la buena fortuna les sonría.
El Iztaccíhuatl y Popocatépetl en el amanecer desde la Ciudad de México.
Fumarola del Popocatépetl (22 de enero de 2001), dirigiéndose hacia el sur. La ciudad de Puebla, puede verse en la parte inferior izquierda de la imagen y la ciudad de México en la parte derecha.
El volcán Popocatepetl visto desde el Paso de Cortés.
El volcán Popocatepetl visto desde la localidad de Cuijingo (enero de 2010).
El volcán Popocatepetl entre 1890 y 1930.
El volcán Popocatepetl durante su periodo de reposo. Año 1960.
Fotografía del Popocatepetl desde el municipio de Jiutepec, Morelos.
Popocatépetl visto desde el norte de la Ciudad de México, enero 2016.
Vista desde la Ciudad de México de los volcanes Iztaccihuatl y Popocatépetl.
Vista desde el Paso de Cortés.
Vista desde el Iztaccíhuatl.
Vista desde la UNAM.
Actividad del Volcán Popocatépetl en 2019.
Vista satelital del Popocatépetl.
Actividad del Popocatépetl en diciembre del 2000.
Popocatépetl visto desde el espacio en febrero de 2020
Franco-Ramos, O., Vázquez-Selem, L., Zamorano-Orozco, J. J., Villanueva-Díaz, J., 2017, Edad, dinámica geomorfológica y tipología de barrancas en el sector norte del volcán Popocatépetl, México: Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, 69(1), 1-19. [1]
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