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Agente aduanal



El agente aduanal es la persona física autorizada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), mediante una patente, para promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías, en los diferentes regímenes aduaneros previstos en la ley aduanera mexicana.[1]

Un gran porcentaje de las operaciones de comercio exterior en México se llevan a cabo a través de los agentes aduanales. Algunos de ellos dirigen agencias aduanales con varias decenas de empleados, oficinas a lo largo del país y con la infraestructura para despachar a través de múltiples aduanas. También cuentan con respaldo jurídico propio o a través de abogados externos especialistas en la materia.

La patente de agente aduanal le da derecho para actuar ante la aduana a la que se ha adscrito, pero puede solicitar autorización para actuar tres aduanas adicionales. Para obtener la patente los interesados deben cumplir con los lineamientos indicados en la convocatoria que se publica en el Diario Oficial de la Federación,[2]​ así como con los requisitos estipulados en la ley aduanera.

El agente aduanal es un profesionista que representa legalmente a los importadores y exportadores ante la aduana, para llevar a cabo el despacho aduanero de sus mercancías. Una de sus responsabilidades consiste en determinar la clasificación arancelaria de la mercancía, para efectuar el pago correcto de contribuciones o impuestos al comercio exterior.

El arancel es la tarifa oficial que determina los derechos que se han de pagar en las aduanas. La fracción arancelaria es el factor determinante del despacho aduanero y es el resultado de aplicar correctamente los criterios de clasificación arancelaria de las mercancías. La certeza en la clasificación arancelaria hace posible el pago correcto de las contribuciones correspondientes, pero también el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias, lo cual elimina las situaciones de riesgo y permite detectar la introducción de mercancías ilícitas al país, evitando así las multas y los procedimientos administrativos. Esto se traduce en seguridad jurídica para las autoridades aduaneras, así como para los importadores, exportadores y agentes aduanales.

El agente aduanal supervisa el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias, es decir, las reglas que indican cuáles mercancías se pueden importar o exportar y bajo qué condiciones. Del mismo modo se asegura de cumplir con las disposiciones legales extranjeras que tienen impacto en México.

La figura del agente aduanal surgió en México alrededor del año 1885 y fue regulada como coadyuvante del Estado en 1918 por el presidente Venustiano Carranza.

Una de las primeras actividades que lleva a cabo un agente aduanal consiste en asesorar a las empresas sobre el procedimiento y requisitos que deben cumplir para importar o exportar. Periódicamente los informa y actualiza acerca de los cambios, tendencias y estadísticas del comercio exterior.

Como parte de sus labores de gestión, los agentes aduanales deben interactuar con transportistas, agentes navieros, almacenes, autoridades reguladoras, aduanas, bancos, importadores, exportadores, aseguradoras, compañías maniobristas, entre otros. Algunos de ellos manejan todo tipo de mercancía, mientras que otros se especializan en rubros definidos. Con frecuencia los agentes aduanales ofrecen servicios de logística, transporte o almacenaje como complemento al despacho aduanero.

El agente aduanal sirve como enlace entre el sector público y los importadores y exportadores, Asesora a los contribuyentes para que cumplan con la normatividad que regula el comercio exterior. Funge como responsable solidario y por consiguiente, sus servicios deben cumplir con todo lo que estipula la ley para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad jurídica de los importadores y exportadores.

El Agente Aduanal brinda la información y la asesoría necesarias para que los empresarios se inscriban en el padrón de importadores[3]​ y en algunos casos también en el padrón sectorial[4]​ correspondiente.

Una vez que determina la fracción arancelaria de la mercancía, también debe establecer a qué permisos o autorizaciones está sujeta, es decir, cuáles son las regulaciones y restricciones no arancelarias. Con cada pedimento existe la posibilidad de aplicar un tratado de libre comercio[5]​ o acuerdo internacional. El objetivo es obtener beneficios de disminución de aranceles –por lo regular– a través de un certificado de origen. El agente aduanal brinda toda la asesoría necesaria para cumplir con cada una de las disposiciones legales y también para la expedición de certificados de origen.

El certificado de origen[6]​ (C.O.) es un formato o formulario específico sobre una mercancía que ha cumplido con las reglas de origen del tratado comercial respectivo. Lo expide el exportador, productor o la autoridad correspondiente a petición del exportador, importador o de cualquier persona. Es un documento impreso o electrónico que puede acompañar a la declaración aduanera (pedimento) o estar en poder del importador al momento de la importación.

Las reglas o normas de origen son los grados de elaboración o transformación que deben sufrir los materiales que se integran en la fabricación de un bien, producto o mercancía, para que éste pueda considerarse como originario de un país o de una región. Las reglas de origen (R.O.)[7]​ garantizan que el producto reciba el trato preferencial correspondiente y evitan que terceros países –ajenos a un tratado o acuerdo comercial– se beneficien con descuentos en aranceles o preferencias arancelarias.

En su papel de asesor logístico un agente aduanal se encarga de contratar –a nombre de sus clientes– los servicios de carga y descarga, maniobras, peajes, transporte, seguros, fianzas y demás requerimientos que deben cubrirse en una operación.

Analizar la logística de importación o exportación permite determinar en qué aduanas es posible realizar las operaciones y definir cuáles serán los mejores medios de transporte (aéreo, terrestre, marítimo o ferroviario), almacén y cuidados especiales que requiere la mercancía.

Se deben cumplir los requisitos de empaque o embalaje de la mercancía y verificar que se aplique el tratamiento a los pallets para evitar la diseminación de plagas de madera. Existe un “marcado” que comprueba que dicho tratamiento ha sido aplicado.

La documentación emitida por el proveedor debe ser revisada con la supervisión del agente aduanal para asegurar que cumpla con todos los requisitos. Las agencias aduanales también coordinan las inspecciones requeridas por las autoridades que regulan la entrada de la mercancía y verificar el cumplimiento de requisitos adicionales en operaciones como la introducción de productos con marca registrada, bienes sujetos a la ley contra lavado de dinero o mercancías de uso dual.

El agente aduanal funge como facilitador de las operaciones de comercio exterior, pero al mismo tiempo, controla la entrada de mercancía riesgosa y verifica el cumplimiento de la información comercial de los productos destinados al consumo final. En otras palabras, el agente aduanal es garante de la seguridad nacional, la protección de la flora y la fauna, el medio ambiente y la salud pública de los mexicanos. También colabora con las autoridades e instituciones fiscalizadoras en el combate al contrabando, fraude fiscal y lavado de dinero.

El comercio exterior, comercio internacional o mundial, se define como el intercambio de bienes, productos y servicios entre dos o más países o regiones económicas.

En los países con economías abiertas existen empresas que requieren insumos para elaborar sus productos y están en busca de proveedores con ofertas competitivas, dentro y fuera de sus fronteras. Algunos empresarios se dedican a identificar productos extranjeros que resulten atractivos en otros países y que eventualmente formen parte del gusto de los consumidores.

Una empresa que diversifica su mercado a nivel internacional fortalece su negocio y consolida su productividad, ya que la demanda de sus productos se mantiene más estable a través del tiempo, gracias a que no depende del comportamiento de la economía de un solo país.

El comercio exterior no es privativo de las empresas de gran tamaño o de renombre mundial, y tampoco requiere de enormes volúmenes de mercancía. Las condiciones del mercado y los avances en el ámbito de la logística internacional han hecho posible la incorporación de importadores y exportadores de diversos tamaños, a través de servicios integrales a precios accesibles.

Existen diferentes teorías que explican el funcionamiento del comercio internacional, incluyendo sus causas principales y sus efectos sobre la producción y el consumo.

Un agente aduanal está preparado para facilitar el intercambio comercial. Tiene los conocimientos y la experiencia necesarios para contribuir en las políticas comerciales, fiscales y aduaneras del país. Lleva a cabo la implementación de los tratados comerciales y desarrolla estrategias en conjunto con la planta productiva para elevar la competitividad a nivel internacional. Su trabajo contribuye a acrecentar el acceso a los mercados internacionales a favor los productores mexicanos, tanto para la importación de insumos, como para la venta de sus productos fuera de las fronteras. Lleva a cabo las acciones requeridas para a reducir los costos asociados a la logística internacional de importación y exportación, elevando así la competitividad y productividad. Mejora la eficiencia del entorno inmediato de las empresas, a través de un esquema de infraestructura y servicios complementarios como el transporte, la asesoría legal y los seguros para el comercio exterior y aduanas.

Las más recientes reformas a la Ley Aduanera (9 de diciembre de 2013)[8]​ permiten que las personas morales promuevan el despacho de sus mercancías sin la intervención de un agente aduanal, a través de su representante legal previamente acreditado ante el Servicio de Administración Tributaria.[9]​ Como consecuencia de este despacho directo, se deroga la Sección de la Ley Aduanera que regula la figura del apoderado aduanal, no obstante que las autorizaciones activas continuarán vigentes con carácter transitorio, hasta que se cancelen, extingan o revoquen. En materia de prevalidación y sistema electrónico de datos, se abre la posibilidad para que cualquier persona pueda prestar dichos servicios.

Estas modificaciones a la ley buscan impulsar la competitividad nacional y es responsabilidad de los agentes aduanales –como expertos en comercio exterior y coadyuvantes del Gobierno– vigilar su implementación y señalar las posibles ramificaciones, especialmente en materia de seguridad nacional y captación de impuestos. Esto permite también refrendar la competitividad de los agentes aduanales a través de su experiencia, responsabilidad y eficiencia.

La Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM) es un organismo que representa y defiende los intereses gremiales de los especialistas en comercio exterior: los agentes aduanales.

CAAAREM cuenta con 38 asociaciones de agentes aduanales en los principales puntos fronterizos, marítimos o interiores del país donde se localizan las aduanas.

Para 2015 el 99% de los agentes aduanales en México formaban parte de CAAAREM, por lo que constituye una fuente de información confiable sobre las aduanas y las asociaciones locales que las representan.[10]

Cada asociación local puede proporcionar –a quien la solicite– una lista de los agentes aduanales afiliados. Dicha información también está disponible en el Directorio de Agentes Aduanales publicado por CAAAREM.[11]



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