Algezares es una pedanía perteneciente al municipio de Murcia, en la Región de Murcia (España), situada en el área sub-comarcal denominada Cordillera Sur, concretamente a las faldas de la sierra de la Cresta del Gallo. Cuenta con una población de 5 574 habitantes (INE 2019) y una extensión de 24,74 km². Se encuentra a 4 km de Murcia.
Limita con las pedanías murcianas de:
De acuerdo con los restos arqueológicos encontrados a lo largo de la vertiente septentrional de la sierra de la Cresta el Gallo, parece desprenderse que es en esta zona donde existió el núcleo más importante de poblamiento de la comarca de Murcia antes de que se produjera su arabización. Concretamente el arqueólogo e historiador M. Gómez - Moreno situaba en Algezares la sede episcopal visigótica de Ello, identificándola con Iyu(b) ó Yyi(b), que según fuentes arábigas fue una de las siete ciudades que en el año 713 se acogieron al pacto de Teodomiro. El investigador Robert Pocklington reafirma dicha teoría aunque puntualiza que "en realidad el nombre debió pronunciarse Eio (grafía árabe Iyu(b)) y más tarde Ei (grafía árabe Iyi(b)), tras la pérdida de la "o" final, desarrollo habitual de los topónimos de esta zona". Esta tesis se fundamenta en la existencia de los restos de una villa y basílica en el lugar conocido como Llano del Olivar, que puede ser fechada en el siglo VI de nuestra era, aunque algunos restos arqueológicos hallados en sus alrededores son datados hacia los años 324 y 378. No obstante la ciudad de Eio fue totalmente destruida en el año 825 debido a la reacción del emir Abd al-Rahman II, al ser esta ciudad el centro de las revueltas intertribales de la Cora de Tudmir.
Según Bernal Segura el topónimo Algezares deriva del árabe Al - Jezar que significa "tierra donde abunda el yeso" y que tras la reconquista mantuvo su vigencia. En este sentido el profesor Torres Fontes señala que la actual carretera de Algezares era conocida como carrera de Algebeça y después como camino de Aljepçar, que tenía su origen en un puente construido sobre la acequia de Alharilla , sirviendo en el año 1.266 como límite occidental del territorio asignado a los cristianos. Este mismo autor puntualiza que el camino es el mismo que en una escritura de 1.356 se denomina Aljezares, por el que se saca el yeso o de la yesería. Así mismo queda constancia de que unos años antes, en 1.351, el obispo Pedro de Peñaranda mandó edificar en Algezares una torre de señales para advertir de las incursiones moriscas.
Hacia finales del siglo XVI Algezar, Alxezar o Algezares contaba ya con unas cien familias, alcanzando en el año 1.713 la consideración de Lugar de Realengo con Alcalde Pedáneo. Poco a poco la pedanía fue logrando una levada situación económica debido a los innumerables negocios que allí se instalaban, siendo muy conocidas sus yeserías así como sus arrieros. Respecto a estos últimos Abelardo Merino señalaba que, el comercio interior se hacia por los arrieros de Cehegín y Algezares, de los que Hermosillo Parrilla aseguraba que no "dejan puertos de Andalucía, Vizcaya, y Francia que no penetren, de donde traen géneros para vender a Murcia". Esta boyante situación económica posibilitó un importante aumento poblacional, cifrándose en 1.744 en 400 vecinos, lo que venia a significar unos 1800 habitantes. En el año 1.768, según el Censo del Conde de Aranda, Algezares era una de las 133 parroquias de la diócesis de Cartagena, dependiendo administrativamente de ella los partidos del Raiguero, La Fuensanta, Los Farres y Los Lages.
Durante la época del Trienio Liberal, esta pedanía consiguió Ayuntamiento propio. Sin embargo, por dificultades económicas volvió a pertenecer al municipio de Murcia a los años. Existe un escudo y bandera de aquel periodo. Algezares volvió a tener ayuntamiento propio en el siglo XIX. Comenzó en octubre de 1836 y concluyó en 1849 (tras la petición de adhesión a Murcia hecha por los vecinos en diciembre de 1848) aunque en junio de 1847 Murcia le arrebató para su término los 1.150 habitantes de Los Lages y Los Garres con sus consiguientes ingresos. Esta pérdida de impuestos acarreó graves problemas económicos al pueblo y a sus concejales. Pero volvamos a los entusiastas primeros momentos de la experiencia para rememorar las reacciones de la gente y los principales acontecimientos que entre todos supieron protagonizar durante aquella etapa de autonomía.
Una de las primeras tareas que se acometieron fue reparar el camino de Algezares a Murcia. Los terratenientes del término aportaron entre 12 y 16 maravedís por tahúlla y los vecinos entregaron su trabajo personal de forma gratuita durante los domingos y festivos. Mientras tanto, el flamante consistorio elaboraba entonces su primer presupuesto, ligeramente superior a los 13.400 reales.
Contaba entonces la localidad con unos Milicianos Urbanos que a pesar de estar encargados de la seguridad hacían la vista gorda al abundante contrabando. Los alcaldes de este periodo fueron, entre otros: Alfonso Serón, Juan de la Cárcel Martínez, José Franco, Jerónimo García Baeza, Francisco Meseguer Sánchez y José Clemares Illán. Sabemos que ejercieron de secretarios: Juan de Cintas, Antonio Ruíz, Manuel Salvador, José Segura, Manuel Salmerón y Mariano Fernández.
Se conservan restos arqueológicos de un Palacio Episcopal de época romana del siglo III después de Cristo y una basílica paleocristiana del siglo IV d. de C. en la zona llamada Llano del Olivar, ahora a las afueras del núcleo urbano actual. Recientemente el descubrimiento de los restos de un palacio en las proximidades de la basílica ha reabierto el debate sobre si podría encontrarse allí la mítica Ello.
Debido a sus condiciones naturales la localidad es lugar habitual para la práctica de la escalada y las excursiones por la zona. Tres son los accesos principales a la sierra de la Cresta del Gallo, entre los que se encuentra la ruta de Algezares, siguiendo la carretera de subida al santuario de la Virgen de la Fuensanta.
El edificio más representativo de la villa es su iglesia parroquial del siglo XVI, de estilos renacentista y barroco, que conserva en su interior un artesonado mudéjar, de los pocos que aún se conservan en toda la Región de Murcia, y en buen estado de conservación, y rica decoración pictórica de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Otros de los edificios son sus dos ermitas, la de San Roque del siglo XVIII y la ermita del Calvario del siglo XVIII (aproximadamente).
Restos de acequias árabes, restos de instalaciones mineras que hasta principios de este siglo extraían el yeso de las vetas que aún se pueden observar en el monte cercano. Su nombre viene del árabe Al-yesar, que hace referencia precisamente a este mineral, que desde tiempos inmemoriales se ha venido extrayendo en esta localidad.
Médico del siglo XIX que impulsó las técnicas de asepsia y dirigió el equipo contra la epidemia de cólera de 1885 en Murcia. Presidente del colegio de médicos de Murcia y presidente de la Diputación de Murcia. Tiene una calle en Algezares
Político liberal, diputado de la diputación provincial de Murcia 1820-1823.
Diego Saavedra Fajardo.
Isidoro Saura Martínez
Rector de la Universidad de Murcia entre 2006 y 2014.
Aunque nacido en Callosa del Segura pronto se estableció con toda su familia(los hilaores) en Algezares. Desarrolló su mayor la parte de su profesional y artística en Brasil donde es más conocido que en España. Tiene una calle y está enterrado en Algezares.
La villa de Algezares tiene como patrona y titular de la iglesia parroquial a Nuestra Señora de Loreto y su festividad se celebra el 10 de diciembre. El patrón es San Roque y su festividad es el 16 de agosto.
Las fiestas patronales se han venido celebrando durante casi tres siglos hasta mediados del siglo XX, para la festividad de la patrona en el mes de diciembre, aunque en el mes de agosto también se celebraban unas pequeñas fiestas en honor a san Roque. Las fiestas en honor a san Roque perduraron hasta la década de 1930. Eran organizadas por los gremios de canteros y cabreros de Algezares y ellos eran los encargados de preparar y recaudar gastos para dichos festejos. Las fiestas en honor al patrón consistían en un novenario en su honor, el cual todo el pueblo acudía a su ermita, y varias cucañas por el Barrio de San Roque. Como anécdota muy conocida de estas fiestas era la suelta del llamado cochinico de San Roque, que consistía en soltar un pequeño cerdo por el pueblo, al cual la gente alimentaba durante los días de las fiestas. Dicho cochinico se sorteaba al terminar las fiestas.
En el mes de diciembre se realizaban las fiestas en honor a la patrona, fiestas que eran de mucha más importancia que las de San Roque, por tal motivo la imagen de San Roque se bajaba desde su ermita hasta la iglesia para presidir, junto con la patrona, las fiestas. Durante las Fiestas de Loreto se realizaban cucañas, verbenas, carreras de cintas a caballo, juegos florales, novenario y, como broche de oro, la imagen de la patrona salía a muy temprana hora de la tarde en solemne procesión, en la cual salía, acompañando a la imagen de la Virgen, la propia imagen de San Roque. Como anécdota a señalar es que en algunas ocasiones era costumbre, en aquellos años, que más imágenes de la parroquia acompañaran a la patrona en sus Fiestas Mayores, como fueron las imágenes de la Virgen del Rosario, San José, San Antonio o la Inmaculada Concepción.
A principios de la década de 1950, por iniciativa del cura párroco y la comisión de fiestas de aquellos años, decidieron trasladar la fecha de las fiestas, por motivos de la climatología del mes de diciembre, ya que en aquella época llovía bastante y se deslucían algunos de los actos programados para tales fiestas, a la última semana de septiembre finalizando el primer fin de semana de octubre, las cuales se siguen celebrando hasta nuestros días.
En estos últimos años las fiestas patronales cívico-religiosas han ido decayendo hasta prácticamente desaparecer por no haber comisión que se encargara de organizarlas, se han limitado las celebraciones cívicas al primer fin de semana de octubre, celebrando una verbena, carrera de cintas infantil y comida en la plaza de Loreto. Las cultos religiosos se han limitado a una Misa Mayor y procesión el domingo (último día de las fiestas), por tal motivo en 2006 cuando se refundó la desaparecida Cofradía de Nuestra Señora Santa María de Loreto (cofradía que ya se menciona en el Libro Primero de Defunciones de la Parroquia de 1709), la junta directiva recién creada, decidió volvió a trasladar solamente los cultos religiosos al mes de diciembre, como corresponden a la tradición que en Algezares se ha llevado a cabo durante tres siglos de historia, que es para la festividad de Nuestra Señora de Loreto el 10 de diciembre, al igual que al actual camarero de San Roque, don Juan José Garre Navarro, tomó la iniciativa de celebrar un Triduo y Misa Huertana para el 16 de agosto, festividad de San Roque. La hermosa talla actual de Nuestra Señora de Loreto es obra del escultor murciano Gregorio Molera Torá del año 1940, sustituyendo a la bellísima talla de la Virgen de Loreto que existió desde principios del siglo XVIII hasta su desaparición con motivo de la Guerra Civil, y que se le atribuye al escultor marsellés Antonio Dupar. De la antigua imagen de San Roque no sabemos exactamente ni fecha de ejecución ni autoría de escultor, también desapareció durante la Guerra Civil. La actual es una escultura de los Talleres de Olot y se encargó a principios de la década de 1940.
La Semana Santa algezareña es una de las más importantes de las pedanías del municipio de Murcia y una de las más antiguas, no hay documentación escrita donde se nos reseñe la fecha exacta de las primeras salidas procesionales de la Semana Santa, pero consta que la Procesión del Jueves Santo y Domingo de Resurrección desfilaban ya desde el siglo XIX, y los más probable, es que esta procesión del jueves fuera anterior al siglo XIX, ya que si tenemos constancia de que existía en el siglo XVIII la Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores.
El Jueves Santo desfila la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, esta Cofradía se fundó el 19 de marzo de 1967, dando continuación a la procesión que ya desfilaba desde la época mencionada anteriormente, y que fue solo suspendida durante los años de la Guerra Civil. Procesionan ocho pasos: el primero y titular de la Cofradía es Nuestro Padre Jesús Nazareno Escultor: Gregorio Molera Torá 1944, el segundo San Juan Evangelista, Escultor: Antonio Labaña Serrano (esta imagen sustituyó a otra de Olot que estuvo procesionando desde los años 40 hasta principios de los 80 cuando el escultor algezareños Antonio Labaña realizó la actual), el tercero es el de Nuestra Señora de Los Dolores, Escultor: Gregorio Molera Torá 1944, el cuarto es el del Santísimo Cristo Crucificado, Imagen de Olot, el quinto paso es el de Nuestra Señora de Las Angustias, Escultor: Antonio Labaña Serrano, el sexto es el paso de Las Tres Cruces del Calvario, Escultor de la Virgen Dolorosa: Gregorio Fernández-Henarejos 2005, el séptimo es el Santo Sepulcro de Cristo, Escultor: Antonio Labaña Serrano y el octávo y último Nuestra Señora de La Soledad, Escultor: Antonio Labaña Serrano.
Desde 1986, en Viernes Santo recorre las calles del pueblo, en el más absoluto silencio y en penumbra, la Procesión de la Hermandad del Santísismo Cristo de la Salud, desfilan esta procesión el 1º Nuestra Señora de La Soledad, Escultor Antonio Labaña Serrano, 2º el Santísimo Cristo de La Salud, Escultor Antonio Labaña Serrano. Esta procesión desfila por las calles altas de Algezares al sonido de un solo tambor y una campana que va anunciando la llegada de este singular desfile procesional. En el Monte de la Sangre (Barrio de San Roque) los vecinos encienden hogueras y colocan velas al paso del cortejo. Una de sus mayores peculiaridades es la indumentaria de los penitentes. A las 22:00h comienza la Hora Santa y la salida de la procesión es a las 23:00h su recogida es sobre 1:00 de la madrugada aproximadamente, terminando con un besapie al Santísimo Cristo de la Salud.
Hasta los años 50 cerraba la Semana Santa Algezareña la Procesión del Resucitado en la que procesionaban las imágenes de Nuestro Padre Jesús Resucitado, cariñosamente conocido por los vecinos de Algezares como el Niño Resucitado (dadas las dimensiones de la imagen), Talla de Olot, e iba acompañado por la Patrona, Nuestra Señora de Loreto. La imagen de la Virgen, para esa ocasión, procesionaba sin el Niño Jesús en sus brazos. Evidentemente la antigua talla de Nuestro Padre Jesús Resucitado, desapareció pasto de las llamas, como todas las imágenes de la Parroquia, durante la Guerra Civil.
También cabe destacar en este apartado las Cofradías que existieron desde un princípio en nuestra Iglesia Parroquial, las más antiguas fueron la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto (Refundada en año 2004), Cofradía del Santísimo Sacramento y la Cofradía de Bendítas Animas. Estas tres Cofradías ya aparecen en el Libro Primero de Defunciones en el año 1709 haciendo referencia a unas donaciones que se le realizaron. Lo más probable que estas Cofradías ya estuvieran fundadas anterior a esa fecha, posiblemente, en el siglo XVI o en el siglo XVII. Se fundarón otras Cofradías durante el Siglo XVIII, de los Libros de Defunciones de este siglo nos aparecen donaciones a la Cofradía de Nuestra Señora de Los Dolores, Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y la Cofradía de San Roque. No podemos atestiguar las fechas exactas de la fundación de las citadas Cofradías, ya que durante la Guerra Civil del 36 se perdió toda la información del archivo parroquial referente a Libros de Fábricas de la Iglesia, Libros de Actas de Cofradías, etc., pero gracias a los Libros de Defunciones y a los testamentos donde hacen las donaciones a dichas Cofradías, hemos podído averiguar de la existencia de ellas. Sobre los años 50 nos consta que existía la Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, ya que el estandarte nos hace referencia al año 1955, posiblemente esta Cofradía sería la heredera la antigua Cofradía de Benditas Ánimas modificando su nombre por el de la Virgen del Carmen (esto mismo sucedió en la vecina Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Beniaján ). De esta Cofradía lo único que se conserva a día de hoy es el estandarte, el cual sigue procesionando el Jueves Santo con la Hermandad del Santísimo Cristo Crucificado.
El día del Corpus Christi por la mañana sale desde la Ermita del Calvario la llamada Procesión de las Procesiones, con la Custodia bajo un palio del S.XIX, para finalizar en la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto, como es tradicional, la acompañan los niños vestidos con el traje de primera comunión y se detiene en distintos altares que los vecinos elaboran para depositar la Custodia.
Desde la primera bajada de la Virgen de la Fuensanta a Murcia en 1694, es tradición que la imagen de la patrona de Murcia pase por las calles del pueblo de Algezares que la guarda y custodia la mayor parte del año. Un jueves, tanto para las fiestas de primavera como para la feria de septiembre de la ciudad de Murcia, la Virgen de la Fuensanta sale de su santuario de Algezares para cruzar el pueblo y bajar a la ciudad. Después de las mencionadas fiestas, y siempre en martes, regresa a Algezares. De las dos romerías, es en la de septiembre cuando la afluencia de público es mayor, evidentemente porque es el día de fiesta y porque es la romería más antigua, llegando a subir más de 200.000 personas en la mañana de ese martes. Cabe mencionar las lluvias de pétalos que recibe la Virgen de La Fuensanta, la primera al entrar al pueblo en la plaza Canalejas llevado a cabo por Salvador Meseguer Ruiz, mientras se le canta la Salve, y la segunda lluvia de pétalos, y la más antigua y la más bonita que hay durante toda la romería, es en la Casa Barceló, a cargo de la familia Orenes-Barceló en la calle Saavedra Fajardo.
Por Algezares pasan tres líneas interurbanas de autobús:
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