Antonio de Orleans cumple los años el 31 de julio.
Antonio de Orleans nació el día 31 de julio de 1824.
La edad actual es 199 años. Antonio de Orleans cumplirá 200 años el 31 de julio de este año.
Antonio de Orleans es del signo de Leo.
Antonio de Orleans nació en Neuilly-sur-Seine.
Antonio de Orleans, duque de Montpensier (Neuilly-sur-Seine, 31 de julio de 1824 - Sanlúcar de Barrameda, 4 de febrero de 1890 ), fue un príncipe francés, miembro de la familia real francesa, y de la española por matrimonio y por parte de su madre. Era el hijo menor del rey de los franceses Luis Felipe I y de María Amelia de Borbón-Dos Sicilias, princesa de las Dos Sicilias y nieta del rey, Carlos III por su hijo, el infante Fernando. Es considerado el principal instigador del asesinato del general Prim, al haber financiado a sus autores materiales.
En 1830, se convirtió en príncipe, cuando su padre, Luis Felipe I, ascendió al trono de Francia. En 1832, el rey eligió a Antoine de Latour como preceptor particular del joven príncipe. Este era un joven profesor y literato que dirigiría la educación de Antonio de Orleáns y que posteriormente se convertiría en su secretario particular, acompañándolo durante muchos años. Al igual que sus hermanos mayores continuó sus estudios en el Liceo Enrique IV. En este centro tuvo como compañeros a su futuro cuñado Francisco de Asís de Borbón y el hermano de este Enrique de Borbón y Borbón-Dos Sicilias.
Al terminar sus estudios en el Liceo, ingresó en la Academia militar politécnica. En 1842 fue ascendido a teniente en el 3.er Regimiento de Artillería y el 17 de diciembre de 1843 a capitán del 4º Regimiento de Infantería, al mando de la 7.ª batería.
En 1844 combatió contra Abd al-Qádir, en la campaña de Argelia, distinguiéndose en Biskra, méritos por los que le otorgarían la Gran Cruz de la Legión de Honor el 24 de junio de 1844. El 8 de agosto del mismo año le nombraron jefe de escuadrón y el 22 de marzo de 1845 fue nombrado teniente coronel, distinguiéndose nuevamente en combate contra las Cabilas.
Ese mismo año inició un viaje a Oriente Próximo, en el que visitó Turquía, Alejandría, Grecia y Egipto acompañado por su secretario, Antoine de Latour. Mientras, como pacto de estado, Francia e Inglaterra negociaban realizar una boda doble para casar a la reina de España Isabel II con su primo Francisco de Asís de Borbón y simultáneamente el matrimonio de Antonio de Orleáns con María Luisa Fernanda de Borbón, hermana de la reina Isabel II.
Fue ascendido a coronel el 13 de agosto de 1846 y su padre el rey de Francia lo nombró mariscal de campo y comandante de artillería en Vincennes el 11 de septiembre de 1846.
El 10 de octubre de 1846 se celebró su boda con Luisa Fernanda de Borbón en el salón de embajadores del Palacio Real de Madrid, ella contaba 15 años y él 22. En la misma ceremonia, también contraerían matrimonio la reina Isabel II y su primo Francisco de Asís de Borbón.
Según Francisco Michelena y Rojas, embajador de Ecuador en Londres, en 1846, los planes de crear un Reino de Ecuador que había trazado el expresidente de ese país, Juan José Flores, habrían tenido eco en las principales cortes europeas con pretensiones en América.
Michelena acusaba principalmente a Francia de agitarse en distintas formas para establecer su dominación, ofreciendo sus príncipes bajo alianzas de familia, o su protectorado, tratando de influir en los gobiernos contra los intereses nacionales y humillando sus nóveles nacionalidades; y para ello el dinero necesario para la expedición provendría del mismo rey Luis Felipe I.
Por otra parte Manuel Moreno, embajador argentino en Londres, sospechaba también de la intervención francesa en Ecuador, pues creía que la candidatura al trono ecuatoriano que le habían ofrecido a Agustín Muñoz y Borbón, tercer hijo del segundo matrimonio de la ex reina regente española, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, no era sino aparente y provisional, y que en el fondo todo estaba dirigido por el monarca francés para acabar con la otra parte del Tratado de Utrecht y atraer con el tiempo a la rama Orleáns hacia Latinoamérica.
Moreno basaba su hipótesis en el casamiento del duque Antonio con la infanta española Luisa Fernanda de Borbón, también hija de María Cristina y hermana de Isabel II, en cuyo beneficio sería en realidad la futura monarquía que pretendían instaurar en América desde Ecuador. Finalmente, y por diferentes motivos, estos planes de Flores no se llegaron a concretar nunca.
En febrero de 1848, el rey Luis Felipe I y su familia tuvieron que huir de Francia tras el estallido de la Revolución de 1848 y la instauración de la Segunda República Francesa. Antonio de Orleáns y su esposa pasaron en un primer momento a Claremont House en Inglaterra, pero la presencia de una infanta de España, como heredera de la Corona de España, resultaba incómoda a las autoridades británicas que sugirieron la conveniencia de que el matrimonio marchase a España.
El 2 de abril de 1848 llegaron a España y se establecieron inicialmente en Madrid, después en Aranjuez y definitivamente fueron invitados a fijar su residencia en un lugar lo suficientemente alejado de la ciudad de Madrid para que el duque no pudiera intervenir directamente en la política española.Sevilla y adquirieren en 1849 el palacio de San Telmo y más tarde visitaron por primera vez Cádiz y El Puerto de Santa María, pasando por Sanlúcar de Barrameda, donde quedaron admirados de la ciudad. La primera vez que los duques de Montpensier descansaron en Sanlúcar de Barrameda fue el verano de 1849, instalándose en la finca denominada El Picacho, propiedad de María Josefa Díez de Saravia, viuda de Cortés, repitiendo también el verano del año siguiente.
Unos meses después, Antonio de Orleáns y su esposa Luisa Fernanda, se instalaron a vivir enEl 26 de julio de 1851, el síndico del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda expuso a la corporación lo siguiente: «Teniendo entendido que sus Altezas Reales, infantes de Orleáns, desean adquirir el edificio que fue Seminario opina el que suscribe que el Ayuntamiento manifieste el interés que tiene en que el contrato se realice por los beneficios que al pueblo reporta...». Y un año más tarde se asentaron definitivamente en lo que sería el palacio de Orleans-Borbón. Anteriormente se habían quedado en la denominada Casa Grande, que se encontraba en la calle Ganado, comunicada con la calle Almonte y uniéndolo con el palacio por un puente pasadizo.
El año 1852 los duques de Montpensier comenzaron la compra de la finca que antes fue el Botánico, que entonces no era más que trozos de viña, a Concepción Rosales, con el propósito de abastecer de agua sus jardines del palacio. Para ello se restablecieron unos pozos y norias de hierro y se plantaron semilleros de árboles de adorno y en el resto del terreno pinos.
El duque donó en 1858 la fuente que actualmente se encuentra en el Pradillo, plaza que también tuvo el nombre de Isabel de Orleáns. En esa plaza existía un viejo pilón o abrevadero que fue trasladado al Arroyo de San Juan. En 1860 compró el Coto de Torrebreva por la cantidad de cuarenta y tres mil duros. Torrebreva era un coto de caza que fue transformado en viña y que contaba además con una casa de dos pisos donde fallecería el duque en 1890.
El propósito de Isabel II al ordenar el distanciamiento de su hermana y su cuñado respecto de la corte de Madrid fue infructuoso. Antonio de Orleáns no sólo siguió influyendo en la política nacional sino que articuló en torno al Palacio de San Telmo una corte que rivalizaba en esplendor con la de su cuñada. Los Montpensier fueron unos destacados mecenas de las artes e impulsaron la reactivación económica de Sevilla, decaída por la pérdida del monopolio del comercio americano y por la inestabilidad política de la primera mitad del siglo.
La Semana Santa de Sevilla se vio muy favorecida por el patrocinio de los duques. Promovieron de la mano del ayuntamiento la realización del primer Santo Entierro Grande en 1850, iniciativa que se repitió en 1854. También en 1850 consta la entrega de un donativo a la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura para la realización de su imagen titular y la Hermandad de la Carretería para la terminación de su retablo. Promovieron la revitalización de cofradías que llevaban décadas sin procesionar e ingresaron como hermanos en las corporaciones del Gran Poder, Pasión, Montserrat o San Isidoro.
El 7 de julio de 1868 comienza la revolución española con el general Juan Prim y Prats al frente y financiada, entre otros, por Antonio de Orleáns, que terminó derrocando a su cuñada la reina Isabel II. La financiación del levantamiento lo hizo entre otro dinero con la hipoteca sobre el Palacio y las dos fincas de Sanlúcar que prestó la Banca Coutts y la Compañía de Londres, de un total cinco millones setecientas cincuenta mil pesetas. La hipoteca fue levantada diez años más tarde debiendo pagar un cinco por ciento de interés en moneda de oro o plata. El 7 de julio de ese año recibe el duque una comunicación del gobierno de González Bravo en la que se le ordena abandonar España, haciéndolo el 16 de julio desde el Puerto de Bonanza a bordo de la Villa de Madrid, rumbo a Portugal donde pasaría un año en el destierro.
En 1869 y 1870, Enrique de Borbón, duque de Sevilla, publicó varios panfletos y artículos de lo más virulentos contra su primo, el duque de Montpensier. Este le retó a un duelo, que tuvo lugar en un paraje próximo al actual barrio de La Fortuna, en Leganés, Madrid, el 12 de marzo de 1870.
Los dos duques llegaron a la escuela de tiro de la Dehesa de Carabanchel vestidos con la reglamentaria levita negra. Sus padrinos habían discutido las condiciones del duelo con el ritual acostumbrado en aquellos lances de honor, esclavos de una etiqueta caballeresca. Se estableció que dispararían alternativamente, sorteándose el orden y la colocación. Así, se fijó la distancia, nueve metros, marcada por dos piquetes.
El día de antes habían comprado dos pistolas de duelo en Ormaechea, el armero vizcaíno, se comprobó que no habían sido usadas, que estaban en buenas condiciones y se permitió probarlas a los duelistas. El duque de Sevilla no se había molestado en practicar el tiro; parece que el duque de Montpensier sí lo había hecho las dos tardes anteriores. Como tenía defectos de visión, se le autorizó a usar gafas, según recoge el acta.
Le tocó disparar primero al duque de Montpensier, que erró el tiro; también falló el duque de Sevilla. El honor ya estaba a salvo, pero al contrario que en otros duelos que se consideraban así resueltos, habían establecido que seguirían disparando hasta que se hiciera sangre. El duque de Montpensier hizo pues el tercer disparo de la mañana, con la fatalidad de que impactó justo en la frente de su adversario. El duque de Sevilla cayó por tierra, muerto.
El duelo acabó con las posibilidades del duque de Montpensier de hacerse con el trono español, al que aspiraba tras el derrocamiento de su cuñada.
La trágica muerte del exinfante causó furor en las cortes de Europa. Su hijo primogénito, Enrique de Borbón y Castellví, se negó a aceptar las 30 000 pesetas que el duque de Montepensier se ofreció a pagarle por su acto. Dado el carácter de militar del duque de Montpensier (Isabel II le había nombrado capitán general) se le formó consejo de guerra. Como solía hacer la Justicia en los casos de duelo, se determinó que la muerte del infante había sido «accidental», y al duque de Montpensier le impusieron un mes de arresto.
Las Cortes votaron para elegir al rey de España el 16 de noviembre de 1870, quedando descartado Antonio de Orleáns y fue elegido Amadeo de Saboya, con el nombre de Amadeo I. El resultado de la votación fue: Amadeo, 191 votos; republicanos, 60; duque de Montpensier, 27; el general Espartero, 8 y el príncipe Alfonso, que sería más tarde Alfonso XII, solo 2. Hubo 29 ausencias, 4 diputados enfermos y 19 votos en blanco.
Antonio de Orleáns abandonó la península hacia una fortaleza militar de la isla de Menorca, a donde se había ordenado su destierro y prisión por negarse al juramento de adhesión al rey Amadeo I que se le exigía como capitán general. Más tarde, se le dio de baja del ejército, siendo desposeído de su grado de capitán general.
Los estudios del abogado Antonio Pedrol Rius, basados en la documentación existente (proceso que consta de 18 000 folios) en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, señalan al duque de Montpensier y al regente general Serrano como cerebros e instigadores, y al republicano José Paúl y Angulo como ejecutor, con otros nueve hombres, del asesinato de Juan Prim. El estudio del abogado reusense Antonio Pedrol Rius aclaró en 1960 el misterio de su asesinato en cuanto a autores materiales (Paúl y Angulo y otros), y en cuanto a los instigadores, los indicios sobre Montpensier y Serrano se basan en que los asesinos fueron reclutados por sus hombres de confianza, y en otro intento de asesinato acaecido en el mes anterior (noviembre), pagados por estos mismos. Detrás del atentado estarían gentes de distinto e incluso enfrentado signo político pero que coincidían en lo fundamental: querían que la muerte de Prim obligara a Amadeo I a renunciar al trono, un trono codiciado por Montpensier. El silencio de los sicarios y participantes en la emboscada a Prim fue pagado con dinero allá donde huyeron (principalmente América Latina) y hasta que estos fallecieron; corrieron peor suerte los que quedaron en España, que poco a poco fueron siendo asesinados sigilosamente para que no hablaran, según investigó Pedrol Rius.
En estudio realizado por José Andrés Rueda Vicente se señala que gracias al promotor fiscal, Joaquín Vellando, así como a las declaraciones de Solís y Eustaquio Pérez, se localizan dos dictámenes: el primero, en el que se estima, el 9 de septiembre de 1871, «que aparecía en primer término la responsabilidad del Excmo. duque de Montpensier, contra quien debe dirigirse el procedimiento como principal autor del complot que tuvo por objeto el asesinato del Excmo. Sr. D. Juan Prim». En el segundo, el 12 de junio de 1872, solicita, además, «prisión del Excmo. Sr. duque de Montpensier».
La Comisión Prim del Departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela ha establecido en 2012, a partir del sumario judicial de la época, la lista definitiva de los doce asesinos de Prim y su financiación por el duque de Montpensier, cuyo objetivo fue el de instalarse en el trono, el mismo fin que le había llevado a financiar la Gloriosa.
En 1875 entrega sesenta mil reales al ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda para las obras de conducción pública de agua potable como contraprestación por los favores que a él le hizo el ayuntamiento con relación a la canalización del agua para su palacio.
Antonio de Orleáns obtiene permiso para regresar a España un año después de la proclamación de Alfonso XII como rey de España. Pero aun con la llegada a Madrid, camino de Sevilla, no se le permitió alojarse en otro lugar que no fuese un hotel. No obstante, tuvo siempre una estimada reputación, tanto a nivel nacional como internacional. Así se puso de manifiesto en la primavera de 1883, cuando el Consejo de Ministros procedió a su nombramiento como representante del Reino de España en la Embajada Extraordinaria que, en nombre del rey Alfonso XII, acudió a la solemne ceremonia de coronación del zar Alejandro III de Rusia en Moscú.
Antonio de Orleáns murió en su finca sanluqueña de Torrebreva el 4 de febrero de 1890, a los sesenta y cinco años de edad, víctima de una apoplejía cerebral. Sus restos mortales fueron enterrados en el mismo coto, en un lugar denominado Corro del Piñón. Por otro lado, su esposa, Luisa Fernanda de Borbón, falleció en el sevillano palacio de San Telmo, el 1 de febrero de 1897 a los sesenta y cinco años. Los restos de los duques descansan hoy en el Panteón de Infantes del monasterio de San Lorenzo de El Escorial, así como varios de sus hijos.
El matrimonio de los duques de Montpensier tuvo diez hijos:
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