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Arquitectura hinchable



Arquitectura hinchable es aquella arquitectura efímera que utiliza la impulsión de aire como medio para dar forma a montajes temporales de tamaño y formas variables. Se trata de espacios carentes de estructura que son generados por aire, obteniéndose de esta forma arquitecturas en las que lo que no se ve se convierte en la esencia y el espacio que se consigue es máximo con la menor superficie de envolvente. Hinchando la piel se crea un volumen capaz de albergar diferentes usos. Este tipo de arquitectura permite cambios en él gracias a su principal material, el aire.

Se trata de diseños transportables de fácil montaje y desmontaje gracias a los materiales plásticos y textiles baratos, flexibles y libres de muchas restricciones de la arquitectura tradicional, los cuales sirven de base para un nuevo lenguaje de diseño.

Las arquitecturas efímeras hinchables formaban parte en sus orígenes de una crítica a la sociedad, a la economía y a la política ofreciendo un contrapunto a la arquitectura moderna. También han sido utilizadas en numerosas obras cinematográficas de ciencia ficción y escenografías teatrales ya que estos suponen campos proclives a la experimentación.

Las primeras construcciones efímeras hinchables fueron desarrolladas en EE.UU. por los militares debido a su facilidad de traslado y montaje. Estas estructuras, originalmente diseñadas por Walter Bird, fueron muy utilizadas durante los años 1950 y a lo largo de esa década atrajeron la atención de los arquitectos que colaboraran con Bird.

Su trabajo más importante, que haría popular el concepto de arquitecturas hinchables, fue una cubierta para el Boston Arts Center Theatre, desarrollada en 1959 en colaboración con Paul Weidlinger y el diseño de Victor Lundy para la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos, un edificio masivo en forma de globo de doble piel para una exhibición itinerante que debía ser transportada y ensamblada en tan sólo 4 días harían popular el concepto de arquitecturas hinchables.

Pronto se convirtieron en objeto de experimentación para la contracultura como crítica a las formas duras y poco comprometidas de la arquitectura moderna. Las formas no lineales de estas propuestas, opuestas completamente a las del brutalismo, también iban en contra de la norma y sugerían nuevos diseños y espacios.

A principios de los años 60 una generación de arquitectura experimental propuso el uso masivo de arquitectura efímera hinchable cuya utilización se vio reforzada por nuevas ideas sobre la relación de la sociedad con el espacio centrándose en el nomadismo y la vivienda temporal. El movimiento alcanzó la cumbre durante una serie de grandes eventos públicos entre 1968 y 1971 en los que se desarrollaron todo tipo de montajes temporales. El más conocido fue la Exposición de Osaka en 1970, donde un diseño de Kenzo Tange, Uzo Nishiyama y Renzo Piano supuso la construcción de una ciudad temporal del futuro mediante la creación de una colección masiva de cúpulas inflables y estructuras prefabricadas.

Un año más tarde, en abril de 1971, el Whiz Bang Quick City, una ciudad efímera, fue construida cerca de Woodstock por cientos de estudiantes en pocos días.

De los experimentadores de la arquitectura hinchable en los años 1960 y 1970, Ant Farm, un colectivo de arquitectos radicales de California, serán los más prolíficos en lo que arquitectura efímera hinchable se refiere creando numerosos proyectos, entre ellos, el Inflatocookbook, una guía para la construcción y realización de arquitectura hinchable.

Otros colectivos, como es el caso de Archigram, propuso todo tipo de conceptos ligeros y transportables, desde el Suitaloon y el Cushicle, pieles plásticas para nómadas y la Inflatable Suit-Home, otro experimento de vivienda portátil. En 1965, el crítico británico Reyner Banham propuso Un-House, en su artículo “A Home is not a House” una cúpula portátil que contenía todas las necesidades para la vida en una pieza de plástico transparente.

En otoño de 1971, José Miguel Prada Poole construye en la isla de Ibiza una de las que será de las últimas Instant City de la década, una ciudad temporal en la que se promueve la autoconstrucción colaborativa.

Los cambios de moda, junto con la subida de precio del plástico por la crisis del petróleo llevaron a fin este periodo de experimentación aunque la arquitectura hinchable resurgió en los años 1990 y principios de los 2000 con el Pabellón de la Serpentine Gallery de OMA y Aeromads, una instalación creada por Alexis Rochas en el 2006 y que cuestionaba la realidad doméstica y retomaba las ideas de los 1960 creando formas más complejas con las mismas ideas de maleabilidad de la vivienda siendo esta versátil y pudiendo cambiar de ambiente, desinflarse y transportarse en una maleta.

Gran parte de estas ideas fueron desarrollo exclusivamente teórico y no fueron realizadas. En otras ocasiones fueron utilizadas en festivales de música y actuaciones temporales y sus desarrollo ha tenido un impacto a gran escala en los diseños modernos de arquitectura.

Por tratarse de un subgrupo dentro de las arquitecturas efímeras, sus características básicas son las de estas. Entre ellas, se pueden destacar:

Se trata de proyectos de escala humana, arquitecturas hinchables que pueden llevarse encima e hincharse dando cabida a un gruporeducido de personas (entre 1 y 5). Este tipo de arquitectura es frecuentemente utilizada como refugio para nómadas urbanos.

El colectivo de arquitectos más prolífico en lo que a arquitectura hinchable se refiere fue Ant Farm, que utilizó iconos populares de los Estados Unidos para redefinirlos. Además de por sus trabajos arquitectónicos fueron muy conocido por sus performances contraculturales. Destaca el desarrollo de la obra Inflatocookbook (1971), una guía con ilustraciones realizadas por arquitectos para diseñar y construir hinchables buscando crear objetos como herramienta de comunicación y experimentación, símbolo de oposición contra la arquitectura construida.

En España, el mayor exponente de arquitectura hinchable es José Miguel de Prada Poole, un arquitecto que reivindica la arquitectura como utopía. Se hizo famoso a principio de los 70 por su gran actividad con proyectos inflables como la Casa Jonás (1968) una propuesta de una estructura inteligente, sensible al entorno que permite la conexión de estructuras de características similares, o como la Ciudad instantánea (1971) en Ibiza, una construcción efímera sede para el congreso internacional de diseño celebrado en Ibiza o el recinto neumático de Pamplona (1972).

En 1973 construye el Heliotrón, una obra construida con un mínimo de recursos y medios. En esta obra destaca el uso de materiales de construcción como las lonas de fibra artificial y los cables. La obra fue una gran instalación sensorial, las cubiertas neumáticas servían de pantallas a dos decenas de proyectores situados en los mástiles. El resultado fue una gran cantidad de hábitats efímeros en un espacio diferente donde lo lúdico era la experiencia principal.

En la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid ETSAM el Máster de Efímeras realizó un taller sobre arquitectura textil e hinchable. En el año 2011 participó en el festival de arquitectura efímera Bellastock que se realiza cada año a las afueras de París. Los estudiantes del máster de Arquitecturas Efímeras de Madrid construyeron la “Catedral” de la ciudad hinchable Bellastock 2011.



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