Siberia (en ruso: Сиби́рь, tr.: Sibir) es una vasta región geográfica que se encuentra en la parte asiática oriental de la Federación de Rusia, por lo que también se la llama Rusia asiática, Rusia oriental o Rusia del Este; y por su situación geográfica respecto al continente asiático se denomina ocasionalmente Asia Septentrional, Asia del Norte, Norasia o Norte de Asia.
Es una región que se extiende desde los montes Urales en el oeste, hasta el océano Pacífico en el este , y que colinda al norte con el océano Ártico y al sur con Kazajistán, Mongolia, Corea del Norte y China. El río Yeniséi divide condicionalmente Siberia en dos partes, occidental y oriental. No representa ninguna división político-administrativa, ya que está formada por varios distritos de la Federación Rusa.
Siberia representa aproximadamente el 76 % del territorio de la Federación de Rusia (13,1 millones de kilómetros cuadrados), con una densidad de población muy baja, siendo el hogar de solo el 28 % de la población de Rusia, unos 36 millones de personas aproximadamente. Esto es equivalente a una densidad de población promedio de aproximadamente tres habitantes por kilómetro cuadrado (similar a la densidad de Australia), haciendo de Siberia una de las regiones más escasamente pobladas de la Tierra.
Algunas fuentes dicen que su nombre proviene del turco «tierra dormida».sibires, nómadas eurasiáticos, más tarde asimilados a los tártaros siberianos. Pamela Kyle Crossley afirma que los rusos llamaron a la región Siberia por los sibires/xibe. El significado moderno del nombre apareció en la lengua rusa después de la conquista del kanato de Siberia.
Otra versión dice que procede del nombre tribal de losGeneralmente, Siberia se considera dividida en tres partes, geológicamente distintas, separadas por los ríos Yeniséi y Lena:
La mayor parte de Siberia se compone de zonas boscosas (taigas) y pantanosas donde predomina un clima subártico muy extremo, con veranos muy breves e inviernos prolongados muy rigurosos y poco soleados. Las partes más septentrionales de Siberia se caracterizan por el bioma de la tundra con un clima extremadamente frío, pudiendo alcanzar fácilmente los -50 ºC (en Siberia Oriental, más exactamente en Verjoyansk se han registrado temperaturas inferiores a -68 °C). Amplias zonas siberianas tienen un suelo permanentemente congelado o permafrost principalmente en las cercanías del círculo polar ártico, situación que dificulta la construcción y la introducción de redes hidráulicas en los dispersos asentamientos humanos.
El río Obi es el más occidental de los ríos siberianos. Forma una extensa cuenca junto con su afluente el Irtish.
El río Yeniséi es el principal río de Siberia y uno de los mayores de Asia, con unos 4093 km de longitud; su cuenca abarca unos 2 580 000 km².
El río Lena (en ruso Лена), es el décimo río más largo del mundo y el que tiene la novena mayor ribera. Nace a 1640 m de altitud en los montes Baikal, al sur de la Meseta Central Siberiana, 20 km al oeste del lago Baikal.
El río Kolymá se encuentra en el noreste de Siberia. Tiene 2129 km de longitud y desagua una cuenca de 679 934 km². Lo que lo convierte en el sexto más grande de Rusia.
El lago Baikal, con 636 km de longitud, 80 km de anchura y 1637 m de profundidad, es el más grande de los lagos de agua dulce en Asia y el más profundo de todo el mundo.
El lago Elgygytgyn está ubicado en el noreste de Siberia. Tiene un diámetro aproximado de 15 km y una profundidad de 175 m, y está ubicado en un cráter de impacto de meteorito creado hace 3,6 millones de años en el Plioceno. El diámetro del cráter es de 18 km.
Siberia fue ocupada por diferentes grupos de nómadas como los yenets, los nenets, los hunos, uigures, tunguses, votiacos, komis, yakutos, tuvanos. El área fue conquistada por los mongoles en el siglo XIII y finalmente se creó el autónomo kanato Siberiano. En el siglo XVI, los grupos de comerciantes y cosacos comenzaron a entrar en el área. Durante el gobierno de Iván IV El Terrible (exactamente en 1558), este concedió a la familia Stróganov una gran extensión a orillas del río Kama y el privilegio de reclutar soldados, obtener munición y emplazar fortalezas. Alarmado por la actividad rusa en sus tierras, el príncipe Kuchum de Siberia envió a su sobrino Majmetkul con un ejército para saquear los dominios rusos. Semión Stróganov, sin pérdida de tiempo, recurrió a dos caudillos cosacos, Yermak Timoféyevich e Iván Koltsó, y los puso al frente de un ejército de mil soldados. En 1581, Yermak cruzó los montes Urales y venció a las hordas de Majmetkul. Luego el ejército ruso comenzó a establecer fortificaciones en el remoto Este. Así aparecieron ciudades como Mangazeia, Tara, Yeniseysk y Tobolsk, siendo esta última declarada capital de Siberia. A mediados del siglo XVII el territorio controlado por los rusos se había extendido hasta el Océano Pacífico. Durante los siglos XVII y XVIII la población rusa en Siberia siguió siendo escasa, debido tanto a la dureza del clima como a las enormes dificultades en las comunicaciones. Sólo algunas misiones exploratorias y comerciantes habitaron Siberia.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se experimentaron las primeras oleadas de inmigrantes rusos, en su mayoría campesinos. Varios acontecimientos podrían explicar el movimiento migratorio a Siberia: la abolición de la servidumbre en 1861, el exceso de población en la Rusia europea y sobre todo el Ferrocarril Transiberiano. Otro factor que contribuyó a esta oleada fue el envío a esta región de prisioneros de la Rusia europea o de territorios ocupados por los rusos, como Polonia.
El primer gran cambio en Siberia fue el Ferrocarril Transiberiano, construido en 1891-1903. Esto unió más a Siberia con el resto de Rusia y fue promovido por el zar Nicolás II.
Durante el mandato de Stalin se utilizó una serie de campamentos de prisioneros, conocidos como Gulag, donde llevaban a cabo trabajos forzados. Esto se hizo tan frecuente que "Siberia" llegó a ser considerado como sinónimo del exilio y el castigo.
Durante la Segunda Guerra Mundial la mayoría de las actividades industriales fueron trasladadas a Siberia con la finalidad de protegerlas de los ataques del ejército alemán. Siberia cuenta con muchos recursos naturales y durante el siglo XX (gracias a los planes quinquenales) estos fueron explotados, y con ello, surgieron ciudades industriales en diversos lugares de la región.
Geográficamente, Siberia incluye los distritos federales de los Urales, Siberia y del Lejano Oriente. Desde el punto de vista histórico, el Extremo Oriente ruso es considerado un segmento de Siberia.
Las principales ciudades siberianas son:
Siberia tiene una población total de aproximadamente 38,7 millones de habitantes (est. 2005). Aproximadamente el 70 % de los habitantes de Siberia vive en áreas urbanas; las más importantes se ubican en la parte meridional, a lo largo de la línea ferroviaria del Transiberiano. En la mayor parte de las ciudades siberianas abundan los pequeños apartamentos. Muchas personas de las áreas rurales viven en simples, pero espaciosas, casas de madera.
Novosibirsk es la ciudad más grande de Siberia, con una población de cerca de 1,5 millones, seguida por Ekaterimburgo (1,3 millones), Omsk (1,1 millones), Cheliábinsk (1.07 millones), Krasnoyarsk (0,91 millones), Barnaul (0,60 millones), Irkutsk (0,59 millones), Vladivostok (0,6 millones), Kémerovo (0,52 millones), Tiumén (0,51 millones), Tomsk (0,48 millones), Nizhni Tagil (0,39 millones), Kurgán (0,36 millones), Ulán-Udé (0,36 millones), Chitá (0,32 millones).
La mayor parte de los siberianos (89 %) son rusos y ucranianos, siendo los eslavos mayoritarios en la mayoría de los "óblast" y "krai", pero en ciertas repúblicas (por ejemplo Tuvá), la población eslava es apenas de un 20 %.
La mayoría de los grupos no eslavos son de origen túrquico. Las principales minorías lingüísticas son los mongoles (600 000 hablantes), los urálicos, samoyedos, ugrios, yukagiros (aproximadamente 100 000 hablantes), manchú-tunguses (40 000 hablantes), chucoto-camchadales (25 000 hablantes), esquimal-aleutianos (aproximadamente 2000 hablantes), y otros grupos aislados, como Ketes y Nivjis.
Como en todas partes de Rusia, la religión tiene un papel importante en la vida siberiana. Hay una variedad de creencias en todas partes de Siberia incluyendo el budismo, el islam, el judaísmo, y el cristianismo. La confesión mayoritaria es la Iglesia ortodoxa rusa. Sin embargo, la religión nativa se remonta a hace miles de años. El vasto territorio de Siberia tiene muchas tradiciones diferentes locales de dioses. Entre estos se incluyen: Ak Ana, Anapel, Bugady Musún, Kara Khan, Khaltesh-Anki, Kini'je, Kutkh, Nga, Nu'tenut, Numi-Torem, Numi-Turum, Pon, Pugu, Todote, Toko'yoto, Tomam, Xaya Iccita, Zonget.
Pese a tener ciudades con más de 1 millón de habitantes, y por lo lejana y aislada que está la región de la capital de Rusia (Moscú), las industrias en Siberia están prácticamente relacionadas con la economía primaria, donde existen algunos de los depósitos más grandes del mundo de níquel, oro, plomo, molibdeno, diamantes, zafiros, plata y zinc, así como extensas e inexploradas reservas de petróleo y gas natural, de los que la mayor parte están en la fría y remota región oriental. Siberia es extraordinariamente rica en minerales, puesto que contiene minas de casi todos los metales económicamente valiosos (en gran parte debido a la ausencia de glaciación en el Cuaternario).
La agricultura no se puede desarrollar en el norte de Siberia por las permanentes heladas y los suelos congelados (permafrost). Sin embargo, en el sudoeste, donde los suelos son tierras negras sumamente fértiles y el clima es un poco más moderado, existen extensos cultivos de trigo, cebada, centeno y patatas. En los pastizales se desarrolla el ganado. Siberia tiene los bosques más grandes del mundo, de modo que la madera es una fuente importante de ingresos, sobre todo por el hecho que los bosques en el este son capaces de recuperarse rápidamente.
El ferrocarril transiberiano fue inaugurado el 21 de julio de 1904, tras trece años de trabajos. Con una extensión de 9288 kilómetros, une Moscú con el océano Pacífico de Rusia, más precisamente con Vladivostok (localizada en el mar del Japón, y cuyo significado en ruso es 'Poder sobre el oriente'), atravesando la mayor parte de la que fue Asia soviética. Esta vía, que atraviesa ocho zonas horarias y cuyo recorrido dura cerca de 7 días de viaje, constituye el servicio ferroviario más largo del mundo.
En cuanto a pasos vehiculares existe la carretera transiberiana, una autopista federal que comunica San Petersburgo con Vladivostok pasando por Moscú, la cual se extiende por 11 000 kilómetros de ruta pavimentada, siendo así la carretera nacional más larga del mundo.
El transporte aéreo en Siberia es constante pese a la dureza del clima, estando sus ciudades principales dotadas de aeropuertos aptos para las condiciones climáticas de la zona como el Aeropuerto de Ekaterimburgo-Koltsovo, considerado el tercer aeropuerto más importante de Rusia después de los de Moscú y San Petersburgo.
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