La batalla de monte Tumbledown fue un enfrentamiento durante la batalla de las Malvinas, que tuvo lugar durante el avance británico hacia Puerto Argentino/Stanley.
El 13 de junio de 1982 la 5.ª Brigada de Infantería del Ejército Británico lanzó en ataque en horas nocturnas sobre la altura de Tumbledown que sorprendió a los argentinos.
La situación en las vecinas alturas de Wireless Ridge empeoró con el transcurso de la noche y finalmente el comandante del Batallón de Infantería de Marina N.º 5 se replegó en dirección a Sapper Hill debido a la amenaza que de un flanqueo de más de 100 paracaidistas y blindados enemigos sobre su puesto de comando en Moody Brook. A las 07:00, el cuartel general de la X Brigada ordenó erróneamente a la Compañía Nácar en Tumbledown replegarse a Sapper Hill debido al alto número de bajas que había sufrido. En la retirada los soldados argentinos se vieron obligados a enfrentarse solos al resto de los soldados británicos que defendían la cumbre y que atacaban constantemente. Cuando los mandos argentinos se percataron del error, solo quedaban en pie cuarenta refuerzos de la Compañía Piribebuy al mando del teniente primero Raúl Daniel Abella que resistían los ataques británicos.
La Compañía Nácar del BIM 5, al mando del teniente de navío Villarraza, fue destacada a defender un sector que comprendía una zona entre el valle de Moody Brook y las costas existentes al sur de Monte William.
estaba ubicada por detrás de la 1.ª Sección. Los cañones 105 mm sin retroceso, divididos, un grupo en el extremo izquierdo de la 1.ª Sección y el otro, en el extremo derecho de la 3.ª Sección. Los morteros de sesenta milímetros de calibre se encontraban entre la 4.ª Sección y el puesto comando de compañía.
La 4.ª Sección de la Compañía Nácar estaba localizada en el extremo oeste del monte Tumbledown. Su frente apuntaba hacia el sur, siendo la finalidad de esa localización batir con fuegos de flanco al valle que quedaba a su frente. Aproximadamente mil o mil quinientos metros hacia retaguardia se localizaban la 1.ª Sección de la Compañía Nácar y la 2.ª Sección de la Compañía Nácar.
La Sección tenía un frente de aproximadamente ciento cincuenta o doscientos metros y su extremo derecho viraba hacia el oeste, cubriendo ese sector en el extremo de la altura. Tenía una profundidad de aproximadamente cincuenta metros incluyendo una posición de cambio ubicada justo a su retaguardia en la cresta topográfica de Tumbledown, aproximadamente a treinta o cincuenta metros respecto a la posición principal.
Contaba inicialmente con dos grupos de tiradores y un pelotón comando. Cada grupo de tiradores estaba compuesto por diez hombres. El grupo de la izquierda quedó directamente al mando del teniente de corbeta Vázquez, ya que el suboficial segundo Fochesatto pasó a desempeñarse solamente como radio operador del mencionado teniente. El otro grupo estuvo al mando del suboficial segundo Julio Saturnino Castillo en el sector Oeste —grupo de la derecha—. El grupo de la izquierda tenía una pieza de mortero de sesenta milímetros y una ametralladora MAG. El grupo de la derecha tenía un fusil FAP y una ametralladora MAG. El resto del personal tenía fusiles FAL. El Pelotón Comando Sección estaba integrado por el cabo segundo Amilcar Tejada y dos conscriptos provenientes del Batallón de Comunicaciones N.º 1.
La posición defensiva constaba de una posición principal —la descrita— y la posición de cambio indicada, además de una considerable cantidad de «pozos de zorro» que se transformaron en posiciones de cambio, suplementarias o simuladas. Estos pozos eran producto de obras naturales, impactos de la artillería, etcétera.
Aproximadamente cinco días antes del 14 de junio, se conformó la 5.ª Sección de la Compañía Nácar al mando del teniente de corbeta Miño y personal de Ingenieros Anfibios. Esta Sección ocupó una posición defensiva en la cresta topográfica del extremo oeste de Tumbledown, apuntando hacia el norte y casi cerrando con su extremo izquierdo, el terreno que la separaba del extremo derecho. La distancia que separaba a la 5.ª Sección de la 4.ª Sección variaba entre los veinte y los cincuenta metros, estando ambas «espalda con espalda».
A partir del 12 de junio, la 4.ª Sección pasó a estar reforzada por la incorporación de aproximadamente veinte conscriptos del Ejército Argentino, un cabo y el subteniente Oscar Augusto Silva. Todo este personal provenía de los RI 12 y RI 4. El teniente Vázquez designó al subteniente Silva jefe de un pelotón de cinco hombres del Ejército, que ocuparon las posiciones centrales de la posición de cambio en la retaguardia —en la cresta topográfica, a escasos veinte metros de la 5.ª Sección—, y su misión era cubrir por el fuego el repliegue de la 4.ª Sección en caso de que no pudieran sostener la posición principal.
En los últimos días antes del combate, la 4.ª y 5.ª Sección coordinaron lo siguiente:
El día previo al combate se hicieron algunas modificaciones:
La sección estaba integrada por treinta infantes de marina, pero al momento de iniciarse el combate solo había veintisiete, ya que tres habían sido evacuados los días previos por heridas que sufrieron durante los bombardeos ingleses. A esto hay que sumarle al subteniente Silva, un cabo del Ejército y quince conscriptos —el resto del personal del Ejército fue evacuado por no tener más munición remanente o estar incapacitado para seguir combatiendo—. En total eran cuarenta y cuatro hombres en la posición de Vázquez.
Una vez desplegados los británicos, el combate se dividió en distintas fases:
El esquema defensivo argentino estaba preparado para enfrentarse a un ataque enemigo cuyo eje se debería encontrar al sur del cerro. Por ello los británicos prepararon un ataque de distracción en ese sentido con el Pelotón de Reconocimiento al mando del mayor Richard Bethell reforzados por ingenieros reales y apoyados por cuatro tanques livianos a cargo del teniente Mark Coreth. La aproximación se iniciaría al ponerse el sol para que los argentinos no pudieran percibir la magnitud del ataque ni reforzar rápidamente Monte Tumbledown.
Este pelotón encontró resistencia en las posiciones adelantadas de la Compañía Obra en las laderas del Monte William, y el feroz intercambio de fuego de dos horas de duración
le costó la vida a dos británicos —cabo John Pashley y sargento Daniel Wright— y cuatro fueron heridos. Previo a entrar en combate con los argentinos en las laderas del Monte William, uno de los tanques Scorpion fue puesto fuera de acción por una trampa explosiva plantada por los ingenieros anfibios argentinos.Temiendo un contraataque, el mayor Bethell ordenó al pelotón británico retirarse; se encontraron dentro de un campo minado y se vieron obligados a abandonar su equipamiento. Hubo dos británicos heridos cubriendo la retirada y cuatro más por minas. Las explosiones alertaron al pelotón al mando del suboficial Elvio Ángel Cuñé en Monte William que abrió fuego con sus morteros de ochenta y uno milímetros. El bombardeo argentino duró unos cuarenta minutos. Más bajas británicas se habrían producido si no fuera por la turba blanda que absorbió la mayor parte de las explosiones. Finalizado el combate los ingenieros anfibios realizaron un reconocimiento en el lugar del enfrentamiento y un artículo escrito en la posguerra de Malvinas afirmaría que:
Tres soldados conscriptos de la Compañía Obra murieron en el combate con la unidad del mayor Bethell.
Esa noche, el mayor Aldo Rico recibió una orden de establecer una posición avanzada frente a Monte William, por lo que envió a la 3.ª Sección de Asalto a cargo del capitán Andrés Ferrero a dicha posición.
Cerca de las 02:00 del 14 de junio, el SAS y SBS fracasaron en un nuevo asalto de distracción contra las posiciones del BIM 5 —esta vez defendidas por el pelotón del teniente de corbeta Héctor Gazzolo en Cortley Ridge— y se retiraron después de sufrir tres heridos y perder tres lanchas de desembarco.
De las 21:00 a las 23:15 horas del 13 de junio hubo un fuego intenso de artillería contra la 4.ª Sección. Este fuego cortó las líneas telefónicas, dejándolas irreparables. Inmediatamente después de cesar el bombardeo las tropas de infantería británicas iniciaron un asalto contra la posición, cruzando la misma en dos olas. Una lo hizo de sur a norte, y la otra de oeste a este. El asalto se ejecutó en línea, haciendo fuego con las armas desde la cadera a una distancia de aproximadamente cinco metros hacia delante, estando todo el personal británico con bayonetas caladas. Este primer ataque fue realizado por la Left Flank Company, una de las tres compañías que formaban el 2.º Batallón de la Guardia Escocesa. Esta compañía hizo el ataque con los siguientes componentes:
Mas los agregados de:
La Compañía Flanco Izquierda totalizaba doscientos soldados, los cuales iniciaron el asalto sobre la posición de la 4.ª Sección.
La totalidad de los argentinos abrieron fuego comenzando un combate que intercalaba el fuego de los fusiles, granadas de mano, fuego de ametralladoras, combates a bayoneta y golpes.
El combate se generalizó en todo el frente y retaguardia de la Sección. El grueso de los ingleses sobrepasaron a los argentinos, tomando posiciones a su retaguardia, permaneciendo gran cantidad de ellos mezclados entre las posiciones argentinas, y entablándose un combate por el fuego a distancias de aproximadamente diez o veinte metros, que de no lograr batir al defensor, concluía con una arremetida del inglés contra el pozo para llegar a la bayoneta o los golpes.
En determinado momento, empezó a haber un fuego intenso desde la retaguardia argentina, desde lo que sería la posición de cambio ocupada por el subteniente Silva. La 4.ª Sección quedó rodeada por las tropas británicas ya que la 5.ª Sección se había retirado.
Esta situación continuó hasta aproximadamente la 01:00, en que la superioridad numérica de los ingleses fue muy superior a la enemiga.
El teniente Vázquez ordenó a los conscriptos del mortero de sesenta milímetros de calibre ubicado a su izquierda que tiraran contra la posición de la 4.ª Sección. Tiraron los cincuenta y cuatro proyectiles remanentes sosteniendo al mortero con sus extremidades. El criterio de esta acción fue que los británicos mezclados entre los argentinos tenían menor protección. Los ingleses que estaban entre ellos se retiraron rápidamente. Era la 01:30. Se inició así una pausa de combate donde no hubo ningún disparo hasta las dos de la madrugada.
Al percibir la retirada de los ingleses, una ola de euforia corrió entre toda la Sección.
También en esa pausa de combate, el teniente Vázquez se comunicó con el comandante de batallón a través del jefe de compañía —luego supo que el Batallón había pasado a cubrir el canal táctico de compañía—. Le expuso la situación. El comandante le preguntó si quería quedarse o replegarse. Vázquez pidió refuerzos para resistir, que le aceptaron.
Durante esta pausa de combate, el subteniente Silva se acercó al teniente Vázquez y le dijo: «Los que estaban atrás nuestro se fueron —en referencia a la 5.ª Sección—. Los ingleses nos agarraron por atrás y mataron a mis hombres. Yo conseguí salir hacia adelante.» Por lo cual se le ordenó que se desplazase hasta las proximidades del FAP que se encontraba en el centro del grupo de la derecha, a efectos de que controle esa arma.
A las 02:00 del 14 de junio se inició otro asalto británico solo desde el sector sur —es decir, desde el frente de la Sección—, y precedido por un intenso pero corto fuego de artillería.
Este ataque fue reforzado por la Compañía Flanco Derecho, que luego continuó su avance sobre Tumbledown con sentido oeste-este.
Dicha compañía se componía por:
Total: 205 efectivos.
En la cresta topográfica de Tumbledown, posiblemente habían quedado algunos ingleses del ataque anterior, ya que al reiniciar el segundo asalto, también la 4.ª Sección recibió fuego desde su retaguardia, en la cresta topográfica.
Se reanudó un combate de iguales características del anterior y con la misma intensidad.
Vázquez dijo que a partir de ese combate los británicos comenzaron a operar coordinados de a dos o tres en posiciones abiertas en un ángulo de casi ciento ochenta grados y atacando simultáneamente desde esos lados a un argentino.
Ello ocurrió después de que la ola de asalto los alcanzó y lo hacían los ingleses que estaban mezclados entre ellos. Al igual que en la primera vez, una parte de ellos sobrepasó su posición y los cruzó hacia retaguardia.
El subteniente Oscar Augusto Silva gritaba permanentemente para dar ánimo y coraje a los soldados que se encontraban próximos a él. Además se encargaba de conseguir relevos para el fusil FAP, dado que al menos dos y posiblemente tres sirvientes de esa arma fueron muertos entre las 02:00 y las 04:00 horas.
El suboficial Castillo —grupo de la derecha— se encontraba a aproximadamente treinta metros del puesto de comando de Sección combatiendo contra al menos dos ingleses que le hacían fuego desde diez o quince metros a su retaguardia parapetados en unas piedras. Castillo estaba afuera de su pozo. En ese momento un soldado inglés alcanzó un pozo y comenzó a matar a bayonetazos a un dragoneante. Esto lo vieron simultáneamente Castillo y la ametralladora de la derecha que estaba a pozo por medio del dragoneante. Al mismo tiempo que la ametralladora referida comenzó a hacer fuego contra el inglés, Castillo cayó muerto al salir de su pozo para disparar al inglés.
Aproximadamente a las 03:00 un conscripto acudió a la posición del teniente Vázquez y le dijo que el subteniente Silva estaba herido gravemente. Vázquez asumió que el subteniente había muerto.
Dado que la presión era demasiado fuerte, Vázquez solicitó al comandante que tire sobre su posición con la artillería de campaña. Vázquez regló el tiro. La artillería alcanzó el tiro en eficacia batiendo de lleno a la Sección.
Si bien el fuego de artillería fue certero, no produjo el efecto deseado, porque para ese momento ya había muchos ingleses que ocupaban pozos de zorro de los argentinos. Cuando un combatiente argentino moría, sacaban el cuerpo y ocupaban su pozo.
Vázquez preguntó sobre los refuerzos al Comando de Batallón y/o el de Compañía. Le respondieron que ya estaban en camino. Preguntó cuál era la señal de reconocimiento, porque estaba combatiendo en los trescientos sesenta grados y los batiría con el fuego propio. Le respondieron: «…quédese tranquilo, ya los va a reconocer».
Aproximadamente a las 04:00, la ametralladora de la derecha ya no tenía munición.
Progresivamente comenzó a perder contacto con los extremos de la sección, particularmente el derecho, que fue el más atacado. A las 04:00 aproximadamente comenzó a notar que perdía el control de la Sección. En esa hora también notó un incremento de presión de los ingleses; luego se enteraría de que se trataba del tercer ataque lanzado por el Batallón Escocés —la tercera compañía— que se sumó al ataque de la segunda, sin mediar una pausa de combate.
Esta era la Compañía G, formada por los siguientes componentes:
Sumando un total de ciento ocho combatientes que reforzaban el ataque.
Entre las 04:00 o 05:00 y las 07:00, cada hombre que quedaba combatía solo por su pozo. Casi no existía la posibilidad de apoyo mutuo y ya no se respondía a las órdenes. Vázquez llamó nueva, desesperada y personalmente al Comando de Batallón preguntando por los refuerzos, y le respondieron «…de un momento a otro entran en contacto con usted». Alrededor de las 07:00 casi no había disparos; nadie respondía las órdenes; solo quedaban el pozo de Vázquez; el de su izquierda y el de la derecha —ambos dobles—. El pozo de la derecha se quedó sin munición y ambos soldados se metieron dentro del mismo; y no había fuego de armas de apoyo.
Las bajas británicas combatiendo contra la 4.ª sección fueron de siete muertos y veintiún heridos —de los cuales dieciocho fueron hospitalizados—.
Previamente al desembarco británico, el batallón de infantería de marina argentino había llegado a ser una fuerza equivalente a una fuerza de brigada ligera con la agregación de la Compañía de Ingenieros Anfibios, una batería del Regimiento de Artillería Antiaérea N.º 1, tres baterías de cañones de 30 mm y misiles antiaéreos Tigercat del Batallón Antiaéreo N.º 1 de Infantería de MarinaWireless Ridge. Durante las primeras semanas, las compañías del BIM 5, provenientes de las posiciones situadas en los montes que rodeaban Puerto Argentino, fueron enviados a la capital malvinense para que se recuperaran físicamente. Esto terminó con el desembarco británico.
y una compañía de ametralladoras pesadas calibre 12,7 mm de la Infantería de Marina con veintisiete ametralladoras Browning. También fue agregado al batallón un pelotón antitanque Bantam. El Comando General de la Infantería de Marina decidió el envío de un pelotón de perros pastores alemanes con el fin de impedir infiltraciones de fuerzas especiales británicas en Puerto Argentino. El 14 de junio el pelotón de policía militar del cuerpo de infantería de marina argentina, agregado al BIM 5, impidió el retroceso desordenado por parte de elementos del Regimiento 7 luego de que finalizaran los combates enLas posiciones del BIM 5 alrededor de Tumbledown fueron bombardeadas por buques de guerra de la Marina Real a partir del 1 de mayo y por los cazabombarderos británicos Harrier a partir del 1 de junio. A pesar de la superioridad de fuego disponible para las fuerzas británicas, la batalla por Puerto Argentino fue difícil para los ingleses al enfrentar a la Compañía Mar del teniente de navío Rodolfo Oscar Cionchi en Sapper Hill. A las 16:30 del 7 de junio, un Harrier piloteado por el mayor Jerry Pook volando sobre las posiciones defendidas por el BIM 5 fue alcanzado por el fuego concentrado del 2.º Pelotón de Fusileros del guardiamarina Gustavo Roberto Robert de la Compañía Mar. El Harrier se retiró humeando. Según el jefe del escuadrón de los Harrier GR-3 en Malvinas, mayor Bob Iveson, un Harrier ya dañado —piloteado esta vez por el vicecomodoro Peter Squire— se estrelló al día siguiente al intentar aterrizar en la pista de aterrizaje de San Carlos:
El piloto pudo eyectarse sano y salvo, y el Harrier XZ989 sufrió daños irreparables y fue canibalizado para obtener repuestos.
A la hora del inicio de la batalla, la Compañía Nácar ocupaba Tumbledown. La Compañía Obra al mando del teniente de corbeta Ricardo Luis Quiroga estaba en Monte William, al sur de Tumbledown. La Compañía B del RI Mec 6 bajo el mando del mayor Oscar Ramón Jaimet formaba parte de la reserva y estaba detrás de la Compañía Nácar. La Compañía Mar del teniente de fragata Julio César Binotti ocupaba Sapper Hill.
El sector defensivo de Robacio fue reforzado por baterías del Regimiento de Artillería Antiaérea N.º 1, a órdenes del capitán de corbeta Rubén Héctor Silva. De acuerdo con los autores de 5th Infantry Brigade in the Falklands, un misil Tigercat de la Infantería de Marina Argentina dañó el techo de la central eléctrica el 12 de junio mientras perseguía a un caza bombardero británico, dejando al Harrier XW919 con categoría cinco de daño —daño irreparable—.
Los defensores argentinos resistieron bajo el fuego de ablandamiento británico, el cual comenzó a las 07:30, hora local. Como dice el mayor Jaimet en el libro Razor's Edge (El filo de la navaja - La Historia No-oficial de la Guerra de Malvinas), «Yo escuché los gritos de los heridos llamando a sus camaradas, doce heridos antes del anochecer. Pensamos que sufrimos anteriormente, pero qué lujo y cómodo comparado con esto».
Durante la batalla el puesto de mando del BIM 5 recibió cinco impactos directos. El capitán Carlos Robacio salió ileso.
Antes de avanzar sobre Wireless Ridge, seis paracaidistas británicos más en Monte Longdon fueron muertos por el fuego de artillería y morteros argentinos en Tumbledown. La compañía de ametralladoras 12,7 mm a cargo del teniente de navío Sergio Andrés Dachary agregada al BIM 5 ya había combatido en la Batalla de Monte Longdon, sufriendo quince muertos y heridos.
En la mañana del 12 de junio, las compañías de la Guardia Escocesa fueron trasladadas en helicóptero desde su posición en Bluff Cove a un área de montaje cerca de Goat Ridge, al oeste del Monte Tumbledown. El plan británico requería un ataque de distracción al sur del monte por un pelotón reforzado de la Guardia Escocesa asistido por cuatro tanques ligeros del Blues and Royals, mientras que el ataque principal sería un avance de tres fases proveniente desde el oeste del Monte Tumbledown. En la primera fase, la Compañía G del mayor Iain Dalzel-Job tomaría el extremo occidental del cerro. En la segunda fase, la Compañía Flanco Izquierdo del mayor John Kiszely pasaría a través del área ocupada por los hombres de Dalzel-Job para capturar el centro de la cumbre —Mast Head— y, en la tercera fase, la Compañía Flanco Derecho del mayor Simon Price pasaría por el flanco izquierdo para asegurar el extremo oriental —Ankle Chain— de Tumbledown. Se había previsto inicialmente un asalto durante el día, pero se aplazó a petición del teniente coronel Mike Scott. En una reunión con sus comandantes de compañía, el consenso fue que el asalto cuesta arriba por el terreno duro de Tumbledown en plena luz del día sería muy arriesgado.
Al amanecer del 13 de junio, el batallón de guardias escoceses al mando del teniente coronel Mike Scott, perteneciente a la 5.ª Brigada del brigadier Tony Wilson, recibió la orden de tomar frontalmente y al asalto Tumbledown mientras el batallón de Gurkha Rifles, del teniente coronel David Morgan atacaba Monte William para cubrir su flanco derecho.
El 13 de junio, tras lanzar un fuerte bombardeo de artillería sobre Wireless Ridge, un batallón británico atacó el Regimiento 7 a la medianoche, avanzando sobre sus defensores y conquistando la posición.
A las 21:00, media hora después del comienzo del ataque de distracción contra Monte William, la Compañía G del mayor Dalzel-Job comenzó su avance de casi dos kilómetros. Alcanzaron su objetivo Top Sail sin ser detectados. La tropa ocupó el extremo occidental de la montaña fácilmente por encontrarse sin defensores. La compañía a órdenes del mayor John Kiszley se desplazó por el flanco izquierdo y llegaron a la región central —Mast Head— de la altura sin oposición. Luego se encontraron bajo fuego intenso. Los argentinos —más tarde se supo que fueron una fuerza equivalente a una compañía— dirigieron fuerte fuego de morteros, granadas de fusil antitanque, ametralladoras MAG y fusiles FAL contra la compañía británica, matando a un soldado raso y un sargento británico e hiriendo a varios. Los argentinos consiguieron rechazar la primera embestida británica con ayuda de los hombres que estaban con el teniente de corbeta De Marco en el observatorio de artillería, en la cima de Mast Head.
La 5.ª Sección de la Compañía de Ingenieros Anfibios defendió las rocas doscientos metros detrás de la 4.ª Sección del teniente Carlos Vázquez y la Sección de Exploración del suboficial Julio Saturnino del BIM 5. En el centro y detrás de la 4.ª Sección estaban los soldados de la sección mixta del Ejército —entre quince y treinta, según las fuentes y comandados por tres cabos— sobrevivientes de las secciones de los subtenientes Oscar Augusto Silva, Marcelo Llambías Pravaz y Celestino Mosteirin, quienes habían combatido en el Monte Dos Hermanas, Goat Ridge (Cresta de las Cabras) y Monte Harriet (Monte Enriqueta). Vázquez también dependía del apoyo de fuego de la Sección de Morteros de 66 mm a cargo de los suboficiales David Ramos y Lucio Monzón, instalados en «La Terraza» a unos quinientos o seiscientos cincuenta metros a retaguardia de la 4.ª Sección, con veinte conscriptos. Las cuatro secciones formaban una especie de triángulo. En el extremo oeste estaban los efectivos de Castillo. Al sureste de esa posición y hasta unos ciento cincuenta metros de distancia estaba la gente de Vázquez. Unos cincuenta metros al este de Castillo y unos noventa y cinco metros al noroeste de Vázquez estaba la sección de Silva.
Los defensores argentinos no lograron mantener un perímetro tan amplio durante mucho tiempo, y el Pelotón 13 a órdenes del subteniente James Stuart penetró las defensas por el denominado «callejón» o «pista de esquí» entre Vázquez y Miño, matando a cinco efectivos de Silva. Un conscripto murió primeramente y después el subteniente Silva al acudir en su ayuda —en ambos casos durante el segundo ataque—.
El propio Vázquez y Llambías, en relación a la muerte de Silva, recuerdan haber sido informados en pleno combate por un conscripto del Regimiento 4.Durante cuatro o cinco horas, la compañía de fusileros y morteristas argentinos contuvieron a dos compañías británicas. La Guardia Escocesa tiraba cohetes antitanques de sesenta y seis y de ochenta y cuatro milímetros. Los argentinos disparaban granadas de fusil y ametralladoras protegidas en sus refugios de roca. Los combatientes a órdenes de Vázquez, Castillo, Silva, Ramos y Monzón resistieron y la Guardia Escocesa podía escuchar a algunos de los argentinos gritando frases obscenas en inglés. Mientras tanto, dos fragatas de la Royal Navy, HMS Yarmouth y HMS Active, bombardeaban Tumbledown con sus cañones de ciento catorce milímetros.
Para ayudar a identificar y rechazar al enemigo, los hombres de la Sección de Morteros de sesenta y seis milímetros de la Compañía Nácar lanzaron setenta bengalas y doscientos noventa bombas de morteros sobre los efectivos de los mayores Kiszely y Dalzel-Job, perdiendo a dos conscriptos muertos en bombardeo británico. Durante el fuego de contrabatería también murieron dos soldados más en apoyo de combate a Vázquez.
Una vez terminada la conversación del «se va o se queda» con el teniente Vázquez en la pausa del combate de la 4.ª Sección y la marcha de la Compañía Obra a posiciones de reserva entre Tumbledown y William, Robacio comenzó a preparar el contraataque en Mast Head. Robacio ordenó la Compañía Mar preparar un contraataque en Tumbledown y se requirió al Comando de la Brigada X, empeñar alguna reserva para mantener Sapper Hill y evitar su pérdida por un ataque por el flanco o desembarco helitransportado. Para ese entonces, había aproximadamente tres compañías de infantería argentinas bloqueando el avance británico en la zona de Tumbledown-William.
La lucha fue difícil para la Left Flank Company. Los argentinos habían apostado bien sus ametralladoras, morteros y francotiradores. En un momento el coronel Scott pensó que el 2.º Batallón de la Guardia Escocesa tendría que retirarse para atacar de nuevo la noche siguiente, «Las viejas uñas estaban siendo mordidas un poco, si nos habían contenido en Tumbledown esto podría haberlos animado a seguir luchando.» A las 02:30 Kiszely lanzó un nuevo ataque de las principales líneas de trincheras argentinas en Tumbledown. Los hombres del Pelotón 13 del subteniente Stuart que se infiltraron en la parte alta tuvieron un papel mayor. Durante la carga del segundo ataque se replegaron para dejar el pasillo al Pelotón 15 del teniente Alasdair Mitchel. Sería la buena coordinación del asalto de la infantería británica tras las salvas artilleras lo que abriría el camino hacia la cumbre a ese grupo de siete escoceses que consiguieron avanzar hasta la «Terraza».
Tras un combate, los hombres de Kiszely consiguieron llegar a la cima de Tumbledown. Pero en el trayecto había perdido a la mitad de la compañía entre muertos, heridos y dispersos en la confusión del combate nocturno. La Compañía D de los Gurkha Rifles por su parte perdió a más de diez gravemente heridos sin lograr penetrar el sector de la 3.ª Sección del suboficial Luis Jorge Lucero y tomar William por el flanco en la oscuridad al ser detectados y pronto aplastados por seiscientas bombas de morteros disparados por los efectivos del suboficial Cuñé.
El mayor Kiszley penetró primeramente la posición de Vázquez, disparando a dos soldados del Regimiento 4 y bayoneteando a un tercero —su bayoneta se quebró en el proceso—. Un sargento británico perdió la vida atacando las posiciones de Silva. Al ver que el jefe la Compañía Left Flank se encontraba en medio de la posición de Vázquez, los Pelotones 14 y 15 se vieron inspirados en hacer el último empuje a través del campo abierto para llegar a estar cara a cara con los defensores argentinos en Mast Head.
Los supervivientes de ambas Compañías Left Flank y Right Flank se agruparon en las trincheras y fortificaciones argentinas conquistados. El teniente de navío Villarraza pidió refuerzos al mando del Batallón 5, ya que sin ellos no podrían reforzar las posiciones de Vázquez que aún estaban en manos de los argentinos. La Compañía Piribebuy, al mando del Mayor Jaimet fue enviada en apoyo del pelotón de Miño que estaba preparando un contraataque, reuniéndose con Villarraza cerca las 04:30. Con los refuerzos obtenidos, Villarraza se dedicó a limpiar de soldados británicos el resto de trincheras y fortificaciones de Mast Head, recibiendo un continuo bombardeo de la artillería británica.
Kiszley y seis hombres de repente se encontraron en la cima de la montaña, observando a Puerto Argentino, todo iluminado y con los vehículos en movimiento a lo largo de los caminos pavimentados. Mientras tanto el pelotón reforzado del subteniente Augusto Esteban Vilgré La Madrid de la Piribebuy y los ingenieros de Miño se aproximaban a Mast Head en apoyo de Vázquez. Los refuerzos argentinos pronto detectaron la fuerza adelantada de la Compañía Flanco Izquierdo y una ráfaga de ametralladora hirió a tres soldados británicos, entre ellos el teniente Alasdair Mitchell, jefe del Pelotón 15. Una de las balas queda milagrosamente atascada en la brújula que llevaba en el cinturón el Mayor Kiszley salvándole de heridas de gravedad —por su carga de bayoneta Kiszley fue condecorado con la Cruz Militar—.
El soldado escocés Mark Cape más tarde revelaría que otro grupo del Puesto de Comando de la Compañía Flanco Izquierdo también sufrió bajas defendiendo la cumbre de Tumbledown:
Los tenientes de corbeta Héctor Miño y Marcelo De Marco, junto con los soldados conscriptos Carlos Muelas y Oscar Poltronieri, lograron herir a tres más de los atacantes en esta acción.
A las 10:00 de la mañana y tras un fuerte bombardeo de artillería para ablandar las posiciones argentinas, las compañías Left Flank y Right Flank, al mando del teniente coronel Scott consiguieron tras una ardua lucha llegar al extremo final de Tumbledown —Ankle Chain— y auxiliar a los supervivientes. La Compañía Left Flank había sufrido treinta bajas —entre muertos y heridos— de los 151 hombres que la conformaban, las Compañías Right Flank y Delta —Gurkha Rifles— había también sufrido fuertes bajas, pero los supervivientes de ambas formaciones habían conseguido resistir toda la madrugada los contraataques argentinos hasta la llegada de los refuerzos.
A las 05:00 del 14 de junio, la 3.ª Sección a órdenes del subteniente Augusto Esteban Vilgré La Madrid, de la Compañía B del RI Mec 6, iniciaron su contraataque contra la Compañía Flanco Izquierdo en Tumbledown, junto con la sección de Ingenieros Anfibios del teniente Miño. Chocaron con los hombres adelantados del mayor Kiszely. Cayeron los primeros británicos heridos. El contraataque argentino avanzó con sus aproximadamente cuarenta soldados conscriptos. Según La Madrid:
Nos movimos hacia adelante a través de un hueco en las rocas. Esparcí a mis hombres detrás de los que todavía estaban luchando. Mis órdenes eran no dejar pasar a nadie, ni siquiera los soldados argentinos. Fui hacia adelante para hacer un reconocimiento y podía ver que los británicos tenían dos ametralladoras y un lanzador de misiles en acción. Pasé por otro vacío en las rocas y fui sorprendido al ver tres hombres hablando en inglés detrás y arriba de de mí y disparando por encima de mí. Pude verlos con mis prismáticos de la noche; había alrededor de doce de ellos en total. Yo estaba ansioso por volver a mi sección. Tomé una granada de fusil y disparé hacia donde había visto a los tres primeros hombres. Lo escuche explotar y algunos gritos y llantos de dolor, y el sonido de alguien cayendo abajo de las rocas. Volví corriendo a mi posición y ordené a mis hombres que abrieran fuego. Los paramos, pero se esparcieron y vinieron por nuestros flancos; su despliegue fue bueno. También nos abrieron fuego con morteros livianos y lanzamisiles. Esto duro bastante tiempo, y sufrimos muchas bajas; tuvimos ocho muertos y diez heridos. Se empezaron a acabar nuestras municiones, especialmente las de las ametralladoras. Además, me di cuenta de que estábamos desbordados, con los británicos detrás de nosotros, así que estábamos separados de mi compañía. Algunos de mis hombres habían sido tomados prisioneros.
La Compañía Flanco Derecho al mando del mayor Simon Price comenzó su asalto devolviendo un fuego intenso. La 3.ª Sección comenzó una retirada para cubrirse con los morteros argentinos. Un subteniente y cinco soldados británicos quedaron heridos —un balazo de fusil hirió gravemente en la cabeza a ese subteniente.—. Las ametralladoras británicas hirieron de muerte a tres soldados conscriptos argentinos y, al desprenderse toda la unidad hacia terreno más seguro, fueron heridos seis soldados más. El comandante y segundo comandante de la Brigada de Infantería Mecanizada X, general de brigada Oscar Luis Jofre —jefe de las fuerzas terrestres argentinas en Puerto Argentino—, y coronel Félix Roberto Aguiar, respectivamente, enviaban mensajes al capitán Robacio instándolo a abandonar esa posición; ya que se encontraba en riesgo de quedar aislados por un ataque helitransportado enemigo. Los pelotones de los tenientes James Dalrymple, Mark Mathewson y Robert Lawrence de la compañía del mayor Price, no detendrían su avance hasta coronar los objetivos finales. Mientras tanto los gurkhas se preparaban para asaltar el Monte William y ya habían conquistado los pozos de la sección del suboficial Luis Jorge Lucero de la Compañía Nácar. No obstante, los gurkhas sufrieron doce heridos al ser descubiertos por el guardiamarina Marcelo De Marco quien corrigió el fuego de la artillería argentina sobre ellos. Según el soldado gurka nepalí Dhanbahadur Rai:
Los hombres de La Madrid se encontraban ahora atrapados por la Guardia Escocesa y la Guardia Nepalesa, sin escapatoria. Jaimet ordenó el avance de la Compañía B en busca de los hombres de La Madrid. El subteniente Aldo Franco avanzó difícilmente sobre Tumbledown. El subteniente Guillermo Robredo Venencia también avanzó sobre el mismo cerro en su apoyo. Cuando al fin los argentinos estaban en posición para apoyar a La Madrid, un subteniente y un sargento comenzaron a disparar con una ametralladora. Los británicos comenzaron a avanzar. Los refuerzos argentinos retrocedieron, siendo abatidos por las armas de los soldados británicos. Cayó muerto en la retirada un soldado.
Alrededor de las 09:00 del 14 de junio, tras continuos ataques y treinta muertos argentinos y escoceses, se recibió la orden de evacuar el cerro; a las 10.00 estaba casi totalmente evacuado, solo quedaba un pelotón como retaguardia de la Compañía B comandada por el subteniente Aldo Franco. El pelotón de morteros de ochenta y uno milímetros del suboficial Cuñé en Monte William trató de auxiliar a La Madrid. El fuego de mortero mató a dos soldados británicos e hirió a ocho. Ya en terreno más seguro, el subteniente La Madrid verificó que le faltaban veinticuatro hombres e informó de inmediato al teniente primero Daniel Abella, quien dirigía la operación desde el puesto de mando de la Compañía Nácar. El saldo final del contraataque argentino fue de ocho muertos y varios heridos. Al pasar por las posiciones de logística de Tumbledown, el subteniente Franco y sus hombres se percataron de la presencia de perros de guerra del BIM 5, que permanecían aun allí atados. Fueron estos hombres del ejército quienes los liberaron, y evitaron que los mismos cayeran en mano enemigas, por el abandono sufrido.A las 09.15 horas, el general Jofre informó que las principales posiciones en Tumbledown, Williams y Wireless Ridge se encontraban en poder del enemigo y que se intentaba reconstruir el dispositivo defensivo empleando la Compañía C del Regimiento 3 y Compañía B del Regimiento 25 cerca la cancha de fútbol de Puerto Argentino.
Al amanecer, la Compañía del mayor Price eligió sacarse una foto con sus soldados cerca de la cumbre de Tumbledown para celebrar su victoria. En ese momento uno de los soldados conscriptos de La Madrid —Luis Jorge Bordón o Walter Ignacio Becerra, según La Madrid—, que se había quedado para cubrir la retirada, abrió fuego alcanzando uno de los escoceses. La Madrid:
De acuerdo con uno de las guardias, Kenny Mains:
Algunos relatos británicos dicen que resistió una hora, otros sostienen que Pedro hizo fuego contra los helicópteros británicos aunque todos coinciden en que este soldado conscripto argentino cambió de posición constantemente, negándose a rendirse; inclusive cuando un cuadro argentino capturado le ordenó hacerlo. Hasta que fue abatido por una combinación de cohetes antitanque. Este soldado conscripto causó una serie de problemas para los atacantes británicos, y la Guardia Escocesa en un momento disparó e hirió al capitán Keith Swinton, el oficial de observación de artillería agregado a los gurkhas, creyendo que era el soldado argentino. Según Dhanbahadur Rai:
Este soldado fue muerto en la ladera este del monte, denominada «La Terraza». Demoró el avance de los británicos mientras sus compañeros se replegaban seguros.
Después de haber combatido con su pelotón en Tumbledown, el subteniente La Madrid ingresó a Puerto Argentino en la mañana del 14 de junio. Del pelotón de cuarenta y siete soldados y cuadros que él había conducido en la pasada madrugada, veinticuatro habían sido muertos, heridos o hechos prisioneros.
El teniente de corbeta Miño llegó a Puerto Argentino herido, con la ayuda de un conscripto de su sección anfibia. El teniente de fragata Jorge Marquardt quien era el jefe de Miño luego declararía que este se presentó en el Comando de la Compañía de Ingenieros para «informar de las novedades y recibir nuevas directivas». Su jefe al ver Miño mal herido lo derivó al Hospital Militar de inmediato.
Las bajas británicas combatiendo contra la 3.ª Sección de la Compañía B del RI 6 y la 5.ª Sección de la Compañía N del BIM 5 fueron dos muertos y treinta y dos heridos —doce de los cuales fueron gurkhas—.
A las 10:00 del 14 de junio se ejecutó un repliegue ordenado hacia Puerto Argentino pasando por Sapper Hill. En el repliegue murieron combatiendo un suboficial del puesto de comando del capitán Robacio, un soldado conscripto de la Compañía de Ingenieros Anfibios en Felton Stream y un soldado conscripto del Pelotón de Morteros del suboficial Elvio Ángel Cune en Monte William. Los efectivos de Robacio replegaron ordenadamente a la colina que reforzaron con ametralladoras. Allí la Compañía Nácar ocupó nuevas posiciones defensivas, incluidos los efectivos de Jaimet. Mientras ocupaban una posición en las laderas de Sapper Hill para apoyar la retirada en Wireless Ridge, cayeron muertos dos combatientes de la Compañía B Peribebuy. Según el jefe de la Compañía D del 2 PARA, mayor Philip Neame:
Esa mañana, una patrulla del Cuadro de Guerra de Montaña y de Ártico se adelantó a las laderas de Sapper Hill, después de cruzar un campo minado completamente congelado.Sea King. La Compañía Mar, en la forma de la 1.ª Sección de Fusileros del guardiamarina Marcelo Mario Davis y la 3.ª Sección de Fusileros del guardiamarina Alejandro Koch resistieron. Inicialmente la Compañía Number 2 de Guardias Galeses del mayor Christopher Drewry tuvo que retroceder en la mañana. Según el segundo jefe de la Compañía Mar, teniente de fragata Júlio César Binotti:
A las 13:05 se produjo el último combate el día 14 en la posición de retaguardia de Tumbledown en Sapper Hill. Las Compañías Alfa y Charlie del Batallón de Comandos 40 encargadas de tomar Sapper Hill contaban con tanques livianos —Tropa 4 de los Blues & Royals— y vehículos de transporte Volvo BV202 Weasel ), artillería y seis helicópterosCuenta el teniente Harry Benson del Escuadrón Aeronaval 846:
De acuerdo al cabo Chris Petty de la Tropa 9:
Las mochilas de varios británicos fueron sacudidas por balazos y dos marines reales —de la Tropa 9 del teniente Carl Bushby— fueron alcanzados por el fuego argentino y levemente heridos según el historiador británico James Ladd:
El autor británico Geoffrey Underwood ha escrito:
Según los corresponsales de guerra británicos Patrick Bishop y John Witheroe, otros dos marines británicos resultaron gravemente heridos, uno sufriendo una herida de bala en la pierna y otro siendo alcanzado en la cabeza:
Tres combatientes de la Compañía Mar fueron muertos en el intercambio de fuego con la Tropa 9. Hubo varios marines británicos baleados y la Tropa 7 también sufrió bajas cuando un teniente junto con un soldado raso pisó minas, lo que atrajo el fuego del pelotón de morteros de ciento veinte milímetros de la Compañía C del capitán Ramón Alberto Varela en las laderas de Sapper Hill. Un sargento de la Tropa Condor, también resultó gravemente herido al abrir camino para el 45 Commando por un campo minado en su aproximación a Sapper Hill.
Dos helicópteros Sea King fueron puestos fuera de acción por el fuego de ametralladora del suboficial Miguel Ángel Vaca y una granada de fusil lanzada por el cabo Carlos Jorge Sini aunque estaba herido.En la confusión del último combate, el Sea King piloteado por el príncipe Andrés de York con quince infantes de marina reales a bordo se vio obligado a aterrizar en un camino de tierra a solo unos metros de un campo minado y un vehículo Weasel tomó un giro equivocado y detonó una mina antitanque cerca de Sapper Hill.
Los británicos habían sufrido más de cincuenta bajas entre muertos y heridos tomando Tumbledown. Los argentinos por su parte sufrieron numerosas bajas, aunque el número exacto se desconoce aunque se calcula en unos ciento treinta hombres.
El teniente de corbeta Carlos Vázquez fue condecorado con la Medalla al Valor en Combate por: «Dar prueba de poseer un excepcional valor en combate, dando ejemplos a los efectivos bajo sus órdenes al permanecer en sus puestos luego de haber contribuido a rechazar, en por lo menos tres oportunidades el ataque enemigo, infringiéndoles numerosas bajas». Visto el expuesto por la Comisión Permanente de Condecoraciones y distinciones al Personal, Unidades y Organismos; la Resolución del jefe del Estado Mayor de la Armada 295/15, con fecha 16 de noviembre de 2015, sustituyó la condecoración otorgada al teniente Vázquez por la de Cruz al Heroico Valor en Combate. Modificando el texto de la condecoración del suboficial segundo Julio Saturnino Castillo, y otorgando las condecoraciones La Nación Argentina al Valor en Combate al cabo segundo Amílcar Tejada, soldado clase 1962 Ramón Rotela, soldado clase 1962 Víctor Julio Gasko, soldado clase 1962 Jorge Ricardo Sánchez, soldado clase 1962 Héctor Horacio Chávez y la Cruz de Bronce al Mérito Naval al soldado clase 1962 Pablo Rodríguez. Asimismo se incorporó en las Efemérides de la Armada Argentina el combate de la cuarta sección a fin de reconocer la entrega y valor de todos sus integrantes.
It was the Guardsmen of the Crown Who scaled the Heights of Tumbledown/Destartalado
And fought that night a bloody fight
To see victory by dawn's first light.
From crag to crag amongst the rock,
They skirmished on, numbed by shock.
Through shell and mortar fire they moved,
Till at last the ground they'd proved
Port Stanley lay there...just ahead,
As they began to count their dead.
But where the glory, where the pride,
Of those eight brave men who died?
They who made that lonely sacrifice
And through each death paid the total price
In their final and heroic act,
Did surely speed the warring parties pact.
Each one who there his life laid down,
Saved countless others from their own unknown.
So those of you who live to talk,
Let your pride hover as does the hawk.
And never let men these acts forget,
Nor the memory of our dead neglect,
But once returned across this vast sea,
Remember then just what it was to be....
A Scots Guardsman.
Fue la Guardia de la Corona
quien escaló las alturas de Tumbledown/Destartalado
y peleó esa noche una pelea sangrienta
para ver la victoria con la primera luz del amanecer.
De risco en risco entre la roca,
ellos se enfrentaron en, entumecidos por el shock.
A través de los proyectiles y el fuego de mortero se movían,
Hasta que por fin la tierra que habían probado
Puerto Stanley estaba allí... justo por delante,
cuando empezaron a contar sus muertos.
¿Pero dónde la gloria, dónde el orgullo,
de esos ocho hombres valientes que murieron?
Ellos hicieron un solitario sacrificio
y a través de cada muerte pagó todo el precio
en su acto final y heroico,
seguramente aceleraron el pacto de las partes en conflicto.
Cada uno que allí su vida ha fijado,
muchos otros salvados de sus propios desconocidos.
Así que aquellos de ustedes que viven para hablar,
dejen que su orgullo se libere como lo hace el halcón.
Y nunca dejen que los hombres olvidan estos actos,
ni el recuerdo de nuestra negligencia (que hizo que muriesen),
pero una vez devuelto a través de este vasto mar,
recuerden a continuación, sólo lo que él era...
Un soldado de la Guardia Escocesa.”
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