Château
Un château (
ʃɑ.to (?·i), en plural châteaux) es una casa solariega, una residencia de un señor o una casa de campo de nobleza o la gentry, con o sin fortificaciones, originalmente —y aún más frecuentemente— en regiones francófonas.
Un château debe diferenciarse de un château fort o château fortificado (esto es, un castillo en español), como por ejemplo el Château de Montsoreau y el Château fort de Roquetaillade. Por lo tanto, muchos de los châteaux no son tanto castillos como palacios o casas de campo. Por ejemplo, el Château de Versailles se llama así porque estaba en el campo cuando se erigió, pero no se parece en nada a un castillo, así que se suele traducir como «Palacio de Versalles».
El equivalente urbano de un château es un hôtel, es decir, una gran mansión urbana de la aristocracia o la alta burguesía. En Francia, la palabra palais (palacio) solo se aplica a residencias reales urbanas (Palais des Tuileries) o a sedes de importantes instituciones (Palais de Justice). Este uso es diferente al de «palacio» en español o inglés, donde no se requiere que un palacio esté en una ciudad ni que pertenezca a la realeza; en inglés, sin embargo, la palabra rara vez se utiliza para edificios distintos de las residencias reales.
Si un château no es antiguo, debe ser al menos grande. Esta palabra suele usarse en referencia a la residencia de un miembro de la realeza francesa o la nobleza, pero algunos buenos châteaux, como Vaux-le-Vicomte, fueron erigidos por miembros de la alta burguesía, pero recientemente ennoblecidos, o ministros de Luis XIII y sus sucesores. Un château suele estar rodeado de un domaine (hacienda, finca, señorío) que le sirve de sostén.
A partir del siglo XVI, la forma y organización del château de racionaliza y estandariza, siendo el esquema típico un edificio en forma de U construido alrededor de una cour d'honneur.
En la región vinícola de Burdeos hay muchas fincas con verdaderos châteaux en ellas, pero es habitual que cualquier finca productora de vino, no importa cuan humilde, le ponga a su nombre el prefijo de «Château». Y esto es así con independencia de las características del edificio, sea un magnífico palacio o una cabaña.
Si hubiera algún resto de duda de que las villas romanas de Aquitania evolucionaron hacia châteaux fortificados autosuficientes, los châteaux productores de vino la disipan.
Château de Chenonceau en el Valle del Loira, Francia.
Château de La Motte Tilly, Francia.
Cour d'honneur del Château de Lunéville, Francia.
Château Cheval-Blanc, en Saint-Émilion (Burdeos).