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Eduardo González Manet



Eduardo Manet, cuyo verdadero nombre es Eduardo González Manet (Santiago de Cuba, 19 de junio de 1930) es un dramaturgo, cineasta y novelista franco-cubano que, después de escribir teatro en español, adoptó el francés como lengua de producción de sus novelas.

Eduardo Manet comenzó a escribir críticas de teatro y entrevistas en Pueblo y Alerta y debutó en la literatura de ficción con piezas teatrales; en 1948, ganó el premio Prometeo por Scherzo, primera obra de teatro emitida en la televisión cubana. Continuó como dramaturgo con las obras Presagios y La infante que quiso tener ojos verdes.

Se relacionaba frecuentemente con los pioneros del teatro cubano, entre los que podemos citar: Modesto Centeno, Vicente Revuelta, Minín Bujones, Ángel Espasande, René Buch, Rolando Ferrer, Ramiro Guerra, Tomás Gutiérrez Alea, Francisco Marín, Andrés Castro, Nora Badía, Raúl González de Cascorro, Ramón Ferreira, Flora Díaz Parrado, Virgilio Piñera y Carlos Felipe.

Estudió en la Universidad de La Habana (1946-1950), donde participó en numerosos debates políticos y conoció a destacados miembros de la vanguardia de la escena cubana política y cultural.

En 1952 viajó por Europa y se instaló en Francia. En París, siendo aún estudiante conoció a Tania Balachova y Pierre Berlin. Se matriculó en la compañía del mimo Jacques Lecoq y como actor viajó por Francia e Italia. Además de las tres piezas español citadas, escribe en esta época su primera novela en francés: Etrangers dans la ville (París, editorial Juliard, 1956).

A su regreso a Cuba en 1960 —con su esposa y su hijo Laurent—, se convirtió en el director del Centro de las Artes Dramáticas y comenzó su carrera de cineasta. Más del tránsito fue su primera película (precursora de la pieza Les Nonnes o Las monjitas), a la que le siguieron La santa (1960), “El negro” (1960), su primer documental, Napoleón gratuitamente (1961), El club (1962), Portocarrero (1965), Un día en el solar (1965), Show (1967, con Sonia Calero) y, por último, Salinas (1967).

Antes de abandonar Cuba, en 1968, dirigió Alicia. La película principal de este periodo fue Un día en el Solar, primera comedia musical cubana en tecnicolor para la gran pantalla.

Tras un año en París, su obra de teatro Les Nonnes triunfa. Se instala definitivamente en la capital gala adoptando el francés como idioma de producción literaria. Todas sus novelas las ha escrito en esa lengua y solo una ha sido traducida al español.

Eduardo Manet es un gran lector desde su infancia. Cuando era pequeño, leía autores españoles como Cervantes y en particular el Don Quijote, García Lorca pero igualmente leía a autores anglófonos como Faulkner y Jane Austen. También lee a escritores franceses como Stendhal, Balzac o Flaubert y autores rusos como Dostoievski. Todos estos autores le inspiran para su trabajo como escritor.

Tras abandonar Cuba, decidió escribir en otra lengua diferente al español porque esto le hacía olvidar Cuba. Para ello se fue a Italia para aprender la lengua y la literatura italiana, pero después de participar en un concurso de cuentos en Francia, decidió escribir en francés. En su primer libro, se inspiró en la ciudad universitaria en la que estudió. Pensó que en efecto “los primeros libros son los más cercanos al escritor como recuerdos de la familia y eso es interesante para los que quieran escribir. La primera inspiración es uno mismo. Su familia. “ . Escribió sobre Cuba (“L’île du lézard vert “o “Rhapsodie Cubaine”) basadas en el antes y el después de la revolución, hasta su última obra, “El Pífano”, en el que cuenta la historia de amor entre Eva Gonzalès y el pintor Edouard Manet, y el movimiento impresionista.

Eduardo Manet en Internet Movie Database (en inglés).



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Fran:
Q es marico
2022-11-13 22:45:58
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Fran:
Q es marico
2022-11-13 22:45:56
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