Guillermo IX de Hesse-Kassel

Guillermo I de Hesse-Kassel (en alemán: Wilhelm I von Hessen-Kassel; Kassel, 3 de junio de 1743 - ibíd, 27 de febrero de 1821) fue, con el nombre de Guillermo IX, landgrave de Hesse-Kassel desde 1785, y como Guillermo I, fue príncipe elector de Hesse-Kassel de 1803 hasta 1821.

El príncipe heredero Guillermo era hijo de Federico II de Hesse-Kassel y de María de Gran Bretaña, una hija del rey Jorge II de Gran Bretaña.

Su padre, el landgrave Federico II abandonó la familia en 1747, se convirtió al catolicismo y oficialmente se separó de su esposa, la madre de Guillermo, en 1755. Guillermo y sus dos hermanos permanecieron al lado de su madre y comenzaron a ser educados bajo los preceptos protestantes desde 1747. Pronto los niños se mudaron a Dinamarca, donde vivirían junto a sus primos, los hijos de la recién fallecida Luisa de Gran Bretaña. Guillermo estudió en la Universidad de Gotinga y en Dinamarca.

En 1763 casó con su prima la princesa Carolina Guillermina de Dinamarca. La pareja permaneció en Dinamarca la mayor parte del tiempo, hasta que en 1785 tuvo que mudarse a Kassel, al heredar Guillermo el landgraviato. Guillermo recibió un país agrandado a expensas del Principado de Hanau, cuya dinastía se había extinguido. Se considera que heredó una de las más grandes fortunas en Europa en ese tiempo.

Durante las Guerras Revolucionarias Francesas, se alió con Prusia en 1792 y prestó sus tropas al Reino Unido en 1793 para combatir en Flandes contra el Imperio francés. Tras la Paz de Basilea, recibió la rica ciudad de Gelnhausen, hasta entonces una ciudad libre, y el título de Príncipe Elector de Hesse. Su Estado cambió entonces el nombre de Landgraviato de Hesse-Kassel a Principado Electoral de Hesse.

En 1806 se alineó nuevamente al lado de Prusia, ahora dentro de la Cuarta Coalición, pero esta vez el ejército francés ocupó su país, que pasó a formar parte ese mismo año del nuevo Reino de Westfalia, gobernado po Jerónimo Bonaparte.

Con la ocupación francesa, Guillermo y su hijo tuvieron que exiliarse finalmente a Praga y Schleswig, en Dinamarca. En ese país vivíría el príncipe elector la mayor parte del tiempo hasta que, tras la batalla de Leipzig en 1813, pudo recuperar sus territorios. Tomó parte en los combates sucesivos contra Napoleón Bonaparte y recibió una importante compensación en el Congreso de Viena. Después de la guerra recibió el título de gran duque de Fulda.

Restableció todo el sistema administrativo previo a la ocupación francesa, invalidando el código napoleónico, y dejando sin validez los contratos de compra-venta efectuados durante el reino de Westfalia, sin otorgar una compensación económica. También expulsó del país a todos los pobladores que no fuesen de Hesse. Rehusó otorgarle al principado una constitución, aunque sí promulgó algunas leyes estatales.

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