Además de los instrumentos musicales «formales» (la batería, el piano, la guitarra, el teclado, entre otros), Les Luthiers han usado diversos instrumentos musicales «informales». Se cita a veces como precedente de Les Luthiers en la construcción y uso de este tipo de instrumentos al grupo musical español Los Tres Bemoles , pero realmente no hay ninguna conexión entre ambos conjuntos ya que están separados por más de sesenta años. Los instrumentos informales de Les Luthiers tienen una clasificación especial de «instrumentos que parodian a otros ya conocidos», «instrumentos que producen timbres insólitos» e «instrumentos que se basan en objetos cotidianos». A continuación se presentan organizados según la clasificación clásica.
Los instrumentos de cuerda «informales» de Les Luthiers son:
Este instrumento tiene como finalidad imitar a un violín. El latín tiene un puente, un mango o diapasón, clavijas y cuerdas de violín. Tiene todos aquellos elementos propios de un violín, pero lo que lo hace distinto de este, es que su cuerpo o caja de resonancia es una lata de jamón (pero en su primera versión con una caja de galletas). La primera versión de este instrumento se puede ver en fotos y escuchar en los primeros discos, pero desgraciadamente se perdió. Lo que obligó al Luthier de Les Luthiers a remplazarlo por otros. Este instrumento es ejecutado casi siempre por Carlos López Puccio. Aunque también se ve en manos de Jorge Maronna y Carlos Núñez Cortés en Pepper Clemens sent the messenger; nevertheless the reverend left the herd.(Ten step)». También lo interpreta Daniel Rabinovich varias veces en obras como «Entreteniciencia familiar». De la familia de este instrumento son: el cellato y la violata. Que siguen el mismo estilo. También la guitarra dulce. Se estrenó en 1968, en el programa televisivo Todos somos mala gente.
Es un instrumento dentro de la familia del «Latín» y el «Cellato». Está formado con elementos de la Viola y lata. No aparece en muchas obras, aunque se lo puede apreciar en El beso de Ariadna y escuchar en la Chanson de Les Luthiers.
Es ejecutado por Gerardo Masana y, actualmente, Carlos López Puccio y se estrenó en 1971, en el espectáculo Les Luthiers Opus Pí.
Este peculiar instrumento es una mezcla entre la guitarra y el chelo. Tiene una caja de guitarra y un diapasón sin trastes de un Contrabajo. Se toca de forma vertical como el chelo. Jorge Maronna es el encargado de interpretarlo en reiteradas pero añejas ocasiones al «contraguitarrone». El instrumento aparece fundamentalmente en las primeras obras y se puede escuchar muy claramente en la Presentación, del disco Sonamos, pese a todo. Solía ser tocado con arco, aunque podía ser tocado con los dedos, tocándolo en pizzicato. Se estrenó en 1966, en el show ¿Música? Si, claro.
Es un híbrido entre el violoncello y el bombo legüero. Posee cuatro cuerdas que pueden ser tocadas con arco, como si fuera un chelo, y su parche percutido con una baqueta, como si fuera un bombo.
La primera curiosidad que suscita el instrumento es la sustitución de la caja de resonancia de madera por un bombo. En las primeras obras en las cuales se empleaba, Jorge Maronna lo interpretaba con un arco que tenía una bola en la punta, de tal forma que de vez en cuando dejaba de tocar las cuerdas y lo utilizaba en plan bombo legüero. De todas formas, en las últimas obras, se ha sustituido el arco por sus propios dedos, tocándolo en pizzicato. El único inconveniente es que las notas graves suenan bastante mal, comparadas con las más agudas.
Su principal intérprete es Jorge Maronna, aunque puede ser visto en manos de Ernesto Acher y Carlos López Puccio.
Se estrenó en 1967, en el show I Musicisti y las óperas históricas.
Este instrumento parodia al violoncello. Ha sido construido sobre la base de una lata de líquido limpiador. Posee cuatro cuerdas y su afinación y posibilidades son idénticas a la del chelo. Se lo ha empleado en numerosas obras del conjunto. Su intérprete más conocido es Jorge Maronna, y en algunas ocasiones, Carlos López Puccio. Su funcionamiento es similar a un violoncello y se estrenó en 1975, en el show Recital ’75
Fue construida en 1984 por Carlos Iraldi y Núñez Cortés. El instrumento de cuerda que lleva adosado en la parte trasera es un buzuki, especie de mandolina de origen griego. La rueda trasera lleva 6 plectros que al girar tañen las cuerdas de la mandolina logrando un sonido «tremolando». En el manubrio va montado un pequeño teclado de 1 y ½ octavas. Las teclas accionan, mediante un mecanismo idéntico al freno de las bicicletas, los pequeños «dedos» mecánicos que aprietan las cuerdas de la mandolina.
Su único ejecutante es Carlos Núñez Cortés y se estrenó en 1985, en el show Humor dulce hogar.
El instrumento trata tabla de inodoro a la que se le adosó un clavijero de mandolina, un puente con microafinadores y ocho cuerdas de metal que abarcan una extensión de una octava. Al carecer de mástil, las cuerdas solo pueden ser pulsadas "al aire", lo que limita su tesitura a esas ocho únicas notas. Se la ha utilizado en dos obras: Introducción a las Artes Marciales y Loas al Cuarto de Baño.
Hay que señalar que tiene un sonido muy tenue, por lo que es necesaria una gran amplificación posterior para poder escucharlo en el teatro con el sonido del resto de los instrumentos que se interpretan a la vez.
Se estrenó en 1987, en el show Vigésimo aniversario y fue utilizado en las obras Introducción a las artes marciales (interpretándolo Jorge Maronna) y en Loas al cuarto de baño, tocándolo Carlos López Puccio.
Este instrumento imita a la guitarra española. Fue construida por Carlos Iraldi a partir de dos latas cilíndricas que contenían dulce de batata (la patata dulce o boniato). Ambas latas fueron atravesadas con una tastiera de madera a la que se agregó un clavijero común de seis cuerdas. El instrumento, así construido suena casi como una guitarra real y posee todas las características de esta. Su intérprete es Jorge Maronna.
Se estrenó en 1989, en el show El reír de los cantares.
Este instrumento fue construido por Carlos Iraldi y parodia a un contrabajo, sólo que su caja de resonancia es un barril.
Para ejecutar este instrumento el músico debe introducirse dentro del barril sacando los brazos por la parte superior. Posee además 5 ruedas en la parte inferior que permiten al ejecutante ir caminando mientras toca el instrumento. El diapasón o mástil, cuerdas y puente son los de un contrabajo.
Es ejecutado por Jorge Maronna en San Ictícola de los Peces
Se estrenó en 1994, en el show Unen canto con humor.
Este instrumento se construyó a partir de unos tubos de PVC y de un «bidé» (en realidad el cuerpo es de fibra de vidrio por cuestiones de peso, pero se realizó a partir del molde de un bidé auténtico). Está basado en el violín y en el organistrum, un instrumento medieval. Usa unas ruedas con un cable enresinado, a modo de arco de violín, que al girarlos con una manivela hacen sonar dos cuerdas. El tono se determina según se coloque los dedos en el tubo de PVC que está a modo de diapasón. Lo toca Jorge Maronna en Loas al cuarto de baño.
Falta en esta recopilación el «contratacho da gamba», ejecutado con un tacho invertido de latón, donde se lava la ropa, una cuerda, un pie tensor y una palanca con la cual se «afinaba» la nota a tocar. Usado, por lo menos una vez en un comercial en vivo en Canal 7 de Buenos Aires, para la firma ALBA de pinturas. Otro de los instrumentos usados es el «Raviol», una viola que usaba como caja de resonancia una antigua radio del tipo «capilla». Y también instrumentos de golpeo; por ejemplo, un tambor a un vaso.
Los instrumentos de viento informales de Les Luthiers son:
Es uno de los primeros instrumentos de Les Luthiers. Fue construido por Gerardo Masana a partir de tubos de cartón. Se compone de cuatro tubos que pueden variar su longitud deslizándose dentro de otros de mayor diámetro (como en un trombón «a vara»). Produce sonidos sordos y graves y en un principio lo tocaba Gerardo Masana, aunque en los últimos años el encargado fue Daniel Rabinovich, y, eventualmente Carlos Núñez Cortés. Dispone de unas ruedas para apoyarse y poder deslizarse por el suelo, de tal forma que al tocarlo, el ejecutor pueda interpretar las distintas notas combinando el tubo por el que sopla y la abertura que le da a las varas. El Bass Pipe que se utiliza en la actualidad es una adaptación del primero que se fabricó, el cual tenía las ruedas mucho más pequeñas que el actual. Además en éste se le ha añadido una placa conmemorativa a Carlos Iraldi, el maravilloso Luthier de Les Luthiers.
Fue creado por Gerardo Masana como una versión aguda del Bass-Pipe a vara, utilizando, en lugar de los tubos de cartón, tubos plásticos de PVC. Su funcionamiento es simple, se sopla por los cuatro tubos de PVC y se desplazan los émbolos para conseguir las notas deseadas.
Se estrenó en 1971, en el show Les Luthiers Opus Pí.
Imita a la gaita, pero no es un instrumento en verdad, sino que es un trío de instrumentos (clamaneus, glamocot y orlo) que, reciben aire de una cámara de tractor. Fue construido por Iraldi y Núñez Cortés a partir de la cámara de una rueda de tractor. Tres tubos flexibles conducen el aire desde la cámara hasta los instrumentos, pasando previamente por unos reguladores de presión muy sensibles, que permiten a cada instrumento trabajar con la presión adecuada (entre 30 y 60 milibares). Unos pequeños pedales, construidos con un mecanismo similar al que usan los pistones de las trompetas, funcionan como interruptores del suministro de aire. El instrumento alimenta a 3 aerófonos a la vez: el Glamocot, el Clamaneus, y una melódica modificada, y permite a los intérpretes tocar sus instrumentos de viento y cantar simultáneamente.
La cámara de tractor está inflada con aire, y de ella salen tres mangueras por las que circula el aire debido a la propia presión del interior de la cámara. Dicho suministro de aire puede ser cortado con un pedal, de tal forma que para que el aire lo atraviese hay que pisarlo. Una vez que el aire atraviesa el pedal, llega al instrumento de que se trate, funcionando éste como si se estuviera soplando a su través. Tiene la gran ventaja que supone poder interpretar un instrumento de viento y poder cantar al mismo tiempo, y de poder ser interpretado por hasta tres personas a la vez, o bien por uno solo.
Se estrenó en 1989, en el show El reír de los cantares y sus intérpretes son Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Carlos Núñez Cortés.
En este instrumento el sonido es generado por una doble lengüeta de caña encapsulada en un barrilote (como en el roncón de las gaitas) lo que da como resultado un timbre notable, parecido al de un pequeño fagot. Es de la misma familia que el Clamaneus, con la misma boquilla del cromorno pero suena una cuarta más grave. Se puede tocar soplando directamente, como es lo usual, o se puede conectar a la Gaita de Cámara y cantar al mismo tiempo. Se destaca además, de que las notas están en desorden, por lo que se debe ensayar muy bien una pieza y memorizar cada nota. Como curiosidad, si se lee glamocot al revés es «toco mal G», o sea, «toco mal sol». Su intérprete es Carlos Núñez Cortés y se estrenó en 1975, en el show Recital ’75.
Es de la familia del Glamocot, ya que posee la peculiar embocadura del cromorno, pero suena una cuarta más grave. Constituye junto al Glamocot y a una melódica los tres instrumentos que van conectados a la Gaita de Cámara y que tocan Maronna, Núñez y Rabinovich en la obra Vote a Ortega. Un poco de etimología: así como Glamocot es al revés Tocomal-G, o sea «toco mal en sol», Clamaneus viene a ser Suenamal-C, o sea «suena mal en do». También tiene sus notas en desorden. Se estrenó en 1989, en el show El reír de los cantares.
La construcción del narguilófono obedeció a la necesidad de formar una orquesta tipo árabe para la obra Serenata medio oriental. Lo tocaba Carlos Núñez y tenía la particularidad de echar humo. El instrumento produce un sonido muy de estilo árabe, con un timbre muy agudo y penetrante. Es una flauta dulce insertada en un narguile (aparato oriental para fumar). Se estrenó en 1983, en el show Por humor al arte.
Creado por Hugo Domínguez, el instrumento está dividido en tres secciones, y para su ejecución se necesitan tres músicos a la vez. La primera sección, la más aguda, consta de 11 copas de acrílico. Las copas poseen un reborde metálico, el cual al ser frotado por los dedos del intérprete genera una onda electrónica de timbre similar al de una copa de cristal. La segunda sección consta de 8 botellas de plástico a las que se les ha quitado el fondo y se las mantiene parcialmente sumergidas en unas cubetas de agua. Cuando las botellas son empujadas hacia abajo, el líquido que entra comprime el aire interior forzándolo a salir por el cuello del recipiente a través de unas lengüetas de acordeón. Al soltarlas, gracias a un mecanismo de válvulas y resortes, las botellas vuelven a su posición original. Por último, la tercera sección consta de cuatro grandes botellones, los cuales por un mecanismo idéntico al de las botellas generan las notas más graves del instrumento.
Las copas tienen, en el interior de la base donde están apoyadas, un circuito electrónico que reproduce un sonido y una luz de color para cada una de ellas. Carlos Núñez, además de tocar las copas, toca una pandereta. Las botellas, al ser presionadas hacia abajo, empujan el aire de su interior hacia arriba, haciéndolo salir por una lengüeta que genera el sonido. Estas botellas, pintadas con llamativos colores, son ejecutadas por Jorge Maronna, quien también toca un laúd. Los bidones, con igual funcionamiento que las botellas, son tocados por Carlos López Puccio, que además toca un timbal.
Se estrenó en el 2005, en el show Los premios Mastropiero.
Fue construido por Iraldi y Núñez Cortés en 1981. Este instrumento, íntegramente portátil, es un órgano de tubos que va montado sobre una mochila, lo que permite al ejecutante desplazarse mientras lo va tocando. El teclado, eléctrico y alimentado con baterías, acciona electroimanes que a su vez abren los conductos que comunican la «secreta» (una cámara de aire a presión constante) con los tubos del órgano. Estos tubos fueron construidos de plástico y fibra de vidrio para aligerar el peso. El aire es proporcionado por dos fuelles, sujetos bajo los zapatos del intérprete, y enviado mediante tubos anillados a un tercer fuelle-reservorio, instalado en la parte inferior de la mochila.
Al presionar las teclas los electroimanes abren los conductos de la cámara de aire, los cuales están comunicados con los tubos del órgano, que son los que producen el sonido. Para suministrar el aire que necesita el instrumento para su ejecución, el intérprete debe caminar constantemente, ya que lleva en los pies unos fuelles que realizan tal función.
Se estrenó en 1981, en el show Luthierías, y su intérprete es Carlos Núñez Cortés.
Está constituido por 31 tubos de ensayo dispuestos en doble hilera en un soporte de acrílico. Los tubos han sido afinados cromáticamente llenándolos con cantidades crecientes de silicona hasta lograr una extensión de dos octavas y media. El tubófono es similar a los Sikus del norte argentino o a la flauta de pan. Es un instrumento muy versátil y ha sido empleado en muchas obras de Les Luthiers. Se lo interpreta soplando desde arriba para lo que hay que poner el labio superior sobre el inferior (la posición tradicional) y soplar así hacia abajo en lugar de hacia delante.
El primer tubófono de Les Luthiers lo construyó Carlos Núñez rellenando los tubos con parafina, por lo que llamó al instrumento "tubófono parafínico cromático". En la actualidad, los tubos están rellenos de silicona, por lo que el instrumento se llama "tubófono silicónico cromático".
Lo interpreta Carlos Núñez Cortés y se estrenó en 1972, en el show Recital ’72.
También recibe el nombre de flauta Bunsen, en homenaje al químico alemán Robert Bunsen
Posee el mismo principio que el tubófono, es decir, es una especie de flauta de pan. La afinación variable se logra gracias a un émbolo que posee en el extremo opuesto al que se sopla. Se estrenó en 1966, en el show ¿Música? Si, claro, y sus intérpretes han sido Núñez Cortés y Rabinovich.
Es uno de los primeros instrumentos informales creados por Les Luthiers. Es la parodia de una trompeta y está construido básicamente con una manguera de jardín y un embudo. Su intérprete era Marcos Mundstock, y muy ocasionalmente por Acher. Se puede escuchar en las primeras obras del conjunto. Se estrenó en 1966, en el show ¿Música? Si, claro.
Es una versión mejorada del Gom-horn natural. La manguera ha sido seccionada por su parte media y se le agregaron pistones de trompeta. Sus intérpretes son Ernesto Acher y Marcos Mundstock. Se estrenó en 1971, en el show Les Luthiers Opus Pí.
Esta es posiblemente, la versión más popular del gom-horn y también la más sofisticada. Posee pistones de trompeta y el extremo de la manguera va montado sobre un casco que el ejecutante lleva sobre su cabeza. Se lo puede escuchar en prácticamente todas las obras de jazz y su intérprete más corriente es Ernesto Acher, junto a Marcos Mundstock, aunque en menor medida.
Su funcionamiento es prácticamente igual que el resto de los Gom Horn, esto es: Se sopla por la manguera, como si fuera la boquilla de una trompeta, el aire pasa por la sección en la que están los pistones y continúa por la manguera hasta llegar a la trompeta, la cual está instalada en un casco que lleva el intérprete en la cabeza.
Las obras grabadas en las que se usó fueron: Miss Lilly Higgins Sings Shimmy in Mississippi's Spring, 1977, El Asesino Misterioso, 1979, Cartas de Color, 1980, Marcha de la Conquista, 1981, Vea esta Noche, 1986, y Truthful Lulu Pulls thru Zulús, 1986.
Se estrenó en 1974, en el show Recital ’74.
Aparece en las obras de jazz instrumentales. Allí siempre se utilizaban kazoos por su peculiar timbre. No obstante, al tener este instrumento que tenía poca potencia, no permitía hacer los sonidos "jungle", tan típicos de las orquestas negras. Un día se probó acoplando una bocina de gramófono al kazoo y así nació la bocineta.
Se estrenó en 1971, en la obra Tristezas del Manuela, en el show Les Luthiers Opus Pí.
También conocido como matófono, se convirtió en una artesanía ampliamente difundida en Uruguay. Es uno de los primeros instrumentos diseñados por Gerardo Masana. Está constituido por la calabaza de un mate, y de ahí su nombre «yerbomatófono». Se corta la calabaza por la mitad y los dos hemisferios se lijan con sumo cuidado para que las superficies coincidan. Al cantar ahora por la abertura, el «mate» vibra y agrega un timbre rugoso a la melodía, parecido al sonido de una trompeta en sordina. Les Luthiers emplean conjuntos de yerbomatófonos en muchos de sus temas. El más característico es el de la marcha introductoria a Los Noticiarios Cinematográficos.
Se podría decir que es un kazoo informal, si bien el principio de funcionamiento es ligeramente distinto. En lugar de vibrar una membrana, como es el caso del kazoo, en este instrumento el sonido se produce al pasar el aire entre la abertura que separa ambas mitades. Se puede variar el timbre del instrumento apretando más o menos los dos hemisferios.
Se estrenó en 1966, en el show ¿Música? Si, claro.
Construida por Carlos Iraldi y Carlos Merlasino en 1994, es una calíope donde los tubos de órgano han sido reemplazados por silbatos de ferrocarril accionados por vapor de agua. El vapor proviene de tres calderas donde el agua es calentada por resistencias eléctricas. Un teclado, al frente del instrumento, acciona los silbatos y al mismo tiempo enciende una lamparita de color que ilumina el chorro de vapor. El efecto visual de este instrumento es muy notable, al igual que su potencia sonora.
Se estrenó en 1994, en el show Unen canto con humor y se lo interpreta por única vez de la mano de Carlos Núñez Cortés, en ese mismo espectáculo.
Este extraño instrumento está constituido por unos pequeños bancos de madera que al sentarse sobre uno de éstos, se emite un sonoro cornetazo de índole algo escatológico. Cada «banquito» emite una sola nota, o sea que se necesitan varios ejecutantes para tocar una simple melodía. Poseen, además, un dispositivo que bloquea el sonido cuando no se necesita en un momento dado. Fueron construidos por Carlos Núñez y Héctor Isamu.
Se estrenó en 1996, en el show "Bromato de armonio" y sus intérpretes son Maronna, López Puccio, Núñez y Rabinovich.
Este instrumento es una melódica a la que se le han conectado dos grandes globos de cotillón. La melódica está colocada en posición horizontal, lo que permite ejecutarla con ambas manos.
Funciona como una melódica normal, con la peculiaridad de que en lugar de tener que soplar, el aire se obtiene directamente de los dos grandes globos que lleva adosados, con lo que se puede cantar a la vez, al igual que ocurre cuando se conecta la melódica a la Gaita de Cámara, aunque en ese caso sólo se puede tocar a una mano.
La primera versión de este instrumento, construido sobre la base de un calefón de serpentín, era muy difícil de tocar y fue utilizado por única vez en la obra "Visita a la Universidad de Wildstone" para el show "Mastropiero que nunca" (1977). Años más tarde, Hugo Domínguez perfeccionó el instrumento empleando la tubería de un trombón a pistones. El trombón fue cortado en varias partes y vuelto a soldar de manera que pudiera entrar en el gabinete del calefón.
Es un instrumento de viento común en cuanto a funcionamiento, ya que como es la trompeta o trombón, está formado por un pequeño laberinto de conducciones metálicas por las que discurre el aire antes de salir por el extremo produciendo un sonido bastante grave. Tiene tres pistones que al ser pulsados van dando las diferentes notas posibles.
Su versión más reciente fue estrenada en 1999, en el show Todo por que rías y su intérprete es Daniel Rabinovich. En su versión antigua, su ejecutante fue Ernesto Acher.
Nota: Según la Real Academia Española, un calefón es un aparato a través de cuyo serpentín circula el agua que se calienta para uso generalmente doméstico".
Fue creado por el artesano Fernando Tortosa para presentarlo en el concurso de Instrumentos Informales realizado durante la Expo de los 40 años de Les Luthiers. El instrumento ganó el primer premio y el grupo decidió incluirlo en el espectáculo Lutherapia, del año siguiente.
Consta de 18 pelotas de básquetbol dispuestas en forma de teclado frente al ejecutante. Las pelotas, al ser oprimidas, lanzan el aire a través de unas lengüetas de acordeón. El instrumento es muy versátil y posee diversas aptitudes sonoras, como ejecutar escalas, acordes, vibratos y trinos. Lo ejecuta Jorge Maronna en la obra «Rhapsody in Balls».
Los instrumentos de percusión "informales" de Les Luthiers son:
Es uno de los primeros instrumentos del conjunto y fue construido por Gerardo Masana a partir de una vieja máquina de escribir. Posee unos tubos delgados de aluminio que cuando son percutidos por las teclas de la máquina dan un sonido similar al de un xilófono. Es un instrumento cromático con una extensión de dos octavas completas y su afinación es muy precisa, cualidades éstas que lo han hecho intervenir en muchas de las obras del grupo. Cada una de las teclas de la máquina están conectadas a sus respectivas barritas metálicas que son las que golpean el papel y dejan impreso el carácter de que se trate, sólo que en este caso lo que se consigue es un sonido en lugar de una letra. Es tocado casi siempre por Carlos Núñez Cortés, pero también fue interpretado por Carlos López Puccio. Se estrenó en 1967, en el show "I Musicisti y las óperas históricas".
Diseñado y construido por Hugo Domínguez, está inspirado en la ducha de un cuarto de baño. El efecto que se logra es un "tremolando" que, mezclado con el fluir del agua, produce un peculiar sonido. Una vez puesta en funcionamiento comienza a caer agua por la ducha. El agua hace girar un pequeño molino en cuyo eje van adosados unos pequeños martillos de acrílico que giran a la vez que el eje. Una vez que los martillos están en funcionamiento el intérprete tan sólo tiene que desplazar las placas del xilófono que lleva adosado para que entren en contacto con los martillos, produciendo el sonido deseado en función de la nota que se quiera interpretar. El sonido que se consigue con el golpeo de los martillos a las placas de metal es muy tenue, y es necesaria una amplificación del sonido para su perfecta audición. Dada la cantidad de martillos que golpean cada una de las placas se consigue un sonido tremolando, para evitar la rapidez con la que se pierde el sonido en este tipo de instrumentos (al igual que ocurre con la Marimba de Cocos, por ejemplo, aunque en este caso no es necesario seguir golpeando las placas de metal sino que basta con mantener pulsada la tecla correspondiente para que los acrílicos sigan golpeándola). En el momento en que se desee tan sólo hay que anular la presión y la placa vuelve a su sitio gracias a un muelle.
Se estrenó en 1999, en el show "Todo por que rías" y su único intérprete es Núñez Cortés.
Como su nombre lo indica, es una marimba donde las placas sonoras de madera han sido reemplazadas por cocos de palmera. Los cocos fueron vaciados de su copra y calados de tal manera que suenan cuando se los percute. En total son 19, y están afinados cromáticamente. Construida para el número Música y costumbres de Makanoa, del espectáculo Por Humor al Arte, de 1983. Fueron necesarios dos años de paciente recolección de cocos provenientes de distintos países hasta lograr una extensión de una octava y media; concretamente, Carlos Iraldi y Carlos Núñez tuvieron que examinar 183 hasta poder componer los sonidos de esta marimba; el último de ellos proporcionó el si bemol que faltaba.
Se estrenó en 1983, en el show "Por humor al arte" y su único ejecutante es Núñez Cortés.
Fue construido por Héctor Isamu, un técnico en electrónica, sobre una idea de Carlos Iraldi. Son tubos metálicos que al ser percutidos suenan como campanas. El instrumento posee al frente un teclado que acciona electroimanes, los que ponen en movimiento unos martillos que percuten sobre los tubos. Lo ejecuta Jorge Maronna cuando hace de monje consejero sexual en la obra Educación sexual moderna, del espectáculo Bromato de armonio.
Se estrenó en 1996, en el show "Bromato de armonio" y su único intérprete es Jorge Maronna.
Las Tablas de Lavar fueron construidas en 1983, por Ernesto Acher, para la obra "Pepper Clemens sent the messenger: nevertheless the reverend left the herd". Años más tarde, cuando se decidió incluir esta obra en la antología Las Obras de ayer (2002), Hugo Domínguez desarrolló un modelo algo más perfeccionado. El instrumento actual consta de la típica tabla de lavar de madera, forrada de hojalata, la cual lleva adosados varios adminículos de percusión: un pequeño platillo, una caja china y un cencerro, siendo todos ellos percutidos con dedales en las manos. El instrumento porta también una pequeña bocina, que ha sido afinada en tres notas distintas (una para cada tabla).
Sus intérpretes son Maronna, López Puccio y Núñez Cortés, y las ejecutan mientras cantan el último coro de Pepper Clemens.
Este instrumento consta de un complejo mecanismo de engranajes y manivelas que hace que un par de zapatos se eleven, para luego dejarlos caer sobre una base de madera. Accionando la manivela, mediante un sistema de coronas dentadas se hace girar un eje que levanta los zapatos alternadamente para dejarlos caer luego desde arriba, obteniéndose algo tan natural como el sonido de una pisada sobre un suelo de madera. Con este artefacto, Les Luthiers logran imitar los misteriosos pasos en "El Asesino Misterioso", obra donde éste se estrenó, en Mastropiero que Nunca.
Un émbolo pneumático, como el inflador de una bicicleta, expulsa con fuerza un tapón de corcho por el extremo del tubo. El efecto es similar al sonido producido cuando se descorcha una botella. Les Luthiers emplean este instrumento en contadas ocasiones, y solo como un efecto. Suele aparecer junto con el glisófono.
El instrumento se "carga", introduciendo el corcho por el extremo del tubo. Una vez "cargado", al apretar el émbolo aumenta la presión en el interior del tubo, lo que hace que el corcho salga despedido emitiendo ese característico sonido.
Se estrenó en 1969, en el show "Blancanieves y los siete pecados capitales".
Es un pequeño instrumento de percusión que produce unos pocos sonidos básicos: tres "ranitas" de metal (ya no se usan, pues están rotas), un pote de yogur que se percute con una baqueta, un reco-reco y un timbre. Imitaba el andar de un «cascarudo» (nombre dado en Argentina a una especie de escarabajo). En El Sendero de Warren Sánchez Jorge Maronna interpreta a un demonio.
Se estrenó en 1975, en el show "Recital ’75".
Este robot se construyó para intervenir en el "Trío Op. 115" del espectáculo "Hacen Muchas Gracias de Nada". Su concepción fue muy avanzada para la época en que fue construido (1979) y hubo que resolver múltiples problemas de ingeniería mecánica. El robot en sí pesaba 80 kilos y estaba dotado de varios motores que le permitían desplazarse por el escenario, girar su cabeza, etc. Su fuente de energía era una batería de corriente continua de 24 voltios. Poseía 13 cornetas con altavoces y una batería de tambores. La cabeza tenía boca, mejillas, ojos y cejas con los que podía expresar alegría, enfado o tristeza. Todas estas funciones eran gobernadas desde bambalinas, y por control remoto, por tres personas a la vez. Una controlaba el desplazamiento, otra las expresiones faciales y una tercera la parte musical. Aunque para el público el único que se comunicaba con Antenor y le ordenaba qué hacer era Carlos López Puccio, de quien era su "mascota" en aquella obra.
El robot Antenor dejó de funcionar casualmente en la última representación que hicieron Les Luthiers del espectáculo Hacen muchas gracias de nada en 1980.
En aquella ocasión, durante el transcurso de la obra, Antenor explotó en mitad el escenario ante la mirada de todos los que allí se encontraban, y no pudo interpretar los últimos compases con los que la obra debía terminar.
Carlos López Puccio, en el libro Les Luthiers de la L a la S, relata así lo ocurrido:
Lo único que hoy en día se conserva de él es su cabeza, ya que el resto de componentes que formaban el robot se fueron utilizando para otros menesteres. Esta pieza la posee Carlos Núñez en su casa, y dentro se puede ver un sinfín de cables que muestran el mecanismo que hacía posible su funcionamiento y una placa con un texto que dice: ¡Curioso! Reponga mi nuca en el acto.
El robot se reconstruyó para la Exposición de los 40 años de Les Luthiers por Hugo Domínguez. El mismo puede verse y ejecuta una rutina programada en la sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
Fue ideada y construida por Hugo Domínguez. El instrumento es un gran bastidor, con forma de arpa, cuyas "cuerdas" están constituidas por tubos de luz de neón. La parte aguda consta de ocho tubos, de color turquesa, que se articulan por su parte media, mientras que la parte grave son tres tubos de color rojo, los cuales son fijos. Los ejecutantes se colocan detrás del instrumento que, al ser luminoso, no deja ver a los músicos. Cuando comienza la obra, los ejecutantes sacan las manos -enfundadas en guantes blancos- entre los tubos y los "tañen" como si fueran las cuerdas de un arpa. La manipulación de los tubos cierra un circuito que proporciona un sonido electrónico.
Se estrenó en 2008, en el show "Lutherapia".
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