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La isla del tesoro (novela)



La isla del tesoro (Treasure Island) es una novela de aventuras escrita por el escocés Robert Louis Stevenson, publicada en libro en Londres en 1883 (publicada originalmente por entregas en la revista infantil Young Folks, entre 1881 y 1882 con el título de The Sea Cook, or Treasure Island).

Esta obra ha sido fuente de inspiración para el cine, la televisión, la literatura, cómics e incluso videojuegos. La novela adopta un tono crítico y una reflexión moral del protagonista hacia el dinero y la ambición.

Stevenson tenía 30 años y unos meses cuando comenzó a escribir La isla del tesoro, su primer éxito como novelista. Los quince primeros capítulos fueron escritos en Braemar, en las Tierras Altas escocesas, en 1881. Era un verano tardío, frío y lluvioso y Stevenson estaba con cinco miembros de su familia de vacaciones en una casita en el campo. El pasatiempo de aquellos días era escribir una historia entre todos, pasando el manuscrito de uno a otro, en bloques de quince minutos. El joven Lloyd Osbourne, hijastro de Stevenson, tenía entonces 12 años, y pasaba los días lluviosos pintando con acuarelas. Para cuando la historia llegó a manos de Lloyd, los personajes estaban en una isla desierta. Días después dibujó un barco hundido cerca de una isla inventada. Recordando esos momentos, Lloyd escribiría:

el libro la isla del tesoro es una novela publicada en 1882 por canssell

Al día siguiente de que Lloyd dibujase el mapa, Stevenson había escrito el primer capítulo. Se convirtió en la rutina diaria el que Stevenson escribiese por la mañana un nuevo capítulo y lo leyese en voz alta a su familia, que le hacía sugerencias. Lloyd, por ejemplo, insistió en que no hubiera mujeres en la historia. El padre de Stevenson se divertía como un niño con la historia y pasó un día escribiendo el contenido exacto del cofre marino de Billy Bones, que Stevenson adoptaría palabra por palabra. Fue también su padre quien sugirió la escena donde Jim Hawkins se oculta en el barril de manzanas. Dos semanas más tarde, un amigo, el doctor Alexander Japp, llevó los primeros capítulos al editor de la revista Young Folks, que se mostró de acuerdo con publicar un capítulo semanal. Stevenson escribiría un capítulo al día durante quince días, pero llegado cierto momento comenzaron a faltarle las palabras.

Cuando el otoño llegó a Escocia, los Stevenson dejaron sus vacaciones de verano y regresaron a Londres. Stevenson tenía un problema crónico en los bronquios. Preocupado por el plazo de entrega en octubre viajó a Davos, en Suiza, donde la interrupción del trabajo y el aire limpio de montaña obraron maravillas. Ya recuperado, fue capaz de seguir a razón de un capítulo por día y pronto terminó la historia.

Durante su lanzamiento inicial en Young Folks entre octubre de 1881 y enero de 1882 la historia no logró atraer la atención ni sirvió para aumentar las ventas de la revista. Pero cuando salió a la venta como libro en 1883 no tardó en hacerse muy popular. Se cuenta que el primer ministro Gladstone permaneció despierto hasta las dos de la madrugada para terminarlo. Los críticos la elogiaron profusamente. El novelista americano Henry James alabó este "...perfecto como un juego de muchachos bien jugado". Gerard Manley Hopkins escribió "creo que Stevenson muestra más genio en una página que Sir Walter Scott en todo un volumen".

Gracias a las cartas y ensayos de Stevenson, sabemos mucho sobre sus fuentes e inspiraciones. El catalizador inicial fue el mapa de la isla, alrededor del cual gira todo el argumento. Envió el mapa con el manuscrito al editor del libro, quien más tarde dijo haberlo perdido. Stevenson no tenía ninguna copia del mapa y quedó devastado. En los días anteriores a las fotocopiadoras, tuvo que construir otro mapa tediosamente desde el principio, asegurándose de emparejar la trama esta vez. El nuevo mapa carecía del encanto del primero y nunca fue realmente la isla del tesoro de Stevenson, sin embargo, también se refirió a los recuerdos de las obras de Daniel Defoe, Edgar Allan Poe "El escarabajo de oro", y Washington Irving "Wolfert's Roost", Stevenson dijo:

"Esto es mi deuda con Washington Irving que ejerce en mi conciencia, y justamente es así, ya que creo que el plagio raras veces fue llevado más lejos.. el espíritu interior y mucho detalle del material de mis primeros capítulos.. es propiedad de Washington Irving."

Stevenson dijo que la novela At Last, de Charles Kingsley también fue una inspiración clave. La idea para el personaje de John Silver El Largo fue inspirada por su amigo en la vida real William Henley, escritor y editor. Henley perdió una pierna por tuberculosis en un hueso. El hijastro de Stevenson, Lloyd Osbourne, describió a Henley como:

".. un gran muchacho, encendido, masivo-llevado a hombros con una gran barba roja y una muleta [Henley fue mutilado]; jovial, asombrosamente inteligente, y con una risa que rodaba como la música; tenía un inimaginable fuego y vitalidad; él barrió uno de sus pies". En una carta a Henley después de la publicación de La isla del tesoro, Stevenson escribió:

"Ahora tengo que hacerte una confesión. Fue la imagen de tu fuerza mutilada y autoridad la que engendró a John Silver El Largo... la idea del hombre mutilado, gobernando y temido por el sonido [solo la voz], completamente fue tomada de ti".

Otros libros que se parecen a La isla del tesoro son La isla de coral (1871) de Robert Michael Ballantyne, El Pirata (1836) de Captain Marryat y Las minas del rey Salomón (1885) de H. Rider Haggard, libro creado a partir de una apuesta entre Rider Haggard y su hermano sobre si él podría escribir una novela mejor que La isla del tesoro, y que se convertiría en el primero del subgénero literario llamado mundo perdido.

Stevenson nunca había tropezado con un verdadero pirata en su vida. Sin embargo, sus descripciones de la navegación y los marineros y la vida de mar son muy convincentes. Su padre y su abuelo eran ambos ingenieros de faros y viajó con frecuencia con ellos para la inspección de los faros de Escocia. Dos años antes de escribir La isla del tesoro, Stevenson había cruzado el Océano Atlántico. Tan auténticas eran sus descripciones que en 1890 William Butler Yeats dijo a Stevenson que La isla del tesoro era un libro con cuya lectura su abuelo marinero nunca había tenido ningún tipo de placer parecido.

Críticamente la novela puede ser vista como una Bildungsroman, que se ocupa en el desarrollo y la mayoría de edad de su narrador, Jim Hawkins.

Stevenson cobró 34 libras, siete chelines y seis peniques por la serialización y 100 libras por el libro.

Jim Hawkins es el hijo del dueño de una posada llamada “Almirante Benbow”, a la que un día llega para alojarse un hombre muy peculiar que canta tonadillas marineras y se hace llamar capitán. Este señor le pide a Jim que le avise si se acerca un hombre con una sola pierna. A cambio de vigilar, el hombre le da una paga cada mes.

Pero Jim no ve a ningún hombre con una sola pierna, sino que fue un hombre seboso el primero que se acercó a la posada preguntando por él. Más tarde un ciego llamado Pew pregunta por el capitán, que al parecer se llama Billy Bones.

Billy muere a causa de un ataque de apoplejía poco después de que el doctor le salvara la vida.

Jim descubre que el capitán era un bucanero y los otros dos lo buscaban. Él y su madre abren su baúl y encuentran un fajo de papeles y dinero de muchos países.

Entonces el chico se reúne con el doctor Livesey y el caballero y abren el paquete, hallando un mapa que conduce a un tesoro. Deciden embarcar y salir hacia la isla, no sin antes haber reunido una buena tripulación en Bristol, buscada por el cocinero; que asegura que son de fiar.

Una noche; navegando a bordo de "La Hispaniola", Jim escucha a John Silver el Largo, el cocinero de a bordo, hablar de un motín con los tripulantes que él había buscado.

Los marineros leales de a bordo deciden acabar poco a poco con los amotinados cuando llegan a la isla, para evitar que los abandonen y se escapen con el tesoro.

Pero gracias a una travesura de Jim logran salvarse; el chico encuentra a Ben Gunn, un hombre abandonado por unos piratas desde hacía tres años. Una noche, Jim coge su bote y desamarra la Hispaniola para que los amotinados no puedan escapar. Al día siguiente aborda la goleta y en cubierta encuentra a dos vigías: uno muerto y el otro herido. Entre Jim y el amotinado herido esconden la goleta en la Bahía Norte y Jim asesina al vigía.

Jim corre hacia el fortín donde sus amigos se habían escondido hacía unos días pero no es a ellos a quienes encuentra dentro, sino a seis amotinados, entre ellos Silver.

Silver y Jim hacen un trato y el chico se queda con ellos. Le dicen que tienen el mapa porque el doctor Livesey se lo ha dado, pero Jim no lo entiende.

Se ponen a buscar el tesoro con Jim de rehén y se sorprenden al ver que ya se lo ha llevado alguien. Dos de los amotinados mueren a causa de los disparos de tres de los amigos de Jim y los otros tres escapan.

Los amigos de Jim les cuentan la historia a él y a Silver, y es que hacía aproximadamente dos meses, Ben Gunn se había hecho con el tesoro y lo había escondido, por eso les habían entregado el mapa a los amotinados, pues ya carecía de valor. Después de esto, se van a una cueva que tenía Ben con las suficientes provisiones para los piratas, a los que deciden dejar para que no hicieran más fechorías. Con Silver Hacen un trato; se lo llevarán de la isla a cambio de que no le vuelvan a ver nunca.

En los siguientes días preparan La Hispaniola para dirigirse a la América española, donde dejarán a Silver.

Gran parte de esta historia se refiere al pirata Capitán J. Flint, "el pirata más sanguinario que alguna vez haya vivido", muerto antes de que la historia principal comience.

Flint fue el capitán del Walrus, con una larga carrera (posiblemente tanto como 25 años), que operaba principalmente en las Indias Occidentales en las Antillas y el sur de las costas de las colonias Americanas. Su tripulación incluía los siguientes personajes que también aparecen en la historia principal: Su segundo de a bordo William (Billy) Bones; su contramaestre John Silver El Largo; su artillero Israel Hands y entre sus otros marineros Benn Gunn, Tom Morgan, Pew (Sacristán), Perronegro (Black Dog) y Allardyce (quien se hace "el indicador" hacia el tesoro). Muchos otros exmiembros de la tripulación de Flint se encontraban a bordo de la Hispaniola, aunque no es posible identificar que todos eran los hombres de Flint y que posteriormente de acuerdo a unirse al motín.

Flint y su tripulación eran acertados, despiadados, temidos ("la tripulación más áspera a flote"), y ricos, si pudieran haber manteniendo sus manos sobre el dinero que robaron. La mayor parte del tesoro de Flint conseguido por su piratería -700.000 libras en oro, lingotes de plata y una gran cantidad de armas- es, sin embargo, enterrado en una remota isla del Caribe, o más bien en algún punto en el Océano Atlántico cercano al Caribe, Flint sacó el tesoro del Walrus con seis de sus marineros y lo llevó a tierra, también construyendo una empalizada y estacada en la isla para la defensa. Cuando lo enterraron, Flint volvió al Walrus solo, habiendo asesinado a los seis marineros y con un mapa con la localización del tesoro que guardaría hasta el momento de su muerte. El paradero de Flint y su tripulación fue oscuro inmediatamente a partir de entonces, pero que terminó en la ciudad de Savannah, provincia de Georgia (Estados Unidos). Flint estaba enfermo y su consumo sin control de ron no lo ayudó. Sobre su lecho de enfermo fue recordado por cantar el canto de marineros "quince hombres" y pidiendo incesantemente más ron, con su cara de inflexión azul. Sus últimas palabras fueron: "Darby M'Graw! Darby M'Graw!", y luego, después de alguna blasfemia, "Trae el ron, Darby! Justo antes de su muerte, le entregó el mapa del tesoro a su compañero del Walrus, Billy Bones.

Después de la muerte de Flint, la tripulación se separa, la mayoría de ellos regresan a Inglaterra. Separaron sus partes del tesoro que tenían en forma diversa. John Silver conservó 2000 libras, llevándolas lejos y guardándolas seguras en un banco y convirtiéndose en propietario de una taberna en los muelles de Bristol, Inglaterra. Pew gastó 1200 libras en un solo año y los dos siguientes se los pasó mendigando y muriéndose de hambre. Benn Gunn regresó a la isla para tratar de encontrar el tesoro sin el mapa, al fallar en la búsqueda sus compañeros de tripulación lo abandonaron en la isla. Bones, sabiendo que estaba marcado por la posesión del mapa (tan pronto como los demás miembros de la tripulación de Flint tuvieran el deseo de recuperar el tesoro), buscó refugio en una remota parte de Inglaterra. Sus viajes lo llevaron a la rural West Country, pueblo costero de Black Hill Cove, que resulta ser donde se ubicaba la posada del "Almirante Benbow".

Hay un número de islas que podrían ser la inspiración de la vida real para La isla del tesoro. Una historia de un marinero, tío de Stevenson, le había contado cuentos de sus viajes a la Isla de Norman en las Islas Vírgenes Británicas cuando Stevenson era niño. Esto podría significar que la Isla de Norman fue una inspiración indirecta para el libro. Cerca de esta isla se encuentra Isla del Cofre del Hombre Muerto, que Stevenson encontró en un libro de Charles Kingsley.

Stevenson dijo: "La Isla del tesoro salió de Kingsley en Al fin: Una Navidad en las Indias Occidentales (1871) o At Last: A Christmas in the West Indies (Título en inglés), donde conseguí el "El cofre del muerto" - que fue la semilla". Esta fue "la semilla" de la Isla del Esqueleto, la frase "El cofre del muerto", la novela en general, o toda, pero sigue siendo confuso. Otros contendientes son las pequeñas islas en Queen Street Gardens en Edimburgo, como "Robert Louis Stevenson vivió en Heriot Row y se piensa que el pequeño estanque que podía ver desde la ventana de su dormitorio en Queen Street Gardens proporcionó la inspiración para la Isla del Tesoro".

Hay una serie de posadas que declaran haber sido la inspiración de los sitios en el libro. La publicación de Almirante Benbow, como se supone, está basada en la Llandoger Trow en Bristol, aunque no puede ser probado. La casa Pirata en Savannah (Georgia) donde el capitán Flint paso sus últimos días, y su fantasma todavía frecuenta la propiedad.

En 1883, Stevenson publicó The Silverado Squatters, una narrativa de viajes de su luna de miel en 1880 en el Valle de Napa, California. Sus experiencias en Silverado fueron guardadas en un diario llamado "Bosquejos Silverado", y muchos de sus apuntes del paisaje alrededor de él en el Valle de Napa proporcionaron la mayor parte del detalle descriptivo para La Isla del tesoro.

En mayo de 1888 Stevenson pasó alrededor de un mes en Brielle (Nueva Jersey) a lo largo del Río Manasquan. En el río hay una pequeña isla boscosa conocida como "Osborn Island". Un día Stevenson visitó la isla y quedó tan impresionado que caprichosamente la rebautizó "La isla del tesoro" y talló sus iniciales en un mamparo. Esto tuvo lugar cinco años después de haber terminado la novela. Hasta el día de hoy, muchos siguen refiriéndose a la isla como tal. Hoy oficialmente es nombrada Nienstedt Island, en honor a la familia que la donó al municipio.

El mapa de la isla tiene una estrecha semejanza con el de la isla de Unst en Shetland. Se piensa que Stevenson puede haber dibujado el mapa cuando niño visitando a su tío David y padre Thomas Stevenson, quien construía el faro en Muckle Flugga, de Unst.

de manzanas



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