María Teresa de Habsburgo-Lorena y Borbón-Parma (en alemán: Maria Theresia von Osterrich; Palacio de Schönbrunn, Viena, 20 de marzo de 1762 - 23 de enero de 1770), fue una archiduquesa austriaca, hija mayor del emperador José II del Sacro Imperio Romano Germánico y de su primera esposa, la princesa Isabel de Borbón-Parma (nieta del rey Luis XV de Francia). María Teresa fue la única hija sobreviviente del matrimonio.
Los padres de María Teresa, el príncipe heredero José (futuro emperador del Sacro Imperio Romano) y la princesa Isabel de Borbón-Parma se casaron en Viena el 16 de octubre de 1760. A finales de 1761, Isabel quedó embarazada y el 20 de marzo de 1762, dio a luz a una hija siendo sus primeros nombres María Teresa en honor a su abuela (de la cuál era su primera nieta) y fue nombrada Archiduquesa de Austria.
Por el lado materno, la pequeña María Teresa era descendiente del primer rey Borbón en España, Felipe V y de su esposa, Isabel de Farnesio. Por su lado paterno, era desciende de la famosa emperatriz María Teresa I, Reina de Hungría y Bohemia, y de su esposo, Francisco I, Emperador del Sacro Imperio Romano. Cuando tenía un poco más de un año de edad, su madre murió al dar a luz a su hermana, la archiduquesa María Cristina, que murió a las pocas horas de haber nacido. Su padre estaba inconsolable y encontró refugio en su joven hija. María Teresa también fue muy unida a su tía paterna, la archiduquesa María Antonieta, tan solo siete años mayor que ella.
Antes de morir su madre Isabel, que padecía viruela,pleuritis como consecuencia de una neumonía. Su padre, por aquel entonces ya Emperador del Sacro Imperio Romano, hizo todo lo posible para salvarla. Sin embargo, la medicina en aquellos días estaba muy poco desarrollada y la archiduquesa María Teresa murió el 23 de enero de 1770 por fiebre muy alta. Su padre tenía el corazón destrozado, había perdido la única prueba física que le recordaba a su amada esposa. Cuando María Teresa murió, su padre gritó hacia el cielo:
había vaticinado que su hija María Teresa seguiría el mismo camino que ella poco después. Sus predicciones se hicieron realidad, cuando a solo unos pocos meses de su octavo cumpleaños, la archiduquesa María Teresa enfermó deCuando Khevenhüller tuvo que molestar a José para hacer los preparativos del funeral, el emperador, con lágrimas en los ojos, le dijo que había perdido, por así decirlo, su único consuelo y placer.
A continuación se muestran extractos de una carta de José a la institutriz de su hija, la marquesa de Herzelles, escrita pocas horas después de la muerte de la niña:
La muerte de su única y muy idolatrada hija hizo crecer en José su creciente misantropía y terminó el trabajo de convertirlo en un trabajador compulsivo.
La joven archiduquesa fue la segunda de los nietos de María Teresa en morir, después de su hermana menor María Cristina. Se dice que, incluso después de su muerte, su padre guardó sus vestidos y zapatos.Cripta Imperial de Viena al lado de su madre y hermana. Su sarcófago se hizo más grande de acuerdo con la solicitud de José, la tumba se compone de una hermosa efigie que representa a la joven archiduquesa durmiendo pacíficamente en una cama, cubierta con una manta, con las manos hacia el cielo en señal de oración y rodeada por la corona de Hungría y de la corona del Sacro Imperio Romano Germánico.
Fue enterrada en laEscribe un comentario o lo que quieras sobre María Teresa de Habsburgo (directo, no tienes que registrarte)
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