Monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo cumple los años el 19 de febrero.
Monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo nació el día 19 de febrero de 987.
La edad actual es 1036 años. Monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo cumplirá 1037 años el 19 de febrero de este año.
Monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo es del signo de Piscis.
El monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo, dedicado posteriormente A LOS PROFESIONALES DEL ALA 23 EN CONMEMORACION DE LAS 125 000 HORAS EFECTUADAS EN F-5, es «una de las pocas obras representativas de la figuración escultórica de los años 1960 en Extremadura», ejecutada exprofeso por el pintor y escultor español Guillermo Silveira (1922-1987) para su colocación (concretamente entre la torre de control y el parque de bomberos) en la antigua Escuela de Reactores (actual «Ala 23») de la Base Aérea de Talavera la Real, en la que el artista estuvo destinado como meteorólogo del Ejército del Aire entre 1944 y 1947, primero, y definitivamente desde octubre de 1954 hasta su jubilación por edad como capitán auxiliar en enero de 1987. Para su realización, se utilizaron aglomerado de polvo de mármol (ya empleado con anterioridad en la Virgen de los Ángeles y los dos bajorrelieves laterales de 1960 y el boceto del Cristo Redentor de 1962) y hierro forjado. Fue inaugurado oficialmente en mayo de 1969.
A finales de los años 1960 el artista residía con su familia en su domicilio estudio de la antigua calle del Pilar (hoy Antonio Montero Moreno) n.º 1-3.º de la capital pacense, donde ejecutó la práctica totalidad de las obras de esta década. No obstante, habida cuenta de sus dimensiones y, sobre todo, de la complejidad inherente a la ejecución de este tipo de piezas, la escultura en cuestión fue realizada en las propias instalaciones de la escuela, como se desprende de alguna fotografía tomada en pleno proceso por el periodista Fernando Saavedra Campos. Se sabe también que a comienzos de 1969 o últimos meses del año anterior ya «tiene en la cabeza, a su manera, un proyecto para hacer en la base de Talavera la Real un homenaje a la Aviación».
Desde el punto de vista iconográfico, representa a un hombre totalmente desnudo semiarrodillado sobre el componente horizontal de la escultura, sujeto con la mano derecha al vertical (en ambos, se repite la figura de un ave diseñada de manera esquemática), mientras que en la palma de la izquierda aparece posada una especie de águila negra, con la cabeza girada hacia atrás, momentos antes de emprender el vuelo.
En la parte inferior del basamento, se encuentran varias placas identificativas de la obra, si bien en ninguna de ellas figura inscrito el nombre del autor.
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