Pedro Javier Sánchez de Orellana (Loja, 19 de octubre de 1678 - Quito, 3 de septiembre de 1753), fue un político y noble español nacido en la Presidencia de Quito (hoy Ecuador), que ostentó el título de II marqués de Solanda y fue el fundador del cuantioso mayorazgo asociado.
Nació en la ciudad de Loja (actual Ecuador), el 19 de octubre de 1678, en la mansión que la familia Sánchez de Orellana poseía en el centro de la ciudad. Fue el hijo primogénito de Antonio Sánchez de Orellana y Ramírez de Arellano, primer marqués de Solanda, y doña Elvira Góngora e Inurrigarro, de origen andaluz.
De escasos 16 años de edad, fue elegido el 17 de julio de 1694 Maestro de Campo de la villa de Borja, en la provincia de Mainas (actual Perú), cuya gobernación desempeñaba su padre. Cinco años después, figuró entre los vecinos principales de Loja y fue nombrado Alcalde Ordinario de su Cabildo, administrando justicia por espacio de un año. En 1707, era Familiar del Santo Oficio de Cuenca por designación del Virrey del Perú.
El 10 de septiembre de 1710, contrajo matrimonio en la ciudad de Cuenca con Francisca Rosalía de Rada y Alvarado, hija a su vez del general santanderino Juan Francisco de Rada y Alvarado, que era Corregidor y Justicia Mayor de la ciudad de Cuenca. Pedro Javier recibió 25.000 pesos por la dote de Francisca, parte de contado y parte en documentos que debía cobrar a los deudores.
La pareja tuvo siete hijos:
Alrededor de 1710 Felipe V lo designó Corregidor de los asientos de Latacunga y Ambato. Tres años después, recibió los despachos desde Lima, enviados por el Virrey del Perú; pidió a la Audiencia la fijación de fianza e inició en 1715 su gobierno de cinco años en Latacunga. En 1716, se incorporó de Alguacil Mayor del Santo Oficio.
El 16 de febrero de 1735, fue Corregidor de Quito, cargo que le vino por cinco años, firmado en Madrid por Felipe V. El Virrey del Perú le anexó el Corregimiento de indios y, ya en funciones, prestó 2.000 pesos a la Corona para la defensa del puerto de Cartagena amenazado por las fuerzas navales del Almirante inglés Ubernon.
Por fallecimiento de su padre, el primer marqués, y correspondiéndole por varonía la sucesión en dicho título de Castilla, pagó las lanzas y medias annatas y entró en su posesión, titulándose segundo marqués de Solanda en 1730.
El 22 de enero de 1735, Felipe V lo facultó para fundar un Mayorazgo con el consentimiento de su esposa, para lo cual tomaron diferentes haciendas avaluadas en 110.000 pesos iniciales, a las que después se sumaron otras propiedades para un total de 220.000 pesos de la época. El resto de sus bienes, que ascendían a 118.5000 pesos, se destinaban a ser repartidos entre los demás herederos, con exclusión del mayor, que entraría al goce del Mayorazgo a la muerte del fundador; hecho que ocurrió pocos años después del 3 de septiembre de 1753, cuando dictó una memoria testamentaria en Quito.
La fortuna total del marqués ascendía en 338.500 pesos, considerado alto para la época, incluso en España, donde los mayorazgos con más de 300.000 pesos era algo raro. Entre sus propiedades se encontraban:
Pedro Javier Sánchez de Orellana, segundo marqués de Solanda, murió en la ciudad de Quito, el 22 de octubre de 1754; siendo enterrado al día siguiente en sus sepulturas, ubicadas en la bóveda del altar mayor de la iglesia de San Francisco. El Marquesado le fue heredado a su primogénito Félix Sánchez de Orellana y Rada, aunque por diversas circunstancias también recayó sobre los hombros de sus otros hijos, Diego y Mariana.
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