Saceruela es un municipio español de la provincia de Ciudad Real, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Es el punto de inicio del trazado histórico del Camino de Guadalupe de Levante.
Saceruela tiene dos nombres que se atribuyen a la raíz y origen del mismo: “Sacer” y “Sacerral”. Sacer, según el diccionario, es palabra latina que significa Sagrado.
El nombre de esta localidad viene de sacer (sagrado) uela (villa) del latín. La Orden de Calatrava le añadió de Calatrava, por lo que la justicia en 1575 ante un interrogatorio contestó esta villa se llama Saceruela del Campo de Calatrava.
El escudo municipal de Saceruela fue diseñado por el académico de la Real Academia de la Historia don Ramón Maldonado y Coca. Fue aprobado por el Consejo de Ministros en abril de 1962.
Escudo cortado. Primero, de plata, una Cruz de Calatrava de gules. Segundo, de oro, una traba de sable. Hacen referencia estas armas tanto a su pertenencia a la Orden de Calatrava, en el primer cuartel, como al primer emblema que llevó el municipio. La traba, en recuerdo del Maestre Don Pedro Girón, que la elevó a rango de villa.
La bandera está gironada en oro y sable con la Cruz de Calatrava en el centro. Fue entregada al municipio por Alicia de Borbon-Parma y Habsburgo-Lorena, infanta de España.
Pertenece a la comarca de Almadén. Limita al norte con el término de Puebla de Don Rodrigo, al sur con los términos de Almadén y Almadenejos, al este con Valdemanco del Esteras y al oeste con Luciana y Abenójar.
La población es antiquísima según Pascual Madoz, anterior a los romanos, y en su entorno hay restos romanos, árabes y visigodos.
En 1183 Alfonso VIII concedió derechos a la Orden de Calatrava para adehesar las tierras de Saceruela. El hecho de aparecer en las crónicas del Libro de la Montería, de Alfonso XI, detalladas las sierras de Saceruela como muy montuosas y llenas de osos y lobos, se pueden imaginar los motivos del despoblamiento de esta zona donde sólo de situaban escasos asentamientos, siendo al más destacable el de la Hontanilla, donde existía uno de los caños de agua más importantes del pueblo. Este dominio de la naturaleza sobre el hombre dio origen a su nombre “sacer” y “vela”: villa sagrada. Cuentan las Relaciones Topográficas ordenadas por Felipe II en 1575 que Saceruela, y según los lugareños, eran tierras que estaban rodeadas de frondosos bosques donde abundaban los osos y los lobos: “… la leña que se hasta… la traen de la sierra… y que hay mucha copia de osos y lobos… que acontece están 21 vacas heridas de lobos por ser tierra tan montosa…”
Hablan en Saceruela de un poblado antiguo y desconocido al que por nombre lo llaman Esteras, y que se considera el poblado principal, anterior al actual. Los restos hallados de muralla de más de un metro de ancho, en una atalaya de poniente, indican que quizás fueron los restos de los que hablan los lugareños. Restos estos conocidos por “Los Corrales” cerca del también sabido de “Los Castillejos”.
Villa desde 1463, Saceruela se encuentra situado en el extremo sur-occidental de la provincia de Ciudad Real y significó siempre un cruce importante de caminos: Camino de Toledo, Camino de Sevilla, Camino de Portugal y de Guadalupe; atestiguado también por la existencia de un puente romano. Camino de arrieros y peregrinos. Ruta de las majadas y paraíso de los monteros. En los siglos XIX y XX, estos caminos pasaron a ser vías secundarias, por lo que la importancia de la población decayó.
En el siglo XVI, en 1578, se fundó la Orden de Caballeros Archicofrades del Sacer por Alonso Rodríguez de Camargo, presbítero de la Orden de Calatrava y alcalde Mayor de Toledo, que unió dos cofradías existentes en la Villa:la de la Vera Cruz y la de Santa Ana, al unirlas creó la Orden de Caballeros Archicofrades del Sacer, de la Vera Cruz, de Santa Ana y de Nuestra Señora de Guadalupe, para proteger al Santisimo el día del Corpus y para la guardia, custodia y hospital en el camino de Fe y espiritualidad a Guadalupe asistiendo a peregrinos y necesitados.
Actualmentela la orden sigue vigente, inscrita desde 1992 en el Obispado de Ciudad Real, Priorato de Órdenes de España, como asociación privada de fieles laicos, con la misma filosofía, y se dedica también a cooperar en obras destinadas al desarrollo a través de la organización Sacer España ONG.
La orden cruza a Caballeros y Damas en personas que hayan sido significativas en asuntos humanitarios, religiosos o sociales; pero siempre tras superar un detallado proceso de provanzas.
La orden ha recibido el Premio de la Hispanidad otorgado por la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe y el reconocimiento oficial de la Marina de Guerra de la República Dominicana. Está presente en Bolivia, Portugal, Panamá, México, Perú, Francia e Italia a través de sus Lugartenencias Generales.
La orden protege al Santísimo el día del Corpus Christi siendo los Caballeros y Damas de la misma que descienden de sus fundadores, los que tienen el privilegio de hacerlo portando alabardas en todo iguales a las de la Guardia de Su Majestad el Rey; se distinguen por llevar un galón de oro en el cuello de su manto. El actual Gran Maestre es el Fiel, Devoto y Acertado Frater Germán Díaz y Pérez.
El pueblo de Saceruela, situado en el Camino de Guadalupe de Levante, era una zona de paso, y en él se cobraba la xoda y el portazgo a los caminantes.
En 1463, Pedro Girón, acompañado por Enrique IV, paraba en Saceruela a su paso hacia Guadalupe, y en este año, el rey le concedió a Saceruela la independencia de Piedrabuena y le dio los anejos de Valdemanco del Esteras y Gargantiel, que fueron de Saceruela hasta la Primera Guerra Carlista, después de la cual el pueblo quedó totalmente destruido, habiendo además quemado todos los archivos, el Ayuntamiento y la iglesia, hechos que se atribuyen al “Capitán Araña” que se dice era de Abenójar.
Dos años después del fin de las Guerras Carlistas la gente del pueblo lo volvió a reconstruir pero más arriba de donde estaba al principio, que donde ahora están los huertos y la fuente o pilar de la Hontanilla.
Debido a la construcción que se produjo, los únicos restos que quedan de edificaciones antiguas son el escudo de la Inquisición, en la casa que se supone de la misma, y la fachada de la casa de los Montoya.
Durante la Guerra de la Independencia, ésta también fue una zona de lucha.
Un enclave que pocos conocen, es la existencia de un campo de aviación que se construyó en tiempos de la Segunda República Española, y del cual aún se conserva la torre de control, un hangar, algunas oficinas y siete búnkeres, que son los que mejor estado de conservación mantienen.
En cuanto a acontecimientos, si no históricos, sí anecdóticos, se cuenta que el rey Alfonso IX relata en un libro la importancia de Saceruela en la cacería, “es privilegiado por la cantidad y calidad”.
También Cervantes en su universal obra Don Quijote de la Mancha narra el pasaje de la pastora Marcela, que se desarrolla en Saceruela.
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