El Springfield Modelo 1873 fue el primer fusil de retrocarga estándar adoptado por el Ejército de los Estados Unidos (aunque el Modelo 1866 fue suministrado de forma limitada a las tropas que iban por la Ruta Bozeman en 1867). Esta arma, tanto en su variantes fusil como carabina, fue ampliamente utilizada en las batallas contra los indígenas norteamericanos.
El Modelo 1873 era la quinta variante del mecanismo de retrocarga diseñado por Erskine S. Allin, siendo llamado "Springfield de trampilla" por su cerrojo con bisagra, que se abría como una trampilla. El fusil tenía un cañón con una longitud de 829 mm (325⁄8 pulgadas), mientras que la carabina tenía un cañón con una longitud de 560 mm (22 pulgadas). Fue reemplazado por un modelo mejorado, el Springfield Modelo 1884, que empleaba el mismo cartucho.
Entre 1872 y 1873, un comité militar dirigido por el Brigadier-General Alfred H. Terry examinó y probó 99 fusiles de diversas marcas nacionales y extranjeras, incluyendo los Springfield, Sharps, Peabody, Whitney, Spencer, Remington y Winchester, a fin de seleccionar un sistema de retrocarga para los fusiles y carabinas del Ejército estadounidense. Las armas eran probadas para precisión, fiabilidad, cadencia de disparo, y capacidad de resistir condiciones adversas. Se tomaron en consideración armas monotiro y con depósito, pero en aquel entonces, el fusil monotiro era considerado más fiable. Las pruebas de tiro se llevaron a cabo en el Springfield Armory y Governor's Island, donde la cadencia de disparo promedio del Springfield fue de 8 disparos/minuto para reclutas y 15 disparos/minuto para soldados con experiencia. El comité recomendó al "Springfield No. 99", que pasaría a ser el Modelo 1873.
El Modelo 1873 empleaba el cartucho ".45-70-405". Tenía una velocidad de boca de 410 m/s (1350 pies/s), haciéndolo un cartucho potente y efectivo para las tácticas de acoso de la época. Era fabricado con una carga propulsora de 3,6 g (55 granos) de pólvora (carga de carabina), para reducir el retroceso y poder ser empleado por soldados de Caballería desde sus monturas. Este cartucho tenía una velocidad de boca de 340 m/s (1100 pies/segundo) y un alcance efectivo menor.
El fusil fue originalmente suministrado con cartuchos que tenían casquillos de cobre y fue empleado en el oeste durante la segunda mitad del siglo XIX, pero los soldados rápidamente descubrieron que el cobre se expandía excesivamente en la recámara al disparar. Esto a veces bloqueaba el fusil, evitando la extracción del casquillo vacío. Para desbloquearlo se debía extraer el casquillo con la hoja de un cuchillo u otra herramienta parecida, llegando a inutilizar en combate la carabina, que no tenía baqueta para retirar casquillos atascados, al punto de solo poder usarla como un mazo.
Tras la aniquilación del batallón del Teniente-Coronel George Armstrong Custer (armado con carabinas Modelo 1873 y sus respectivas municiones) en la Batalla de Little Big Horn, en junio de 1876, las investigaciones sugerían que el bloqueo de sus carabinas pudo haber sido un factor, aunque las excavaciones arqueológicas de 1983 descubrieron que solo el 3,4% de los casquillos recuperados mostraban señas de haber sido palanqueados de armas bloqueadas. Este hallazgo no tomó en cuenta los casquillos retirados con una baqueta u otro "palo", ni los fusiles bloqueados que fueron desbloqueados fuera del área del campo de batalla y de la muy limitada zona de prospección arqueológica. Cada arma del batallón de Custer pasó a ser propiedad de los indígenas. El Capitán Thomas French, comandante de la Compañía M, estuvo ocupado en desbloquear con la baqueta de su fusil las carabinas que los tiradores de la posición defensiva de Reno le pasaban. En consecuencia, el cartucho fue rediseñado con un casquillo de latón, porque este material no se expandía tanto como el cobre. Esto demostró ser una importante mejora, por lo que el latón fue el principal material empleado para los casquillos de los cartuchos militares estadounidenses desde entonces hasta el día de hoy. Después del desastre de Little Big Horn, a los soldados se les ordenó efectuar prácticas de tiro dos veces por semana.[cita requerida]
El Modelo 1873 con su cartucho de pólvora negra continuó siendo el principal fusil del Ejército estadounidense, hasta que fue gradualmente reemplazado por el fusil de cerrojo Springfield Modelo 1892 (basado en el Krag-Jørgensen noruego). Su reemplazo empezó en 1892; este sería el primer fusil militar estadounidense de calibre 7,62 mm (.30) que empleaba un cartucho de percusión central con pestaña cargado con pólvora sin humo. El Modelo 1873 todavía era empleado por unidades de segunda línea durante la Guerra hispano-estadounidense en Cuba y Filipinas, a pesar de que era una gran desventaja ante las fuerzas españolas armadas con fusiles de cerrojo Mauser Modelo 1893, que empleaban cartuchos 7 x 57 Mauser con pólvora sin humo.
Recreador histórico disparando un Springfield Modelo 1873 en Fort Mackinac, 2008.
Gerónimo (a la derecha), llevando un Springfield Modelo 1873, junto a sus camaradas guerreros en 1886.
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