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Acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa de 1990



¿Dónde nació Acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa de 1990?

Acuerdo ortográfico de la lengua portuguesa de 1990 nació en AO.


El Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa de 1990 (AO) (en portugués: Acordo Ortográfico da Língua Portuguesa de 1990) es un tratado internacional cuyo objetivo es crear una ortografía unificada para el portugués, a ser usada por todos los países de lengua oficial portuguesa. Fue firmado por representantes oficiales de Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bisáu, Mozambique, Portugal y Santo Tomé y Príncipe en Lisboa, el 16 de diciembre de 1990, al culminar una negociación entre la Academia de las Ciencias de Lisboa y la Academia Brasileña de Letras iniciada en 1980. Después de obtener su independencia, Timor Oriental se adhirió al Acuerdo en 2004. El acuerdo también tiene la presencia de una delegación de observadores de Galicia.[1]

El Acuerdo Ortográfico de 1990 pretende instituir una ortografía oficial y única de la lengua portuguesa y con eso aumentar su prestigio internacional,[2]​ dando fin a la existencia de dos normas ortográficas oficiales divergentes: una en Brasil y otra en los restantes países de lengua portuguesa. Es dado, como un ejemplo motivador por los proponentes del Acuerdo, el idioma español, el cual, pese a presentar bastante variación entre España e Hispanoamérica, tanto en la pronunciación como en el vocabulario, está sujeto a una sola forma de escritura, regulada por la Asociación de Academias de la Lengua Española. Por otro lado, se observa que la lengua inglesa presenta variaciones ortográficas entre los países que lo hablan y nunca fue objeto de regulación oficial, porque las diferencias ortográficas son mucho menores y menos frecuentes que las de la lengua portuguesa.

La adopción de la nueva ortografía, de acuerdo con los datos de la Nota Explicativa del Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa de 1990 (que se basan exclusivamente en una lista de 110 000 palabras de la Academia de las Ciencias de Lisboa),[3]​ fue a acarrear alteraciones en la grafía de cerca de 1,6 % del total de las palabras en la norma euro-afro-asiático-oceánica (en Portugal, PALOP y Timor Oriental y en la Región Administrativa Especial de Macao) y en cerca de un 0,5 % en la grafía brasileña.[4]

Antes del inicio del siglo XX, tanto en Portugal como en Brasil se seguía una ortografía que, por regla, se basaba en la etimología latina o el griego para escribir cada palabra (ejemplo: pharmacia, lyrio, orthographia, phleugma, diccionario, caravella, estylo, prompto, etc.).

En 1911, tras la implementación de la república en Portugal, se llevó a cabo una profunda reforma ortográfica que modificó completamente el aspecto en la forma de escribir de la lengua portuguesa, acercándose mucho al portugués actual. Sin embargo, esta reforma se hizo sin ningún acuerdo con Brasil, por lo que los dos países quedaron con dos ortografías completamente diferentes: Portugal con una ortografía reformada, y Brasil, con una ortografía tradicional (llamada pseudo-etimológica).

A lo largo de los años, la Academia de las Ciencias de Lisboa y la Academia Brasileña de Letras fueron protagonizando sucesivos intentos de establecer una grafía común en ambos países. En 1931 se llevó a cabo hecho un primer acuerdo; sin embargo, con los vocabularios que se publicaron, en 1940 (en Portugal) y en 1943 (en Brasil), continuaron algunas divergencias; por consiguiente, se realizá un nuevo encuentro que dio origen al Acuerdo Ortográfico de 1945. Este acuerdo se convirtió en ley en Portugal,[5]​ pero en Brasil no fue ratificado por el Congreso Nacional, por lo tanto, los brasileños siguieron rigiéndose por la ortografía mencionada en el Formulario Ortográfico de 1943.

Un nuevo entendimiento entre Portugal y Brasil —efectivo en 1971 en Brasil y en 1973 en Portugal— aproximó un poco más la ortografía de ambos países, al suprimirse los acentos gráficos responsables del 70 % de las diferencias entre las dos ortografías oficiales y que marcaron la sílaba subtónica en los vocablos derivados con el sufijo -mente o que comenzaban con -z- (ej.: sòmente, sòzinho). Nuevas tentativas de acuerdo se frustraron en 1975 —en parte debido al periodo de convulsión política que se vivía en Portugal, el Proceso Revolucionario en Curso— y en 1986 —debido a la reacción que se levantó en ambos países, principalmente a propósito de la supresión de la acentuación gráfica de las palabras esdrújulas.

Mientras tanto, como, según los que proponían de la unificación, la persistencia de dos ortografías oficiales del portugués —la luso-africana y la brasileña— impedía la unidad intercontinental del portugués y disminuía su prestigio internacional, se elaboró un "Anteproyecto de Bases de la Ortografía Unificada de la Lengua Portuguesa"[6]​ en 1988, atendiendo a las críticas hechas a la propuesta de 1986, que condujo al nuevo Acuerdo Ortográfico en 1990.

Para la elaboración del Acuerdo Ortográfico, entre los días 6 y 12 de octubre de 1990, se reunieron en la Academia de las Ciencias de Lisboa las siguientes delegaciones:[7]


En el artículo 3.º, el Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa (1990) preveía su fecha de entrada en vigor al 1 de enero de 1994, mediante la ratificación de todos los miembros. No obstante, como apenas Portugal (el 23 de agosto de 1991[8]​), Brasil (el 18 de abril de 1995[9]​) y Cabo Verde[10]​ ratificaron el documento, su entrada en vigor quedó pendiente.

Así, el 17 de julio de 1998, en la ciudad de Praia, Cabo Verde, se asignó un "Protocolo Modificativo al Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa" que retiró del texto original la fecha para su entrada en vigor, aunque seguiría siendo necesaria la ratificación de todos los firmantes para que el acuerdo de 1990 entrase en vigor. Una vez más, apenas los parlamentos de Brasil, Portugal y Cabo Verde aprobaron este protocolo.

En julio de 2004, los jefes de estado y de gobierno de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), reunidos en Santo Tomé y Príncipe, aprobaron un "Segundo Protocolo Modificativo al Acuerdo Ortográfico"[11]​ que, además de permitir la adhesión de Timor Oriental, preveía que, en lugar de la ratificación por todos los países, sería suficiente que tres miembros de la CPLP ratificasen el Acuerdo Ortográfico para que este entrase en vigor en esos países.[12]

Vasco Graça Moura, escritor y eurodiputado, el más conocido de los detractores portugueses del Acuerdo, defiende que el Segundo Protocolo Modificativo, como cualquier otra convención internacional, sólo obliga a su aplicación en cada país si fuera ratificado por todos los países firmantes, lo que aún no había ocurrido. Es decir, sólo después de que todos los países ratificasen este Protocolo, estarían obligados a implementar el Acuerdo internamente en caso de que fuera ratificado por tres países. La racionalidad jurídica de un tratado que obliga a un país a aprobar otro tratado en caso de que sea aprobado por países terceros está en disputa. Este argumento de la ilegalidad de la ratificación del Protocolo modificativo de 2004 es contestado por el jurista Vital Moreira.[13]​ Mientras, Graça Moura no está de acuerdo con esa contestación.[14]

Brasil ratificó el "Segundo Protocolo Modificativo" en octubre de 2004 y, en abril de 2005, Cabo Verde también lo hizo. El 17 de noviembre de 2006, Santo Tomé y Príncipe ratificó el Acuerdo y los dos protocolos modificativos,[15]​ cumpliéndose lo establecido por este Protocolo.

A pesar de que, en la práctica, las nuevas normas ya podrían haber entrado en vigor en los tres países que ratificaron el Acuerdo y los protocolos modificativos, se consideró inviable avanzar sin que Portugal también diese por concluido todo el proceso. Tras algunos retrasos, la Asamblea de la República acabó por ratificar el Segundo Protocolo Modificativo el 16 de mayo de 2008,[16]​ siendo el texto promulgado por el presidente de la república Cavaco Silva el 21 de julio de 2008.[17]​ En Angola, el Ministerio de Educación también empezó a preparar la ratificación del Acuerdo Ortográfico, afirmando que entraría en vigor tras ser ratificado.[18]

Mientras, los jefes de Estado y de gobierno de la CPLP, reunidos en Lisboa el día 25 de julio de 2008, en la Declaración sobre la Lengua Portuguesa manifestaron "su regocijo por la futura entrada en vigor del Acuerdo Ortográfico, reiterando el compromiso de todos los Estados miembros en el establecimiento de mecanismos de cooperación, con vista a compartir metodologías para su aplicación práctica".[19]​ Para finales de 2008 se programó una reunión de los ministros de Cultura de los países de la CPLP para debatir la estrategia común de aplicación del Acuerdo Ortográfico. "En esa reunión habrá una definición de una política de dos años para todo lo que tenga que ver con la lengua en el ámbito de la CPLP. Uno de los puntos tiene que ver con la implementación, ejecución y aplicación del Acuerdo Ortográfico, y eso se va a hacer de forma coordinada", explicó el ministro português José António Pinto Ribeiro.[20]

El texto del Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa (1990) está compuesto por dos partes:

La Nota explicativa del Acuerdo Ortográfico de la Lengua Portuguesa, redactada por el grupo proponente del texto del Acuerdo, acompaña al Acuerdo Ortográfico, siendo el documento donde se explicitan las diversas alteraciones en relación a las grafías anteriores y se justifican las opciones tomadas. De forma abreviada, tiene la siguiente estructura:

La siguiente tabla muestra una comparación entre las dos ortografías actualmente en uso, y la ortografía unificada que se propuso con este acuerdo sobre la lengua portuguesa:

El Acuerdo Ortográfico prevé alteraciones en la manera de escribir de las personas que hablan la lengua portuguesa. En Brasil las alteraciones fueron mayormente en el nivel de acentuación, y en los países restantes tuvo más efecto en las consonantes designadas mudas.

En Brasil, aproximadamente el 0,5 %[4]​ de las palabras sufrió modificaciones. Estas alteraciones inciden, sobre todo, en la eliminación de los acentos de las terminaciones -éia y -ôo, como en "assembléia" y en "enjôo", que pasaron a escribirse "assembleia" y "enjoo", respectivamente.

Otra regla consiste en la completa eliminación de la diéresis en palabras formadas por y en las que se pronuncia la u, como en "freência" y en "liniça", las cuales han pasado a escribirse "frequência" y "linguiça", respectivamente.

Según los promotores del Acuerdo,[4]​ en los países lusófonos aparte de Brasil, los cambios afectaron a cerca del 1,6 % del vocabulario total. Los cambios más significativos consisten en la eliminación sistemática de las consonantes c y p en palabras en las que estas letras invariablemente no se articulen en las variantes cultas de la lengua, como en "óptimo" y en "correcto", pasando a escribirse "ótimo" y "correto", respectivamente.

Se eliminó también el guion en las formas verbales hão-de y há-de.

Frecuentemente se da como ejemplo la eliminación de la H en ciertas palabras como "humidade" y "mido": han pasado a escribirse como en Brasil, "umidade" y úmido", respectivamente. No obstante, el texto del Acuerdo no dice nada sobre estos casos. En el texto se ve que se elimina la h- inicial "cuando, a pesar de la etimología, su supresión está enteramente consagrada por el uso" (Base II, art. 2, al. a). Como los usos difieren de país a país, habrá doble grafía de facto en el caso de estas palabras.

En todos los países lusófonos se alteraron las reglas del uso del guion y se suprimieron algunos acentos agudos como en las palabras paroxítonas (o graves) que tienen en "ói" la sílaba tónica. Por ejemplo, en jóia, heróico y en andróide pasan a escribirse joia, heroico y androide.

Ejemplos:

Ejemplos de introducción del guion:

A fin de contemplar las diferencias fonéticas existentes, existen abundantes casos de excepciones previstas en el Acuerdo: se admite así la doble grafía en muchas palabras. Ejemplo de esto son: amnistia / anistia, António / Antônio, aspecto / aspeto, facto / fato, secção / seção.



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