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Almanjáyar



¿Dónde nació Almanjáyar?

Almanjáyar nació en Granada.


Almanjáyar es un barrio de la ciudad de Granada. Administrativamente forma parte del distrito Norte de la ciudad. Se sitúa al noroeste de Granada, limitando al norte con Víznar y Alfacar; al oeste con Pulianas; al sur con la carretera de Jaén y al este por el Río Beiro. Es un barrio de clase trabajadora, un 15% de cuya población es de etnia gitana. [cita requerida]

El núcleo de viviendas separadas y con grandes descampados lo transforma en un conjunto desestructurado, pese a que fue construido sobre un buen trazado de calles, aceras y alcantarillado. Sus bloques se distinguen del resto de barrios por ser blancos y rojos. Abundan los cobertizos de uralita y chapas, construcciones más pequeñas (cartones) para pequeñas tiendas y cocheras y cuadras para animales, con escasez de jardines.[cita requerida]

Aunque no se conoce con certeza el origen de su nombre, algunos especialistas en etimología coinciden el término Almanjáyar procede del árabe «Al-Masayij», cuya traducción significa «llano de los maestros».[2]

Almanjáyar recibe su nombre del pago de Almanjáyar, que se extendía desde las Eras de Cristo, actualmente la plaza de San Isidro, hasta donde se construyó el Hospital Psiquiátrico, en la carretera a Pinos Puente, actualmente en dicho emplazamiento el Campus Universitario de Aynadamar, y entre las carreteras de Alfacar, Pulianas, Maracena y Madrid. El pago comprendía una serie de caserías, denominación que recibían las fincas de las vegas altas, dedicadas al cultivo de olivos y viñas. La acequia de Aynadamar regaba las tierras y La Campana era una de las mejores fincas que existía en Granada. Hoy en día convertida en urbanizaciones.[cita requerida]

El Barrio de Cartuja surge en febrero de 1965 y más adelante, a mediados de 1970 se amplió y prolongó hacia el noroeste, debido a las graves inundaciones que sufrió por aquellos momentos la ciudad de Granada. Las zonas donde vivían las personas más humildes quedaron totalmente destruidas y 2770 familias quedaron sin hogar. En Almanjáyar se reacomodaron por esa causa familias que antes vivían en La Virgencica. Para dar respuesta a esta situación, y de paso erradicar el chabolismo y actuar ante la ascendente demanda de viviendas baratas, el Ayuntamiento hizo construir viviendas temporales para acogerlos. Estas viviendas se convirtieron en las permanentes para esta gente, por no disponer de recursos para trasladarlos a mejores lugares. En un principio, este espacio ocupó 500 hectáreas y fue ordenado por Terán y Velasco. Posteriormente la Caja General de Ahorros realizó una promoción social aquí pero el proyecto fracasó por el comportamiento del mercado, a la baja en aquel tiempo por lo que se negó a comprar. Se crea también una Corporación municipal democrática, las Iniciativas. La única inmobiliaria que construyó en aquel tiempo fue OSUNA. Sobre las caserías La Campaña, El Molino, El Nogal y sobre las calles del Cerro y de Aguirre se asientan los famosos 69 bloques a los que se suman los 522, 158 y 36 que levantó La Asturiana a través de un contrato administrativo, y las 334 y 178 que componían el núcleo originario de Almanjáyar. Sin embargo, las viviendas que fueron adjudicadas por compra o arrendamiento fueron entregadas sin luz, agua ni servicios básicos para la vida y surgen resistencias de un núcleo de familias normalizadas en el barrio que no querían convivir con personas que habían habitado en cuevas y suburbios. Almanjáyar fue víctima de un mal comprendido desarrollismo pues las dotaciones no llegaron a realizarse, reflejo esto de unas escaleras provenientes de China de Uralitas con las que fueron construidas las casas. Cabe destacar que las escuelas se construyeron años después, en 1989, a pesar de las altas tasas de analfabetismo y niños en edad escolar.

El Padre Manjón fue una figura vital para estos barrios de la Zona Norte de Granada. Intentó dar respuesta educativa ante el gran absentismo escolar que se sufría, en gran medida por las casas insalubres con humedad que hacían enfermar continuamente a los niños. Intentó erradicar el chabolismo y dar respuesta también a las demandas educativas, religiosas, culturales, médicas y laborales que abrumaban a la población.[cita requerida]

Alentó la convivencia entre la población heterogénea y desagregada, fomentando la colaboración. Defiende que el trabajo digno es imprescindible para que estas familias salgan del estado tan precario en el que se encuentran. Debido a su gran aportación y al trabajo que realizó con estos colectivos, la Corporación de Vecinos del polígono de Cartuja recibe su nombre.[cita requerida]

En el trabajo que llevaron a cabo en 1993, Joaquina Cabello y José Miguel Apaolaxa, argumentaron; “las mujeres toman conciencia del problema de tener muchos hijos y poco medios para su mantenimiento”. Este interés de las mujeres por mejorar la situación origina resultados positivos. Surge una preocupación por la mejora económica y cultural. Las mujeres gitanas acuden “a clases de adultos, participan como monitoras en programa de salud familiar y reivindican un puesto de trabajo digno”.[cita requerida]

También contribuyeron la visita del papa Juan Pablo II en 1983 a Almanjáyar, donde se produjo un encuentro multitudinario. Esto fue una excusa para que miles de granadinos accedieran por primera vez a este barrio y fueran conscientes de lo que en él ocurría.[cita requerida]

Los jóvenes permanecen durante más tiempo en el domicilio familiar, debido a las dificultades económicas que les impiden la independización. Aquellos que pertenecen a niveles sociales más bajos llegan a formar pandillas, no acuden a la escuela y por ende algunos inician en la delincuencia. El sistema educativo es incapaz de dar respuesta a esta población y la sociedad los condena. Se crean Aulas Ocupacionales pero acabó por fracasar, mientras que el Ayuntamiento creó una Escuela Taller en colaboración con el INEM donde ofrece formación en carpintería.[cita requerida]

Los jóvenes se reúnen a pesar de que las condiciones del barrio no favorecen este tipo de asociacionismo. Se reúnen en la calle, en plazas, patios de colegios. Algunos son reunidos en parroquias e incluso se crean Asociaciones de Antiguos Alumnos. El Centro de Servicios Sociales creó una programación de actividades y las Asociaciones de Vecinos y gitanos ofrecen programas de actividades culturales y folclóricas. Sin embargo, la gran mayoría prefiere la calle y pocos son los que acuden a estos lugares.[cita requerida]

Se creó un agrupamiento de colectivos diferentes a consecuencia de la falta de participación en la planificación y toma de decisiones sobre el espacio donde se ubican. Pretenden favorecer la convivencia entre ellos, siendo el respeto mutuo de costumbres y culturas el principal objetivo. Sin embargo, está muy desestructurado y carece de personas y grupos implicados. El paro, la crisis económica y sus efectos son los encargados de establecer los distintos colectivos de Granada, y las distintas ideologías, de explicar y justificar esta situación.[cita requerida]

Sigue siendo un barrio marginal y excluido por el resto de la población Granada.[3]​ Están entre las zonas con un 80% de fracaso escolar en ESO, que tienen una índice de desempleo entre el 60% y el 70%, una tasa de mortalidad 2,5 veces superior a la normal y un 80% de precariedad, todo según datos de 2015.[3]

Actualmente (2018) es una de las zonas más conflictivas de la zona norte de Granada según algunos medios de comunicación como El Español.[4][5]​ Es una zona consumidora, comercializadora y cultivadora de drogas y con presencia de delincuencia y traficantes según reporteros del mismo medio.[4]​En Almanjáyar, en la actualidad, hay problemas serios en el servicio eléctrico, lo que provoca apagones recurrentes en este territorio y lo que, según reporteros, hace posible el cultivo ilegal en la zona, igualmente los servicios públicos (como los oficiales de policía entre otros) no son bien recibidos y por lo general se vuelve una zona turbulenta que no puede progresar.[4]​ El medio de comunicación calcula que puede haber hasta un millar de plantaciones ilegales en un radio de 5 kilómetros en Almanjáyar.[4]

El polígono Almanjayar tiene una extensión aproximada de 2 km cuadrados. La población censada en el año 2002 en el Distrito Norte es de 29.526 habitantes que constituye el 11,14% de la población total de Granada. Lo más destacable es la elevada proporción de edades comprendidas entre 0 – 14 años (20%) mientras que en el conjunto de Granada es de 13,8%. Por otra parte, la población mayor de 64 años representa un 9,8% mientras que en el conjunto de la ciudad es de 13,8%.[cita requerida]

Las infraestructuras más destacadas son las siguientes:[cita requerida]

Existe una elevada tasa de paro. De los 13.391 parados registrados en Granada, 4.150 pertenecen al Distrito Norte, un 31% del total. Esto afecta sobre todo a las edades intermedias (20 – 39 años) que son un 67% del total de parados. En la zona del Almanjáyar la tasa de paro es de 37,3%. Por lo general, las mujeres de la casa ayudan al mantenimiento de esta cuando el cabeza de familia está en paro. Esto hace que la madre pase horas fuera del hogar y sean las hijas mayores las que ocupen su puesto cuidando de los hermanos pequeños. En la mayoría de los casos deben abandonar los estudios, lo que las imposibilita de acceder a puestos de trabajo que demanden una mayor cualificación. A todo esto hay que añadir la creencia de este colectivo de ser el hombre quien debe tener una mayor formación académica, ya que las mujeres serán mantenidas económicamente por sus maridos.[cita requerida]

Cuando la mujer se casa suele mantener el trabajo que realizaba fuera del hogar, siempre y cuando sea económicamente necesario. Este trabajo suele ser temporal y debido a la falta de formación académica de estas, se ven limitadas a actividades de empleadas de hogar o al trabajo con materias primas. Independientemente del tiempo de trabajo que realice fuera de casa, sigue realizando todas las actividades del hogar. La gran mayoría, debido al número de miembros en la familia y a los bajos ingresos, se benefician de pensiones y subvenciones de diferentes entidades.[cita requerida]

La población activa se dedica mayoritariamente al sector servicios, a la construcción, a la industria y a la agricultura.[cita requerida]

Los colectivos de jóvenes se encuentran con grandes dificultades a la hora de encontrar su primer trabajo. Esto se debe a su falta de preparación y al hecho de vivir donde viven. Otro colectivo que se encuentra con numerosas dificultades, son las mujeres, como ya hemos explicado anteriormente.[cita requerida]

La zona norte de Granada es la zona más marginal de Andalucía según datos de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta. A su vez, es el Polígono de Europa donde más dinero se ha invertido en Acción Social.[cita requerida]

Los efectos de esta marginación son más visible en determinados sectores de población como es el caso de los jóvenes y de la población gitana. En el caso de los jóvenes, esta marginación se da en la carencia de ciertos privilegios socio-económicos, en la precariedad de la mayoría de trabajos remunerados a los que pueden acceder, o la falta de espacios de ocio en esta zona. Estos jóvenes se encuentran en una situación de rechazo en otros ambientes sociales fuera de sus barrios.[cita requerida]

En la población gitana, hay un evidente aislamiento con el resto de familias de la zona. Esto origina la formación de submundos y guetos que desembocan en drogas, prostitución, delincuencia y mendicidad infantil.[cita requerida]

En la mayoría de los casos este tiempo libre se desarrolla entre la calle, la televisión y la jardinería.[cita requerida]

En los jóvenes se suele relacionar con peligro de delincuencia y drogas. Es por ello por lo que se pone tanto empeño en la creación de lugares donde se lleven a cabo actividades alternativas que no les dejen tanto tiempo libre sin inquietudes o aficiones. El deporte es otra actividad muy extendida.[cita requerida]

La población infantil pasa gran parte de este tiempo en la calle, actividad más propia de zonas rurales que urbanas.[cita requerida]

Los mayores juegan a la petanca y organizan partidas de bingo en la calle. También participan en actividades organizadas por los Centros de tercera edad.[cita requerida]

Las mujeres encuentran sus actividades de ocio en las clases para adultos, en la calle donde hablan y se relacionan con las demás mujeres de la zona, y en los pequeños bares a los que acuden por costumbre a desayunar y merendar con sus hijos menores.[cita requerida]

Un acontecimiento semanal, en el que participan población de todas las edades, es la “marcha verde” también llamado mercadillo de los domingos.[cita requerida]

Las fiestas del barrio se empezaron a celebrar en la década de los sesenta. Actualmente se celebran en el mes de septiembre y lo más destacado es el festival flamenco.[cita requerida]

Antiguamente existía una gran participación de todos los vecinos y una gran asistencia de los habitantes de la ciudad y la provincia. En la actualidad se ha perdido esta participación y asistencia por el miedo a agresiones y robos.[cita requerida]

Otras fiestas a destacar son la Semana Santa y la fiesta de la Cruz.[cita requerida]

Se encuentra distribuida entre una mayoría de católicos, testigos de Jehová y protestantes.[cita requerida]

En cuanto a la iglesia católica Almanjáyar tiene todo su territorio abarcado por la parroquia de Jesús Obrero, dependiente de la Archidiócesis de Granada. El templo se sitúa en calle Arquitecto José Conteras, nº 13.[cita requerida]

La situación educativa y escolar en Almanjáyar es la siguiente:[cita requerida]

Sin embargo, cabe destacar la importancia y calidad de los centros educativos de comunidades y congregaciones religiosas, como es por ejemplo el Colegio Escolapios Cartuja, entre otros. En este tipo de colegios e institutos,la educación es de calidad, los niños y niñas cuentan con el material necesario, las profesoras y profesores tienen completa vocación y las instalaciones son variadas y de buena calidad.

Se aboga por una escuela abierta y participativa. Escuela para todos, con un proyecto común, donde se trabaje el desarrollo afectivo y la socialización y se fomente la conciencia social. El trabajo escolar ha de ser creador, investigativo, libremente elegido y aceptado por el grupo. Existe entre la población de etnia gitana, generalizando, un bajo nivel formativo, escaso dominio de recursos intelectuales y culturales y pobreza de recursos económicos. Gran influencia negativa por la pobreza económica familiar, la desintegración social, la desestructuración familiar, el desempleo, la infravivienda, el fracaso o absentismo escolar, la drogadicción y el tráfico de drogas ilegales. Así como los altos índices de natalidad, que afecta a familias numerosas. En la práctica, existe una gran desmotivación entre los profesores, que desean marcharse del lugar cuanto antes, por lo que no se da una continuidad del profesorado, de la metodología…, contribuyendo al fracaso escolar de los niños de la zona.[cita requerida]




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