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Bóxer (raza de perros)



Corto, duro, brillante y pegado.

Naturales deben tener un tamaño adecuado, su inserción es a los costados y en el punto más alto del cráneo.

FCI Grupo 2 (tipo dogo) Sección 2 (molosos) #144 Estándar
AKC Herdingguardian Estándar
ANKC Group 5 (Working Dogs) Estándar
CKC Group 3 - Working Dogs Estándar
KC (UK) Working Estándar
NZKC Working Estándar

El bóxer alemán o bóxer (en alemán: Deutscher Boxer) es una raza canina alemana de trabajo y compañía, tipo moloso, que tiende a un tamaño grande. Su particular conformación hace que sea un perro que no siempre puede ladrar, salvo cuando la ocasión lo amerita o en estado de excitación; la raza fue creada por medio del cruce de un brabant bullenbeisser y un bulldog de antaño, ambas extintas. La primera vez en aparecer un bóxer fue en 1895 en Múnich por el Múnich Bóxer Club. Philip Stockmann y su esposa Miriam son considerados los «padres de la raza bóxer» gracias a su criadero llamado vom Dom. Los sucesos bélicos en ese tiempo ocasionaron una considerable disminución de la raza, aunque ellos la mantuvieron estable.[1]

Fue en su momento un perro de guerra, importante durante la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Era útil para el ejército alemán al enviar mensajes, transportar cables de comunicación o recoger algunos cuerpos de soldados heridos en medio del campo de batalla antes de que llegaran otras razas que eran mejores que el bóxer en estos trabajos. A pesar de estas estadísticas sigue siendo elegido como perro policía del K-9 en distintas partes del mundo,[cita requerida] aunque no tanto como anteriormente ocurría. Estados Unidos aún prefiere en algunos casos al bóxer.[2]

En una encuesta realizada por la Federación Cinológica Internacional, en el año 2012-2013, obtuvo el 9.° lugar dentro de las treinta razas más populares de todos los países miembros.[3]​Mientras que en 2012, se ubicó en el 7.° lugar en la lista del American Kennel Club.[4]

En algunos municipios de España, el bóxer está considerado como un perro potencialmente peligroso. Esto está todavía discutido, ya que los ancestros de la raza y los objetivos por los que se procreó son adversos a lo que comenta el ayuntamiento español.[5]

La raza bóxer se considera uno de los procreadores del dogo guatemalteco y de la extinta raza del perro de pelea cordobés; también ha dado lugar a razas híbridas reconocidas por el Club Híbrido Canino Americano, que son: el bull bóxer (bulldog americano con bóxer), el boxador y el boxita (Akita Inu con bóxer).[6]

La mayoría de los historiadores caninos están de acuerdo en que los ancestros de los bóxer son los perros bullenbeisser. Estos bullenbeissers (o mordedores de toros) eran perros de caza, usados sobre todo para el jabalí y el ciervo. Tales expediciones para la caza de animales salvajes solían costar la vida a varios perros, ya que la caza era horrible y penosa tanto para las personas como para los perros (por no mencionar para los jabalíes). Algunas fuentes dicen que estos enormes perros medievales tenían las orejas erectas y grandes dientes, que serían usados para sujetar al animal por el hocico. Es probable que los cazadores cortaran las orejas de la forma en que lo hacen en algunos países hoy día, ya que esta costumbre parecería de acorde con las primitivas usanzas de aquellos tiempos.

Dentro de una vía más civilizada y utilitaria, los ancestros del bóxer fueron frecuentemente utilizados como perros de carnicero, debido a su habilidad para contener a un toro y de conducirle hacia su establo, si se volvía rebelde. Se cree que la famosa reputación de un perro llamado Boxl, utilizado por un carnicero de Berlín es la que dio el nombre a la raza. La derivación de la palabra bóxer como nombre para un perro de raza pura es irónica, ya que la palabra «boxl» o «boxel» tiene como traducción, en esencia, mestizo.

En 1894, un famoso criador de bulldogs llamado Friedrich Roberth fue la primera persona en pronunciar «bóxer» en la raza, aludiendo a los atributos y ventajas, ya que él poseía una bóxer hembra; Friedrich declaró que ninguna institución o persona ayudaba a que se consigan bóxers buenos o al menos preservar la raza y de que este era el único camino para que Alemania preservara una nueva raza canina. Para alegría de Friedrich se fundó el Múnich Bóxer Club en 1895. Donde participaron cuatro bóxers, quedando ganador Flocki y nombrado primer bóxer en ganar una competencia canina de su clase. Friedrich y varios aficionados a la raza fundaron el Club del Bóxer y para ese mismo año se solicitó a Roberth para que dictará un estándar sobre la raza para un bóxer ideal. Para 1904 se fundó la revista Boxer der Boxer Blatter.

Durante la Primera Guerra Mundial se utilizó al bóxer como perro militar y mensajero para beneficio de las tropas alemanas, se escogieron en su tiempo solo campeones aptos que podían soportas tareas duras como «rastreo de francotirador»; El bóxer Rolf v. Vogelsberg, propiedad de Philip Stockmann, realizó varias montas para suplir camadas en el ejército canino, ya que era un perro ganador cinco veces en campeonatos. Para la Segunda Guerra Mundial comenzó a perder fama la raza y se consideró al bóxer en el ejército canino como segunda opción, por detrás del pastor alemán, pero afortunadamente, Miriam Stockmann realizó diferentes experimentos para notarlo y entonces se tripulo; los americanos durante las guerras les encantó el bóxer corriendo por los campos de batalla y varios soldados con camuflaje le avisaron a Miriam Stockmann de que el bóxer en Estados Unidos era la mejor de todas, así ella pudo morir en paz y sabiendo que su raza perduraría por mucho tiempo.[7][8]

Esta leyenda fue atribuida por el criadero vom Dom y hace referencia al hocico ancho y aplastado que tiene el bóxer:

La crianza empieza con una perra francesa llamada Flora, propiedad de George Muhlbahuer Alt de la ciudad de Múnich(Alemania). George Alt la apareó con un perro conocido como Boxer y produjo un macho leonado llamado 'Boxer de Lechner. Este perro fue a su vez apareado con su madre y este cruce dio dos hembras llamadas Flora II y Alt's Schecken.

El 26 de febrero de 1895 nace Flocki fruto del cruce de un antiguo bulldog inglés llamado Tom (propiedad del Dr. Toenniessen) y Alt's Schecken. Flocki fue el primer perro inscrito en el Libro Genealógico Alemán del Bóxer y ganador de la primera exposición de la raza.

A iniciativa de Friedrich Roberth, Elard König y Rudolf Hoepner se funda en 1895, el Boxer Klub E. V. en Múnich, Alemania para dedicarse al fomento y desarrollo de la raza bóxer.

El 14 de julio de 1902 se establece el primer estándar de la raza y como apariencia general se caracteriza al bóxer como perro de talla media, pelo corto, fuerte, recio, ágil y elegante, que se apoya sobre miembros rectos, robustos y construido completamente sobre el c­rado. El tipo de mordedura era en tijeras y la cabeza era acortada como de un alano (relación 1:1). Posteriormente, se utilizó al bulldog de esa época con el fin de alcanzar las nuevas características que se establecieron en el segundo estándar de la raza en 1905. En 1904 apareció la primera edición de la revista Boxer der Boxer Blätter.

Meta von der Passage (Piccolo von Angentor & Blanka von Angentor) es considerada como la progenitora del bóxer tal como hoy lo conocemos, pues ella procreó con gran homogeneidad. Meta apareada con Flock St. Salvator parió dos perros destinados a tener una gran influencia en la raza: Hugo von Pfalzgau y Schani von der Passage. Schani fue padre de Rigo von Angertor & Hugo von Pfalzgau fue padre de Curt von Pfalzgau, padre a su vez de Rolf von Vogelsberg. Entre los descendientes de este último figuran Dorian von Marienhof & Sigurd, Utz & Lustig vom Dom (criados por Friederun Stockmann) quienes le dieron el impulso a la raza en el mundo entero.

El estándar de la raza fue sometido a una revisión en 1920. Las características más sobresalientes fueron la mordida prognata, cabeza braquicéfala (relación cráneo hocico 2:1), incremento de la talla y aceptación del color blanco, llevado en forma armónica hasta un tercio del total del manto. En 1925 fueron excluidos los bóxers negros, y en 1938 los manchados.

En resumen, el bóxer es un perro mediano de pelo liso, fuerte con una estructura corta, c­rada y miembros fuertes. Su musculatura es compacta, fuertemente desarrollada y elástica. Sus movimientos son vivaces, llenos de fuerza, de andar seguro, con paso libre, ágil. Se reconoce su color de pelaje: atigrado y leonado (el blanco es parte natural de la genética en la raza, aunque no sea aceptado por algunas asociaciones cinológicas).

El temperamento del bóxer es de suma importancia y requiere de atención. Su apego y lealtad a la familia, su valor como defensor y protector, fácil de educar, gracias a su predisposición a ser obediente, así como su limpieza, lo convierten en un buen perro familiar, de servicio, protección y guardia. Desde 1921, el bóxer es considerado perro de utilidad.

Fue uno de los mejores criaderos de la raza bóxer en el siglo XIX aproximadamente; guiado por Miriam Stockmann después de que muriera su esposo Philip Stockmann, ambos son considerados los padres de la raza bóxer. Los antiguos canes de este criadero son de suma importancia en el acervo génico de los ejemplares bóxer presentes en los distintos continentes. Quizás hubo otros criaderos, pero el que tuvo mayor influencia en esos años fue el criadero "vom Dom". La historia de este criadero se ha conocido por el libro publicado por la misma criadora, Miriam Stockmann, "Mein Leben mit Boxern"(Mi vida con bóxers) a su vez redactado en un artículo de la revista Boxer der Boxer Blätter.

Miriam Stockmann estuvo en Múnich donde conoció a su esposo mientras asistía a clases nocturnas de dibujo. Durante un tiempo no le mostró interés ni a él o los demás jóvenes compitiendo por su amor, pero un día Philip le contó la historia de las travesuras de su mascota y ella preguntó —¿Qué clase de perro es? y él respondió: —¡Oh, es como un tigre con cabeza grande y hocico negro!. Miriam rápidamente pensó: ¡Un bóxer, quizá!. El interés de Miriam de averiguar más acerca de este perro, ocasionó que conociera mejor a su dueño también. Después de conocer a Pluto, el bóxer macho mascota de Philip, notó que era muy obediente, sin embargo, tenía sus puntos negativos como haber matado a un chivo y lastimar en la espinilla a otro perro más grande que él.

Después de seis meses de saber más acerca de Philip Stockmann ahora novios y comprometidos, por fin se volvió dueña de Pluto, el primer bóxer de su vida. Relatando que por más que tuviera malos hábitos y causara muchos problemas fue para ella por mucho una maravilla y belleza de perro. En Miriam se despertó el interés por la raza de Pluto, y se mantuvo leyendo artículos de la revista Boxer der Boxer Blätter que contenía información de los jueces y el estándar de la raza, comparó a Pluto y se decepcionó al ver muchas diferencias y notar que posiblemente no era de raza pura, pero nunca perdió las esperanzas, le pregunto a su novio Philip si se podría usar a Pluto para registrarse y procrear crías; al tener la confirmación de su novio, rápidamente encontró a la hembra bóxer llamada Laska de seis meses, la compró sin que sus padres conocieran tal hecho. Por suerte, sus padres amaron a los dos perros y más a Laska.

Tiempo después Miriam se asoció al Múnich Bóxer Club y se convirtió en una ávida lectora de la revista Boxer der Blätter. Por entonces existía una estrella bóxer atigrado llamado Rolf Vogelsberg, su mascota Laska era leonada con una mancha blanca, por muchos deseaba en los atigrados, por lo que este campeón atrajo su interés. En 1911, Philip Stockmann llegó al Gueto de Riga, donde se casó con Miriam.

Luego de la ceremonia decidieron asistir a la exposición de bóxer en Múnich. En ese tiempo existían momentos bélicos en su nación, por tanto, tuvieron que viajar en trenes rusos, y los animales eran trasladados aparte. Miriam esperó por mucho tiempo a sus bóxers que nunca llegaron, su esposo consideró enviar telegramas para saber el paradero de los perros en el viaje, y continuaron con su recorrido. Al llegar a su casa en Fuerstenfeldbruck, cerca de Múnich, los perros por supuesto no llegaban, Miriam asistía puntual día tras día para saber si estaban y nada, al octavo día llegaron: Flacos y necesitados de un buen cepillado, pero felices de ver a Miriam.

Pluto y Lazka fueron registrados bajo el afijo vom Dom (que significa sobresaliente), aunque ninguno de ellos contribuyó a la raza. Pluto murió antes de reproducirse con Laska. Durante la exposición del bóxer en Múnich, encontró a su estrella atigrado bóxer Rolf von Vogelsberg en venta, sin pensarlo gasto sus ahorros y lo compró, llevándolo a su nuevo criadero, Miriam sufrió mucho por la muerte de Pluto vom Dom porque fue quien dio nombre al criadero, y lo acreditó por conocer a su esposo.

Otra adquisición del criadero fue la mamá de Laska, Traudel von Steinhausen, la cual tuvo buenas camadas, pero solo uno de toda la camada fue sobresaliente, consiguiendo un éxito como criadora principiante.

Su próxima camada sería con Laska y Rolf Vogelsberg, todas de mala calidad. Luego Traudel tuvo otro segundo apareamiento con Rolf von Vogelsberg. Tuvo nueve machos –cuatro de ellos blancos– y solo dos vivieron. De estos dos, solamente Credo vom Dom fue exhibido con éxito[...]

Miriam se dio cuenta de que no podría alimentar a todos sus perros, por lo cual comenzó a vender a la mayoría de ellos. Su esposo fue enrolado y puesto a cargo de una unidad de perros de guerra. El gobierno había hecho un llamado para la provisión de perros; el Múnich Bóxer Club fue la primera organización que respondió a este llamado, entregando una cantidad de buenos perros para su entrenamiento.

Mientras tanto, Miriam se quedó completamente aislada de su familia en Riga y sola para cuidar una criatura pequeña y una casa grande y bastante cara. El gobierno no daba ningún medio de sustento; pero a pesar de las dificultades financieras, pudo quedarse con la mayoría de los perros restantes: tres hembras y su viejo bóxer campeón Rolf von Vogelsberg. Finalmente, llegó el momento en que no pudo alimentarlo más y su esposo tuvo que llevarlo al campo con su unidad canina para el ejército nazi[...]

En ese entonces existían los bóxers de color negro. Su primer criador fue un hombre bastante desagradable. Se especula que los primeros bóxers negros salieron de una cruza entre bulldog y schnauzer. En realidad la ascendencia no era demasiado importante, dado que en ese entonces se registraban pocos perros y muchos no registrados eran usados para cría. Pero dicha historia, y el comportamiento algo desagradable de su dueño, causaron una fuerte oposición contra los bóxers negros.[cita requerida]

Entre sus perros había una perra pequeña, insignificante, que fue apareada con un hijo de Rolf von Vogelsberg. De dicha unión nació Flock von der Adelegg, un macho con buenas características, Miriam lo usaría en un experimento. Aunque había algo de demanda por los bóxers negros, estos eran los parias de la raza. Era un desafío, por lo que decidió probar suerte. Cruzó a Rassel, hija de Rolf von Vogelsberg, con Flock von der Adelegg, nieto de Rolf. El resultado fue como ella esperaba una hembra negra, un macho atigrado y un macho negro con mucho blanco. Los tres eran de buena calidad.

En 1918 exhibió a uno de ellos, el macho blanco y negro, en la exposición de Múnich. Era superior a los perros que competían y de no haber sido por el juez, que se negó a llevar adelante a un bóxer negro y blanco, hubiera sido el ganador.[cita requerida] Poco después, el color negro, aunque no constituía ninguna desventaja para la raza, fue prohibido y el bóxer negro se extinguió[...]

La terminación de la guerra trajo un gran cambio a la vida de Miriam Stockmann. Vendió su gran casa, compró la granja Reichschmitt y murió su esposo Philip Stockmann. A partir de ese momento tuvo muchas pérdidas y decepciones. Rolf von Vogelsberg, que había ganado su último título de campeón a los once años de edad, murió de repente. Sus otros perros sufrían toda clase de enfermedades de la piel y apenas podía conseguir alimentos y medicinas. Una preciosa camada de Rassel con Ch. Alexander von Deutenkofen, murió cuando tenían cuatro meses[...]

En la parte culminante del libro, Miriam comenta que su vida no terminó ahí, y dice haber hecho estos sacrificios para salvar a la raza bóxer, ya que las guerras ocasionaron una disminución, aunque ella la mantuvo firme.[11]

Otros bóxers notables en el criadero y que aportaron mucho a la raza, son:

Entre sus rasgos físicos se encuentran una cabeza fuerte, mandíbula inferior prognática, cuya presión mandibular es generalmente de 122 kg/cm²,[cita requerida] hocico chato con una característica máscara negra. Anteriormente los criadores cortaban las orejas para que parecieran más bien largas y sit­as en alto. Son utilizados como bomberos por su buen olfato y valentía en grandes catástrofes;[cita requerida] en cuanto a cuidados son mínimos.

Entre sus características físicas se encuentran una cabeza pesada, mandíbulas pronunciadas, morro enmascarado, orejas más bien largas y colocadas hacia arriba, ojos de color castaño oscuro, cuello fuerte, redondo y musculoso. Pecho amplio y patas traseras musculosas.

El bóxer tiene el pelo corto, brillante y suave, de color leonado o con rayas oscuras sobre fondo leonado. Algunas veces tiene manchas blancas o totalmente blanco.

El macho mide entre 57 y 63 cm de altura desde la cruz y pesa unos 33 kg sin peso máximo, La hembra tiene una altura de entre 53 y 59 cm y pesa unos 25 kg sin peso máximo.

Las orejas y la cola son dos de los elementos de la morfología de estos perros que se arreglan por razones de estética, sin embargo, en varios países europeos las amputaciones están prohibidas, así que cada día es más aceptada la apariencia natural sin amputaciones.

Las orejas se encuentran ubicadas en la parte más alta del cráneo y caen sobre las mejillas cuando no están recortadas (arregladas). Cuando el perro está vigilando, las orejas se dirigen hacia delante marcado un pliegue.

La llevan generalmente cortada. corta y hacia arriba, cortar su cola causa desequilibrio ligero, pues biológicamente su función es darle más equilibrio en sus movimientos.[12]

Es un perro fiel, vigilante y activo. Requiere de ejercicio regular para evitar problemas de comportamiento, y adiestramiento para encauzar su energía. La raza tiende a ser dócil y leal a su familia, sin embargo, puede ser feroz, dominante y territorial, por lo que es necesario socializarlo desde temprana edad, ya que puede atacar con gran velocidad y potencia a otros perros (especialmente a los machos) cuando alguno de los suyos es agredido o prevé que puede serlo.

A nivel inteligencia, el bóxer ocupó el puesto 48 en la clasificación de Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros.[13]

Bien educados y socializados son buenos perros para estar con los niños, y protegerlos (debido a su instinto de protección), también soportan mejor los juegos de los niños, a veces pesados, y no se cansan de jugar. Si el cachorro tiene un año a dos es el momento ideal para encariñarse con niños y adultos, pues el bóxer puede llegar a ser algo brusco jugando.

Para su buena salud y desarrollo, el bóxer necesita realizar bastante ejercicio y llevar una dieta controlada. La cantidad de ejercicio y alimento depende de la edad. El cachorro pequeño, antes de ser destetado y separado de sus hermanos, juega con los demás hasta que se cansa, y todos se enroscan a descansar. Este ejercicio, con suficiente descanso, es esencial para el crecimiento de los cachorros. A medida que va creciendo, necesita hacer ejercicio para mantenerse en condiciones y desarrollar su musculatura. Además de hacerlo jugar con distintos elementos, como puede ser una pelota, es indispensable sacar al perro a pasear diariamente y hacerlo correr mucho con una pelota de tenis o ping-pong con el cuidado de que no se la trague.

Para desarrollar todo su potencial en la edad adulta, es indispensable estimularlo mental y físicamente desde cachorro, algunas de ellas son: ejercicio diario —tres sesiones con 30 minutos cada una—, para que así socialice, conozca objetos nuevos, pueda hacer sus necesidades o adquiera la musculatura que tendrá como adulto; otra es darle afecto y disciplina, afecto cuando haga cosas buenas y disciplina para que sea un perro equilibrado. Puede vivir perfectamente en un piso, preferiblemente en familia, donde haya gente, mientras se le saque a pasear dos veces al día, haciendo que se mueva, es buena idea para que no se estrese salir a correr con él, o llevarlo en paseos con la bicicleta, pero siempre recordar no hacerlo en épocas de calor extremo u horas de máximo calor, pues por su anatomía craneal tiene problemas para respirar, y puede fatigarse o morir.[12]

El promedio de vida del bóxer, basado en varias encuestas en Reino Unido, Dinamarca, y Alemania, es de aproximadamente 9.8 años.[14][15]

Los principales problemas de salud en la raza son la propensión al cáncer, enfermedades del corazón, tales como estenosis aórtica y la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (la llamada «cardiomiopatía arritmogénica del bóxer»), hipotiroidismo, displasia de cadera, mielopatía degenerativa y epilepsia; otras condiciones que se pueden encontrar son: dilatación gástrica y torsión gástrica (hinchazón), problemas intestinales, y alergias (aunque estos últimos pueden estar más relacionadas con la dieta).[16][17]

Ocasionalmente se observa entropión, una malformación del párpado que requiere corrección quirúrgica, y algunas líneas tienen tendencia hacia la espondilosis deformante, una fusión de la columna vertebral,[18]​o distocia.[19]​Otras condiciones que son menos comunes, pero ocurren con más frecuencia en los bóxers que en otras razas, son la colitis ulcerosa histiocítica (a veces llamada «Colitis del bóxer»), una infección invasiva de E. coli,[20]

De acuerdo al estudio de salud de la raza, realizado por el Kennel Club británico, el cáncer y los tumores (como la estenosis sub-aótica y pulmonar) representa el 38,5 % de las muertes,[15]​seguido de vejez (21,5 %),[15]cardiopatía y arritmia cardíaca (6,9 %)[15]​y trastornos gastrointestinales (6,9 %).[15]​Otras menos frecuentes son displasia de cadera.[21]​y úlceras corneales indolentes, a menudo se llama úlcera tórpida o «úlcera del bóxer».

Pueden ser delicados de piel y padecer algún tipo de enfermedad cutánea; la dermatitis alérgica es la más común. Casi todos los bóxers padecen dermatitis alguna vez, el problema se soluciona aplicándole una crema dos o tres días.

Los bóxers con marcas blancas que cubren más de un tercio de su manto —convencionalmente llamados bóxers «blancos»— no son ni albinos ni poco frecuentes, aproximadamente el 20-25 % de todos los bóxers que nacen son de color blanco.[22]​Genéticamente hablando, estos perros son o de color leonado o de color atigrado, con excesivas marcas blancas que recubren el color base de su manto. Como en los humanos de piel clara, los bóxers blancos tienen un mayor riesgo de cáncer de piel y quemaduras solares que los bóxers de color. El gen mármol extremo (mb), es responsable de las marcas blancas en los bóxers, y está vinculado a la sordera neurosensorial congénita en perros. Se estima que alrededor del 18 % de los bóxers blancos son sordos en uno o ambos oídos,[23]​aunque las organizaciones de rescate del bóxer ven casi el doble de ese número.[24][25]

La sordera se desarrolla en el cachorro en sus primeras semanas de vida, comenzando cuando el canal auditivo está todavía cerrado. El proceso es complejo, pero se puede resumir diciendo que se produce a causa de la ausencia de células productoras de pigmento (melanocitos) en los tejidos internos del oído. Este tipo de sordera no es exclusiva del bóxer blanco, ya que se produce también en otras razas que son blancas por la misma razón, como por ejemplo, el dálmata, el bull terrier blanco, entre otras.[26][27][28]

En el pasado, los criadores a menudo sacrificaban a los cachorros blancos al nacer; hoy en día, la mayoría de los criadores ponen a los cachorros blancos en casas como mascotas —debidamente esterilizados y/o castrados. Los bóxers blancos son descalificados en las exhibiciones caninas debido al estándar oficial de la raza. Aunque en 2010, el Club del bóxer alemán abrió una exposición de conformación para los bóxers blancos. Sin embargo, cada club nacional del bóxer en el mundo prohíbe la cría específica de estos ejemplares. Estos perros pueden competir en eventos de obediencia o agility, y, al igual que sus homólogos de color, desempeñarse bastante bien como perros de servicio y de terapia.

El color atigrado puede ser con o sin marcas blancas

Un bóxer leonado

Un bóxer atigrado "oscuro", con cola y orejas cortadas

Nota:En la presión arterial si rebasa niveles mayores a 170, el perro puede presentar hipertensión arterial. Ahora en los niveles de temperatura corporal, el perro si tiene una temperatura baja puede presentar Hipotermia, pero si es elevada puede tener una infección o incluso la muerte, por ser braquicéfalo el jadeo se vuelve constante.

Pubertad de la raza

El Celo en la raza

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