La batalla de Rodeo de Chacón o batalla de Potrero ChacónSanta Rosa, 28 de marzo de 1831) fue un combate durante la guerra civil argentina entre unitarios y federales que terminó con la victoria del general Juan Facundo Quiroga, uno de los más capaces y conocidos caudillos federales.
(La guerra civil que había estallado con el fusilamiento del gobernador federal Manuel Dorrego por orden del militar unitario Juan Lavalle en Buenos Aires se desarrolló principalmente en la provincia de Córdoba, donde se combatieron las batallas de San Roque, La Tablada y Oncativo. Las tres fueron victorias del general unitario José María Paz, y las dos últimas sobre el caudillo federal Juan Facundo Quiroga.
Vencido, Quiroga decidió no volver a la lucha, ni siquiera a pedido del gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, refugiándose en Buenos Aires. Pero a finales de 1830 se enteró de las violencias que había cometido contra su familia el general Gregorio Aráoz de Lamadrid, a quien Quiroga había vencido ya dos veces. Su madre había sido paseada con cadenas por la plaza de La Rioja, y su esposa e hijos habían tenido que exiliarse en Chile. Además sus bienes habían sido robados por Lamadrid, que ocupó la gobernación de La Rioja.
Por esos momentos el curso de la guerra civil empezaba a cambiar. Rosas había organizado el Ejército de Reserva, una poderosa tropa de diez mil hombres liderados por Juan Ramón González de Balcarce, y lo había hecho acampar en San Nicolás de los Arroyos en apoyo al federal Estanislao López, gobernador de la provincia de Santa Fe, quien amenazaba Córdoba desde el oeste con 2000 dragones armados por Rosas. Más preocupado por López con base en Calchines, de las montoneras cordobesas de los hermanos Reynafé y la derrota de Román Deheza ante Juan Felipe Ibarra con la consecuente pérdida de Santiago del Estero, el unitario Paz no se dio cuenta de una vieja amenaza que creía ya eliminada.
Tras las afrentas a su familia, Quiroga decidió volver a la acción: pidió a Rosas un grupo cualquiera de hombres, y este le dio 300 presos y vagabundos más 150 voluntarios atraídos por la fama de Quiroga,Pergamino (provincia de Buenos Aires) y los adiestró militarmente. Nacía así la División Auxiliar de los Andes, una tropa muy eficiente de jinetes.
con los cuales se trasladó aLuego, el 3 de febrero de 1831, avanzó hacia el sur de la provincia de Córdoba. En el camino se le sumaron los soldados federales que habían desertado del ejército unitario (al que habían sido unidos a la fuerza) en la batalla de Fraile Muerto, victoria del general porteño Ángel Pacheco. Con estas fuerzas ocupó Río Cuarto (Córdoba) el 8 de marzo de 1831, después de un sitio de tres días. Hizo 413 prisioneros y capturó 2 cañones y numerosas armas y bagaje. Con su ejército reforzado, invadió la provincia de San Luis, donde derrotó al coronel unitario Juan Pascual Pringles, que resultó muerto en una batalla junto al río Quinto, en un lugar llamado El Morro, en la provincia de San Luis el día 18 de marzo de 1831. Nueve después ocupó la ciudad de San Luis y aislaba a Paz del Cuyo.
Ocupada San Luis, su siguiente enemigo era el gobernador de la provincia de Mendoza, el general José Videla Castillo. El rápido avance de Quiroga obligó a Videla a presentar batalla mucho antes de estar debidamente organizadas sus fuerzas.
A poco de entrar en la provincia, en las lomas conocidas como Rodeo de Chacón (actual ciudad de Santa Rosa), cerca del río Tunuyán, a unos 90 km al sureste de la ciudad de Mendoza, los dos ejércitos se enfrentaron el 28 de marzo de 1831. El ejército de Videla Castillo iba al mando de los coroneles Lorenzo Barcala, Indalecio Chenaut y Juan A. Aresti. Se componía del 2.º Regimiento de Cazadores Cívicos ―unos 700 hombres―, algunos escuadrones que formaban una nutrida caballería y cuatro piezas de artillería. Probablemente fueran 1300 a 2500 tropas. Destacaban 200 coraceros sanjuaninos mandados por Chenaut que iban montados sobre mulas.
El ejército federal era mandado por Quiroga desde el pescante de una carreta,reuma que lo torturaba, estando con una pequeña escolta en el centro; sus divisiones iban al mando de los coroneles Prudencio Torres, José Ruiz Huidobro, Pantaleón Argañaraz y Juan de Dios Vargas. Serían al menos 400.
ya que no se podía mover delAl iniciarse la batalla, el coronel federal Torres llamó a gritos a los soldados que habían peleado a sus órdenes en las campañas de Lavalle, y que iban al mando del cruel Chenaut. Este se había dado el lujo de tratarlos con demasiada dureza, por lo que desertaron apenas comenzado el combate.
Después de unos minutos la carga de los jinetes de Quiroga se impuso en los flancos y forzaba a la infantería mendocina a formar un cuadro. Por tres horas y media, apoyados por la artillería, resistieron hasta que al intentar retirarse se desbandaron. El teniente coronel Aresti lanzó su caballería varias veces contra el centro federal sin saber que ahí estaba Quiroga. Finalmente, se rindió cuando se le garantizó la vida. Los jefes unitarios huyeron a Córdoba, donde Videla Castillo fue ascendido a general. Enterado poco después de la captura y ejecución de su amigo Benito Villafañe, Quiroga hizo fusilar a 27 oficiales prisioneros.
Quiroga se apoderó sin más resistencia de Mendoza y San Luis, mientras sus oficiales recuperaron casi pacíficamente La Rioja y aseguraron San Juan. Desde allí, Quiroga avanzaría unos meses más tarde hacia Córdoba con un nuevo ejército de 2000 hombres vía Ischilín. También se había impedido que Videla Castillo pudiera reforzar las fuerzas unitarias en Córdoba. Con esta campaña, Quiroga demostraba nuevamente sus dotes de militar y la velocidad de sus huestes, como había hecho en 1826 en Tucumán y en 1829 en Córdoba.
Paz estaba cercado sin retirada posible: había perdido todo el interior del país y su propia provincia estaba ocupada por las guerrillas de los Reinafé y la columna de Pacheco; solo le quedaba enfrentar a sus enemigos ―en especial Balcarce y López― por separado antes de que unieran sus fuerzas.10 de mayo de 1831).
Buscaba una batalla decisiva. Con marchas forzadas llegó a Calchines pero López se retiró a El Tío a la espera de los porteños, Paz lo siguió pero cuando inspeccionaba el terreno una boleadora lanzada por el soldado Francisco Ceballos (hombre de los Reinafé) lo derribó, siendo capturado (Ya en prisión el general unitario escribiría una carta a sus segundos Acha, Deheza, Lamadrid y Pedernera para que cesaran la guerra, pero estos eligieron decidieron continuar y nombraron a Lamadrid como su nuevo jefe.batalla de La Ciudadela. Con eso terminó la guerra civil por unos años, quedando por primera vez la totalidad de la Argentina en manos de los federales.
Aquel general decidiría retirarse a Tucumán, lugar donde lo persiguió Quiroga y lo venció en la
Escribe un comentario o lo que quieras sobre Batalla de Rodeo de Chacón (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)